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Senderos del erotismo
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Libro electrónico189 páginas2 horas

Senderos del erotismo

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El objetivo de este libro es eliminar las lagunas de la profesión del sexólogo desde una perspectiva científica y existencial-humanista. El autor brinda información llena de humor y sin titubeos sobre su experiencia profesional. El lector encontrará casos reales que explican la psicoterapia, las manifestaciones de la diversidad sexual, la salud sexual, sobre la docencia, y las "revoluciones sexuales" a o largo de la historia.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 sept 2022
ISBN9786077134558
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    Senderos del erotismo - David Barrios

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    Senderos del erotismo

    Revelaciones de un sexólogo profesional

    David Barrios Martínez

    Senderos del erotismo

    Portada: Raymundo Ríos Vázquez

    Primera edición: octubre 2021

    © 2021, David Barrios Martínez

    © 2021, Editorial Terracota bajo el sello PAX

    ISBN: 978-607-713-455-8

    Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento.

    © 2021, Editorial Terracota, SA de CV

    Av. Cuauhtémoc 1430

    Col. Santa Cruz Atoyac

    03310 Ciudad de México

    Tel. + 52 55 5335 0090

    www.terradelibros.com

    hola@editorialterracota.com

    A Karla Barrios Rodríguez, David Barrios

    Rodríguez y Diego Dhalí Barrios García.

    Índice

    Agradecimientos

    Acerca del autor

    Capítulo 1

    Una semana llena de sexo (algunos problemas)

    En el consultorio

    Sexualidad nuestra de cada día

    Recuperar la salud sexual

    Capítulo 2

    ¿Por qué psicoterapia y sexología?

    De gustos y vocaciones o por qué soy sexólogo

    Asomarse al pasado

    A propósito del principio de la Federación

    Mexicana de Educación Sexual

    y Sexología

    ¿Tengo una respuesta sobre por qué

    elegí esta vocación?

    Capítulo 3

    Otras semanas llenas de sexo (algunas soluciones)

    Evolución y seguimiento

    De travesías y cruceros eróticos

    Capítulo 4

    Les dicen perversiones…

    Pero son mds

    Los mariachis callaron

    El mejor amigo del hombre

    El súper héroe

    Tras el espejo

    Vampirella

    Un profesor bien portado

    Por el placer de estar con usted

    Nada de nada

    El jardín del edén

    Di al placer

    Old fashion

    Capítulo 5

    De la utopía a la integración creativa: salud sexual en el siglo xxi

    Abordajes limitados

    La integración es necesaria

    Utopía y reduccionismo

    La integración creativa necesaria

    Lo orgánico

    Lo sociocultural

    Lo psicoafectivo

    Abordaje integral

    Capítulo 6

    El galano arte de coger(se)

    Coger o no coger

    El erotismo femenino

    Ellas dicen

    Diversidad erótica en personas diversas

    Capítulo 7

    Charlatanes, pseudocientíficos y manipuladores medicalizados

    Humanismo y ciencia en sexología

    Los nuevos gurús

    De psicofármacos y reduccionismos

    La psiquiatría moderna dejó de ser psicoterapia

    Capítulo 8

    La psicoterapia como método general

    y en sexología clínica

    La sexología clínica es psicoterapia

    Pertinencia de la psicoterapia en sexología

    Un enfoque centrado en la persona

    Fases y procedimientos en la entrevista sexológica

    Modelo básico para la entrevista humanista en sexología, con ejemplos breves y concretos

    Sobre métodos y experimentos en Gestalt

    Capítulo 9

    Docencia y comunicación mediática

    Profesionalización en sexología

    Con médicos y médicas

    En los medios

    Radio, tele e internet

    La web

    Capítulo 10

    Reflexiones finales

    Labor sexológica contemporánea

    Las cinco revoluciones sexuales

    Vienen más revoluciones

    Bibliografía

    Agradecimientos

    Mi gratitud a mis colegas, compañeros y compañeras, discípulos y alumnas de las instituciones Sociedad Mexicana de Sexología Humanista Integral (Someshi), Caleidoscopía, Profesionistas en Psicoterapia Sexual Integral (psiac), Instituto de Profesionalización y Educación en Sexología Integral (ipesi), Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología (Femess) y Centro Integral de Sexualidad y Educación Sexual (cises).

    Deseo agradecer la contribución de Norma Patricia Rebollar Rebollar en la realización de este libro. Las múltiples conversaciones sostenidas durante varios años, le fueron dando cuerpo a un texto inicialmente compuesto por notas deshilvanadas.

    Agradezco también a Kevin Campuzano Garcés por el apoyo en las transcripciones.

    Acerca del autor

    David Barrios Martínez es médico cirujano por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), especialista en Docencia por el Centro de Investigaciones y Servicios Educativos de la misma institución, Educador de la Sexualidad por la Sociedad Mexicana de Sexología Humanista Integral (Someshi), psicoterapeuta Gestalt y de Enfoque Centrado en la Persona por el Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt y maestro en Ciencias Sexológicas por la Universidad Abierta de México. Dedicado a la clínica, la docencia y la divulgación; autor de varios libros y numerosos artículos de divulgación sobre psicoterapia, sexología, educación sexual y cultura general, fue conductor del programa de radio por internet Sexosentido.

    Actualmente es director general del Centro Integral de Sexualidad y Educación Sexual (cises), institución que forma y entrena, académica y actitudinalmente, a profesionistas en los campos de la educación sexual, sexología clínica y terapia de la pareja.

    Capítulo 1.

    Una semana llena de sexo (algunos problemas)

    En el consultorio

    Quiero empezar por contarte, lectora o lector de estas líneas, que mi oficio es la sexología, más específicamente la sexología con enfoque científico y existencial-humanista.

    La vida y los tiempos que nos han tocado vivir ofrecen hechos insospechadamente constantes, como casi omnipresentes son las incertidumbres; en realidad, algunas posturas de la filosofía existencialista remarcan que son la zozobra y la falta de certezas el par de motores energéticos que dan rumbo a la vida. Lo seguro ya no tiene misterio, dice una famosa canción del cantautor Facundo Cabral.

    El comentario viene a cuento porque en esta época de globalización, impresionante capacidad de comunicación, inmediatez y disponibilidad de la información, ha sido importante para mí percatarme de que sigue habiendo grandes lagunas de conocimiento sobre la función de los sexólogos, cuando no franca ignorancia; sobre esta se producen prejuicios y encima se construyen las tergiversaciones. No crea el lector que la estupefacción inicial al darme cuenta de ese desconocimiento es algo que me obsesiona, pero a veces me preocupa e intento hacer algo para darme explicaciones pertinentes.

    Lo que ocurre es que de las diferentes profesiones contemporáneas que pertenecen a lo que se ha dado en llamar relaciones de ayuda, descuellan gerontología, tanatología y sexología. Sobre las dos primeras parece existir suficiente claridad; no es el caso de la sexología.

    Por supuesto, siempre hay personas informadas y con un buen nivel de conocimiento acerca del oficio sexológico, pero eso no es sorpresa en estos días. La mayoría, sin embargo, no tiene una idea clara. Alguna vez un conocido mío, cuando aún no lo era tanto, me dijo con tono entre serio y sarcástico: Sé que usted es sexólogo… debe ser divertido enterarse de los problemas íntimos de la gente, ver a tantas personas desnudas manteniendo relaciones sexuales y resolverles sus broncas teniendo sexo con quienes lo consultan. Antes de ofrecerle la más gentil y resumida explicación posible de lo que es realmente el trabajo sexológico profesional, le pregunté cómo y dónde había adquirido esa falsa noción de lo que hace un sexólogo. Me dijo entonces, ya con menos autosuficiencia, que lo había leído en una revista de ciencia popular y que incluso había escuchado a una mujer experta en cuestiones esotéricas de Oriente dedicada a eso, que ella empleaba técnicas y métodos novedosos y liberadores para retar las represiones sexuales de sus clientes y, claro, esto era propiciado por una ayudadita de la terapeuta.

    En otra ocasión, un conocido y prestigiado ginecólogo osó decir en una reunión académica antes de mi participación: Los sexólogos dizque curan a sus pacientes con pases de magia y varitas de incienso. Prefiero obviar la respuesta que di ante esa ignorancia supina o franca mala fe.

    En varias oportunidades he escuchado decir a personas pretendidamente informadas que el sexólogo es quien brinda consejos en la televisión, o aquel sujeto que escribe horóscopos sexuales en la revista de espectáculos, o el locutor que recomienda posturas sexuales hard core.

    Ninguno de ellos es genuinamente un sexólogo. También es muy común la idea de que el sexólogo clínico es una especie de mecánico del sexo, cuya consigna e intervención es algo como apretar tuercas, afinar una máquina o agregar aceite: que se pare el pene, que lubrique la vagina, que el orgasmo se presente al tronar los dedos. No tengo nada contra la muy respetable labor de los maestros mecánicos automotrices, pero lo cierto es que el oficio sexológico es totalmente otro.

    ¿Qué es entonces el auténtico trabajo sexológico profesional? Intentaré dar al lector respuestas a partir de mi experiencia.

    En mi ocupación cotidiana al realizar clínica sexológica, pretendo una visión integral de mis consultantes, aquellas personas que acuden a resolver problemas, conflictos y dudas de índole sexual. Procuro también dotar mis intervenciones clínicas y educativas de una perspectiva de género, es decir, una visión que impulse la equidad entre mujeres y hombres.

    He estudiado y practicado medicina y psicoterapia, ejerzo la docencia y la sexología, en sus vertientes educativa y clínica. Considero muy importantes estas disciplinas en mis actividades profesionales. Los sexólogos no somos todólogos, pero resulta necesario aproximarse integralmente a los diferentes motivos de consulta sexológica. Arribo a la conclusión de que psicoterapia, sexología y medicina, aplicadas de manera individual, no alcanzan a abarcar la amplísima gama de causas de dificultades sexuales y, por supuesto, los modos de abordaje y los tratamientos están lejos de ser integrales si no se incluyen los oficios y habilidades de aquellos saberes.

    En las escuelas y facultades de variadas carreras profesionales científicas y humanistas, a menudo los profes insisten en la imperiosa necesidad de ver al ser humano y sus problemas como algo integral, pero al respecto qué poco caso solemos hacer los estudiantes. Lo más común es que los de las áreas biomédicas se ocupen específicamente de lo orgánico, los de áreas sociales solo de los fenómenos culturales y políticos y los de las llamadas ciencias de la conducta atiendan en exclusiva la parte psicológica. Fue tiempo después de egresar de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) cuando cobré conciencia integrativa u holística; pude también percatarme de los claros beneficios que para los consultantes tiene dicho abordaje global.

    En el quinto capítulo de este libro intentaré subrayar la importancia de las visiones globales en torno a la restauración de la salud sexual, especialmente lo relativo a la terapia de las disfunciones eróticas.

    Soy yo y mi circunstancia, nos dijo el gran filósofo José Ortega y Gasset, por eso los sexólogos, sin tener la obligación de ser eruditos, debemos construir una razonable cultura general, e indagar sobre situaciones sociales y contextos particulares que nos ayuden a entender lo mejor posible los entornos sociales, culturales, políticos y económicos de cada persona que nos consulta. Esto nos permitirá una ayuda profesional más eficiente y empática.

    Por cierto, me pronuncio adverso a que la psicoterapia general, terapia sexual, medicina y sexología se hagan elitistas. Creo que estos servicios deberán democratizarse cada vez más. También opino que la mejor sexología es la científica y humanista, en un marco de laicidad y de solidaridad social. Por fortuna y merced al trabajo de mujeres y hombres que han desarrollado en México los nobles oficios de educador y terapeuta sexual, el gremio sexológico es en su mayoría progresista, solidario con causas sociales y busca, y a menudo logra, influir positivamente en las políticas públicas de fomento a la salud sexual.

    A propósito, mis divisas ideológicas son cuatro pilares que le dan sustento y rumbo a mi profesión sexológica: equidad de género, reivindicación del derecho al placer, respeto a la diversidad sexual y, como ya esbocé, una visión integral de la salud y la educación sexual.

    Pero me disponía a platicarte un poquito de mi quehacer clínico, con vistas a que

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