Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

De 0 a 23. Asesoría
De 0 a 23. Asesoría
De 0 a 23. Asesoría
Libro electrónico53 páginas48 minutos

De 0 a 23. Asesoría

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Descendiente de una buena familia, camino de convertirse exclusivamente en asediada soltera que aportará buenos beneficios económicos en una boda de postín, Dorita Orden, la protagonista principal de la novela, opta por la ruptura y decide comenzar una nueva vida en la que los valores y el esfuerzo por ayudar a los demás primen y se constituyan en lo principal de un negocio que no está bien visto ni considerado por los demás.
Es una gran suerte para ella el encontrar a los colaboradores adecuados.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 jul 2013
ISBN9781301259960
De 0 a 23. Asesoría
Autor

Aurea-Vicenta Gonzalez

Avid reader, writer.Ferviente lectora, escritora.

Lee más de Aurea Vicenta Gonzalez

Relacionado con De 0 a 23. Asesoría

Libros electrónicos relacionados

Misterio para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para De 0 a 23. Asesoría

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    De 0 a 23. Asesoría - Aurea-Vicenta Gonzalez

    DE 0 A 23. ASESORÍA

    -Novela-

    Aurea-Vicenta González Martínez

    Registro P. Intelectual: V-1414-13

    ISBN: 9781301259960

    DEDICATORIA:

    A los lectores, con mi agradecimiento.

    JAMES JOYCE

    "… pero te voy a decir ahora cuáles son las cosas que no me dan miedo. No me da miedo de estar solo, ni de ser pospuesto a otro, ni de abandonar lo que tenga que abandonar, sea lo que sea. No me da miedo el cometer un error, aunque sea un error de importancia…"

    RETRATO DE UN ARTISTA ADOLESCENTE

    ACLARACIÓN:

    Para componer la portada he tomado prestada la imagen de un ingenioso instrumento de precisión cuya apariencia física significa el uso de la línea analógica de 24 horas, creación que, unida al cable submarino tendido entre Continentes, en su día marcó el paso del tiempo de unos lugares del mundo que siguen siendo emblemáticos: Greenwich, La Torre de Londres, Harvard y la India.

    La novela quiere ser el testimonio del transcurso de las horas en un día de la vida de los protagonistas y también de los afanes con que las ocupan, por ello está dividida en dos únicos capítulos: A.M. y P.M.

    Ni los personajes ni las situaciones son reales, la imaginación de la autora es la única responsable de lo que sigue.

    M.:

    1. Página 5

    2. Página 13

    3. Página 25

    4. Página 36

    5. Página 45

    P. M.:

    6. Página 52

    7. Página 59

    8. Página 72

    9. Página 82

    FINAL 92

    A. M.:

    1.

    Dejo extendido el brazo sobre la mesa durante un momento más, justo el tiempo necesario para que la frialdad del cristal me refresque la piel, sólo entonces abro la mano y con unos enérgicos movimientos de los dedos le apremio para que me entregue la pequeña libreta de tapas negras que él tanto aprecia, un cuaderno en el que siempre anota los pormenores y el resultado de las investigaciones y en el que también garabatea sus más íntimos pensamientos. No ha resultado fácil efectuar el traspaso, casi he tenido que arrebatárselo.

    Con la espalda bien apoyada en el cómodo sillón de mi despacho comienzo a pasar parsimoniosamente las delicadas hojas del minúsculo auxiliar de Ernesto. Mientras, disimuladamente, observo divertida como me mira a cada carilla que voy girando y la cambiante imagen que ofrece su bien afeitado rostro pleno de arrugas que por momentos va adquiriendo un espectacular tono rojizo.

    Sé que estoy tardando demasiado, la satisfacción con que me paso todas y cada una de las diminutas páginas empieza a calentar el ánimo de mi socio y se percibe por momentos la paulatina pérdida de humor que produce en él mi fisgoneo.

    Hoy hace una mañana húmeda y calurosa, toda la noche ha estado lloviendo y no ha sido una lluvia de furiosas y límpidas gotas de agua, más bien un remedo de tormenta, abundante pero apática, la razón del bochorno con que estrenamos la jornada. Ahora comienza a despuntar el sol y lo vertido por las nubes sobre la ciudad sólo permanece como un molesto recuerdo.

    Los cambios barométricos me desasosiegan en extremo y por ello, en algo que es simplemente un simulacro, me he entregado con esmero al fingimiento de unas malas maneras que están muy alejadas de mi forma natural de ser, tanto como la paciencia lo está de la idiosincrasia de Ernesto.

    Creo que ha llegado ya el punto final de la comedia y cierro el diminuto bloc acompañando el gesto con un sonoro suspiro, me incorporo un poco y se lo tiendo a mi inestimable socio y profesor con el gesto indolente y descuidado que hace apenas unas horas me pareció muy digno, cuando los ensayé ante el espejo del cuarto de baño, y ahora pienso que comienza a hacer aguas por todas partes ante el rictus de desaprobación y el fruncimiento de cejas con que él me arrebata su preciada pertenencia.

    -¿Estás contenta? ¿Te has parecido creíble a ti misma? -Se está conteniendo y me habla con un impostado tono de sosegada tranquilidad

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1