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Emparejada con el jeque 2
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Emparejada con el jeque 2
Libro electrónico37 páginas40 minutos

Emparejada con el jeque 2

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“EMPAREJADA CON EL JEQUE 2” es la última publicación del autor de bestsellers internacional Alex Anders y está escrita para aquellos a los que les gustan las pequeñas historias en las que mujeres con cuerpos sensuales no sólo consiguen a su hombre ideal, sino que además son dominadas por un macho alfa.

La bellísima y exhuberante Carla Westmoreland cree que ha encontrado a su alma gemela y se dirige a su palacio para cumplir con el contrato de seis meses que ha firmado como su acompañante. Mimada como una princesa durante el día, descubre por las noches que los apetitos del jeque van más lejos de lo que nunca hubiera podido imaginar. Y mientras la pasión del magnífico macho alfa va consumiendo a Carla, conoce a una extraña de ojos verdes que tiene un secreto que cambiará el mundo de Carla para siempre.

*Tenga en cuenta que esta historia contiene descripciones muy explícitas de situaciones eróticas y sexuales escritas para una excitación genital extrema que le lleva al placer. Sólo lectores adultos.

Figura femenina, curvas, jeque, millonario, bdsm, sumisión a la dominación, disciplina, BBW

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento9 may 2014
ISBN9781311351876
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    Emparejada con el jeque 2 - Alex Anders

    Carla abrió los ojos de par en par y una ligera sonrisa se dibujó en las comisuras de sus labios. El palacio de su  Jeque era digno de admirar. Superaba sus imaginaciones más frívolas. Se mordió el labio mientras se le llevaba en silencio hacia allí.

    Hasta ahora, Catar había sido un ensueño clandestino. Estaba disfrutando de los desconocidos e increíbles paisajes, sonidos y aromas. Sus acompañantes eran un séquito de hombres uniformados. Estos habían sido su compañía desde que se había bajado del avión. Ahora la flanqueaban a ambos lados como su fuera parte de la realeza. Al principio había sido desconcertante, pero recordó que se le iba a tratar como una princesa durante los próximos seis meses. Se adaptó por el momento, suprimiendo su sentido de consciencia occidental. No estaba acostumbrada a ver personas inclinándose hacia delante para servirla. Cada vez que los veía asentir y hacer reverencias, tragaba para dejar a un lado la culpabilidad.

    Si esto era lo que el  Jeque quería para ella, pensó que aquello era lo que ella deseaba.

    Entró en el castillo. Una mujer de mediana edad le colocó un fino pañuelo blanco alrededor de la cabeza. No le importó en absoluto. Mientras miraba alrededor, numerosos hombres y mujeres se colocaron de pie a los lados de su camino. Algunos llevaban atuendos tradicionales. No levantaron la cabeza para mirarla, excepto por un par de curiosos ojos verdes. Sin embargo, la chica, que no podía tener más de dieciocho años, se escondió detrás de un arco de ladrillo.

    La grandeza del palacio pronto llevó su interés a otras cosas. Se abrieron enormes puertas talladas con una enérgica floritura y se encontró dentro de un dormitorio. Estaba decorado en granate oscuro y dorado, y Carla se sintió como una princesa. Una pequeña sonrisa apareció en su cara cuando se dio cuenta de que dos casas como la suya podrían caber fácilmente en aquella habitación. Había una puertas de cristal que llevaban al balcón y las vistas tras ellas eran increíbles. Las cortinas doradas se mecían con la brisa. Las apartó a los lados para poder salir.

    Se quedó sin aliento. Sus ojos contemplaron la majestuosidad del país originario de su  Jeque. Una variedad de residencias y zonas comerciales aparecía repartida ante ella. Las cúpulas de las mezquitas, colocadas estratégicamente, parecían decorar el paisaje.

    "¿Khatoon?" le preguntó desde detrás una de sus acompañantes.

    Carla tuvo que obligar a sus ojos a desviarse del paisaje. Suspiró e inspiró con fuerza antes de girarse. El séquito de hombres y mujeres que le habían acompañado se inclinaban constantemente ante ella. Uno de los hombres se movió hacia la

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