Desde hace más de 100 años la idea de los robots que desarrollan conciencia y toman el control de las instituciones y de los seres humanos, planteada por la literatura de ficción (empezando por la obra de teatro Robots Universales Rossum, del checo Karel Čapek) ante el acelerado desarrollo de la tecnología, se ha implantado en el imaginario colectivo como una preocupación que tiene que atenderse. En la actualidad, esa preocupación ha ido en aumento por el uso que la humanidad ha hecho de la tecnología, sobre todo en contextos bélicos. Así, han surgido campañas para detener el desarrollo de armamento que haga uso de inteligencia artificial, por ejemplo, o que promueve la creación de códigos éticos para el uso de estas tecnologías.
En el campo del Derecho, numerosos teóricos han pensado en las hipótesis a las que nos podríamos enfrentar si, en efecto, la ciencia ficción llegará