BOGOTÁ.- Frente al inusual repunte de abusos e “inadmisiones” migratorias de visitantes colombianos en México, el presidente Gustavo Petro ha sido, más que prudente, omisivo.
El mandatario, que suele ser muy enfático y activo en redes sociales cuando se trata de defender los intereses de Colombia, ha tomado distancia del tema de los recurrentes maltratos de agentes migratorios mexicanos a los turistas de Colombia que viajan a México a disfrutar de las playas de Cancún o de la arquitectura colonial del Centro Histórico de la capital mexicana.
En el primer trimestre de este año han sido “inadmitidos” y devueltos a su país 13 mil 839 colombianos