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Viaje Mortal
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Libro electrónico213 páginas2 horas

Viaje Mortal

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Información de este libro electrónico

La fiscal de Manhattan, Lauren Taylor, está a punto de embarcarse en el caso más importante de su carrera, enjuiciar a Gino Valdina, el jefe mafioso del sindicato del crimen más poderoso de Nueva York. Durante tres décadas Gino Valdina ha dirigido a los Valdina, una de las familias criminales de Nueva York. Desde su reciente acusación de asesinato, los jefes de la familia se encuentran en estado de conmoción, horrorizados por la muerte de uno de los suyos, Madelina, la esposa de Gino. Sin el apoyo de la familia, Valdina hará cualquier cosa por salvarse. Pero Lauren descubre pronto que las cosas no son lo que parecen cuando se ve envuelta en un misterio, una conspiración mortal que va más allá del submundo delictual  y un viaje al pasado la convierte en un objetivo….a ella y a todos sus seres queridos.
IdiomaEspañol
EditorialKC Publishing
Fecha de lanzamiento12 feb 2017
ISBN9781507161449
Viaje Mortal

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    Vista previa del libro

    Viaje Mortal - Kim Cresswell

    veintidós

    Viaje mortal

    Kim Cresswell

    ––––––––

    Traducido por Andrea Lorca 

    Viaje mortal

    Escrito por Kim Cresswell

    Copyright © 2016 Kim Cresswell

    Todos los derechos reservados

    Distribuido por Babelcube, Inc.

    www.babelcube.com

    Traducido por Andrea Lorca

    Diseño de portada © 2016 No Sweat Graphics

    Babelcube Books y Babelcube son marcas registradas de Babelcube Inc.

    Otras obras de Kim Cresswell

    Serie Whitney Stell

    Reflection (A Whitney Steel Novel - Book One)

    Retribution (A Whitney Steel Novel - Book Two)

    Novelas cortas

    Jet: Oblivion (Survival Series – Book One)

    Jet: Duplicity (Survival Series – Book Two)

    Colecciones

    Season of Survival

    Season of Murder

    Relatos cortos True Crime

    Real Life Evil – A True Crime Quickie (Book One)

    Murder on Sunset Strip – A True Crime Quickie (Book Two)

    Garden of Bones - A True Crime Quickie (Book Three)

    Serie True Crime publicada por Grinning Man Press

    Serial Killer Quarterly, 21st Century Psychos 

    Serial Killer Quarterly, Partners in Pain

    Serial Killer Quarterly, Unsolved in North America

    Serial Killer Quarterly, Cruel Britannia

    Serial Killer Quarterly, They Almost Got Away

    Serial Killer Quarterly, Lostmord: Murder in German

    Dedicatoria

    Para Justin, Carla, Porter y Peyton

    En memoria de Mary Beech

    La muerte deja un vacío en el corazón que nadie puede curar, el amor deja un recuerdo que nadie puede robar.

    Epitafio de una lápida en Irlanda

    Agradecimientos

    ––––––––

    Deseo agradecer a mis críticos colaboradores y lectores betas que estuvieron en las trincheras leyendo los primeros borradores y revisaron la edición final. ¡Sois geniales!

    Mi gran reconocimiento a Patricia Green de Room With Books por sus opiniones, comentarios y sabias sugerencias de edición. Tu amistad y apoyo no tienen precio.

    Muchas gracias a todos mis fans, lectores y revisores. ¡Espero que Viaje Mortal os parezca una lectura entretenida y apasionante!

    «Una novela corta entretenida y compleja con emocionantes giros al final». — Cheryl Kaye Tardif, autora del éxito de ventas internacional SUBMERGED

    «La policía. La mafia. El fiscal. Viaje Mortal es una thriller intricado y lleno de suspenso que ofrece un viaje lleno de acción con asombrosas revelaciones y una conclusión de morderse las uñas». — Patricia, Room With Books

    «La acción es fascinante...Los personajes son tan reales....Dos dedos, cinco estrellas y un profundo deseo de recomendar este libro a TODOS». — Comentario en Goodreads.

    «¡El talento de Kim Cresswell brilla otra vez! Con su talento para crear escenarios, incorporar personales y dirigir la acción, me atrapó desde la primera página. No tiene miedo de contar una historia que es real, donde los buenos no se van de rositas y no son perfectos. Hay fuerza en su estilo, y cuando dice que estás en un almacén con hedor, lo hueles. ¡La tensión romántica es fuerte y usar los flashbacks al pasado no solo permite desarrollar cada personaje como alguien de carne y hueso, sino que también sirve para eventualmente cerrar el círculo con un final que NO te esperas!». — Dianne, Tome Tender's Book Blog

    «Devoré este libro y el final me dejó con ganas de más porque me encantaron los personajes....realmente disfruté esta novela corta y la recomendaría a cualquiera que busque una lectura rápida, de ritmo ágil y llena de acción con algo de romance para animar las cosas y darte un respiro del drama de vez en cuando. No olvides ponerla en tu lista de Libros por leer». — Sharon's Book Nook

    ––––––––

    «La perfección no se consigue no cuando no hay nada que añadir, sino cuando no queda nada que quitar» - Antoine de Saint-Exupery

    Capítulo uno

    ––––––––

    Septiembre de 1997

    La lluvia caía con fuerza.

    Lauren Taylor intentaba mirar a través del parabrisas mientras un torrente de agua golpeaba contra el cristal. Puso el limpiaparabrisas al máximo y apretó las manos alrededor del volante. Tras dar un vistazo rápido al espejo retrovisor se dio cuenta que había unos focos delanteros detrás suyo. El vehículo pareció acelerar, alejarse y después acelerar otra vez.

    Sus músculos se tensaron.

    — El conductor de atrás parece tener mucha prisa.

    Su padre se inclinó en el asiento y echó un vistazo al espejo lateral.

    —Ocupa todo el camino.

    —Debe estar borracho o algo así.

    —Está loco al conducir así con este clima. Lo estoy dejando pasar

    Ella redujo la velocidad del Jaguar, se hizo a un lado de la carretera y rodó hasta detenerse. Mientras el furgón adelantaba por el lado, una ola gigante de agua salpicó un lado del vehículo.

    Su padre miró por la ventana.

    —Dios, parece que vuela.

    Las luces traseras parpadearon hasta apagarse rápidamente en la noche oscura.

    Con una rápida mirada al espejo, Lauren condujo el vehículo de vuelta a la carretera, su agarre sobre el volante se relajó.

    —  Así está mejor.

    Su padre volvió a acomodarse en el asiento de cuero y estiró las piernas.

    —  La cena del Colegio de Abogados es la próxima semana. ¿Vas a ir?

    — ¡Dios, la cena!

    Se había comprado un caro vestido de diseñador color azul con blanco para la ocasión e incluso barajó la idea de ir a la peluquería a que le hicieran un corte más sofisticado y elegante propio de una abogada del distrito de Nueva York.

    —Tendré que revisar mi agenda.

    —No es suficiente. Quiero que vayas Lauren. Es mi oportunidad de presumir de hija. Uno tiene derecho a presumir de vez en cuando.

    Ella no pudo evitar sonreír.

    —De acuerdo, Papá. Iré.

    —Y no olvides traer una cita como protección. No quiero que una manada de abogados borrachos te manosee en la pista de baile. Por cierto, escuche que Eric ha vuelto a la ciudad.

    Su sonrisa se difuminó mientras recordaba la cena anual años atrás. Nunca había olvidado ni un detalle de esa noche: cómo Eric la tomó en sus brazos y cómo su boca devoró sus labios dispuestos y después la alejó y la dejó con ganas de más...

    — ¿Qué más has sabido de él? —preguntó ella.

    —No mucho. Ni siquiera puedo recordar dónde escuche la noticia. Pensaba que no querías hablar sobre Brennan.

    —No quiero, solo me preguntaba cuándo volvió.

    La mandíbula de su padre se tensó.

    —No lo sé.— su voz se volvió cortante —Solo escuché que había vuelto.

    En algún momento de su relación, Eric le rogó que se fuera con él a empezar una nueva vida en Florida. Ella no tuvo el coraje de dejar a su padre y abandonar su trabajo. Cuatro años después, estaba a cargo del caso más importante de su carrera: el juicio a Gino Valdina, el jefe de la familia mafiosa de Nueva York, al igual que su padre había hecho una década antes. Pero esta vez sería diferente. Gino Valdina no iba a salirse con la suya.

    El cielo se partió y un rayo iluminó la calle mojada. Laura vio la señal de salida a Hyde Park.

    El chirrido quejumbroso de un motor rugió desde atrás.

    Lauren miró sobre su hombro.

    —Dios, el furgón ha vuelto.

    Ella encendió la señal de viraje y giró hacia la rampa de salida. Sus ojos se iban hacia atrás, al espejo lateral. Los faros delanteros giraron de lado a lado. Un escalofrío le subió por la espalda. Agarró con firmeza el volante.

    —Voy a llamar a la policía.

    Su padre tomó su teléfono móvil de la guantera y lo encendió.

    —Demonios. No tengo señal.

    —Sigue intentándolo.

    El conductor del furgón aceleró el motor. La parrilla entró en su marco de visión, enorme y potente. Cerca. Demasiado cerca. El metal tocó y raspó el parachoques. El furgón empujó al jaguar hacia delante en la carretera. Los faros altos del otro carril la cegaron. Lauren pestañeó y giró la cabeza. El furgón embistió la parte trasera del coche. Saltaron trozos de metal cuando la ventana trasera de desintegró en el asiento trasero. El cinturón le rebotó en el hombro. Su cabeza golpeó hacia atrás contra el reposa cabezas y después hacia adelante.

    — ¡Oh, Dios mío!

    El teléfono móvil voló de la mano de su padre.

    — ¿Qué...?

    — ¡Papá!

    Como una honda el Jaguar salió disparado por la carretera resbaladiza. Lauren pisó los frenos con toda su fuerza. El coche dio media vuelta y se salió de control. Una gran ola de agua pasó por encima del techo. Su padre se agarró al salpicadero con las dos manos.

    — ¡El árbol!

    Ella giró con fuerza el volante hacia la izquierda.

    Saltaron astillas de madera. El metal cedió, chilló y se agrieto. El airbag estalló contra su cuerpo como un puño y su cabeza golpeó contra la ventana lateral. Ella siguió apretando con saña. Con cada movimiento, un dolor insoportable le recorría la cara y el cuello. El desagradable olor dulzón de la gasolina y el humo lleno sus orificios nasales. Su cabeza se nubló.

    Lauren escuchó su propia voz, comprimida y ahogada, gritar «¡Papá!» hasta que sus palabras se hundieron en el silencio.

    Capítulo dos

    ––––––––

    Ese mismo día algunas horas antes...

    Macho buscando a diosa esbelta.

    Sé realista. Lauren se inclinó hacia adelante en su silla de cuero, dio un sorbo a su té de camomila y buscó los anuncios personales en el sitio web de citas Heavenly Dates. De sus visitas anteriores, caras familiares llenaron la pantalla. Ella exploró una página tras otra. Unos ojos azules del color de una brillante mañana de verano le devolvieron la mirada.

    Agarró su taza de té con ambas manos.

    Corredor de coches profesional busca mujer inteligente, independiente y esbelta. Hombre de treinta y tres años, uno ochenta y cinco de estatura, 90 kilos, musculoso. Le gusta el rafting, viajar y el paracaidismo.

    Nuevamente su mirada recorrió la cara juvenil y sonrisa ancha del hombre. Leyó la letra pequeña bajo la foto.

    No me interesa el matrimonio ni tener hijos. Solo busco compañía.

    En otras palabras, solo sexo. Dejó con fuerza la taza sobre el escritorio de oficina, el té le salto a la sudadera del equipo de los Yankees que llevaba puesta.

    El sonido de la campanada del reloj del abuelo desde el salón la obligó a volver a la realidad. Cerró el portátil y corrió al baño para prepararse para la cena en el hotel Four Seasons con su padre.

    Con facilidad retorció y recogió su largo cabello color caoba formando un elegante moño. Los rayos de luz reflejaron desde la lámpara de diseño estilo Pueblo sobre el espejo oval. Escondido en su bandeja de maquillaje estilo antiguo, encontró su lápiz de labios y delineó los labios. Después añadió su tono favorito de pintalabios: rosa furioso para destacar su color de piel. Un poco de rímel negro medianoche sobre las pestañas y su maquillaje estaba listo.

    Después de buscar en su armario, sacó un vestido negro clásico que había comprado la semana pasada. Se vistió sentada en el borde de la cama con dosel y después se enfundó con cuidado sus tacones negros de siete centímetros para no estropear las medias.

    Seis campanadas largas del reloj resonaron en toda la casa.

    Su mirada se dirigió al tocador. Docenas de envases de perfume, atomizadores y cajas de polvo victorianas cubrían la superficie de madera color cereza. Eligió una fragancia, se puso un poco tras las orejas, por el cuello y en el interior de ambas muñecas. Un rico buqué de rosas, polvo dulce y lirio del valle la rodearon.

    Lucy ladró.

    Lauren alisó su vestido sobre sus caderas y se miró rápidamente en el espejo antes de dirigirse al pasillo.

    —Está bien, Lucy

    Al oír las palabras de Lauren, la perra regordeta dejó de ladrar y se sentó.

    A través de la ventana mirador del salón, Lauren vio el Jaguar negro de su padre detenerse en la entrada y aparcar. Antes de que su padre pudiera llamar al timbre, ella le abrió la puerta con una sonrisa. Iba vestido con un traje gris oscuro y una camisa blanca limpia. Llevaba un ramo de rosas amarillas de tallo largo.

    — ¿Para mí?— preguntó Lauren.

    Sus ojos se abrieron y le entregó las flores.

    —Feliz cumpleaños, hija.

    Le dio una palmada en la cabeza a Lucy. La perra movía su cola y saltaba de arriba abajo, decidida a jugar

    —Mis favoritas. Gracias— Lauren le dio un beso en la mejilla — Pasa, las pondré en agua.

    Mientras ella se estiraba por la encimera de la cocina y desenvolvía las flores, su padre se paró frente a las puertas de roble francés que daban al patio de adoquines. Dejó las rosas sobre la encimera y abrió las puertas del patio.

    Su mirada se deslizó por el césped verde brillante con jardines repartidos aquí y allí.

    —  Son mi orgullo y alegría.

    Las luces de parasol encendidas dejaban ver el amplio patio, abundantes focos iluminaron los jardines de múltiples colores.

    —Increíble. ¿Has añadido más rosas? ¿Esas enormes rosas amarillas de ahí?—  señaló el jardín oval en la parte izquierda del patio.

    —Sí,  Se llaman rosas floribundas. Huelen a regaliz.

    Una mueca cruzo los labios de su padre.

    —Oye, ¿te acuerdas de tu decimo cumpleaños?

    Por supuesto que se acordaba. Todos los años desde que murió su hermano Jamie, su padre había intentado que cada aniversario fuera algo especial. Cenas elegantes para adultos en restaurantes sofisticados, fiestas de gala extravagantes y viajes alrededor del mundo.

    — ¿Cómo podría olvidarme de Inglaterra? Residencias señoriales, castillos y abadías, caminatas por el campo exuberante y esos jardines impecables. De allí es donde saco mi inspiración. Me encantaría ir otra vez.

    Su padre sonrió.

    — ¿Alguna vez has pensado en meterte al negocio del paisajismo?

    Lauren se

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