UNA AUTORIDAD: el padre;
UNA ACCIÓN CENTRAL: el trabajo;
UN OBJETIVO “NATURAL”: procrear en pareja;
UN OBJETIVO CULTURAL: trasmitir pautas de interacción, valores éticos y morales, así como la sanción de todo intento de transgresión a estas normativas.
En este contexto de sacrificio en desmedro de la libertad, la autonomía, el cuestionamiento de lo instituido, se construyen los vínculos familiares. Poco queda de la individualidad cuando la familia se impone como prioridad ética y moral. Todo lo que se haga debe respetar ese orden moralizante por sobre las pasiones humanas. Luego será una tarea individual continuar a rajatabla la supuesta sabiduría parental o romperla a conciencia, tratando de crear un estilo personal, es