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El principio falso: La pandemia
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Libro electrónico223 páginas3 horas

El principio falso: La pandemia

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Fortalecido en la experiencia clínica y la docencia universitaria, el psicólogo Héctor Manuel González Carrillo, autodenominado "Héctor Glezca", durante doce años de conocimiento sobre el estrés crónico se enfocó desde diferentes perspectivas en la comprensión de este fenómeno que ha sido considerado uno de los mayores factores de morbimortalida

IdiomaEspañol
Editorialibukku, LLC
Fecha de lanzamiento20 oct 2020
ISBN9781640867116
El principio falso: La pandemia

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    El principio falso - Héctor Glezca

    Un poco de historia sobre este primer libro

    En inicios de 2007, capacitándome en Integro la escuela de formación de psicoterapeutas Gestalt en Guadalajara Jalisco, México, en esta institución reconocida a nivel mundial por su trascendencia en trabajos con grupos en casi todos los Estados de la República Mexicana, en clase de maestría en psicoterapia Gestalt el doctor Sergio Vázquez + quien fue rector y fundador de esta institución educativa hizo una pregunta que en un primer momento pensé que yo contestaría fácilmente, preguntó: ¿alguien sabe qué es la Teología de la Liberación? Ante el silencio de casi veinte participantes en formación de maestría y con la seguridad de conocer el tema por mi educación filosófica-religiosa, contesté: es un movimiento que surgió en la religión Católica para cuestionar la práctica y doctrina de esta iglesia, su fundador es Leonardo Boff y hoy es quien la dirige… El doctor Sergio replicó: bueno… él es quien la fundó y es un movimiento cuestionador de ésta y otras religiones, pero ¿qué es este movimiento llamado Teología de la Liberación?, después de unos segundos nadie contestó, ante el silencio y la expectativa de todos él mismo respondió: es una metodología de evangelización, ésta como movimiento religioso hizo una deconstrucción de la Iglesia Católica, surgió para cimbrar o sacudir la estructura de las doctrinas del pensamiento religioso desde su dinámica interna con una metodología dirigida hacia la comunidad para favorecer la libertad de conciencia religiosa sin descuidar el contexto de la realidad dolorosa de la comunidades, sin descuidar el valor y la dignidad de las personas, eso mismo nos hace falta en la psicología, la psicoterapia Gestalt ha venido haciendo algo parecido, en especial los grupos psicoterapéuticos y el trabajo que hacemos en ellos son en sí mismos una deconstrucción de la psicología pero nos hace falta una metodología con un proyecto de transformación más abarcador que se incorpore a la educación y a la realidad social de las personas.

    Lo que el doctor Sergio planteó en otros momentos lo resumo en palabras que ya comienzan a escucharse entre los pasillos universitarios de varias escuelas de formación psicológica: entre los aspectos que más ha obstaculizado la trascendencia e impacto social de la psicología es que muchos colegas se han dedicado a psicologizar y a psicopatologizar el comportamiento humano de las personas, psicologizar es un concepto que hace referencia a la necesidad de hablar de la psicología misma resaltando el valor positivo de la mente que influye positivamente en las emociones y a su vez en el comportamiento sin tomar en cuenta el dolor mismo como parte de las experiencias humanas, a la vez con esta postura se niega el contexto personal y otras dimensiones como la realidad de la estratificación social que induce a la polarización y a la precariedad de vida de las personas, psicopatologizar como concepto describe el énfasis que los profesionistas de esta área le ponen a la conducta observable para diagnosticar o etiquetar al paciente dejando de lado la realidad total de su persona, esta actitud establece una relación de codependencia entre el profesional y quien solicita sus servicios como el sano y el enfermo, resaltando con ello la importancia de una civilización centrada en la enfermedad como el fin más importante.

    De acuerdo con este sabio que pasó por México y sin descartar el valor del diagnóstico y el tratamiento, la psicología requiere aportar una metodología de la salud que promueva el cambio de conciencia e impulse la transformación social desde el nivel preventivo, además de invitar a mejorar la imagen y estructura de esta hermosa profesión, también puede contribuir a potenciar la calidad motivacional y la vida saludable de las personas sin fines burocráticos y lucrativos desde la realidad educativa y el entorno social en que se desarrollan.

    A finales de 2008 mis colegas y yo dispuestos a trabajar en el proyecto de titulación de la maestría en psicoterapia Gestalt después de elegir el tema del estrés como el causante de los desajustes de mi historia familiar, nuevamente el doctor Sergio en una de las últimas clases dejó en mí su huella, de forma asertiva comentó: si van a elegir el tema del estrés como la causa de sus desajustes emocionales mejor no lo hagan porque este fenómeno como parte de la realidad solo es un reflejo de la neurosis, el estrés no es el origen de la histeria y la neurosis sino su manifestación, en ese momento me quedé paralizado porque ese era el tema que yo había elegido para tesis, después de varios meses en silencio comprendí la importancia de su recomendación.

    Al estrés no lo podemos ver únicamente como una causa porque el estrés surge del desencuentro con nosotros mismos, lo causa el miedo como resultado de la incapacidad de amarnos y cuidarnos a nosotros mismos, lo generamos por la culpa, la vergüenza, el sufrimiento, por la urgencia, la prisa y el poco tiempo para nosotros mismos, también surge y se fortalece por la fragmentación de las dimensiones de nuestra naturaleza humana, el estrés es el reflejo de la parálisis de la vida misma por vivir enajenados y mecanizados por la polarización de los procesos sociales que influyen en que una persona se manifieste con incertidumbre, conflicto, confusión hasta mostrarse en el colapso de todos los sistemas del organismo, con demasiada presión para su estructura fisiológica y psicológica.

    En ese mismo tiempo en redes sociales escuché a una doctora norteamericana especializada en biogenética humana que afirmaba que de acuerdo a los datos de la OMS en el 2020 el estrés negativo sería la segunda causa de comorbilidad en el mundo, es decir para ese año este fenómeno de la realidad personal y social estaría perjudicando de forma severa la vida de las personas me quedé todavía más paralizado porque comprendí que los seres humanos nos encontrábamos ante una realidad casi imposible de parar por ser un factor de riesgo psicosocial que va de la mano con la dinámica social de las ciudades en crecimiento económico, este fenómeno antes de la enfermedad covid-19 en tan solo diez años había crecido en su estadística en un aumento de más del cuarenta por ciento en el ámbito laboral, cuando escuché a esta doctora hablar sobre el impacto negativo del estrés no pude ver la trascendencia que tendría antes, durante y después de la pandemia así como en la inducción de síntomas similares a los de las enfermedades virales.

    Decidido a seguir adelante sin descuidar los fundamentos teóricos de la Terapia Gestalt y las sugerencias del doctor Sergio consideré la importancia de integrar todo lo relacionado al tema del estrés para la elaboración de una propuesta preventiva de las enfermedades, el tema de la metodología comenzó a convertirse en un gran reto que duró más de diez años, en un primer momento pensé en comenzar la divulgación de esta propuesta, haberlo hecho sin todo el sustento que ahora he integrado me habría conducido a mostrarme como un psicólogo bienintencionado, pero solo eso, me habría quitado con ello la oportunidad de poder ver lo que ahora comparto en este proyecto redactado en forma de libro.

    Todos mis esfuerzos profesionales los dediqué a crear esta metodología de cambio en nivel preventivo, la diseñé para ser implementada en el ámbito educativo-escolar, empresarial-laboral y social-comunitario, me llevó mucho tiempo hacerlo, durante doce años apoyado en los aportes de la psicología y la Terapia Gestalt enfoqué la propuesta en aprender a gestionar nuevas respuestas de estrés.

    Para atender la sugerencia del gran sabio mexicano que pasó por mis tierras fundamenté el desarrollo teórico en tres procesos: el darse cuenta de, el hacerse responsable de sí mismo y la autoactualización, de esta manera busqué afianzar la teoría en bases sólidas … continué integrando hallazgos importantes sobre el tema… por varios años me perdí en ello… me estresé hasta desconectarme de mí mismo… de mis emociones… en algunos momentos pensé en apagar la actitud que conlleva la calidad motivacional para culminar este proyecto… al final de cuentas cada quien se hace cargo de cambiarse a sí mismo, cada quien se salva a si mismo… , entonces recordé que psicologizar de esta manera en nuestro siglo se ha vuelto una actitud poco sana, bienintencionada pero en el fondo perniciosa… decidí seguir adelante y confirmé en carne propia que la neurosis la mantenemos fortalecida por descuidar estos procesos, después surge el estrés con señales físicas que gritan en el cuerpo para decirnos que nos hemos descuidado a nosotros mismos y traemos un ambiente interior oxidado, la sangre se encuentra envenenada por el exceso de cortisol, con tal alteración se ha suprimido la función reguladora de los sistemas del cuerpo… y urge recuperarlos con estrategias dirigidas a gestionar saludablemente las respuestas de estrés antes de que estas evolucionen por su gravedad a un problema vascular que desencadena una trombosis de nivel pulmonar, cardiológico o cerebral… comprendí entonces que millones de personas viven así… como yo viví… inconscientemente estresados… y seguí adelante con el proyecto… así… estresado.

    En la formación de esta metodología fui integrando conceptos centrales que fundamentan su importancia como aporte de la psicología, además de estos fui creando estrategias con las que se optimiza el desarrollo de actitudes y el desarrollo de habilidades emocionales, tanto las estrategias como el contenido teórico que le acompaña a esta propuesta de salud forman su estructura, desde estos dos aspectos esenciales se orienta su implementación y desarrollo.

    Mientras tanto gracias a la libre cátedra como docente con el paso de los años esta propuesta se convirtió también en la complementación de contenidos teóricos de las materias impartidas en algunas carreras en la Universidad Autónoma de Baja California Sur en Los Cabos, como parte del ejercicio de implementación de esta metodología compartí varios temas con los estudiantes universitarios, la empatía y las cuatro opciones de comunicación empática, las distorsiones cognitivas, las actitudes sus componentes para el cambio, la visión del ser cosificado vs. la visión de ser persona, la civilización y la cultura y la importancia de crear un nexo entre ambas, las actitudes específicas para potenciar la formación profesional universitaria… estos y otros temas son parte fundamental del desarrollo de la metodología DTA, durante varios años fui puliendo, ampliando y corrigiendo estos temas, mientras lo hacía vi rostros iluminados ante su alcance y trascendencia en la vida personal, familiar, social y laboral, estos temas hoy representan la posibilidad del conocimiento formativo que hace que un ser humano pueda potenciar su proceso para llegar a ser mejor persona en cualquier ámbito en que se desarrolle.

    Ya en 2020 en tiempos de confinamiento extremo, mientras continuamos las clases en línea pude corroborar la importancia de incluir estos temas como parte esencial de la formación académica en los jóvenes universitarios, además de fortalecer la conciencia que permite optimizar su ser profesional como persona, también ayuda para que este conocimiento trascienda a nivel familiar, a la vez en el ámbito laboral y en el social.

    Aunque inicialmente no era mi intención centrarme en los síntomas de las enfermedades y los factores de riesgo psicosocial, con la llegada de la pandemia decidí sustentar de forma objetiva las investigaciones científicas recientes que describen y explican cómo el estrés induce a síntomas específicos que son similares a los señalados en la enfermedad covid-19, sorprendido de tal descuido científico compartí mis conclusiones con otros colegas y conocidos, sin embargo tomó tanta fuerza el falso principio de la pandemia que compartir mis conclusiones resultó en intentos fallidos, el concepto equivocado de la pandemia evolucionó hasta poner en evidencia la creación de la profecía autocumplida impulsada y sostenida por el prejuicio y el miedo a ser contagiados por un virus, esta dinámica social de credibilidad en los efectos perjudiciales detuvo cualquier intento de clarificación sobre este tema, ante la impotencia por no poder cambiar la percepción de las personas y con algo de tiempo debido al confinamiento extremo me dediqué a completar el contenido de este libro que inicialmente fue tercer capítulo de una propuesta de intervención preventiva, resalté en otros capítulos la importancia de centrar los esfuerzos en la cultura de la salud que además del uso de la medicina invita a sanar con la actitud preventiva de cuidado y atención de sí mismos, la aceptación la confianza, la paz y la tranquilidad que fomentamos en nosotros mismos puede sanar y prevenir cualquier enfermedad desencadenada por el estrés prolongado en el cuerpo.

    La mayor parte de mi trascendencia profesional como psicólogo y psicoterapeuta se refleja en este trabajo de compilación en el que por más de diez años dedicados a integrar las diversas investigaciones sobre el fenómeno del estrés negativo, con el conocimiento, el dominio en este rubro y con actitud flexible me ha permitido ver la correlación que existe entre la enfermedad covid-19 y el estrés de tipo crónico, aunque mi conclusión puede parecer para algunos profesionistas de la salud un gran error, para evitar tal apreciación decidí fundamentar mi análisis, interpretación y conclusiones en el aporte de investigaciones experimentales de la medicina, gracias a esto he podido mirar a través de un lente de observación objetiva y cuidadosa todos los elementos que emergen en el campo de la salud psicológica en tiempos de pandemia, en gran medida esto no habría sido posible si no hubiera estado sentado y sostenido en los hombros de dos gigantes de la salud humana, uno de ellos es la Terapia Gestalt, el otro, los avances de la Investigación Experimental sobre el estrés realizada por científicos expertos en el área de la medicina, desde lo alto y desde las experiencias de personas, familiares y sociedad, como observador neutral pude contemplar este fenómeno como una realidad que es mucho más que la suma de sus partes.

    Después de la contingencia sanitaria y ante la obviedad del principio falso de la pandemia pude corroborar la importancia de la puesta en práctica de esta metodología enfocada al desarrollo de actitudes y habilidades emocionales para el manejo y disminución del estrés ante cualquier circunstancia estresante, una metodología que busca mejorar los estilos de vida para el fortalecimiento de la salud puede ser potenciada en su implementación cuando cada persona decida llevarlo a su propia vida y entorno familiar, el valor de la continuidad social para desarrollar este proyecto en comunidad puede ayudar a multiplicar los resultados que se desean obtener con esta propuesta, una vez que esto suceda muchas personas podrán optimizar la calidad motivacional hacia el cuidado de sí mismos y de quienes le rodean.

    Los acontecimientos vitales estresantes del pasado que se han quedado sin resolver tienden a prolongarse en el presente de la vida de las personas, mientras permanezcan inconclusos surcan la dirección y generan influencia en la percepción de un fenómeno estresante, lo mismo sucede con los gustos, intereses, preferencias, actitudes, valores y necesidades, desde ahí también se enmarca la elección y continuidad de un tema como lo es el del estrés negativo y el de la pandemia, éste como manifestación de la neurosis social puede ser comprendido por cada persona desde las señales o sensaciones especificas del cuerpo, aspecto central de esta metodología en que sostiene la posibilidad de potenciar el cambio, desde ahí se puede ir al fondo si es que lo desea.

    Los objetivos de una propuesta de salud a nivel preventivo determinan el rumbo en que un profesional plantea las nuevas experiencias, éstas en contexto de pandemia sólo pueden mirarse como el reflejo de la historia de vida manifestada en una situación personal y social, emergen en un contexto presente de miedo a perder la estabilidad familiar o la vida, una vez que evoluciona y se desarrolla en un grupo de personas, colonias, municipios… o todos los países del mundo, la propuesta de cambio puede ser implementada sin descuidar los elementos que interactúan en un entorno psicosocial comprendido en sus diversas manifestaciones, si esto se descuida se corre el riesgo de sesgar la realidad, aunque esta distorsión cognitiva parezca una verdad absoluta, siendo la pandemia un fenómeno de la salud que no puede comprobarse de forma inmediata siempre cabe en

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