Lo que venimos a sugerirte es llamativo, tal vez algo especulativo, pero de ser cierto, sería «emocionante», comenta la bióloga Rosa Porcel, autora del libro Esto no estaba en mi libro de botánica. Quizás las plantas que tienes en casa estén hablando, comunicándose entre ellas, emitiendo compuestos, químicos volátiles que son parte de un alfabeto ancestral, un conocimiento exacto de algo que ocurre en el mundo; acaso tienen en la habitación una relación de vecinas, de patio y de corrala, contándose sus cosas mientras las riegas o ves la tele; acaso estén hablando en el lenguaje secreto de los vegetales.
La cosa está en el lenguaje: en qué es comunicar, qué es decir, qué son cosas… Estarán emitiendo centenares de sustancias químicas, como monoterpenos, acetona, acetaldehído o alcohol… las cuales usan para múltiples funciones y, entre ellas, comunicarse.
«Están continuamente enviando y recibiendo mensajes del entorno, intercambian información», asegura Xoaquín Moreira, científico de la Misión Biológica de Galicia (CSIC), que ha investigado la comunicación entre las plantas como mecanismo de defensa contra los herbívoros. Emiten estos compuestos que hoy los científicos pueden medir con sofisticados aparatos, como los PTR, técnicas de transferencia protónica.
Las plantas del mundo hablan, se comunican, se dicen cosas. «Es un lenguaje químico, espectacular, mágico», agrega Josep Peñuelas, ecólogo del CREAF, y uno de los grandes expertos en compuestos volátiles en España. Es también un tema controvertido, donde acaso a veces se ha exagerado esta comunicación.
SIN DUDA, UNA VIEJA LUCHA DE IDEAS, desde que Aristóteles dijera que solo poseen alma vegetativa, que no pueden sentir; o desde que Tales de Mileto dijera algo tan extraño como que todo, incluidas las plantas, «está lleno de dioses», es decir, de conciencia.
En tu habitación, aunque quietas, sedentes, a nuestra vista más cercanas a la
