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Las disciplinas PSI en el banquillo: PSI CRÍTICA, #2
Las disciplinas PSI en el banquillo: PSI CRÍTICA, #2
Las disciplinas PSI en el banquillo: PSI CRÍTICA, #2
Libro electrónico404 páginas3 horas

Las disciplinas PSI en el banquillo: PSI CRÍTICA, #2

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"Las PSI en el banquillo" es un ensayo crítico reflexivo, experiencial e histórico. Contextualiza las prácticas y los fundamentos teóricos y su consecuencia, la terapéutica. Analiza la funcionalidad de las asociaciones profesionales, de las instituciones por las que transitan las personas e incursiona en las políticas del sector salud mental. Señala una visión hegemónica de la psiquiatría, la biológica, secundada por una psicología de funcionalidad adaptativa y complaciente a la primera y un psicoanálisis que no abandona su posición elitista y profundiza su hermetismo.

Resultado, un hombre sujeto a la manipulación de la publicidad y de la conectividad. Convoca a abandonar el encargo social que pesa sobre nuestras disciplinas y a bregar porque la sensibilidad y la racionalidad no sean reemplazadas por la máquina con rostro de hombre.

IdiomaEspañol
EditorialArandurã
Fecha de lanzamiento30 mar 2021
ISBN9798201148041
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    Las disciplinas PSI en el banquillo - Charles Rodas

    Dedicatoria

    A la mujer que marcó el rumbo de mi vida en la alegría y en el dolor con inmenso cariño.

    A mis pacientes, niños, adolescentes, adultos y parejas que me confiaron sus afectos y temores profundos.

    A mis padres: Silvio por el modelo, maestro de Clínica Médica; a mi madre Olinda por la inmensa voluntad legada, se fue con la ilusión de ser maestra.

    A mis tías Elsa, Kuka y a mi hermano Silvio, por la compañía de siempre.

    A mis maravillosos y cariñosos hijos: Santiago, Lorena y María Olinda, que mucho me enseñaron.

    Al regalo de la vida, mis nietos: Ana, Angelo, Santiago, Isabella, Ivo, Franchesca, Ignacio, Luke e Ivana, por permitirme ser parte de sus vidas y revalorar esas esenciales etapas de la infancia y la adolescencia.

    A Manlio Valero, psiquiatra mexicano, que me dio la confianza y reafirmó mi libertad en el arte de entrevistar y ayudar a personas sufrientes.

    A Néstor Braunstein, psicoanalista argentino, que me enseñó a levantar las barreras del pensamiento.

    Al Instituto Médico Psicológico, IMESI institución paraguaya, pionera de formación y asistencia en psiquiatría, psicología y psicoanálisis. Allí inicié mi camino.

    doodle-002Agradecimientos

    A pacientes, alumnos y maestras participantes de la experiencia comunitaria en salud mental.

    Al equipo de psi crítica: Ramón Corvalán, Carlos Arestivo y Agustín Barúa, por la rica discusión del material y atinadas sugerencias.

    A Clara Schor-Landman y Osmar Sostoa, psicoanalistas; Tessa Rivarola, psicóloga, María Olinda Rodas Olmedo, Human Factors, y Ana Paula Rodas Porro, estudiante de medicina, por sus aportes valiosos en la revisión del escrito.

    A José Carlos Rodríguez, por prologar gentilmente el texto.

    A Irina Ráfols, escritora, por su puntillosa corrección del escrito.

    A Jorge Codas, por su bello y colorido diseño gráfico.

    A Ana Rodas Filártiga, por su excelente trabajo fotográfico.

    Al Abogado Rogelio Benítez y a Alcibíades Velásquez por el soporte informático permanente.

    A Silvio Humberto Rodas hijo, actor y psicólogo, por darle el encantamiento psicodramático a la presentación de este texto.

    doodle-003

    Nuestra idea del hombre varía de acuerdo con nuestros sentimientos y creencias. Nuestra ignorancia de él es profunda

    Los seres humanos no han crecido tan rápidamente como las instituciones nacidas de sus cerebros. Las deficiencias intelectuales y morales de los jefes políticos y su ignorancia son sobre todo las que ponen en peligro a las naciones modernas

    LA INCÓGNITA DEL HOMBRE, de ALEXIS CARREL,

    Premio Nobel de Medicina.

    (La lectura en la adolescencia de este texto, guardado en la biblioteca de mi padre, indujo a mi decisión de ser médico).

    Prólogo

    TRATAR A LA LUZ DE LA CRÍTICA Y EL COMPROMISO

    Esta es una propuesta asistencial para las prácticas de la salud y el bienestar humano. En Las disciplinas PSI, en el banquillo, Charles Rodas hace un recorrido de cuatro capítulos que aquí no van a ser detallados en particular, sino expuestos en algunas ideas más centrales. Se buscará expresar el enfoque explícito o incluso implícito; la cara de aquello que critica en las PSI en el banquillo, y desde allí referir a la contracara que el autor presenta como propuesta. Pongamos las sentencias contra las cuales se revela Rodas.

    Las tres PSI (cp), la psicología, psicoanálisis y la psiquiatría podrían ignorarse entre sí. La psicología y el psicoanálisis se ocuparían de la persona y buscarían comprenderla, hacer consciente su inconsciente, conciliar sus conflictos, permitirle madurar, crecer o simplemente obedecer como un autómata a las consignas. Sustituir sus mecanismos de defensa básicos, por mecanismos sociales más exitosos, permitirle que acepte lo que es, según sea la corriente de pensamiento más conductista, más analista o más sistémica. En cambio, la psiquiatría se ocupa del cuerpo, de la biología de esa misma persona. Busca medicar una droga benigna, benefactora, que modere los umbrales biológicos de la vida psíquica, que apacigüe, calme, alivie, tranquilice, bloquee la química condicionante y condicionada del trastorno mental. (Este divorcio es contradicho por Rodas).

    La psicología, el psicoanálisis y la psiquiatría también pueden ignorar a las demás ciencias sociales. Lo que pasa a la persona nada tiene que ver con lo que pasa a la familia, a la colectividad o a la nación, aunque influyan. Lo de afuera de la persona es un pretexto, una coartada, una evasión o una proyección del individuo. Lo de adentro es lo que importa dentro del consultorio. Lo demás no acude, no consulta ni se trata. Si mejoramos a la persona, esta será capaz de manejar lo de afuera, que siempre puede ser estresante. Puede ignorar el barrio, al vecino, a la colectividad en la que se convive. (La dicotomía no corresponde, para Rodas). La psicología, el psicoanálisis y la psiquiatría también pueden ignorar lo político, la política, el derecho, la acumulación indebida y la expropiación injusta, la justicia, al cuidado, a la ética y a la corrupción, a los ideales y a la falta de ideales, a la libertad y a la opresión. ¿Qué tienen que ver esas cosas con la enfermedad y con la cura? Ellas no consultan con los PSI. También pueden ignorar a la infancia, la adolescencia, las emergencias, la cobija, los abrigos, la protección y al cuidado. Eso ya fue para los grandes, fue cuando eran chicos. Apenas importa en su memoria, nostalgias o pesadillas, ¿qué tienen que ver esas cosas con la terapia, que consiste en enderezar o reparar entuertos? No hay que despertar a los perros que están durmiendo. (Las cosas no son así, en este texto).

    La psicología, el psicoanálisis y la psiquiatría también podrían desconocer el pasado colectivo y las culturas. ¿Qué tiene que ver el ser social con la conciencia? La condicionalidad cultural, la histórica social, la lingüística, eso no es lo propio de la clínica. Estuvo siempre y estará ahí, pero no toca lo que es el individuo de la especie. Enfermo o sano, da igual, que sea chino, afro-descendiente, japonés, italiano o nivaclé. El ser humano, hombre o mujer, es siempre el mismo. (A Rodas, estas cosas le importan). La psicología, el psicoanálisis y la psiquiatría pueden ignorar a la antropología filosófica. La mirada y la curiosidad con que percibimos al ser humano, no interesa. La mirada que arrojamos hacia nosotros mismos, no importa, nada cambia. ¿Qué cosa vale a la luz que encendemos para reconocernos, a través de la cual comprendemos o nos intrigamos, nos deslumbramos o nos confundimos? ¿Qué importa lo que hemos aprendido a ver recientemente, por ejemplo, al ser humano como proyecto, como deseo o como libertad, que antes no sabíamos, o no sabían los de antes, o de otras culturas? Ser criatura de dios, animal racional, animal social, ser mortal, se fiel, ser erigido a través de las palabras ñanderuvusu, la metamorfosis del maíz maya, lo que sea. Los pensamientos, las aperturas, los mitos, el acercamiento empático hacia el otro ser humano, o acerca de nosotros mismos, ¿qué importa? Son únicas las miradas y/o son todas ¡guales. El fenómeno humano es el mismo sin depender del cristal con que se mire. (Esto no es aceptable para la PSI de Rodas para quien la realidad es construida con la mirada, la convivencia y la cultura).

    Tampoco importa el asentamiento, el alojamiento, la libertad o el encierro, la cotidianidad del paciente. Un paciente, es un enfermo, no más. Lo que signifique para el personal de salud, para la institucionalidad en que se inserta, que lo contiene u oprime, aquello que se cree que es el paciente para sus guardianes y profesionales de salud, el valor que merece o como se lo estigmatiza, eso no interesa. Solo Importa el profesional y su paciente. Eso nomás. Las relaciones entre los miembros de la institución tratante, regulatoria, hospitalaria o de manicomio, su autoridad y jerarquía, de lo que se trate, eso no importa para quien no quiera verlas. (Para Rodas, sí importa)

    Y entonces, corresponde preguntarse: ¿Son estas cosas cuestionadas del sentido común profesional PSI, o de algunas PSI, verdades? (se supone las mejores posibles no la única y eterna), ¿son justas, son benefactoras, son eficientes, son éticas, son tratantes o son mal tratantes?

    El libro de Charles Rodas, fue escrito en contra de estas previamente mencionadas ideas cárcel. Y el libro argumenta y testimonia con su experiencia asistencial de apoyo, de cuidado que es posible levantar los prejuicios que obstaculizan la comprensión y el trato en un sentido más amplio, integral y humano

    El texto busca convocar a todas las tradiciones negadas o exiladas con la práctica mercantilista, individualista, biologista (veterinaria), burocrática, conservadora, dogmática, mecanicista, colonialista (no siempre usa estas palabras), que son ejercidas en nombre de la búsqueda del bienestar personal. Y sobre todo, quiere volver a convocar a todos estos exilados/as, para que sean cofrades de reflexión, de diálogo y de colaboración, como lo han hecho en la historia todos los grandes maestros de estas disciplinas PSI.

    doodle-005

    La obra convoca o reconvoca a todo aquello a lo cual el ser humano no es ajeno, a todo aquello que fue dejado afuera por la rutina de los quehaceres PSI. Busca atender el PSI, pero atendiendo de verdad y repensando nuestros paradigmas, reconociéndolos como tales, como históricos, con ambición y también con modestia.

    Salirse de esa situación de tuercas que nos tienen remachados a lo real, una realidad también fuera del tiempo y del espacio, de la cultura o de la historia, de las epopeyas múltiples de la vida social, entre las cuales se juega el bienestar personal, que no es salud en sentido biológico, ni siquiera con el apellido mental.

    Entiende que vale la pena que la sociedad de profesionales de las tres PSI, supervise su propia práctica y sus conceptos, su experiencia y su compromiso y aprendan de su experiencia en lugar de repetirla sin haberla aprendido. Y que estén atentos a los destinos solidarios de la comunidad humana que se caracteriza por hacerse a sí misma, equivocándose y rectificándose luego. Que participen también en la lucha contra las cadenas que se crean, pero que también se rompen. Entiende que acaso vale la pena que los PSI sean ciudadanos de la historia y de la sociedad, no atornilladores de tuercas como el obrero de Chaplin en Tiempos Modernos, donde los trabajadores funcionaban como piezas de las máquinas que creaban, sin pensarlo y sin quererlo. Esta es la propuesta que puedo leer yo en la obra de Charles Rodas. Usted podrá leer quizás otra.

    José Carlos Rodríguez

    Psicólogo y Sociólogo

    Diciembre, 2020

    Introducción

    ¿QUÉ ES LA PSI CRÍTICA?

    Quiénes somos y de dónde partimos

    Somos tres PSI... diferentes y decidimos escribir varios textos que conforman una colección, juntos, pero no mezclados. Vivimos una experiencia que nos mantuvo muy cerca, la disputa por la Ley de Salud Mental y su antecedente, la creación de dos secciones de la Sociedad Paraguaya de Psiquiatría: desmanicomialización y la de psiquiatría crítica. Nos reconocimos porque hemos vivido intensamente la disputa en el campo de los modelos de entender la práctica y la teoría que sustentan a las disciplinas Psi... (la Psiquiatría, la Psicología y el Psicoanálisis). Nos caracterizan las profundas crisis de vida y de relación con la identidad PSI... así como un pensamiento, un accionar que genera cierta dosis de trasgresión, de perturbación o conmoción. Nos caracteriza también una búsqueda de pensamiento reflexivo, crítico mirando hacia otras disciplinas y hacia la sociedad toda, partiendo y volviendo constantemente al hombre concreto.

    En nuestra rama del conocimiento existe una gran dificultad de asociarnos y de mantener espacios organizativos con fines de crecimiento profesional porque profesamos una disciplina híbrida con sustentos biológicos y culturales en una sociedad dinámica, cambiante, en continua transformación de los ambientes en que transitamos, incluso nuestra identidad, nuestras raíces y los bienes que producimos, sean estos industriales o artesanales.

    Nuestras organizaciones han quedado detenidas en el tiempo porque los hombres que las gestionan son rígidos y acomodaticios, porque no defienden los fines de la organización, sino más bien construyen sustento para su permanencia o para su beneficio. Formar parte de ellas se hace una rutina aburrida y mecánica. Se ha perdido la lucha por la utopía y nos vamos trasformando en máquinas para hacer un trabajo específico y desinteresarnos de lo colectivo, mientras las máquinas van adquiriendo a pasos apresurados características humanas. Dirán que somos soñadores: Psi sociales o Psi dinámicos, antipsi, que vamos en contracorriente, que somos incapaces de ver lo positivo y que buscamos el pelo en la sopa. Los que sostienen esa posición son los que nunca reflexionan sobre su práctica, ni insertan su práctica en los modos de pensar y producir de la sociedad que les toca vivir. Son los que piensan la sociedad como compartimientos estancos, son los que temen la complejidad de la realidad en que vivimos y se aterran a un islote de conocimiento seguro.

    La diversidad de las Psi... ¿Qué las hace críticas?

    Entre las tres PSI, la psiquiatría nace en un campo de práctica social de marginación: el gran encierro de la Edad Media donde convivían ladrones, mendigos, perversos, asesinos y locos. Cuando a inicios del siglo XIX Pinel los libera de las cadenas, atrapa en ese mismo movimiento a la locura para la medicina y para el derecho, un espacio que era parte de la condición humana de ser animal, racional y mortal lo que nos indicaba que unas de las vicisitudes de la vida era la sinrazón. Pinel los libera de su condición inhumana de encadenado, pero al mismo tiempo los convierte en objetos de estudio de la ciencia positiva que ve el hecho, la conducta de la locura, pero no las vicisitudes que lo conducen a ese final.

    El maestro de la Psiquiatría positiva, E. Kraepelin, construye la nosología psiquiátrica sobre bases clínicas e intenta poner orden en la diversidad de modalidades de presentación de lo patológico uniendo lo diverso bajo un intento unitario. Así lo hizo en la entidad que la denominó Demencia Precoz. E. Bleuler, influenciado por el pensamiento psicoanalítico a través de Cari Jung, sustentará la diversidad de la Esquizofrenia como la llamó Bleuler y refutará las ideas de incurabilidad. Era época de un debate intenso sobre bases clínicas, filosóficas a la que sumaron los conceptos psicoanalíticos. La relación Bleuler, Binswanger, Jung y Freud será el puente de más desencuentros que encuentros en este acercamiento de la disciplina psicoanalítica con la disciplina psiquiátrica. Era difícil el encuentro entre disciplinas con objetivos diferentes: la mirada objetivizante en la psiquiatría y la escucha a la diversidad y a lo inesperado en el psicoanálisis en la frontera permanente entre el instinto/ deseo y la prohibición. El distanciamiento fue mayor cuando Freud se aleja de la construcción clínica y lleva el psicoanálisis como instrumento que colabora en la interpretación sociocultural.

    La Psicología nace escindida entre la Psicología conductista que estudia cómo se moldea a la animalidad del hombre y cómo este se adecúa al entorno y la Psicología de la conciencia, más ligada a la razón que a la evolución del pensamiento filosófico, reemplaza a la revelación divina. La psicología de las formas es un intento serio de aproximar la modalidad en que percibimos al objeto en forma total, primero perceptiva y afectiva ante de descomponerlo intelectivamente. Probablemente, la psicología más seria en términos epistemológicos sea la Psicología Genética que rompe con las categorías apriorísticas platónicas para demostrar que la lógica aristotélica se basa en la lógica de la acción del periodo pre verbal del niño y allí el conocimiento es un constructo bajo la guía de los tiempos biológicos y del estímulo de la norma sociocultural.

    Una mirada que subvierte esta concepción es la Freudiana cuando introduce la construcción del hombre, sus etapas evolutivas y la ficción del aparato psíquico como una síntesis de lo biológico, los instintos, la pulsión en términos Freudianos, y la cultura expresada por las normas de relación especialmente las prohibiciones y los ideales. En la medida, en que se van introduciendo experiencias, y, a partir de ellas, teorías variadas, tenemos visiones diferentes que tienen que ver con la concepción de hombre que manejan las disciplinas y la manera como direccionan su arsenal instrumental para conseguir: la reeducación moral (Pinel), la cura (Freud) o el cambio (Sistémica). La visión sistémica que sigue al declinar de la influencia psicoanalítica en la sociedad ya no está centrada en el hombre, sino en el sistema familiar en sus orígenes, en una visión de todo no como suma de partes sino como resultante de un proceso interactivo en que se parte de la ilusión de que algo se puede modificar hoy sin conocer el pasado. Pero Psicoanálisis y Sistémica trabajan sobre un molde en que se construye el hombre o el grupo originario, el hombre del Psicoanálisis es un hombre de sentido, el de la sistémica es un hombre pragmático. Las teorías se relacionan con momentos económico-políticos e históricos de nuestras sociedades en cambio y las mismas pretenden dar respuesta a las personas cambiantes dentro de esos contextos familiares o grupales.

    La familia victoriana conservadora de inicios de siglo XX de Freud no son las mismas que las familias de los 50 y más en que irrumpe la Sistémica. La época de la posguerra mundial y los vientos de cambio de un control estatal rígido sobre la sociedad y particularmente sobre la educación y la cultura se harán sentir a fines de los 60 sobre oriente y occidente. Los cambios exigirán una concepción teórica más abarcativa que la teoría antropológica del Edipo y esta será la sistémica.

    En el Mayo Francés, por hablar del más representativo del mundo occidental que logra el cambio de gobierno, tendrá como contrapartida una reforma psiquiátrica limitada a la sectorización y el psicoanálisis hará una dicotomía entre la experiencia institucional de dejar hablar al loco o al sufriente, humanizando la estructura y el retorno a Freud propugnado por Lacan en el espacio privado.

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    ¿Tiene la Psiquiatría una posición particular que la vuelve crítica?

    La llamada Antipsiquiatría

    Pareciera que quienes manejan nuestras sociedades entienden que de las tres disciplinas la más estratégica es la Psiquiatría; ligada al poder medico en las Universidades y a la industria farmacéutica, está en mejor posición que la Psicología y ni qué decir que el Psicoanálisis nacido fuera de las Universidades y sin dominio médico. Sin embargo, de las mismas entrañas de la Psiquiatría surgía lo que se dio en llamar la Antipsiquiatría y el cuestionamiento de sus sustentos teórico-prácticos se encuentra disperso en un amplio abanico de influencias: la del aprendizaje social, el existencialismo, militancia política de izquierda, la sistémica, el Psicoanálisis. Sus tesis fueron diversas según sus difusores: la antinosológica y antiterapéutica de T. Szasz, R- Laing y D. Cooper y la anti institucional de Franco Basaglia.

    Szasz defenderá la tesis antinosológica al extremo con el mito de la enfermedad mental o la enfermedad como metáfora, basada en la falta de sustrato clínico anatomopatológico, denuncia la manufactura y la ideología de la locura, el estado terapéutico, e incursiona en los terrenos de la ley, la libertad y la psiquiatría.

    Roñal Laing vincula las psicosis con las relaciones familiares. La enfermedad como un atascamiento existencial predispuesto por el ambiente familiar, partidario del desarrollo de la enfermedad como parte del proceso de la cura, desarrolla las casas comunitarias como residencias alternativas.

    Basaglia será la figura más controvertida y la más radical ya que el plantea la subversión de los roles tradicionales. No sólo deja hablar al loco sino que lo incorpora a una dinámica grupal institucional en que este se convierte en un sujeto activo de su sanación y de su liberación. Además, ataca los prejuicios médicos y los comunitarios sobre la locura y los defiende en casos concretos y públicos. Inicia el único movimiento de abolición de los hospitales e incorporación de los enfermos a la vida comunitaria a través del trabajo.

    Estos autores impulsaban un movimiento de contracultura poniendo al desnudo las atrocidades del proceso de deshumanización familiar y social particularmente en las instituciones en que estos, los personas/pacientes debían ser tratados.

    Con el avance de las nuevas ediciones de los DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico) impulsadas por la Psiquiatría Norteamericana mueren la fenomenología, la semiología y la clínica y los psiquiatras se dedican a inventariar síntomas, ya no sólo de lo patológico sino de la vida normal, sin dejar resquicio a nadie de su certera voluntad de patologizarlo todo. A esto, Robert Castell lo llamó la Sociedad Psiquiátrica avanzada. La década del 80 era la década del cerebro y la psiquiatría dejaba su base clínica naturalista y existencial y retorna a la época del descubrimiento de la Parálisis General progresiva que daba la ilusión a los psiquiatras que soñaban que la anatomía patológica lo explicaría todo y empezaban a contentarse con las monoaminas, con los receptores y los descubrimientos de la biología molecular. Se retornaba al inicio, a la época de la neuropsiquiatría, perdiéndose así la identidad lograda como decía Henry EY de la patología de la estructura cerebral para los neurólogos y la patología de la vida de relación para los psiquiatras.

    La llamada Psiquiatría Crítica

    La segunda respuesta Psi crítica se da al final del siglo XX (fines del 99) y vuelve a gestarse desde la Psiquiatría, pero esta vez desde el campo de la investigación de la Psiquiatría Inglesa y se expresa en cinco cuestionamientos. El planteamiento en su contenido se asemeja mucho a las propuestas antipsiquiátricas, pero se diferencia en que el cuestionamiento a la nosología (1) es hecha a la debilidad de la organización clasificadora ante grupos organizados con poder de presión que ingresan o excluyen las nosologías por lobby de sus organizaciones, así como también a (2) la ausencia de sustrato biológico o de marcadores específicos los que cuestionan el status de enfermedad.

    La Medicina Basada en la Evidencia (MBE). Esta es resultante de un consenso de expertos. Esta evidencia se refiere fundamentalmente a estudio de categorías diagnósticas y de fármacos ligados al glosario, para su puesta en el mercado, con evidente conflicto de intereses entre investigadores que trabajan para Universidades prestigiosas al mismo tiempo que para industrias farmacéuticas poderosas. El dominio de la Industria farmacéuticas en relación con la formación continua y la ausencia de guía de profesores con práctica clínica que pudiera contrarrestar este lavado de cerebro de la industria farmacéutica sobre los Psiquiatras en general y en formación particularmente, es una realidad innegable.

    La asociación Psiquiatra con el psicofármaco es tan fuerte que cuestionar el abuso de su uso es tomado como un cuestionamiento a la identidad del Psiquiatra. No pregono su no uso, sino su mal uso, que parte del desconocimiento de la clínica, de la psicodinámica y de las bases sociales de nuestra disciplina, así como del perfil receptorial del psicofármaco y sus efectos metabólicos, etc. Este punto del tratamiento es el que es referido por la Psiquiatría crítica como una coerción al tratamiento (3).

    Los dos últimos puntos que destacan son el del contexto (4) referido a la relación teoría/ práctica Psi con evolución histórica de las sociedades, principalmente desde el punto de vista económico y político, y, por último, vislumbra una luz de preocupación epistemológica (5) puntualmente en el cuestionamiento de la importancia de la biología y al dualismo cartesiano en las disciplinas Psi.

    ¿Dónde estaban las Psicologías y los Psicoanálisis en esta titánica lucha?

    Ellos no formaban parte de esta lucha desigual como tampoco lo hicieron la mayor parte de los psiquiatras. Se dieron excepciones en cada uno de estos campos y figuras importantes, en Europa y Latinoamérica. La Psiquiatría manicomial, la biológica e incluso la dinámica no entraban a este cuestionamiento, se acomodaban. Los primeros porque eran funcionales al estatus quo y los segundos porque estaban ocupados en las pequeñas diferencias intrapsíquicas e interindividuales que no podían mirar, ni pensar ni actuar sobre las grandes líneas del ejercicio del poder institucional. Las Psicologías: Neuropsicología y Cognitivo conductual, del siglo XXI son auxiliares de la Psiquiatría Biológica otras se incorporan al mundo laboral desde el reclutamiento de personal hasta el coaching que mantiene el clima del equipo laboral para el cumplimiento de metas empresariales. La psicología clínica, el psicodiagnóstico de cuna psicoanalítica / dinámica, están en vías de extinción y el psicoanálisis está extraviado en los circuitos del deseo, de la falta y del significante.

    Dos experiencias importantes: la primera con un legado teórico y de movimiento social vivo, aunque marginal, la de Pichón Riviére y la segunda, de base más teórica reflexiva, cuestionadora es la del Grupo de Córdoba que migró a México y formó parte del Círculo Psicoanalítico Mexicano. El aporte de Pichón parte, básicamente, de experiencias en el ámbito de la relación salud / enfermedad / dinámica familiar y dinámica institucional. Enrique Pichón Riviére irá realizando un cambio de posicionamiento, de perspectiva en la comprensión del sujeto. Focalizará entonces lo interrelacional, la interacción como proceso central en la constitución de la subjetividad, en sus dos planos, la intersubjetividad y la intrasubjetividad. Este nuevo posicionamiento lo conducirá en un camino con vicisitudes a la elaboración de un concepto fundamental en la psicología social. Nos referimos al concepto de vínculo, que marcará, en un momento, el pasaje del lugar teórico del Psicoanálisis al de una Psicología definida como Social. Esta ya no estará centrada en la exploración del inconsciente, tarea que se plantea la teoría y práctica psicoanalítica; sin dejar de lado en su análisis el interjuego entre procesos consientes e inconscientes, pasa a un primer plano la indagación del vínculo, como unidad básica de abordaje y comprensión del sujeto y su ser en una dialéctica permanente entre intersubjetividad/intrasubjetividad.

    Este es el núcleo sobre el que se dan las innovaciones en grupo familiar, grupo de trabajo, dinámica institucional, etc.

    Néstor Braunstein y otros, abrirán el problema epistemológico en Psicología, ideología y ciencia, los procesos de sujetación social en Psiquiatría, Teoría del sujeto y Psicoanálisis y en su trabajo Crítica a la clasificación Psiquiátrica que le valió la expulsión de la Sociedad Mexicana de Psiquiatría. En el primero ubicará la* construcción del conocimiento científico como una toma de distancia entre el hecho empírico y la construcción de nociones, conceptos y teorías que dan cuenta de él. Realzará que el proceso de construcción teórica cuestiona el sentido común, los prejuicios, las creencias, y se construye sobre la crítica a lo perceptivo. Introduce en el campo Psi a las teorías como ideologías cuando encubren el mecanismo de producción del hombre en sí. Articulará el materialismo histórico con el Psicoanálisis también en su segundo libro cuando nos hable de que estamos sujetados al lenguaje, al inconsciente, a la ideología, etc. Y de ellos debe delimitarse para construir su proyecto en libertad.

    En qué Sociedad y con qué hombres y mujeres trabajamos

    La sociedad capitalista avanzada es la trasnacional, la que por definición no tiene nación, ha perdido sus raíces históricas, culturales, su sentido de arraigo y de pertenencia a una tierra, a una nación para pasar a ser sus integrantes ciudadanos del mundo terrícola, justo cuando la tierra es depredada en forma inmisericorde. A partir de la revolución industrial, y

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