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Confesiones de una adolescente hermafrodita
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Confesiones de una adolescente hermafrodita
Libro electrónico289 páginas3 horas

Confesiones de una adolescente hermafrodita

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Respaldada por una de las investigadoras líderes en desórdenes del desarrollo sexual, Confesiones de una adolescente hermafrodita, es una novela para jóvenes adultos. Un retrato auténtico acerca de los problemas enfrentados por una adolescente intersexual.

Jamie nació con un testículo, un ovario y un rostro angelical. Luego de una cirugía menor y un par de años de testosterona, puede ser varón. Bueno, al menos eso es lo que siempre dicen sus padres. Pero en el espejo, él ve a una princesa elfa. Para convertirse en el hombre que sus padres pretenden, Jamie deberá renunciar los sueños y esperanzas de una niñita.

 A los dieciséis años, la soprano de un metro y medio, abandona un protegido entorno escolar doméstico para irse a un dorm de varones en la universidad. La princesa elfa puede vivir en los libros que lee Jameson y nadie tiene que enterarse que no es como los otros chicos.

Cuando una estudiante de medicina le dice que tendría que haber sido criado como mujer, afloran recuerdos infantiles suprimidos. Una vez más, Jamie ve en el espejo a una princesa elfa y recuerda quién era de niña. ¿Qué tienen de malo los sueños de Jamie que no pueden ser su vida?

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento7 nov 2020
ISBN9781393496786
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    Confesiones de una adolescente hermafrodita - Lianne Simon

    1


    Coral Gables, Florida — Diciembre, 1970

    Un dolor, agudo y persistente, me hizo volver a la conciencia. Retiré las frazadas con una patada e intenté levantar la cabeza. Mi mano rozó mi bajo abdomen en busca de sangre. En cambio, el vendaje de gasa significaba que los doctores ya habían curado mi herida.

    ¿Cómo te sientes? Un ángel revoloteó al lado de mi cama. Ojos occidentales dominaban su hermoso rostro asiático. Cabello negro caía como cascadas sobre sus hombros bronceados. Una blusa de seda sin mangas se abrazaba a su cuerpo perfecto. Mientras la miraba, la delicada preocupación en sus ojos se transformó en diversión. "Jamie [1] , soy Lisa. ¿Recuerdas?"

    Lisa – mi única verdadera amiga en la universidad. Las nieblas se disiparon, dejándome aturdido y dolorido en una cama hospitalaria. "Gracias por venir. ¿Cómo te has enterado que me operaban del apéndice?

    Sombras surcaron sus cejas, oscureciendo su rostro. Tu compañero de cuarto Neanderthal dejó un mensaje diciendo que estabas en trabajo de parto

    ¡Oh! Una risa se convirtió en dolor abdominal cuando mis músculos se contrajeron. Presioné suavemente mi incisión reciente, deseando que eso ayude. Frank era especialista en burlarse de su pequeño compañero de dorm [2] , pero también lo protegía de abusos más serios de parte de los otros muchachos del campus.

    Frank no es malo dije

    Duda inundó su rostro. ¿Qué le ve esa estudiante de medicina?

    Si. Ella. Sharon consideraba que mi estructura pequeña y rostro inusual eran la evidencia de un raro trastorno que rogaba ser diagnosticado. Creo que eran novios en la escuela secundaria. Antes de entrar a la universidad, Frank había trabajado un par de años en la concesionaria de autos de su padre. Con su nuevo Trans Am [3] y su belleza masculina, era perseguido por una buena cantidad de chicas. Busqué en los ojos de Lisa, preguntándome que veía ella de interesante en un muchacho como yo.

    Lisa se sentó en la cama, su cadera rozando mi rodilla desnuda. Se rió, burlándose nuevamente. Deberías mostrar un poco de piel de vez en cuando

    Mmm. Mostrar mi piel tersa solo les daría otro motivo más a los muchachos para burlarse. Mi melena rubia rojiza crecía gruesa y lacia, pero el resto de mi cuerpo estaba libre de pelo.

    Se escucharon pasos en el pasillo afuera de mi habitación. Lisa acomodó la frazada, besó mi frente y acarició mi pelo. Descansa. Vengo mañana

    Cerré los ojos, feliz de tener una amiga como ella.

    Cuando volví a despertar, vi a alguien parado al lado de mi cama. ¡Uh! Mi madre debe haber tomado el vuelo nocturno para llegar tan rápido de Miami a Illinois. Mamá, no era necesario que vengas desde tan lejos. Estoy bien.

    Jameson, si tuvieras… Hizo una pausa y apartó el cabello de mi rostro. "…una hija en el hospital ¿no vendrías a visitarla?

    ¡Vamos! Okey, no me has visto con cabello largo desde que tenía nueve años, pero no estoy afeminado y no uso ropa de mujer. Entonces ¿por qué hacer tanto problema? Al menos mamá solamente insinuó su disgusto por mi apariencia. Papá seguramente enloquecería.

    En lugar de discutir, cambié de tema. Perderé mis finales

    Sonrió y acarició mi brazo. No importa, cariño. Lo entenderán. Nadie espera que rindas exámenes mientras te encuentras en el hospital.

    Alicia se sentó del otro lado de cama. La niña de trece años medía 15 centímetros más que yo pero seguía siendo mi hermanita. Oye Ali, ¿disfrutaste del viaje?

    Asintió con la cabeza. Si, volar es divertido. Alicia tomó mi mano y sonrió.

    Solamente habían pasado cuatro meses, pero la extrañaba como si hubiesen pasado años. Sin embargo, no quería hacerla sentir mal admitiéndolo. ¿Esto cuenta como proyecto escolar?

    Se supone que tengo que escribir un trabajo cuando regresemos

    Mi hermana tenía un libro en la mano, así que le pregunté que estaba leyendo.

    "Mamá me está haciendo leer los libros de tu lista de favoritos. La semana pasada terminé Pollyanna y Anne de los Gables Verdes. Me traje Jane Eyre [4] para leer en el avión.

    Mamá rozó mi brazo con su mano, captando nuevamente mi atención. El hospital tardó mucho en ubicarme en Springfield. Le di a Kaylah un poder médico. Ahora vive en Coconut Grove, por ende, ante una emergencia, puede autorizar tu internación. Quiero que tengas su número de teléfono en la billetera.

    ¿Qué hay con eso? Mamá y papa no se hablaban con mi prima desde que yo tenía nueve años. Okey ¿La habían perdonado? Volver a hablar con ella sería genial.

    Los médicos seguramente te darán el alta jueves o viernes. Te dejaremos en la casa de los Pierson antes de irnos. Puedes quedarte con Sharon y su hermano durante el receso de Navidad

    ¿Sharon? ¡Estaba condenado! Abrí los ojos y me incorporé. Mejor dicho, lo intenté. Mis ojos se llenaron de lágrimas de dolor y me volví a recostar. No mamá, estaré bien en el dorm.

    Frank no estará ahí y no quiero que estés solo en tu cuarto luego de la reciente operación

    ¡Pero el receso de Navidad dura tres semanas! Mucho más tiempo del que quisiera que me estén examinando debajo de un microscopio. ¿Quién sabe qué se le podía ocurrir a Sharon? Dentro de un par de días voy a estar bien

    Esto no está abierto a debate, Jameson. No podemos pagar un hotel por tanto tiempo

    Sí, señora

    Mamá acercó su silla a la cama y apoyó su mano en mi brazo. Cuando llegué, había una joven de ambo blanco en tu habitación. Sé cómo te sientes con los doctores así que les pedí que los chequeos fueran los mínimos indispensables. Se disculpó y se presentó como Sharon Pierson, diciendo que solamente era una estudiante de medicina visitándote. Conversamos un buen rato. Sus padres están pasando el invierno en el norte, así que apreciaría un poco de compañía. Tienes suerte de tener a alguien como ella de amiga.

    ¿Amiga? Cerré los ojos y solté un gruñido. En los campos de mi imaginación, Frankenstein perseguía criaturas de La Isla del Doctor Moreau. [5]

    Al cuarto día, me dieron el alta. Me fui del hospital deseando nunca más estar cerca de ese lugar. Fue suficientemente malo que me tuvieran que operar, pero ¿me tenía que revisar todo el planeta?

    Alicia y yo esperamos en la recepción mientras mamá fue a buscar el auto alquilado. Mi hermana sonrió y apartó el cabello de mis ojos. Me sorprende que mamá no haya dicho nada. Tu cabello está bastante largo

    Largo y desprolijo. Papá me había cortado el cabello la primavera anterior y no me lo había vuelto a cortar desde entonces. Por favor ni lo menciones ¿okey? Ahora no necesito que me fastidien con nada

    Okey, no digo nada. Sin embargo, eres bonito con el cabello largo

    Alicia era mi mejor amiga, pero había cosas que no dejaba en paz. Vamos Ali. Recién salgo del hospital. Aparte, muchos chicos usan el cabello largo

    Si pero papá dice que son todos hippies fumadores de marihuana y desertores.

    ¿A quién le importa? No uso drogas pero quemaré mi tarjeta de reclutamiento cuando la reciba. [6]

    ¡Jamie! No digas eso. Papá ya se siente avergonzado de ti. Scott murió como héroe de Vietnam, pero tú eres mitad niña. Si te reclutan, sabes que no te aceptarían. ¿Qué sentido tiene?

    "El año pasado le dispararon a alumnos en Kent State. No eran criminales violentos, Ali. Solamente chicos desarmados. [7] Las ideas son importantes, aunque tus actos solo sean simbólicos."

    Mamá llegó con el auto, y me senté en el asiento del acompañante. De camino a la casa de Sharon pasamos a recoger ropa y otras cosas por mi dorm. No podía creer que mi madre me obligara a quedarme con Sharon. La estudiante de medicina ya manejaba la vida de Frank. ¿Por qué tenía que manejar también la mía?

    Abrí la puerta del auto y me bajé apenas paramos. Sharon estaba descargando bolsas de supermercado de su auto. Cuando me miró, su sonrisa me recordó a la de un científico demente planeando un experimento malvado.

    Luego de que Alicia ayudara a Sharon entrar sus bolsas, todos se abrazaron y se despidieron. Mi mamá y mi hermana se subieron al auto alquilado y se fueron al aeropuerto.

    Ofrecí ayuda para guardar las cosas pero Sharon me recordó que aun no puedo levantar nada pesado. Así que me senté en una silla en la mesa de la cocina y la observé. ¿Cuando se supone que llega tu hermano?

    Sharon se sentó frente a mí, sosteniendo una hoja de papel con las dos manos. En realidad, Tyler dejó una nota…su unidad está en alerta…llamará apenas sepa algo…así que estamos solos los próximos días. ¿Está bien? Si no, te puedo llevar de regreso a Eaton Hall.

    Mi madre no iba a estar contenta si su hijo estaba solo con Sharon o desobedecía y volvía a la universidad. Por otra parte, a Papá tal vez sí le gustaría la idea de que estuviera solo con una chica. No. Mamá quería que me quede con alguien. Reí con nerviosismo. Sin embargo, por favor no le digas que estábamos solos. Se pondría histérica.

    ¿Estás seguro que esto está bien?

    En realidad, no. La situación era horrible, pero ¿Qué otras opciones tenía? Sí. Bueno, mejor que estar solo en el dorm Me encogí de hombros. Y mejor que ir a casa

    ¿Por qué? ¿Tan mala es tu familia?

    No, amo mi familia, pero Papá querría raparme la cabeza. Cree que parezco una chica cuando tengo el cabello largo

    Sharon ladeó la cabeza, estudiándome. Luego se paró y cogió un par de contenedores del refrigerador. ¿Está bien sándwiches de pollo? Iba a recalentar la carne asada pero no tengo mucho hambre.

    Si, yo tampoco estoy hambriento

    Los dos nos sentamos a una cena de sándwiches de pollo y papas fritas. Los ojos láser de Sharon me quemaban. Ya estaba examinando su espécimen, así que puse mi sonrisa de niño inocente y me acerqué. ¿Qué sucede?

    Estaba pensando lo bonito que eres cuando sonríes dijo.

    ¡Como si necesitara tres semanas de esto! Gracias Sharon. Yo también te quiero.

    No, en serio. Tal vez por eso tu padre cree que te ves como una chica

    Dejé mi sándwich y sacudí la cabeza. Así no es cómo funcionan la cosas. Si tengo el ceño fruncido, igual me hace cortar el cabello

    ¿Entonces por qué hacerlo?

    ¿Por qué era tan difícil entender que debía obedecer a mi padre? Es mi papá. Ya sin hambre, jugué con mi sándwich. Si el cabello corto lo hace feliz, entonces me lo corto.

    Sharon miró su vaso vacío y trajo otra gaseosa del refrigerador. ¿Porque a tu padre le importa tanto tu apariencia?

    ¿Y por qué debería decírtelo a ti? Mirando mi plato con mala cara, me llamé al silencio.

    Puedes confiar en mí. No le diría a nadie

    Si. Claro. Mmm. Seguramente me chantajearía. Una persona más bajo su control. Un paso más hacia la dominación mundial.

    Sharon dejó su tenedor e inhaló profundamente. Su rostro se suavizó y su cuerpo se relajó. Había tristeza en sus ojos. Estaba el Dr. Jekyll convirtiéndose en la Señorita Hyde? [8] Wow. Tal vez era una persona de verdad, con sentimientos y todo. Cuando Sharon volvió a hablar, nunca había escuchado su voz tan suave. Jamie, el Hospital de Doctores es un hospital escuela. A principios de esta semana los vi examinar a alguien con un trastorno poco frecuente. El paciente tenía dieciséis años, medía aproximadamente cinco pies y tenía el cabello rubio rojizo. Todavía estaba inconsciente luego de que le extrajeran el apéndice. No le reconocí la cara hasta el final, no me hubiese quedado sino. Se encogió de hombros, viéndose arrepentida. Lo siento.

    Los músculos de mi estómago se paralizaron, haciendo que casi vomite el almuerzo. Hice una mueca, nervioso de que mi corazón tal vez no volviera a latir. Por unos segundos, el único sonido era el del reloj de la cocina. Mi pulso volvió de repente, golpeándome en los oídos. ¿Que mas me podrían sacar? Inhalé profundamente, cerré los ojos y exhalé. Le robaste su secreto. susurré. ¿Qué pasará si todos lo saben?"

    No, susurró Sharon, sacudiendo la cabeza suavemente. Soy la única que te reconoció y no se lo diré a nadie. Puedes confiar en mí para guardar tu secreto

    Miedo e incertidumbre cruzaron mi mente. ¿Tenía otra opción? La miré sin pestañear, con los ojos fuera de foco. ¿Cuánto sabía? ¿Que dijeron de él los doctores?

    Sharon puso su cara de estudiante de medicina. Se hubiese visto perfecta con un ambo blanco. Tienes una condición genética que resulta en una baja estatura, rostro angelical y un cuerpo sexualmente ambiguo. Los doctores señalaron partes de tu anatomía. Y, agregó con un susurro conspirativo, dijeron que tendrías que haber sido criado como niña.

    Miré fijamente la mesa, preguntándome quien en la vida querría de amiga a una estudiante de medicina entrometida. Pero ya que sabía todo, deseaba su aceptación. Cerré los ojos nuevamente, intentando calmar mis nervios destrozados. ¿Y si lo fue?

    ¿Que quieres decir? No entiendo.

    ¿Cómo podría alguien explicar una niñez como la mía? Coloqué mi plato en el lavavajilla y regresé a la sala de estar. Vi por la ventana como las nubes blancas flotaban en el cielo celeste. Una risa infantil hizo eco a través de los años. Una vez había sido feliz, dichosamente inconsciente de lo que me esperaba. Fuera de mi campo visual, sentí el acercamiento silencioso de Sharon. Con la voz apagada dije, Tal vez cuando era pequeño, él pensaba que era una niña, pero cuando creció, a sus padres no les gustaba eso.

    ¿Entonces eres varón porque eso es lo que querían tus padres?

    Rechazada, la pequeña niña había huido del dolor en los ojos de su padre. Se había escondido en el único lugar donde nadie la podía encontrar. ¿Debería decirte la verdad acerca de Jameson? ¿Me ayudarías si entendieras? Con la voz apagada, dije Tal vez construyó un niño de mentira para engañarlos a todos.

    En un rincón de la sala de estar había una silla de respaldo alto al lado de una lámpara de pie. Tomé asiento con mis pies recogidos debajo de mis glúteos y tomé una revista. ¿Qué sentido tenía lidiar con viejas heridas? La niña había muerto hacía mucho tiempo.

    Sharon se detuvo delante mío con el rostro preocupado. Alguien debería decirle que me gustaría ser su amiga Tendió su mano, dudó y luego tocó mi brazo. Apartándome, me levanté y caminé hacia el cuarto de huéspedes. En la puerta, giré y la miré mientras la tristeza crecía en mi pecho. No ha hablado con nadie desde que tenía nueve años

    2


    Me desplomé en la cama del cuarto de huéspedes. Mucho tiempo atrás tomé conciencia de que tarde o temprano alguien se enteraría que Jameson no era un chico común entre las piernas. Pero nunca esperé que alguien descubriera que dentro de su cabeza tampoco era muy varón.

    Sharon quería ser mi amiga, pero era demasiado doctora. Ya le había hecho algo malvado a su cerebro. ¿Por qué le admití cosas a ella? Empacar mis cosas y volver a la universidad era lo más seguro, pero me tenía atrapado en su frasco de muestras. ¿Qué opción tenía? Si no era mi amiga, tal vez le dijera a mamá que realmente tenía problemas de género. Y ahí sí que sería historia.

    Jameson existía como miles de reglas de cosas que hacen los varones y cosas que no. Muy dentro mío, le quité el polvo a una de esas reglas. ¿Era posible enterrar una parte de él? Tiré, suavemente al principio y luego con más firmeza. Con un pequeño ruido, la regla salió. Esperé, sondeando cualquier reacción adversa, listo para reemplazarla. Un leve alivio de inhibición fue lo único que noté. Hacia cada lado del pasillo, tan lejos como pudieran ver los ojos, Jameson se estiraba más. Esto llevaría tiempo.

    Una de sus reglas se resistió sola, como un guardián cuidando a otros, resguardando y preocupándose por ellos. Cuando la rocé con los dedos, una sensación eléctrica cruzó mi vista. Imágenes como ráfagas, sonidos confusos cayendo suavemente en mis oídos. Niños en una fiesta. No recordaba nada de mis primeros cumpleaños. ¿Mi memoria lo había bloqueado? ¿Por qué olvidar una estúpida fiesta? Ignorando las imágenes y sonidos que me inundaban, tiré de la punta…y me vi envuelto en el pasado.

    No contaba con ropa acorde a una princesa elfa [9] , entonces mi prima Kaylah me prestó algunas prendas de segunda mano que le habían obsequiado en El Pueblo de las Hadas [10] . Sacudió su cabeza mientras sostenía delante mío una falda blanca de terciopelo. "No me importa si ese viejo libro dice que los Kirkpatricks están hechizados. Tu rostro es bean shìdh [11] , pero el resto de tu cuerpo es brùnaidh [12] .

    A los cinco años solamente era un poco más alta que mi hermana Alicia, de dos años, así que la ropa me quedaba demasiado grande. "Por favor, Kaylah. Los brownies también son duendes. Solo que no son tan altos."

    Está bien. Con un alfiler de gancho prendió la falda a mi enagua. La cintura estaba a la altura de mis axilas y el ruedo barría el piso. Las mangas de satén de la blusa verde bosque me llegaban a la punta de los dedos. Envolvió mi cintura dos veces con una cinta de encaje plateado e hizo un moño en la parte posterior. Colocó una flor de seda de araña en mi hombro. Tomó asiento para poder atar las cintas de los zapatos de ballet alrededor de mis tobillos. Ya estás lista dijo aplaudiendo. La mismísima Princesa Grace no se viste con tanta delicadeza [13]

    Ropa fina no era todo lo que una princesa elfa necesitaba para una fiesta, así que me senté frente a mi reflejo y esperé a que mi criada terminara. Se paró detrás mío en el espejo de pared, su cara con gestos de gran concentración. Yo sonreí mientras retiró los ruleros de mi cabello y lo preparó hasta que estuvo perfecto. No estaba muy largo, pero el color era lindo, algo entre zapallo maduro y el dorado de los aros que me colocó en la orejas.

    Con el rostro lleno de asombro, Kaylah sostuvo ante mis ojos una pequeña botella de vidrio. Existe un río tan alto en las Montañas de la Luna que el agua se torna color plata-azulada. Retiró el tapón de la botella y embebió en ella un pequeño pincel. Esmaltaré tus uñas con luz de luna. Quédate quieta hasta que se seca

    Sentada delante del espejo estaba una hermosa princesa elfa con su radiante pelo dorado, grandes ojos esmeralda, pequeña boca roja y mejillas rosadas salpicadas de pecas. Ella era la criada de elfas más feliz del reino. Me puse de pie, tomé un manojo de terciopelo blanco de cada lado, hice una reverencia a la mujer del espejo y giré para que mi falda volara.

    ¡Hermosa! gritó Alicia, con un dedo en la boca

    Mis dos niñas son hermosas. Kaylah se inclinó y besó a mi hermanita en la mejilla.

    ¿Estás lista, cumpleañera? Tomó mi mano y la sostuvo en alto. Su corte la espera, mi reina Giré en puntas de pie, una bella bailarina, mis zapatos brillando como estrellas en el cielo nocturno"

    El pirata Jimmy entró tambaleando en la cocina, sable de madera a su lado y un parche negro sobre un ojo. Alicia bailó en su pequeño tutú rosa y alas hechas con perchas de alambre y tul. Gladys estaba vestida como Dorothy del Mago de Oz [14] , hasta tenía zapatos rojos. También había traído a Toto, un muñeco de peluche parecido a un perro. Kaylah tenía puesto un mameluco gastado, una blusa a cuadros y un viejo sombrero de paja.

    Habían juntado dinero entre todos y me habían comprado un regalo. Kaylah debe haber envuelto el paquete porque los bordes y dobleces estaban todos derechos. Saqué la cinta, con cuidado para no romper el papel. Adentro había una nueva Raggedy Ann [15] . Un grito de alegría salió de mis labios y abrazaba a la muñeca contra mi pecho. ¡Sofie! ¡La voy a llamar Princesa Sofie!. La senté al lado mío en mi trono y le acomodé el

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