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Descendiente Para el Heredero del Dictador
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Libro electrónico40 páginas40 minutos

Descendiente Para el Heredero del Dictador

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“Descendiente Para el Heredero del Dictador” es la última publicación del autor superventas internacional Alex Anders, para aquellos a quienes les encantan las pequeñas historias de amor en las que vírgenes inocentes son corrompidas por poderosos machos alfa que exigen sumisión y que disfrutan del BDSM.

Bella e inocente, Natasha Lord es una estudiante de periodismo que viaja a su país de origen en europa para derrocar a su dictador. Sin embargo, al ser detenida por espionaje, se le han dado dos opciones: prisión de por vida, o completa sumisión al poderoso apetito sexual del atractivo dictador. Siendo cautivada por el físico de soldado romano de tal macho alfa y su irresistible dominación, Natasha deberá desentrañar los secretos del dictador antes de que su voluntad la consuma.
*Tenga en cuenta que esta historia contiene situaciones eróticas y sexuales descritas de forma elegante únicamente para lectores adultos.

Extracto:
Natasha tragó un nudo de lágrimas cuando la mujer le ajustaba el precioso camisón a Natasha. Mirando hacia abajo, vio que apenas le colgaba más abajo del culo. Centrándose en el top, se dio cuenta de que las finas asillas estaban unidas a un encaje que carecía del forro que tenía el resto del camisón. Se giró y sintió las cosquillas de la suave tela sobre la tierna piel de su pezón. Al sentirse desnuda, levantó el brazo para cubrirse los pechos.

“No te crubras delante del amo,” pidió la mujer con miedo.

Natasha bajó los brazos y apretó los párpados al considerar las consecuencias de no complacer a su amo. ¿Le pegaría, o algo peor? ¿Qué podría ser peor que aquello? No lo sabía. Las lágrimas amenazaron con derramarse por sus mejillas.

Natasha salió de su fantasía cuando una puerta se abrió en el otro extremo de la habitación. Indecisa, caminó hacia ella. Incluso caminando despacio podía sentir la brisa a través de los espacios alrededor de sus pechos. La sensación podría haber sido placentera si no hubiera estado tan aterrorizada.

A través de la entrada, vio en la habitación escasamente iluminada una sombra alta, de hombros anchos, sentada cómodamente en una butaca de respaldo alto. De fondo sonaba suavemente música tradicional, lo que creaba un efecto etéreo a su alrededor.

“Ven,” esuchó cómo la profunda voz retumbó en la habitación.

Natasha caminó hacia él sientiendo que las rodillas le temblaban. Una lámpara cercana arrojaba luz sobre él. Finalmente le vio la cara y la visión le dejó paralizada. Había pensado que el dictador sería un hombre viejo, pero no tenía más de cuarenta años. Y además de intimidante, el hombre que estaba sentado frente a ella era extremadamente guapo, de facciones perfectamente definidas.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 dic 2013
ISBN9781310881886
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    Descendiente Para el Heredero del Dictador - Alex Anders

    Natasha Lord intentó liberarse los tobillos de nuevo. Las ligaduras los mantenían atados juntos, agarrados firmemente. Se le estaban clavando en la piel, pero sabía que sus esfuerzos eran inútiles.

    Con 22 años, casi no recordaba el pequeño país de Europa del este del que sus padres habían huido. Pero ahora, convertida en una graduada de periodismo, había vuelto a la tierra en la que había nacido. Y había llegado con la determinación de exponer al dictador que había destruido su país.

    La venda alrededor de los ojos no daba tregua en su cráneo. Sólo hacía unas pocas horas la habían pillado entrando en un edificio del gobierno. Se estremeció con inquietud. Se sabía que los espías sufrían terribles castigos.

    Natasha giró la cabeza para concentrarse en los sonidos a su alrededor. Por un momento escuchó gente entrando y saliendo por la pesada puerta de metal. Finalmente, escuchó un sonido de arrastre distintivo frente a ella. Una silla se colocó y Natasha se tambaleó hacia atrás cuando un par de manos fuertes le retiraron la venda de los ojos.

    Su respiración incrementó a medida que los ojos se ajustaban a la repentina luz. Un hombre alto y delgado estaba sentado directamente frente a ella. A lo largo de su torso colgaba peligrosamente un rifle enorme.

    Durante unos minutos se mantuvo en silencio observándola sudar. Cuando finalmente habló, su voz era brusca.

    Te han pillado con las manos en la masa, espiando en un edificio del gobierno.

    Prudentemente, Natasha eligió no responder.

    Hay dos puertas detrás de mi. Tienes la suerte de que se te haya proporcionado la opción de elegir entre las dos. Puedes ir a la cárcel en donde te enfrentarás a una pena de por vida por espiar,… Su voz se fue apagando.

    Natasha tuvo una oscura premonición.

    ¿Cuál es la otra opción? suplicó; las palabras escaparon de sus labios antes de que tuviera la oportunidad de pensar.

    El hombre dejó entrever una sonrisa sarcástica. La otra puerta lleva al dormitorio de Alik Kazimir.

    Natasha tragó en seco. Alik Kazimir, el dictador que había obligado a huir a miles de personas fuera del país, el propagador del terror y las masacres.

    De repente, estaba temblando aún más que antes. Estaba aterrorizada. Daba igual que puerta eligiera, estaba condenada. Si eligiera no ir con él, se enfrentaría a una vida en la cárcel.

    En segundos, había tomado su decisión. Natasha se rindió y eligió la opción sensata.

    Elijo el dormitorio, susurró, levantando la cara con fingida seguridad.

    Se le retiraron las ataduras rápidamente. El hombre la agarró por el brazo fuertemente mientras la llevaba a través de la puerta de metal. Las rodillas le temblaban como si fueran de gelatina. Nunca antes en su vida había estado tan asustada.

    La puerta se cerró tras de si en cuanto entró. El corazón le latía desbocado del

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