Descubre este podcast y mucho más

Los podcasts se pueden disfrutar de forma gratuita sin necesidad de una suscripción. También ofrecemos libros electrónicos, audiolibros y mucho más por solo $11.99 al mes.


valoraciones:
Longitud:
41 minutos
Publicado:
15 sept 2022
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

En este momento piensa cómo respiras.
Haz que tu pensamiento sea respiro
y haz que tu respiro, sea lo que piensas.
Haz que se forme una correspondencia
y, que cada pensamiento, lo único que exprese,
sea ese querer respirar.
De esta forma, haces consciente ese acto,
esa actitud, esas ganas del respiro
y ocupas tu pensar en esa actitud.
Y verás, sentirás, percibirás,
cierta gratitud, muy propia, muy interna, al saberte así.
Alguien que sabe y quiere respirar,
porque sabe igual, lo que cada respiro,
combinado con su pensar, le reporta:
sostenimiento, quietud.
Y es que no es tanto una cuestión de concentración.
Si nos afanamos en concentrarnos, gana el pensamiento.
Es buscar más un equilibrio,
que ese acto consciente, natural, vital de respirar,
le produzca a tu mente, pocos o ningún pensamiento.
Que todo eso se aquiete, se suspenda, se arrobe,
con esa manera tan sutil, en la que bien te observas,
cuando estás ahí, sentadito, quieto, callado
y hasta contento, porque tu Ser es así,
una belleza pura, silente, el amor manifestado,
esculpido, volcado en una forma exacta,
grácil y hasta atractiva.

Y todo eso respira.
Todo eso se hace silencio.
Todo eso expresa belleza, exactitud, amor.
Y no hay nada que te altere,
porque estás ahí, confiando en ti,
atento e igualmente gratificado,
porque contienes un logro:
has ganado paciencia,
pero lo que más, amor propio.
De ese que se trabaja así, sin exponerse,
sin ufanarse, en respiro consciente.
Y ese mismo amor que logras expandir a todo,
sin que te gane igual, tu falso espíritu.
Todo esto va más allá.
Más allá de cualquier pensamiento inútil,
lastimero, mal comprometido, triste.
Respirar así, desde lo que tu amor es, es más.
Se trata de una actitud,
consciente, pura, abierta, mágica,
con la que te ubicas en ese pequeño espacio
ocupado por tu esencia hoy bendita,
que busca, que quiere, que logra, reflejarse,
en lo que sabe existe, lo que sea, Es.
Sin visualizar nada ni a nadie,
sin expresión verbal alguna,
ni oración, ni canto, sin activar sensores.
Más bien, reposar en calma.
Y, lo que deba activarse, lo haga.
¿Qué sería? ¿Qué sería? ¿Qué sería?
Y es cuando tu Ser sabe ser.
Sabe del Ser y sabe que el Ser lo sabe.
Y te quedas ahí, en sutil respiro,
total y absolutamente activado.
Y ni siquiera el respiro, nada.
Y es cuando todo lo que está activo, lo está más,
produce más, encuentra más, conecta más y conduce más.
Somos seres conductores,
a partir de todo este sistema perfecto.
Más, cuando sabes cómo debes utilizarlo,
expresarlo y, el propósito.
Eres tanto, tanto, tanto.
Provoca quedarse siempre así,
pero bien sabes lo que hoy te ocupa,
en función de lo que has sido y lo que haces hoy.
Actívate entonces nuevamente en tu presente, aquí
y vuelve a tener esa atención en el respiro,
que te trae, que te posiciona,
sutil y hermosamente en tu cuerpo, el que opera aquí.
Y regálale a tu mente, el mejor de tus pensamientos,
el mejor de tus sentimientos.
Ahora agradécete este encuentro propio,
esta facultad que expresas
y, esta voluntad, hazla inquebrantable.
Respira a profundidad,
porque hay quien te espera,
tú, aquí, para lo que Es, para quienes son.
Respira.
Om Namaha Shivaya
Publicado:
15 sept 2022
Formato:
Episodio de podcast

Títulos en esta serie (100)

La Madre Shaktiananda guía sutilmente esta meditación, para que -a través de la respiración consciente y el contacto interno- logremos entrar en un estado de sosiego y calma que nos permita generar una conexión profunda con nuestro Ser. Sin caer en las fórmulas menores que reducen el acto de meditar a eliminar la ansiedad o el estrés, la Madre va más allá, mostrando que la real disposición interna que debemos sostener al meditar es liberar nuestro temor y abrirnos a la verdad de amor que nuestro ser contiene.