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Mi vida en un solo libro
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Libro electrónico122 páginas1 hora

Mi vida en un solo libro

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Información de este libro electrónico

A mi edad, puede pasar cualquier cosa. Mi vida es un mundo de diversión. Conocer a tu primera novia en Primaria, irte a cualquier casa abandonada, conocer a miles y miles de actores. Comer en varios bufés hasta reventar, ir de balneario una semana…
Cuando llegues a los cuarenta años y has olvidado todo eso, ya no nos queda tanta energía, pero ¿y tú? ¿Tú quieres volver a repetir algo del pasado? Esto ha sido emocionante, divertido y también espeluznante, para qué olvidarlo, si lo vas a repetir. Pero ya podemos decir que esto lo hemos vivido y, lo mejor, aprovechado.
Este libro habla de mí, pero creo que también de todos vosotros, todas vosotras y todes vosotres. Leedlo. Nos reiremos un buen rato juntos, por cierto, ¿alguien quiere un orinal? Es por si no te aguantas de la risa. Y me temo que será difícil aguantar la risa. Vamos a acabar todos con Mi vida en un solo libro 2.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento18 mar 2024
ISBN9788410683044
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    Mi vida en un solo libro - Jesús Esbrí Miralles

    1500.jpg

    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Jesús Esbrí Miralles

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz Céspedes

    Diseño de cubierta: Rubén García

    Supervisión de corrección: Celia Jiménez

    ISBN: 978-84-1068-304-4

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    .

    Hola. ¿Qué tal? Soy Jesús Esbrí Miralles. Un niño que no está bien de la cabeza. Este es el primer libro que escribo y espero que lo disfrutes. Hay gente que ya me conoce de antes, pero si tú no me conoces, ya lo harás.

    Este libro se trata del orgullo. No me refiero al orgullo de Chueca, me refiero al orgullo de la comedia. Tranquilos, en este libro hay mucha comedia, mucho amor y mucho misterio.

    Pero antes de seguir una pregunta:

    ¿Para vosotros qué es mejor el orgullo o el amor?

    .

    Este libro está hecho

    para las personas de hoy en día

    CAPÍTULO 1

    EL AMOR O LA COMEDIA

    Antes de que empieces a leer te voy a hacer una pregunta: ¿crees en el amor? Hay gente que sí y hay otra que no. Pues yo soy de los que sí que cree. Esa gente que no cree en el amor… Ya llegará.

    Antes de hablar de Isabel y Jesús, vamos a jugar a un juego. En la palabra amor hay diferentes palabras para montar una frase:

    Amor en roma y regalo un ramo a omar.

    Cambiamos de tema que es mejor. En este libro os voy a contar las cinco vidas que tengo. Mi primera vida consiste en…

    Nos vamos a incorporar donde estábamos con Isabel y Jesús.

    Isabel era una amiga mía. Llegó el día 27 de octubre de 2018. Entré al instituto sobre las diez de la mañana. Una niña estaba sentada en un banco y era guapísima: rubia, con los ojos azules saltones y con un culito más bonito que la cabeza de un calvo.

    Al acabar la clase de las once, Isabel y yo nos cruzamos.

    —Hola, Isabel. ¿Nos podríamos ver al salir de clase? Yo estaba todo rojo y nervioso.

    Ella me dijo:

    —Sí claro. ¿Por qué no? A las dos te espero.

    Eran las doce y cinco y me iba a clase de gimnasia. A mí ya me daba igual correr porque el corazón ya lo tenía a cien por hora. En la clase de gimnasia no paraba de mirar el reloj. Cuando se hicieron las trece y treinta, para los de la ESO la una y media, el profesor de gimnasia dijo:

    —Venga, chicos, a cambiaros.

    Yo me cambié y me tiré desodorante para estar bien con Isabel, eso sí, yo me ducho una vez a la semana. Estando en el vestuario les dije a mis amigos gritando:

    —¡¡Chicos, que voy a hablar con una chica guapísima!!

    Y un amigo me dijo:

    — Pues venga, ya sabes.

    Yo, como no entendía nada de lo que me dijo mi amigo Juan, me fui corriendo fuera a la calle para ver a Isabel. Salí a la calle todo contento, pero ella no estaba. Estaba preocupado, fui calle arriba y calle abajo, como en una montaña rusa y no la vi.

    Al instante, vibró mi teléfono móvil que tenía guardado en el bolsillo, lo saqué y tenía un mensaje de un número privado que decía:

    «Jesús, ve a la zapatería que está cerca del instituto».

    Y como no entendí nada, fui a ver qué pasaba en esa zapatería. Entré y la persona que trabajaba allí me dijo:

    —Jesús, esto es para ti.

    Sin entender nada y abobado como siempre, me dio un sobre, lo cogí, lo abrí y en él decía:

    «Jesús, ve al restaurante Michelín que está frente de la zapatería».

    Yo estaba flipando en colores. Fui al restaurante, entré y había ocho camareros trabajando, tres de ellos estaban en la barra. Me hicieron un gesto con la mano para que fuese hacia ellos y me dijeron:

    —Jesús, esto es para ti.

    Una vez más me dieron un sobre, lo abrí y decía:

    «Jesús, ve al parque, allí estaré yo con un auto rojo».

    Y lo repito nuevamente. Estaba flipando en colores.

    Bueno, a lo que iba, fui al parque a ver si estaba mi… mi… Ya sabes quién, ¿no? Fui allí y estaba ella con su padre sentados en un banco, pero el padre estaba más calvo que el culito de un bebé.

    Yo estuve todo nervioso y a la vez enfadado.

    —¿Dónde estabas y por qué he tenido que ir a la zapatería y al restaurante?

    Ella cada vez se reía más, hasta que al final no aguanté y me fui enfadado. Pero ojo, cuando me iba cada vez más lejos, ella como está peor de la cabeza que yo, de lejos decía:

    —¡Jesús, ven por favor!

    Se escucharon los gritos hasta el pueblo de al lado.

    Cada vez me fui más enfadado a casa. Cogí las llaves de casa, entré y lo mejor de todo es que tuve una sorpresa en el salón. Mi tía estaba escondida dentro de la casa, detrás de las cortinas y cuando salió pegué un bote. ¡Uf! Que bote pegué.

    Salió de detrás de las cortinas como Drácula, solo le faltaban los colmillos. Me dijo:

    —Jesús, esa caja que está encima de la mesa es para ti.

    Yo me fui hacia la mesa, cogí la caja y dije:

    —Joder tía, sí que pesa.

    Y ella me dijo toda preocupada:

    —Ya sé que pesa, pero ten cuidado que es frágil.

    Vamos a salir un poco del libro y os digo lo primero que hago cuando alguien me dice que es frágil. Es poner la caja boca abajo en el sofá para que caiga todo.

    Bueno vamos a entrar de nuevo al libro.

    Tiré lo que estaba dentro de la caja con suavidad y me di cuenta de que había cuatro perros pequeñitos. Me puse a llorar de la emoción. Al principio todo es alegría y felicidad, pero como ahora los perros son más grandes que yo, madre mía la que te espera. Imagínate que estas con tu novio o novia solos en casa con los cuatro perros. Acabáis de sentaros en el sofá con una manta, palomitas y Netflix. Lo que quiero yo cada domingo, pero no puedo. Bueno ya me estoy empezando a enrollar.

    Estáis a mitad película, y de pronto hay un perro que está cagando. Bueno caca, caca… Una butifarra. Tu perro acaba de cagarse y tú sin más dilación vas a recoger la mierda, pero cuando vas a recoger la botifarra del perro, otro está meando, otro está haciendo el ñaca ñaca con la manta y el otro chupando… no mal pienses, está chupando el brazo de tú novio o novia y ahí tú ya te suicidas. Pero ahora en serio, para mí los perros que tengo que solo me quedan tres, el otro se lo encontraron en la carretera atropellado, son un amor. Y para ti, ¿qué son los perros?

    Cambiamos de tema, por favor, como estamos hablando de perritos, vamos a empezar con los chistes malos. ¿A que los echabais de menos?

    Primer chiste del día:

    ¿Qué hace un perro con un taladro? Taladrando.

    Un perro le dice a otro:

    —¿¡Sabes que soy el único perro del mundo que habla!?

    —Guauu.

    Bueno va, uno más y cuento una cosa que me pasó en un centro comercial.

    Había un perro llamado Pafuera. Un día le gritaron «¡Adentro Pafuera!» y el perro se volvió loco.

    Hasta aquí los chistes malos. Pero tranquilos que habrá más.

    Mi vida en realidad, es un show. Sí me queréis conocer ya vendrá el día, tranquilo o tranquila.

    Un día, hace mucho tiempo, no sé si era ayer o antes de ayer, fuimos a un centro comercial. Ahora que nadie nos está escuchando te digo que los centros comerciales son un aburrimiento.

    Imagínate que vas con tú hijo (si eres una madre o padre).

    O Imagínate que vas con tus padres (si eres un niño o adolescente).

    En este año hay una época que es muy jodida para todos. Que es Navidad.

    Los madres y padres de ahora cuando van con sus hijos a un centro comercial deben tener mucha paciencia con sus hijos. Porque no paran de decir…

    —¡¡Mamá cómprame

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