Ausencio Cruz, escritor
Apr 20, 2020
2 minutos
I
Ahí está… ¡ya se había tardado! Los grito-tes de mi vecina se oyeron con más fuerza y claridad que nunca:
–¡Que teeeesteeesquieeetooo!
Y claro, no queda la menor duda, el grito fue para su nieto. Me lleva. Apenas van como cuatro días y ya se lo quiere comer. No
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos