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Tercera serie de cuatrocientas pequeñas dosis de ciencia
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Tercera serie de cuatrocientas pequeñas dosis de ciencia
Libro electrónico462 páginas6 horas

Tercera serie de cuatrocientas pequeñas dosis de ciencia

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Para conmemorar los primeros 10 años de la serie "pequeñas dosis de ciencia", se presenta una tercera selección de 400 dosis contenidas en cápsulas radiofónicas. Esta obra, además, es el primer libro de divulgación científica de la UNAM que incorpora la novedosa tecnología de la realidad aumentada (RA). Esto consiste en que el contenido escrito se refuerza con videos y animaciones que aparecen en el monitor de la computadora cuando un código del libro se coloca frente a la cámara de ésta.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento21 may 2024
ISBN9786073089661
Tercera serie de cuatrocientas pequeñas dosis de ciencia

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    Tercera serie de cuatrocientas pequeñas dosis de ciencia - René Drucker Colín

    Arándano para el corazón

    Si se trata de reforzar nuestras defensas contra la gripe, frutas como la naranja, guayaba y toronja encabezan la lista de aliados. Para proteger nuestro corazón, ¿qué cree que podemos tomar?

    Recientemente un equipo de científicos ha descubierto que ciertos compuestos con cualidades protectoras, conocidos como antioxidantes, se encuentran en el arándano y su jugo. Un gran número de enfermedades consecutivas al envejecimiento, incluidos el cáncer, padecimientos del corazón, diabetes y varios tipos de demencia, se han vinculado con el daño causado por un lento e incesante ataque de oxidantes.

    Durante sus estudios, los científicos dieron a 20 mujeres y hombres porciones de ocho onzas de coctel de jugo de arándano y los resultados mostraron que beber jugo de arándano tres veces al día, durante un mes, incrementó 10% la concentración sanguínea de la lipoproteína de alta densidad, también llamada colesterol bueno, en todos los individuos. Por otro lado, no afectó a la lipoproteína de baja densidad, o los triglicéridos, sustancias que pueden ser factor de riesgo para el corazón.

    Al examinar el jugo de arándano puro, los científicos descubrieron que su antioxidante rebasaba en cerca de 50% la potencia del líquido competidor más cercano, que es el de uva. Sin embargo, debido a que los arándanos son muy agrios, su jugo tiene que diluirse y endulzarse para que resulte agradable al paladar.

    Cómo ha influido la deforestación en el cambio climático

    La deforestación es un factor que ha influido en el cambio climático que hoy estamos viviendo, pues los árboles de bosques y selvas son responsables de capturar el bióxido de carbono de la atmósfera. Al desaparecer éstos, la proporción de dicho gas ha aumentado en el aire siendo ésta una de las consecuencias del calentamiento global.

    Estudios recientes han demostrado que aparte de capturar el bióxido de carbono, los árboles de todos los bosques, principalmente los de robles y de arces, liberan un hidrocarburo llamado isopreno. Cuando éste se pone en contacto con radicales oxhidrilo –partículas contaminantes muy reactivas formadas por un hidrógeno y un oxígeno– da lugar a la formación de compuestos conocidos como epóxidos.

    No se había dado importancia a la presencia de los epóxidos hasta hoy que se ha demostrado que con gran facilidad se disuelven en minúsculas gotitas de agua de la atmósfera y forman lo que se conoce como aerosoles.

    Los aerosoles afectan los fenómenos atmosféricos pues en algunos casos absorben la luz solar y otras veces la dispersan, lo que repercute en la disminución de la temperatura de la atmósfera.

    Además, suelen agrupar a su alrededor otras moléculas de agua. Ahora se sabe que también son un factor importante en la formación de nubes.

    Esto demuestra que la deforestación influye en las reacciones que ocurren en la atmósfera aún más de lo que se creía.

    Bazo, órgano reparador

    El bazo es un pequeño órgano oblongo situado en la parte superior izquierda del abdomen. Solía creerse que su función no era indispensable, pues cuando a alguna persona se le removía quirúrgicamente a causa de algún traumatismo, no se observaba ningún síntoma inmediato por la ausencia del órgano.

    Recientemente unos médicos han demostrado que aunque los monocitos (glóbulos blancos que constituyen un importante grupo de células del sistema inmunitario) se fabrican en la médula de los huesos, éstos se almacenan en el bazo. Cuando ocurre un traumatismo o se introducen en el cuerpo elementos extraños como bacterias o virus, el bazo envía una primera oleada de monocitos inflamatorios a que los ataquen.

    Éstos también se encargan de deshacer las células muertas y de recoger los escombros que quedaron de esta guerra.

    Posteriormente el bazo envía un segundo grupo de monocitos antinflamatorios que restaurarán la zona dañada por la inflamación.

    Cuando hay un infarto cardíaco, se libera una sustancia llamada angiotensina, que cuando llega al bazo, se convierte en una señal para que este órgano envíe monocitos a reparar la zona del corazón afectada.

    Un estudio reveló que comparando a los soldados que en la segunda guerra mundial se les extirpó el bazo a causa de algún traumatismo, con aquellos que lo conservaron, fue mayor la incidencia de muerte por ataque cardíaco en los primeros, que en los que conservaron este órgano.

    Hoy el unicel abunda en el mar

    Los polímeros sintéticos fabricados con subproductos del petróleo tienen una gran aplicación en la vida moderna. El llamado unicel –cuyo nombre técnico es poliestireno– es ese plástico blanco, rígido y esponjoso con que se empacan los equipos electrónicos y electrodomésticos. Son también los envases de carnes, verduras y sopas instantáneas del supermercado, así como platos y vasos desechables y termo-aislantes en construcción. La basura que generan los eventos populares y deportivos es unicel en una elevada proporción.

    El poliestireno es una cadena formada por la unión de miles de moléculas pequeñas en donde cada eslabón corresponde a una molécula de estireno. Este plástico puede ser reciclado, sin embargo, el que no se procesa, tarde o temprano llega al mar.

    La acción contaminante del poliestireno se había estudiado debido al daño que causa a muchos animales, principalmente aves, que se lo comen.

    Recientemente, al analizar el agua del océano Pacífico, encontraron que en zonas en donde la temperatura del agua alcanza los 30 °C, el poliestireno se degrada y se fragmenta en estireno, lo que corresponde a los eslabones sueltos. Éstos no son visibles y se desconocía su presencia tan abundante en el agua del mar. Aún falta estudiar qué efecto puede tener esta molécula en los ecosistemas marinos, pero al ser una sustancia tan diferente a aquellas que pueden integrarse a los ciclos biológicos, se espera un mal pronóstico.

    Mientras tanto, evitemos seguir contaminando.

    Caminar en círculo, inevitable si no hay puntos de referencia

    Cuando en un bosque, desierto o llanura una persona se siente perdida, su deseo es regresar en línea recta por el camino ya recorrido. Unos psicólogos observaron que aunque se proponga caminar en línea recta, rara vez lo logra y vuelve a llegar al punto en donde emprendió el regreso.

    Un estudio detallado de este caminar en círculos, busca la causa de este comportamiento.

    La hipótesis de unos científicos era que casi toda la gente tiene una pierna ligeramente más larga o más fuerte que la otra. Sin embargo, esta teoría se vino abajo cuando se pidió a un grupo de voluntarios que caminaran en un campo abierto en línea recta. Después de haber caminado unos 50 m, la mayoría empezó a seguir una trayectoria circular de unos 20 metros de diámetro, pero la misma persona algunas veces lo hacía en un sentido y otras en otro, lo cual descarta la teoría de las diferencias anatómicas de las piernas.

    Hoy la tecnología permite seguir mediante el uso de GPS (sistema de posicionamiento global), la trayectoria de varios caminantes en un tupido bosque. En los días nublados, la mayoría caminó en círculos, mientras que en días soleados muchos de ellos lo hicieron en línea recta, pero cuando las nubes tapaban al Sol, empezaban a andar en círculo.

    Se cree que cuando el ser humano se basa sólo en señales provenientes de una percepción interna de sus movimientos, no logra caminar en línea recta. Requiere de señales externas, como puede ser la luz solar, para hacerlo.

    Adhesivo de huesos

    Los químicos especializados en la fabricación de adhesivos han creado una gran variedad de éstos. Los hay especiales para pegar papel, madera, metales, e inclusive hay algunos empleados en cirugía para unir piel que se ha cortado. Casi todos se sintetizan a partir de productos derivados del petróleo.

    Unos químicos que han observado la resistencia de un adhesivo que produce un gusano marino llamado Phragmatopoma californica, se han enfocado a estudiar su estructura con el fin de imitarlo, ya que éste les permite adherirse con fuerza a las rocas. Encontraron que está compuesto por proteínas que tienen cargas eléctricas positiva y negativa. Al mezclarse éstas con arena y restos pulverizados de concha, forman el adhesivo que endurece en 30 segundos aún encontrándose dentro del agua.

    Estos investigadores sintetizaron proteínas semejantes y las mezclaron con sales de calcio y de magnesio. Obtuvieron un adhesivo con las mismas propiedades del que producen los gusanos marinos.

    Este pegamento es capaz de unir huesos rotos en medios húmedos, como el interior del cuerpo humano. Tiene la ventaja de que cuando el hueso suelda, el pegamento, al estar constituido por proteínas, es degradado y eliminado por el organismo con facilidad. Los primeros estudios realizados en cultivos de tejido óseo, indican que no es tóxico.

    Sin duda, la ciencia y la tecnología logran avances importantes cuando imitan los fenómenos naturales.

    Nueva amenaza para la capa de ozono

    Una de las pocas batallas victoriosas en la lucha contra los contaminantes del planeta, es la que se ha logrado para revertir los daños que los freones, esos gases refrigerantes también llamados CFC, han causado al destruir la capa de ozono en la estratósfera. Estos gases se desprendieron de miles de refrigeradores viejos que se habían desechado, y al ser muy ligeros, llegaron a las capas más altas de la atmósfera. Una serie de reacciones químicas los transformaron en óxidos de cloro que destruyeron la capa de ozono, la cual impide que la radiación ultravioleta llegue en exceso a la superficie de la Tierra y dañe a los seres vivos.

    En 1987 el Protocolo de Montreal comprometió a muchos países a cambiar a los freones por otros gases que no destruyen al ozono.

    A principios del siglo XXI se empezaron a observar resultados positivos, pues a medida que los freones disminuyeron, la capa de ozono se empezó a recuperar.

    Desafortunadamente hoy los químicos atmosféricos nos tienen malas noticias. Aunque esos gases dañinos han disminuido, se está observando en la atmósfera un aumento de óxido nitroso que también destruye al ozono. Este incremento proviene de la degradación de fertilizantes sintéticos en campos agrícolas y de la quema de combustibles fósiles. Si esta tendencia continúa, podrían contrarrestarse los beneficios logrados con el Protocolo de Montreal.

    El origen de la conciencia

    La conciencia es la actividad mental por la cual nos percibimos a nosotros mismos en el mundo. Eso es lo que nos hace humanos y nos diferencia del resto de los seres vivos.

    Sin embargo, el feto en la vida intrauterina aún no tiene conciencia, ya que ésta requiere de una sofisticada red de interconexiones neuronales para funcionar. Esta trama se localiza en la región cerebral llamada circuito tálamo cortical y comienza a formarse entre las semanas 24 y 26 de gestación. Ahí inicia el viaje en el que día a día vamos adquiriendo la conciencia de ser.

    Durante su estancia en el útero materno, el feto duerme mientras el cerebro madura. Se encuentra en un lugar tibio y acojinado y está sedado debido a que la placenta produce allopregnanolona, una sustancia que inhibe al sistema nervioso y adenosina que induce al sueño, además la sangre que atraviesa la placenta tiene muy baja proporción de oxígeno.

    Pero esta calma termina violentamente cuando inicia el parto natural y el feto emerge en un mundo hostil, seco y frío. Su cerebro es bombardeado por sensaciones visuales, sonoras, olfativas y tactiles.

    En este estresante momento se libera una fuerte dosis de adrenalina. Al cortarse el cordón umbilical se desconecta de la placenta protectora, y bajo estas circunstancias, tendrá que respirar por primera vez por sí mismo, y así empezar a vivir y adquirir conciencia de que es un ser humano.

    Hormigas al rescate

    Los biólogos que estudian el comportamiento animal conocen muchos casos en que animales de la misma especie se ayudan entre sí. Sin embargo, no se conocía nada sobre aquellos que acuden a rescatar a otro cuando se encuentra en situación de peligro.

    En un experimento con hormigas del género Cataglyphis cursor se colocó una trampa de hilos de nylon que atrapaba a una hormiga, y al hacerlo, provocaba que cayera tierra sobre ésta dejándola semi sepultada. Se observó que hormigas de la misma especie acudían de inmediato a rescatarla, pero sólo si ésta era miembro de su misma colonia. Sus compañeras quitaban la tierra que le había caído encima, y mordían el hilo de nylon hasta romperlo y liberarla.

    Sin embargo, cuando en la trampa caía una hormiga de otra colonia o de otra especie, no hacían el menor intento por rescatarla.

    Se cree que este comportamiento se debe a que cuando las hormigas se encuentran en peligro liberan una feromona que sólo es detectada por las de la propia colonia. Como estos insectos son procreados por la hormiga reina de esa colonia, poseen un gen que libera la feromona que es detectada por las hormigas de la familia. Cada grupo libera su propia feromona.

    Sin embargo, estos investigadores no encuentran explicación sobre la forma como detectan y reconocen al hilo de nylon como causante de la tragedia y lo muerden hasta destruirlo, lo cual demuestra un comportamiento más complejo y organizado.

    Domesticación extrema de árboles frutales

    En la edad de piedra, el ser humano sólo comía lo que recolectaba o cazaba. Hace unos 13 000 años descubrió que podía mejorar sus alimentos si seleccionaba los mejores frutos y semillas y los sembraba. Este proceso de domesticación que inició entonces se ha ido refinando a través del tiempo y cada vez se obtienen mejores cereales, frutas y verduras.

    Hoy, cuando se oye hablar de la manipulación genética de los alimentos, da la impresión de que se trata de un procedimiento muy moderno, no obstante sin llamarlo de esta manera, el ser humano ha manipulado los genes cruzando diversas variedades de plantas de la misma o diferente especie, favoreciendo que el polen –elemento masculino de una planta– caiga sobre el pistilo y estigma (los elementos femeninos) de otra variedad.

    Otras veces se han realizado injertos de una variedad en otra. De estas mezclas de genes algunas ocasiones resultan mejores frutos y las semillas de éstos se seleccionan para siembra.

    Esta manipulación genética que se lleva a cabo a campo abierto y no en laboratorios, está inventando nuevos frutos, algunos de ellos con éxito. Un ejemplo es el pluot que resulta de la hibridación de ciruela con chabacano. El proceso consiste en secar y pulverizar las flores del ciruelo y luego se colocan con un pincel en el pistilo y estigma de las flores de chabacano. A través de repetir el proceso en miles de plantas, después de varias cosechas, surge un fruto perfecto entre muchos que no lo son. La semilla de éste se selecciona para reproducirla.

    Pronto tendremos una variedad de frutos híbridos que nuestros padres jamás imaginaron.

    La enseñanza y el aprendizaje científico

    Estamos viviendo una época en la que una cultura científica es indispensable para cualquier persona que quiera participar activamente en la sociedad.

    Sin embargo, la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias se encuentran prácticamente estancados en nuestro país. Los alumnos de secundaria y preparatoria muestran un rechazo a estas asignaturas. Por diversas razones, su introducción a la ciencia siguió un camino equivocado desde el principio. Se daba por sentado que ningún niño podría realizar procesos mentales lógicos antes de los 12 años. Actualmente los psicólogos han comprobado que mediante una adecuada conducción, niños de nivel preescolar son capaces de entender y explicar algunos fenómenos naturales, pueden diferenciar entre causa y efecto y diseñar experimentos sencillos.

    Desde la primaria es conveniente que los niños capten y conozcan los fenómenos naturales básicos para que sobre éstos puedan ir construyendo un conocimiento más elaborado y sofisticado a medida que avanzan sus estudios.

    Una revisión de los planes de estudio ha mostrado que los contenidos de los programas son excesivos, están desvinculados y no existe entre ellos una jerarquización ni secuencia lógica.

    La educación de las ciencias debe enfocarse a temas básicos como las teorías atómica y molecular de la materia, la teoría celular y la de evolución de los seres vivos, así como los conceptos de fuerza y movimiento.

    Cómo percibimos el dolor

    La sensación de dolor es un aviso que indica la existencia de una lesión. El dolor deberá actuar sobre el comportamiento de quien lo percibe, de manera que éste busque la manera de sobrevivir.

    La intervención de los centros cerebrales que regulan el comportamiento hace posible que la percepción del dolor se vea influenciada por el estado mental de quien siente el dolor. Esto explica el efecto placebo en el cual las expectativas de una recompensa hacen que la sensación de dolor sea menor. En cambio, se observa que una persona deprimida percibe el dolor en forma más intensa que una persona normal.

    En los últimos años los investigadores han descubierto que las terminaciones nerviosas de una lesión se conectan a un circuito neuronal que va de la médula espinal hacia una zona en la parte central más baja del cerebro conocida como sustancia gris periacueductual. Ésta a su vez, se comunica con zonas de la corteza cerebral relacionadas con la motivación, el aprendizaje y las emociones. Este circuito actúa como un modulador de la percepción del dolor.

    Las neuronas de estas áreas producen unas sustancias llamadas endorfinas que son un analgésico natural con propiedades idénticas a las de la morfina. Se cree que la producción de endorfinas, regulada por las zonas del cerebro relacionadas con el comportamiento, son las que disminuyen la percepción al dolor. Un estado mental de depresión, por el contrario, no producirá endorfinas y la sensación de dolor será mucho más elevada.

    De piel oscura a blanca

    Los restos más antiguos del ser humano moderno se han encontrado en el noreste africano. La datación muestra que éstos ya estaban ahí hace 200 000 años. Su migración comenzó hace 50 000 años rumbo a Asia y Europa donde las condiciones climáticas eran muy diferentes a las de África ecuatorial. La piel de estos hombres en África es oscura debido a que en sus células epiteliales tienen una elevada concentración de melanina, la sustancia que le confiere color y que también bloquea a la radiación ultravioleta, que en el ecuador y en las zonas tropicales es muy intensa.

    A dosis elevadas, esta radiación daña los tejidos, sin embargo se requiere cierta cantidad de luz ultravioleta para que dentro del organismo se sintetice la vitamina D. Sin la presencia de esta vitamina el calcio no se absorbe en el intestino, lo que da lugar al raquitismo.

    Esto puede presentarse en niños desnutridos o con incapacidad para sintetizar vitamina D, lo que produce que los huesos sean blandos y se deformen.

    Cuando el ser humano emigró hacia latitudes más al norte, en donde la incidencia de la luz ultravioleta es muy baja, la selección natural hizo que predominaran los individuos de piel más clara para permitir una mayor penetración de esta radiación. Esta hipótesis se vio reforzada cuando un estudio mostró que el riesgo de padecer raquitismo es tres veces mayor en los afroamericanos que viven en Estados Unidos que en los blancos, y que sus niveles de vitamina D en sangre son significativamente menores que las personas de tez blanca, aun cuando ambos estén expuestos a la misma cantidad de radiación ultravioleta.

    La obesidad disminuye la masa cerebral

    Un estudio realizado con voluntarios mayores de 70 años mostró que el cerebro de las personas obesas tiene un menor volumen que el de gente de la misma edad que no tiene sobrepeso.

    Al escanear el cerebro de estas personas por un procedimiento conocido como morfometría, se pudo determinar el volumen, tanto de la materia blanca, como de la gris.

    Se encontró que en los individuos obesos, el volumen cerebral era significativamente menor que el de personas delgadas de la misma edad. El cerebro de las personas obesas se asemeja al de aquellas sin sobrepeso 16 años mayores que ellos. Se observó también una atrofia en el lóbulo frontal, en donde radica la capacidad de planear y tomar decisiones; así como en el giro cingular anterior y el tálamo, responsables de la atención, y en el hipocampo donde se supone que se almacena la memoria a corto plazo.

    Se cree que el exceso de grasa corporal puede estar relacionado con el encogimiento del cerebro ya que en estos casos la grasa depositada en las arterias cerebrales hace que disminuya el flujo de oxígeno al cerebro, reduciendo por tanto el metabolismo de las neuronas.

    La obesidad está ligada también a niveles altos de insulina que pueden ser los causantes de pérdida de tejido cerebral y de demencia senil.

    El ejercicio aeróbico pudiera mejorar el funcionamiento cardiovascular y por tanto proteger al cerebro de esta disminución.

    El ADN puede revelar la etnia de origen

    Desde hace ya varios años la química forense ha resuelto casos donde determina la presencia de un presunto delincuente en el lugar del crimen, cuando la secuencia de las moléculas que forman el ADN en el núcleo de sus células es idéntica a la de sangre, cabello o residuo de piel encontrados en ese sitio.

    Hoy, un nuevo enfoque ha permitido ir más lejos. Un caso de trascendencia mundial fue el ataque terrorista perpetrado contra trenes en España en 2004. Éste, de inmediato fue atribuido a los separatistas vascos. Sin embargo, genetistas de la Universidad de Santiago de Compostela concluyeron que el ADN encontrado en un cepillo de dientes que estaba en el departamento de donde habían salido los terroristas, no pertenecía a un individuo de origen vasco sino a alguien proveniente del norte de África. Más tarde se confirmó, al compararlo con el ADN de un pariente cercano, que pertenecía a un argelino: Daoud Ouhnane.

    Esta primera pista que enfoca hacia cierta etnia puede ser un primer instrumento que ayude a la policía a tener los rasgos físicos de la persona buscada. No obstante también podría señalar injustamente a los miembros de una raza específica.

    Los genetistas también están logrando descifrar mediante la secuencia del ADN el color de ojos y pelo además de cierta información sobre las proporciones faciales.

    Plantas carnívoras

    Hay quien se imagina que las plantas carnívoras comen carne humana. Sin embargo, no son lo amenazantes que se cree. Éstas son plantas que crecen en lugares como ciénegas carboníferas, muy pobres en nitrógeno. Se les llama así por la capacidad que tienen de obtener el nitrógeno que requieren para sus funciones vitales de proteínas de pequeños insectos y arañas, a diferencia del resto de las plantas que lo obtienen de sales de nitrógeno que se encuentran en el suelo y que absorben por sus raíces.

    Existen varias especies de estos seres con diferente morfología o forma. Una de las más llamativas son las del género Nepenthes en el que las hojas toman la forma de una urna colorida con tapa, cuya boca está engrosada por glándulas que secretan un néctar azucarado que atrae a los insectos.

    Su superficie lisa y resbalosa, hace que los insectos caigan en un líquido enzimático y pegajoso al fondo de la urna, que digiere las proteínas para luego absorber el nitrógeno.

    Recientemente se ha encontrado un tipo de Nepenthes que produce un líquido que atrae a las musarañas, pero que no es resbaloso. Éstos son pequeños mamíferos que pesan unos 150 gramos y al alimentarse de este elíxir, colocan sus desechos fecales en la urna, los cuales contienen el nitrógeno que la planta necesita. Éste es un clásico ejemplo de coevolución en el que ambas especies se han transformado para favorecerse mutuamente.

    Universidades que son un ejemplo en la conservación del ecosistema

    El aumento de población mundial hace cada día más difícil que pueda existir una regresión de los males que aquejan a nuestro planeta como el cambio climático, la falta de agua potable o el exceso de basura. Sin embargo, los especialistas creen que lo que sí es posible es evitar su avance. Esto sólo se puede lograr implementando procesos sustentables.

    Un grupo grande de universidades en todo el mundo están convencidas que las sedes de estas instituciones son las indicadas para dar un ejemplo de sustentabilidad a la comunidad y a la sociedad, y esto se verá multiplicado cuando los egresados ocupen la dirección de centros de trabajo.

    El consenso de las universidades es no aumentar las emisiones de carbono, instalando fuentes alternativas de energía y adecuando las instalaciones para un menor consumo de energía y de agua.

    La mayor parte del transporte dentro del campus deberá hacerse en bicicleta y se elegirán transportes colectivos que emitan el mínimo permisible de gases de efecto invernadero.

    La comida que se consuma dentro de la universidad deberá, en lo posible, provenir de zonas agrícolas cercanas.

    La basura universitaria puede ser reducida casi a cero si toda la de origen orgánico se recolecta en composta, los empaques se eliminan al máximo y los platos y envases de bebidas y bolsas son reutilizables. Estas medidas son fáciles de llevar a cabo y reducirían el volumen de basura en un 80 por ciento.

    Intolerancia a la lactosa

    Todos los mamíferos durante las primeras semanas o meses de vida se alimentan sólo con la leche producida por la madre. Para digerirla, el organismo produce una enzima llamada lactasa que rompe a la lactosa, el azúcar presente en la leche, en dos unidades más pequeñas, la glucosa y la galactosa. Cuando al crecer se adquiere la capacidad de tener acceso a otros alimentos que le aportan los nutrientes necesarios, la lactasa deja de producirse.

    El ser humano, como mamífero que es, sigue las mismas reglas. Sin embargo hace 7 500 años, al terminar la Edad de Piedra cuando aprendió a cultivar sus alimentos y a domesticar a los animales, descubrió que podía seguir tomando leche, ya fuera de cabras, borregos, camellos o vacas.

    Ésta les dio un aporte extra de proteínas que le fueron benéficas en su desarrollo físico.

    El consumo de leche en la edad adulta provocó la selección de un gen específico marcado como 13 910 T, pero esto sólo sucedió en aquellas culturas que criaron animales para tener más leche.

    Según estudios realizados conjuntamente por antropólogos y genetistas, los residuos más antiguos de leche en recipientes de cerámica, se han encontrado en Europa al norte de los Balcanes. Es más común encontrar el gen de la persistencia de la lactasa en las islas Británicas, Suecia y Noruega. En menor proporción se encuentra en Europa Central y Oriental. Sin embargo, en todo el mundo hay gente que ha heredado este gen y quien carece de él es intolerante a la lactosa y no puede digerir la leche.

    Cirugía bariátrica

    Los esfuerzos que se realizan para bajar de peso raras veces tienen éxito a largo plazo. La mayoría de las personas obesas que siguen una dieta vuelven a ganar el peso perdido. Hoy la cirugía bariátrica parece ser una esperanza para aquellas personas a quienes la obesidad les está causando, además de los males comunes del sobrepeso, trastornos metabólicos graves como diabetes tipo 2.

    Esta cirugía consiste en dejar sólo una pequeña porción de estómago, que se conecta directamente hacia la porción media del intestino delgado. Es una especie de libramiento que evita el paso de la comida por el estómago. El resultado más importante de esta cirugía es que los pacientes, además de tener menor capacidad gástrica, dicen haber dejado de sentir la compulsión por comer, y esto les permite perder una tercera parte de su peso corporal en solo unos meses.

    La causa de esta pérdida de apetito no se conoce con exactitud, pero parece ser que hay cambios drásticos en la generación de hormonas que generan el apetito y las que producen la sensación de saciedad. La parte inferior del estómago secreta la hormona ghrelina que provoca la sensación de hambre. Después de la cirugía, su elaboración es mucho menor, en cambio, el paso directo al intestino delgado, genera una mayor producción de las hormonas que dan la sensación de saciedad.

    Otro logro importante de esta cirugía es que en los pacientes obesos con diabetes tipo 2, los síntomas de este padecimiento disminuyen y, en algunos casos, llegan a desaparecer.

    Más duro que el diamante

    Los científicos que se dedican a buscar nuevos materiales que reúnan las propiedades de otros ya conocidos o que los excedan en alguna propiedad particular, andan en busca de algún material que le quite al diamante la corona del más duro. Las industrias mineras y de la construcción, la ingeniería aeroespacial y muchas nuevas tecnologías requieren estos materiales.

    La dureza es una propiedad física que le confiere a un material la resistencia a ser rayado. Por ejemplo, el acero es menos duro que el diamante porque éste último puede rayar al primero. Hasta hoy, no hay ningún material que haya rayado al diamante. Éste es una forma cristalina de carbono donde los átomos se unen entre sí en una estructura en forma de panal geométricamente perfecta.

    Es por eso que las brocas, desde las del taladro del dentista hasta las que se usan para perforar rocas, están forradas de diamante. Se trata de cristales sintéticos que hoy se obtienen a menor precio que los de joyería, sometiendo grafito, que es otra forma estructural de carbono, a temperatura y presión muy elevadas.

    Recientemente químicos teóricos, mediante simulaciones en computadora, encontraron que un compuesto de boro y nitrógeno, al ser sometido a grandes presiones, sufre un rearreglo en sus enlaces que le confiere una dureza mayor que la del diamante, por lo pronto, sólo en teoría.

    Centenarios

    En general se puede afirmar que la edad avanzada trae consigo un mayor riesgo de adquirir enfermedades crónicas, disminución de las capacidades físicas y demencia. La medicina moderna brinda ciertos paliativos para algunos de estos males de los que casi nadie se escapa. Sin embargo, se han realizado estudios en personas que pasan la barrera de los 90 años. Éstos representan una elite fisiológica que ha burlado las reglas del envejecimiento. En las décadas de los años setenta y ochenta del siglo XX el número de nonagenarios y centenarios no era significativo demográficamente. Hoy este grupo va en aumento y son objeto de estudios especiales para conocer las causas de la longevidad que el ser humano ha buscado desde la antigüedad.

    Es probable que exista algún factor ecológico ya que hay puntos geográficos en donde es más común encontrarlos: Okinawa, en Japón, Cerdeña en el Mediterráneo e Islandia. La intervención de factores genéticos, aunque parecen ser muy probables, aún no se ha comprobado con certeza. Factores socioeconómicos como la riqueza

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