Between Two Homes (Entre Dos Hogares): Manual Para La Crianza Compartida

Por Bradley Craig

Por cualquier razón que se encuentre en la situación de ayudar a un niño a crecer entre dos hogares, es normal preguntarse cómo hacerlo ahora que ya no (o tal vez nunca fueron) una familia viviendo en solo un hogar. Entre Dos Hogares tiene las respuestas. En este libro, usted aprenderá cómo permanecer o convertirse en padres conjuntos (en lugar de opositores) y cómo ayudar a su hijo crecer y prosperar al vivir entre dos hogares.

Entre Dos Hogares le ayuda a:

-Construir una relación exitosa de la crianza compartida para que puedan dejar de pelear y comiencen a comunicarse 

-Reconocer los obstáculos a la relación de la crianza compartida 

-Aprovechar las alternativas al litigio--no tiene que pelear en los tribunales 

-Hablar con su hijo sobre los cambios usando lenguaje que él o ella pueda entender 

- Aprender sobre las necesidades especiales de su hijo en varias etapas, desde recién nacido a adolescente
 
- Crear un plan de crianza compartida

- Aprender qué comportamientos, y aun qué palabras, pueden ayudar o lastimar a su hijo

• Idioma: Español
• Editorial: BTH Publications, A Division of Between Two Homes®, LLC.
• Fecha de lanzamiento: 15 sept 2017
• ISBN: 9781386985358

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PARTE 1 – TEMAS DE ADULTOS

Capítulo 1: ¿Qué es la Crianza Compartida?

Cuando ambos padres están trabajando hacia una meta en común—los niños y el bienestar de los niños—entonces tenemos una familia más feliz y saludable, incluso aunque no estén todos viviendo en el mismo hogar. —Barbara Nunneley, Abogada

Escribí este libro para ayudar a los adultos con la crianza de sus hijos cuando dos hogares están involucrados. Si usted es uno de los adultos cuidando a un niño en esta situación, mi objetivo es darle nuevas herramientas para ayudarle en su relación de la crianza compartida y ofrecer ideas sobre las necesidades de su hijo.

Criar a un niño emocionalmente sano entre dos hogares es extremadamente difícil. Sin embargo, uno de los mejores medios para lograrlo es desarrollar una relación de la crianza compartida saludable. ¿Qué quiero decir cuando me refiero a la crianza compartida?

La crianza compartida es un término usado para describir a adultos trabajando juntos y compartiendo las responsabilidades de criar a un niño. La crianza compartida sucede cuando adultos viven en el mismo hogar, pero también sucede cuando los adultos están criando a niños entre dos o más hogares.

Este libro se centra en la relación de la crianza compartida cuando un niño está creciendo entre dos o más hogares, o cuando los padres viven en más de un hogar. Este libro no es sólo para padres en el proceso de divorcio; sino está diseñado para ayudar a las familias a criar a hijos entre dos hogares, no importa cuál sea la situación.

Muchas circunstancias pueden llevar a un niño a crecer entre dos hogares como:

El Divorcio.

El niño es un producto de padres que pasaron solamente una noche juntos, tuvieron una relación casual, o los padres nunca vivieron juntos.

Los padres vivieron juntos por un tiempo pero nunca se casaron.

Los padres son del mismo sexo y no viven juntos si es que alguna vez vivieron juntos.

Otros familiares comparten uno o ambos hogares del niño.

Probablemente, usted está leyendo este libro porque está pensando en separarse, está pasando por un divorcio, necesita un arreglo legal para su hijo o ha ido a los tribunales por asuntos con respecto a su hijo. Ojalá que los padrastros, abuelos, otros parientes, amantes y otras personas que participan en la crianza de los niños entre dos hogares estudien este libro para desarrollar mejores herramientas para la crianza compartida y para ayudar a los padres que ya están compartiendo la crianza de los niños. También es mi esperanza que abogados, jueces, educadores y profesionales de la salud mental, encuentren este libro muy ilustrativo y como un recurso útil para las familias que reciben sus servicios.

Este libro no es sólo para los padres que se están divorciando, pero debido a que la gran mayoría de los lectores son parejas que están en el proceso de divorcio, la mayoría de las referencias implican circunstancias de divorcio. Si usted no es padre biológico o adoptivo, siéntase libre en usar la aplicación de este contenido para su situación y su papel en mejorar la vida de un niño creciendo entre dos hogares.

Hay muchos estudios que detallan los cambios significativos en nuestra sociedad, como el aumento en la proporción de divorcios, el aumento en la frecuencia de la convivencia y un mayor número de niños nacidos fuera del matrimonio a padres que nunca vivieron juntos. (Nota: para obtener más información acerca de los estudios en referencia, vea la bibliografía al final de este libro.)

Las estimaciones sugieren:

Tres cuartas partes de los hombres divorciados y dos tercios de las mujeres divorciadas so volverán a casar.

Un tercio de niños vivirán en hogares de convivencia o familias de segundo o más matrimonios.

Alrededor del cuarenta y tres por ciento de todos los matrimonios, este es el segundo o más matrimonio para una de las parejas.

Alrededor del cincuenta por ciento de todos los matrimonios primeros terminarán en divorcio (National Center for Health Statistics, 1995).

Alrededor del sesenta y cinco por ciento de todos los matrimonios segundos o más, involucran a niños de matrimonios anteriores y forman familias ensambladas o reconstituidas (Lugaila, 1992).

Alrededor del sesenta por ciento de todos los matrimonios segundos, terminan en divorcio, a menudo durante los primeros cinco años (Cherlin, 2005).

Estos números no reflejan la gran cantidad de niños que crecen entre dos hogares por causas distintas al divorcio.

También hay amplios estudios sobre las necesidades de los niños que crecen entre dos hogares. Un tema constante en los estudios es que el factor más importante para que un niño prospere más allá del cambio que lo llevó a vivir en dos hogares, es la capacidad de los adultos en ambos hogares de trabajar juntos en el mejor interés del niño. Un proverbio africano dice, Cuando los elefantes luchan, el zacate se daña. Los estudios indican que familias altamente conflictivas crean tremendas cargas para sus hijos, mientras que los adultos que son capaces de dejar al lado sus emociones y se enfocan en las necesidades de sus hijos, pueden crear resultados positivos para sus hijos. (Amato, 2000; Clarke-Stewart & Brentano, 2006; Emery, 2004; Hetherington & Kelly, 2002; Kelly, 2007; Johnston, 1994.)

La crianza compartida es difícil. Para poder compartir la crianza de su hijo exitosamente, usted debe cambiar su mentalidad de "¿Que es lo que yo quiero y lo que estoy sintiendo? a ¿Qué es lo mejor para nuestro hijo?"

Compartiendo la crianza de su hijo exitosamente, implica no sólo simpatía por las experiencias de su hijo, sino también la empatía, es decir, poniéndose en los zapatos de su hijo. Compartiendo la crianza de su hijo es respetar el derecho de su hijo a tener al menos dos tutores emocionalmente saludables participando activamente en su vida, independiente de si los tutores tienen o no una relación íntima entre ellos.

Cuando se separa y se divorcia, usted está terminando una relación romántica o sexual con alguien. Pero cuando tiene un hijo, sea el resultado de una noche con alguien, una adopción o un matrimonio de veinte años, usted ha creado una unidad familiar para su hijo para el resto de la vida del niño.

Es importante separar sus sentimientos hacia su padre conjunto de los sentimientos que tiene o tenía acerca de esa persona como su amante. Una persona puede no ser muy hábil en las relaciones íntimas, pero puede ser un padre fantástico. En otras palabras, un mal esposo o esposa no necesariamente equivale a un mal padre o madre. Ustedes pueden dejar de ser amantes y pueden dejar de ser cónyuges, pero una vez que tengan un hijo con alguien nunca dejan de ser una familia.

Cuando se separan, no están formando dos familias; en cambio, están cambiando el diseño de la familia de su hijo. En los Estados Unidos, la base familiar de un niño es a menudo sus padres. En otros casos y en otros países, la norma es que otros miembros de la familia tomen el papel de los tutores de un niño.

Cuando los tutores de un niño no viven en el mismo hogar, puede haber dos hogares pero el niño todavía tiene una gran familia que consiste de todos los miembros de la familia (materna y paterna). Compartiendo la crianza de ese niño es una parte del trabajo de esa familia.

El objetivo de este libro es ayudarle a abordar este papel de la crianza compartida que a menudo es difícil, a veces es confuso, pero siempre es importante en la vida de su hijo.

Este libro:

Le enseña habilidades eficaces de comunicación y resolución de conflicto.

Le ayuda a aumentar su sensibilidad a las necesidades de su hijo.

Le permite concentrarse en la crianza presente y el desarrollo y mantenimiento de un ambiente de la crianza entre dos hogares.

Le enseña habilidades para trabajar con su pareja de la crianza compartida o padre conjunto.

Le ayuda a reconocer cómo sus propias acciones pueden ayudar o dañar la relación de la crianza compartida.

Una vez que usted y su padre conjunto hayan desarrollado una relación de la crianza compartida exitosa, el niño debe experimentar:

Menos conflictos, menos estrés, mejor autoestima.

Un aumento en la probabilidad de tener ambos padres activos en su vida.

Menos presión de escoger lados o serle fiel a un padre sobre el otro.

El modelaje de buenas habilidades de comunicación y resolución de conflicto.

Una menor probabilidad de participar en comportamientos de alto riesgo.

Capítulo 2: Pasos Para una Relación Exitosa de la Crianza Compartida

Pasos para una relación exitosa de la crianza compartida incluyen:

Reglas para la Crianza Compartida

Manteniendo Límites Saludables

Comprendiendo las Emociones en Comparación con las Acciones

Comprendiendo la Aflicción

Cuidándose a Sí Mismo

Manteniendo una Alianza de Crianza Compartida

Mejorando la Comunicación

Vocabulario Amable para las Familias

Declaraciones del Yo

Aumentando la Oportunidad de Ser Escuchado

Directrices para Mensajes Efectivos de Correo Electrónico Entre Hogares

Utilizando la Negociación Saludable y Explorando Intereses

Haciendo que Todo Sea Sobre su Hijo

Paso 1: Reglas Para la Crianza Compartida

En todo momento, las decisiones de los padres serán para la seguridad y el bienestar psicológico, espiritual y físico de su hijo.

Si organice y confirme el tiempo de crianza previamente entre los padres sin la participación de su hijo.

Si notifíquese uno al otro de manera oportuna sobre la necesidad de apartarse del horario entre hogares, incluyendo la cancelación de tiempo con su hijo, cambio de horario y la puntualidad.

Si comuníquese con el otro padre y tengan reglas similares en referencia a la disciplina, rutinas, arreglos de dormir y horarios entre hogares. La disciplina apropiada debe ejercerse por los adultos de mutuo consentimiento.

Si mantenga al otro padre informado sobre las actividades escolares, médicas, psiquiátricas, extraescolares, y citas de su hijo.

Si mantenga al otro padre informado en todo momento de su dirección y número telefónico. Si está fuera de la ciudad con su hijo, si proporcione al padre conjunto la dirección actual y número telefónico donde se pueda comunicar con usted y su hijo en caso de emergencia.

Si refiérase al otro padre como madre o padre de su hijo en la conversación, en lugar de usar mi ex.

No hable negativamente, o permita que otros hablen negativamente sobre el otro padre, su familia, amistades o su hogar al alcance auditivo de su hijo. Esto incluye comentarios de menosprecio, de ridiculizar, o platicar sobre las denuncias que son o no son válidas sobre temas involucrando a los adultos de la crianza compartida.

No le pregunte a su hijo sobre su otro padre, las actividades del otro padre, o sobre la vida personal de su otro padre. En términos específicos, no utilice a su hijo para espiar al otro padre.

No discuta o tenga conversaciones fuertes cuando su hijo esté presente.

No trate de ganarse a su hijo al costo de su relación con su otro padre.

No programe actividades extraescolares para su hijo durante su tiempo con su otro padre sin el consentimiento del otro padre. Sin embargo, ambos padres si trabajen juntos para permitir que el niño participe en actividades extraescolares.

No involucre a su hijo en temas de adultos y conversaciones acerca de la custodia, el Tribunal, o el otro padre.

No le pregunte a su hijo donde él o ella quiere vivir.

No intente provocar el alejamiento del otro padre de la vida de su hijo.

No permita a padrastros/madrastras u otros que alteren o modifiquen negativamente su relación con el otro padre.

No use frases que atraigan al niño a sus problemas o que lo hagan sentirse culpable sobre el tiempo que pasa con el otro padre. No le diga ¡te extraño! si dígale, ¡te quiero!

Paso 2: Manteniendo Límites Saludables

Un concepto importante en cuidados personales, relaciones, crianza de los hijos, y crianza compartida de los hijos es la comprensión de los límites saludables y no saludables. A menudo, las familias están aferradas en el conflicto porque los límites saludables no son reconocidos, establecidos o respetados.

Cercas, ventanas, casas y paredes son ejemplos de límites físicos. Incluso, su piel es un ejemplo de un límite; permite algunas cosas, manteniendo otras cosas hacia fuera.

Como seres humanos, también experimentamos límites psicológicos. Su necesidad de espacio personal es un ejemplo de un límite psicológico, y ese límite puede diferir de una persona a otra. El espacio personal define donde usted termina y otros comienzan. Para algunas personas, teniendo a alguien a algunas pulgadas de distancia puede ser cómodo, pero para otros el límite de espacio personal puede extenderse unos pocos pies de él o ella. Además, el límite de espacio personal de alguien puede cambiar, dependiendo de la otra persona o personas involucradas y el evento en el que esa persona está interactuando.

Los límites psicológicos individuales son formados por sus experiencias, sus ideas, su visión del mundo y sus creencias. Estos factores influyen en sus acciones y opciones, como también cuales personas decide tener alrededor de usted. Experiencias de la primera infancia pueden afectar en gran medida cómo sus límites juegan un papel en su mundo. Estos límites psicológicos invisibles afectan cómo usted piensa y actúa, de amplios conceptos como el bien y el mal, a experiencias muy personales, como quien puede tocarlo. Por ejemplo, algunos lectores no tienen ningún problema si se le hace una pregunta mientras que está leyendo este libro, mientras que otros pueden sentirse frustrados que se les interrumpe mientras que están claramente en medio de la lectura.

Sus límites personales varían de una persona a otra y de una situación a otra. En las relaciones sanas, su límite con otra persona es flexible y seguro. Mantener límites saludables significa reconocer y respetar sus límites, y a la misma vez, reconocer y respetar los límites de los demás en diferentes momentos, basado en las circunstancias.

Respetando los límites de su hijo y de su padre conjunto implica reconocer que su hijo y su padre conjunto tienen el mismo derecho a esperar que sus límites personales sean cien por ciento respetados y honrados por usted. Muchas veces, ser adecuadamente respetuoso implica aceptar responsabilidad por las mentiras o el mal comportamiento de su parte y reconocer lo que ha hecho y disculparse.

Puede ser difícil saber cuándo ha cruzado los límites de su padre conjunto, especialmente si él o ella no ha hecho esos límites claros. Sin embargo, hay violaciones de límites obvios. La ley ha definido algunos límites para nosotros, como la privacidad, seguridad, calumnia y consentimiento. Otros ejemplos incluyen, entrar en el espacio personal de su padre conjunto sin su consentimiento, como ir a su casa sin permiso, entrando en su computadora, leyendo sus textos, revisando sus pertenencias, publicando en sus cuentas en línea o acechando a su padre. Aún más ejemplos incluyen, retención de información importante sobre su hijo (médica, extraescolar, o de viaje), difundir información vengativa sobre su padre conjunto a los demás verbalmente o a través de Internet, acosar a su padre conjunto verbalmente o por escrito, abusar de su padre conjunto físicamente, sexualmente o verbalmente. Más formas sutiles de violar los límites incluyen, negar o impugnar a su padre conjunto o a su hijo sobre su derecho a como sentirse o sobre sus creencias.

Hay una diferencia entre conductas asertivas y conductas agresivas. Comunicación asertiva respeta límites al definir a los demás lo que es o no es aceptable para usted. Sin embargo, comportamientos agresivos violan los límites de los demás. Comportamientos agresivos incluyen:

Agresión evidente: Comportamientos externos y observables que violan los derechos de los demás. Típico de las personas con problemas de manejo de la ira. Por ejemplo:

* Levantando su voz, gritando

* Lenguaje corporal agresivo

* Hablando sobre encima de los demás

* Apuntando con el dedo o mostrando puños

* Amenazando y humillando

* Violencia doméstica, ya sea verbal o física

Comportamiento pasivo-agresivo: Secreta (oculta o escondida) o abierta (descarada) resistencia a los límites o a las peticiones de los demás. Personas pasivas-agresivas evitan la confrontación directa al dejar las cosas para mañana (procrastinar), haciendo pucheros, o al colocar incorrectamente materiales importantes. En lugar de comunicarse honestamente sobre sus sentimientos o pensamientos, muestran resentimiento y/o obstruyen en sus comportamientos. Por ejemplo:

* Reclaman que están de acuerdo y después se quejan con otros

* Apuñalan por la espalda

* Hacen solo lo mínimo o hacen un esfuerzo sin entusiasmo

* Ponen a otros en situaciones que saben fallaran (sabotajes)

* Pierden o no intercambian material importante

* No llegan a tiempo o retrasan el proceso

* Dan respuestas parciales

El reconocimiento de límites poco saludables es el primer paso en la formación de los límites saludables. Los límites saludables no sólo mejoran la relación de la crianza compartida, pero ayudan a servir como un modelo para el entendimiento futuro de su hijo sobre las relaciones saludables. Con límites sanos, usted es consciente de qué emociones, pensamientos y sentimientos le pertenecen y se aplican a usted, y cuales le pertenecen a otra persona, como a su hijo o padre conjunto.

Ejemplos de límites no saludables y derribados sobre la crianza de los hijos y la crianza compartida de los hijos incluyen:

La elección a no decirle no a su hijo o a su nueva relación cuando es apropiado porque tiene miedo de ser rechazado o abandonado.

La elección a no atenerse al plan; cambia su manera de pensar dependiendo de cómo se siente al momento o de lo que los otros piensan de usted.

La elección a no establecer límites cuando otros tratan de afectar negativamente su relación de la crianza compartida.

La elección a no permanecer consistente en su relación de la crianza compartida porque su identidad consiste en quién piensa usted que otros quieren que usted sea. Así que cambia sus acciones y reacciones hacia su padre conjunto dependiendo de quién está a su alrededor.

La elección a no mantener el balance de poder o responsabilidad en sus relaciones, así que tiende