Su perro y la ley

Por David Siuraneta Pérez

La tenencia de animales de compañía —entre los que destacan especialmente los perros— se ha convertido desde hace algunos años en una costumbre muy generalizada. Las páginas que siguen están dedicadas a exponer los aspectos que, desde el punto de vista del ordenamiento jurídico, resultan más interesantes para las personas que han decidido adquirir un perro, así como también para las personas que, sin ser ellas mismas propietarias de ningún perro, han asumido (por cualquier causa) la responsabilidad de la guarda y custodia del mismo.

• Idioma: Español
• Editorial: Parkstone International
• Fecha de lanzamiento: 17 nov 2017
• ISBN: 9781683255178

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Introducción

La tenencia de animales de compañía —entre los que destacan especialmente los perros— se ha convertido desde hace algunos años en una costumbre muy generalizada.

Las páginas que siguen están dedicadas a exponer los aspectos que, desde el punto de vista del ordenamiento jurídico, resultan más interesantes para las personas que han decidido adquirir un perro, así como también para las personas que, sin ser ellas mismas propietarias de ningún perro, han asumido (por cualquier causa) la responsabilidad de la guarda y custodia del mismo.

Sin caer en tecnicismos excesivos o farragosos, queremos ayudar al propietario de un perro o al responsable de su tenencia a conocer cuáles son sus derechos y sus obligaciones así como las responsabilidades que contrae a la vez que disfruta de la compañía del que ha sido, con razón, denominado como «el mejor amigo del hombre».

Sin embargo, antes de comenzar es preciso dejar bien claro que, pese a que este libro trata todos los aspectos legales que debe tener en cuenta el dueño de un perro, hay que conocer perfectamente todas las disposiciones y ordenanzas municipales que haya dictado el ayuntamiento de la localidad en donde vive sobre todo aquello que se refiera a la tenencia de animales domésticos.

La tenencia de perros: derechos y deberes

La tenencia de perros es una materia legal que no siempre es bien conocida y que, por este motivo, a menudo no se cumple como se debiera, por lo que son bastante frecuentes las quejas, las denuncias y las demandas interpuestas por quienes se sienten molestados o perjudicados por determinadas acciones llevadas a cabo por perros y de las que son responsables —lógicamente— las personas encargadas de su custodia.

Parece evidente y claro —y así es unánimemente reconocido por los sistemas jurídicos de muchos países— que la tenencia y disfrute de un perro es un derecho de cualquier ciudadano que debe ser protegido, pero siendo esto cierto, no ofrece tampoco ninguna duda que dicha tenencia y disfrute no debe perjudicar a los demás.

Como en tantas otras materias, las normas existentes al respecto tienen encargada la misión de guardar un difícil equilibrio entre los derechos del propietario del perro y los de sus conciudadanos.

Así, por ejemplo, como se analizará posteriormente, no se puede negar el derecho del propietario de un perro a tenerlo en la vivienda que ocupa, pero también es preciso tener en cuenta el derecho del resto de vecinos a que tal convivencia no lleve aparejadas molestias que no puedan ser consideradas como soportables o tolerables.

Aunque estos conceptos resulten claramente abstractos y ambiguos, si llega el caso de que se produce un conflicto y no es posible que la buena voluntad de los implicados lo evite, deberá ser el juez el que decida, en última instancia, cuál de las dos partes tiene razón.

Conviene señalar inmediatamente que existe un número amplio de normas referidas a la tenencia y disfrute de perros (ordenanzas municipales, leyes estatales, artículos del código civil y penal, etc.)

A continuación, comentaremos brevemente el contenido y el origen de cada una de estas fuentes jurídicas o normas.

El Código civil

El Código civil es el cuerpo legislativo donde se recogen las normas del derecho privado más básicas y tradicionales (es decir, todo lo relativo a los contratos, las herencias, las relaciones de familia, la responsabilidad, etc.). Además, en algunas comunidades autónomas españolas existen códigos de derecho civil (son las denominadas compilaciones, que existen en el País Vasco, Cataluña, Baleares, Galicia, Aragón y Navarra) que, en las materias que regulan y en su ámbito territorial, son de aplicación preferente a