“Capellanes covid”, solidaridad con los enfermos
Sobre su oscura vestimenta eclesiástica, el sacerdote Andrés López Ruiz se coloca el delantal impermeable y el resto del equipo médico de protección –cubrebocas, guantes, gogles–, y así recorre algunos hospitales de la Ciudad de México para llevar los santos óleos a los enfermos de covid-19 que están a punto de morir.
Carga consigo un crucifijo, un estuche con hostias y un recipiente con el óleo que aplica en la frente y en las manos de los moribundos, por quienes reza para que Dios perdone sus pecados, les conceda paz y les dé fortaleza en el difícil trance de la muerte.
Y a los enfermos que aún pueden abrir la boca y murmurar algunas palabras, López Ruiz les coloca la hostia entre los labios para darles el viático; la última comunión que reciben ya en su lecho de muerte y conectados muchas veces a un tanque de oxígeno.
Asegura: “Los enfermos de coronavirus son actualmente los más excluidos. Incluso muchos están muriendo abandonados porque sus familias los rechazan. Son como los leprosos en la época de Jesucristo, como los apestados. Nadie los quiere ni ver. Todo
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos