The Black Book 3. Una Historia del Metaverso
Por J. P. Johnson
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Cathy y Nuria se han comprado una jodida isla en el Caribe y quieren ir a vivir allí una temporada, todo el tiempo que consigan alejarse de sus familias, pero se han convertido en las propietarias de terrenos más importantes del Metaverso y tienen a los putos servicios de inteligencia de todo el planeta detrás de ellas.
Pero la inteligente Cathy, de manera random, consigue siempre una ventaja, y esta vez no será menos.
J. P. Johnson vive en la isla de Mallorca. Antiguo guardaespaldas de autoridades militares y broker de bolsa, en la actualidad se dedica por completo a la literatura. Es autor de las exitosas series The Black Book, El Quinto Origen y La Venganza de la Tierra.
J. P. Johnson
¡Hola! Soy Joan Pont, aunque publico algunas de mis obras como J.P. Johnson, encantado de conocerte. Vivo en la isla de Mallorca, la mayor de las cinco islas del Archipiélago Balear. Ese es el motivo por el que toda mi obra está impregnada de una "mediterraneidad" profunda y de una pasión desmedida por este pequeño trozo de tierra rodeado de agua salada. Me encanta el mar, practico el surf y el paddle surf y me indigna ver cómo estamos destruyendo este Mediterráneo que conforma el germen de nuestra existencia. Cada vez hay más plásticos y menos peces, pasan barcos a mi lado echando humo de sus motores arrastrando redes kilométricas que destrozan los fondos mientras grandes yates fondean sobre praderas de posidónea y al levar las anclas destruyen estas plantas que son los pulmones del mar. Por eso un día me puse a escribir "La venganza de la Tierra. Mare Nostrum". Porque, tal como explica Lovelock, algún día Gaia, la Madre Naturaleza, acabará con nosotros. En mi novela Gaia nos da un aviso que acaba con la mayor parte de la Humanidad, pero concediéndonos una segunda oportunidad que, como se ve al final, no será entendida por todos. Pere Quetglas sí lo entiende, y su cometido será, a partir de ahora, concienciar a los que han quedado para que no vuelva a repetirse. Mi última obra es "El Quinto Origen. Stonehenge". Tengo que confesarte que estoy completamente enganchado a ella. Me apasiona la historia de los seres inmortales, Jesús y Lucius, que construyen monumentos y luchan entre ellos a lo largo de la Historia. Al mismo tiempo me he enamorado de Mamen, una mujer increíble. En estos momentos estoy terminando la segunda parte de El Quinto Origen, llamada Nefer-Nefer-Nefer. Pero habrá más. Por supuesto que sí. Mi ilusión por la literatura nunca se va acabar, es algo que llevo infiltrado en la sangre, y la culminación de mi trabajo es que te guste mi obra, querida lectora, querido lector, que te enamores de Odisea Pascual y de Mamen Torres, tal como he hecho yo, que llores con Joanet y con Cristian, y que te quedes boquiabierto con la figura de Jesús a través de la historia de la Humanidad. Muchas gracias por leerme. Un gran abrazo.
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The Black Book 3. Una Historia del Metaverso - J. P. Johnson
THE BLACK BOOK 3
Una historia del Metaverso
J. P. Johnson
Para Cristian.
THE BLACK BOOK 3. Una historia del Metaverso.
© J. P. Johnson / Joan Pont Galmés [2024]
Todos los derechos reservados.
Un black book es un cuaderno donde l@s grafiter@s realizan sus esbozos de proyectos futuros. Generalmente se enseñan para mostrar su estilo a otr@s grafiter@s. También es como una especie de diario de graffitis
de manera que se puede ver cronológicamente cómo va evolucionando el estilo.
1- No provoques una acción que no estés segura de dominar
- I-Ching.
Cathy estaba tumbada en la cama de su habitación, en la casa de sus padres, en Palma de Mallorca.
Pensaba.
De vez en cuando Chuli, la yorkshire que dormitaba a su lado, levantaba la cabeza y miraba a Cathy con curiosidad. Ella estaba segura de que Chuli captaba los impulsos eléctricos de sus neuronas.
-No te preocupes, Chuli, ahora mismo estoy de chill, aunque ha sido muy cringe, real tía, muy, muy cringe…
La habían intentado secuestrar, casi nada. Tres tías con trajes negros, muy chetadas, con pinta de saber muy bien lo que hacían, como si lo hicieran cada día. Cathy visualizó los ojos de la que le había hablado para distraerla y que la otra pudiera llegar por detrás y sujetarle los brazos para empujarla al BMW que las estaba esperando y todo su cuerpo se convulsionó con un escalofrío.
Chuli levantó la cabeza de nuevo y la observó un instante con las orejas tiesas.
-No es nada, mi crush, estoy de chill, tranquila…
Acarició la cabeza de la perrita mientras levantaba la mano izquierda para ver si todavía le temblaba. Hacía un momento había intentado llamar a Grupo Control para contratar un servicio de seguridad personal, pero el temblor no le permitió ni marcar el número.
-Vale, parece que ahora sí…
Sus llamadas ya no pasaban por la recepcionista de la empresa. Laura Ripoll, la dueña fundadora, se ocupaba de atenderla en persona, no en vano Cathy representaba más del cincuenta por ciento de facturación de la empresa de seguridad Grupo Control.
-¡Hola Cathy! ¿Cómo estás hoy?
A Cathy le tembló tanto la voz que pensó que estallaría en un lloriqueo sin final aparente pero, de manera increíble, logró dominarse.
-Mal… Fatal… Han intentado secuestrarme, Laura…
-¡No me jodas! ¿Estás bien?
-Menos mal de las taxistas, tía. Si no llega a ser por ellas me habrían metido en un coche.
-¡Vaya mierda! ¿Qué dice la policía?
-No… no he ido…
-¿Por qué?
-Es cosa mía, ya te lo explicaré.
-Vale, no estoy de acuerdo con eso, pero tú mandas - admitió la mujer. -Supongo que me llamas para pedirme más seguridad…
Cathy suspiró con tanta fuerza antes de responder que sus pulmones llegaron un llegó un poco más lejos de sus cinco coma ocho litros de capacidad de aire y tuvo que cerrar los ojos para mitigar un intenso dolor.
-Guardaespaldas, eso es lo que necesito. Que me acompañen siempre…
-Eso está hecho, conozco a las tías adecuadas. Dos cinturones negros de kárate y una G5 de Krav Maga. ¿Te vale con tres o quieres más?
-Tres para mí y tres para Nuria.
-¿Le han hecho algo a ella?
-No, pero está tan acojonada o más que yo. Le he dicho que se meta en su habitación y no se mueva de allí…
-También tendríamos que poner seguridad en vuestras domicilios familiares - la interrumpió la mujer, que ya estaba visualizándose en un resort de las Maldivas con su marido y sus dos hijos gracias a las pingües ganancias que le reportaría aquello.
-Vale, pero algo muy discreto. Nuestras madres no saben nada.
-Sí, no te preocupes. Dos vigilantes permanentes en cada casa, las veinticuatro horas. Que se muevan por la calle y observen desde el coche. Nadie tiene porqué darse cuenta.
-¿Cuándo las tendrás?
-En un par de horas. Mientras tanto no te muevas de tu casa.
-Vale, me entran llamadas. Te dejo. Chau.
Era Nuria. Videollamada por Whatsapp.
-¿Cómo estás, tía?
-Hecha una puta mierda, ¿y tú?
-Muy lejos de mi prime, tía. ¿Y ahora qué hacemos? He estado pensando, tía. Claro, esto es lo que les pasa a las millonarias, joder. No nos habíamos dado cuenta. ¡Vaya mierda! Intento de secuestro, tía. Si eres pobre te roba la mochila una yonqui de tu barrio pero con tanta pasta vienen las profesionales ¡Esto me da mucho cringe! ¿Estás segura de lo de la policía? ¿No quieres ir y contárselo?
Sí, Cathy estaba muy segura, pero aún así levantó la mano derecha para empezar a enumerar sus motivos y otorgarse a sí misma la confianza necesaria.
-Uno: saldrá en los periódicos. Intento de secuestro de una adolescente en Palma. Dos: ¿por dónde empiezo a explicarles toda esta mierda? Tres: ¿le hablo de tí a la pasma? Cuatro: nuestras madres acojonadas y se monta un puto beef. Cinco…
-¡Vale ya, tía! - protestó la otra. -Joder, quiero estar contigo, tía. ¿Qué hacemos ahora? ¿No podremos vernos, o qué?
-Nos pondrán guardaespaldas… - respondió Cathy.
-¿Guardaespaldas? ¿Y si nos shipeamos con ellas?
-Las guardaespaldas no son para follárselas, Cathy.
Nuria empezó a reírse como una posesa.
-Ahora sería el momento de irnos a la isla esa, tía - dijo, cuando por fin pudo hablar de nuevo. - ¿Ya la han comprado?
Un par de días atrás Fátima, su community manager, había contactado con uno de los mejores bufetes de Europa, el despacho Vallespir, Matas, Stolley y asociados, para comprar una isla privada llamada Cayo Pájaro, en Bahamas, por cincuenta millones de dólares.
-No lo sé, pero es muy pronto. Espera, llamaré a Fátima.
Mientras Cathy hablaba con la community Nuria recorrió su dormitorio con la mirada. Las cosas estaban sucediendo demasiado rápido, madre mía. ¿Cuánto tiempo hacía que era rica? ¿Unos meses? Sí, era un putoflipe. Empezaba a echar de menos su anodina vida de antes. Ir al insti en bus, que nadie te hiciera ni puto caso, ir a escribir con Cathy en las vallas de la autopista… ¿Valía la pena todo aquello? ¿Las fiestas? ¿La mansión? ¿Qué obtenía ella a cambio? Comprar todo lo que te diera la gana estaba muy bien, eso sí, pero de todas formas tenía que hacerlo a escondidas de su madre.
-¡Dime! ¿Cómo estás?
Fátima tenía la voz distorsionada por el nerviosismo.
-Mejor que hace dos horas - respondió Cathy. -¿Has visto algo raro por ahí?
Su community manager se había instalado en la mansión de Son Vida de manera permanente. Ella era mayor de edad y no necesitaba esconderse como Cathy y Nuria, al contrario, ya le había comprado a su madre un piso y un coche nuevo, porque el dinero entraba en su cuenta como la corriente de un río imparable.