Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

La creación de un monstruo: La imagen de Augusto Pinochet en caricaturas de prensa extranjera
La creación de un monstruo: La imagen de Augusto Pinochet en caricaturas de prensa extranjera
La creación de un monstruo: La imagen de Augusto Pinochet en caricaturas de prensa extranjera
Libro electrónico347 páginas3 horas

La creación de un monstruo: La imagen de Augusto Pinochet en caricaturas de prensa extranjera

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Pocas cosas irritan y provocan más que el lacerante filo de la ironía y la sorna que se planta desafiante ante el poder tiránico. Quizás más que el panfleto y la denuncia fundada, la caricatura y el humor políticos pueden ser un arma efectiva para desnudar las flaquezas de las dictaduras y de quienes las encabezan: sus bravuconadas pronunciadas siempre a resguardo, sus gestos genuflexos y desmesurados, sus absurdas muestras de gala y entronización. De eso precisamente trata este libro, que reúne caricaturas publicadas fuera de Chile, especialmente en Europa y Estados Unidos, en torno a la figura de Augusto Pinochet.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 sept 2023
ISBN9789563574401
La creación de un monstruo: La imagen de Augusto Pinochet en caricaturas de prensa extranjera

Relacionado con La creación de un monstruo

Libros electrónicos relacionados

Historia de América Latina para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para La creación de un monstruo

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    La creación de un monstruo - Manuel Gárate Chateau

    La creación de un monstruo

    La imagen de Augusto Pinochet en caricaturas de prensa extranjera

    Manuel Gárate Chateau

    Ediciones Universidad Alberto Hurtado

    Alameda 1869 - Santiago de Chile

    mgarciam@uahurtado.cl – 56-228897726

    www.uahurtado.cl

    Primera edición septiembre 2023

    Los libros de Ediciones UAH poseen tres instancias de evaluación: comité científico de la colección, comité editorial multidisciplinario y sistema de referato ciego. Este libro fue sometido a las tres instancias de evaluación.

    Esta investigación se financió parcialmente a través de proyecto Fondecyt de postdoctorado

    Nº 3130649: "La construcción de la imagen del dictador latinoamericano a través de las caricaturas

    sobre Augusto Pinochet publicadas en la prensa extranjera: 1973-2006 (Estados Unidos, Francia e Inglaterra)", y también forma parte del proyecto COES ANID/FONDAP/ 15130009.

    ISBN libro impreso: 978-956-357-439-5

    ISBN libro digital: 978-956-357-440-1

    Coordinador colección Historia

    Daniel Palma Alvarado

    Dirección editorial

    Alejandra Stevenson Valdés

    Editora ejecutiva

    Beatriz García-Huidobro

    Gestión de derechos de imágenes

    Malena Bastías y Daniela Belmar

    Diseño interior

    Elba Peña

    Diseño de portada

    Francisca Toral

    Imagen de portada: KAL, The Observer (septiembre, 1985). Se agradece la generosa donación.

    Con las debidas licencias. Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en las leyes, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamos públicos.

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

    Para Acacia, Amalia y Clara, quienes siempre me han acompañado.

    Y a mi familia, colegas y amigos.

    Un especial agradecimiento a todos los caricaturistas y medios que

    cedieron generosamente el uso de sus imágenes y que transmitieron

    un mensaje positivo y alentador en esta búsqueda que me

    animó a seguir trabajando.

    Pero dedico este libro especialmente a los caricaturistas de

    Charlie Hebdo, y a todos quienes, de una u otra forma,

    han enfrentado la intolerancia y el autoritarismo a través del humor,

    incluso a costa de sus propias vidas.

    "Tu imagen en el mundo es horrorosamente mala (Augusto). Pero pésima.

    Es sinónimo de orangután, de ogro. Las caricaturas son horrorosas…".

    General Gustavo Leigh Guzmán¹

    NOTAS

    ¹ Grabación secreta de conversación entre el general Gustavo Leigh (integrante de la Junta de Gobierno) y el general Augusto Pinochet. La transcripción completa se encuentra en el libro escrito por la esposa del general Leigh. Ver: García, Gabriela, Leigh, el general republicano, Santiago, Ediciones GLG, 2017. El extracto de audio puede escucharse en el reportaje de TVN: Los audios secretos de la Junta Militar | 24 Horas TVN Chile: https://www.youtube.com/watch?v=KhAY1rrReQ4. Agradezco a Rafael Gaune por entregarme los detalles de esta información.

    Agradecimientos

    Este libro es el fruto de una década de investigación en distintos archivos, colecciones y bibliotecas chilenas y extranjeras. Pero además es el resultado de discusiones con diversos colegas, amigos y artistas a quienes no quiero dejar de mencionar. En primer lugar, mis agradecimientos para Francisco Graells (Pancho), caricaturista de Le Monde y que tuvo la gentileza de recibirme en París y dedicar tiempo a conversar sobre su oficio, además de regalarme una caricatura original sobre Augusto Pinochet. También para el personal de la biblioteca de Sciences-Po, de la BDIC de París y los encargados de la sección de periódicos de la Biblioteca Nacional de Francia, así como a los funcionarios de la sección de microfichas de la Biblioteca Pública de Nueva York y de la Tamiment Library de la misma ciudad.

    Fueron numerosos los dibujantes que generosamente me permitieron analizar y reproducir sus obras, pero quiero agradecer especialmente a Kap (Jaume Capdevila), Allan McDonald y Rainer Hachfeld, quienes me hicieron llegar sus imágenes y me recomendaron las obras de otros colegas. No puedo dejar de mencionar el gran trabajo de Malena Bastías y Daniela Belmar, quienes, desde el extranjero, gestionaron buena parte de los derechos de reproducción de las caricaturas publicadas en Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Lo mismo ocurre con Francisca Benítez, quien, desde Nueva York, y en apenas pocas horas, me ayudó a conseguir las respectivas autorizaciones de las obras de Bill Andrews y Ollie Harrington.

    Jorge Montealegre, escritor, académico y gran conocedor del humor gráfico, me animó a continuar mis investigaciones cuando recién estaba comenzando a trabajar el tema. Agradezco también a Alfredo Joignant, Tomás Ariztía y Rodrigo Cordero, de la Universidad Diego Portales, quienes me vieron literalmente empapelar una oficina de imágenes de Augusto Pinochet y me entregaron sus comentarios y recomendaciones cuando más las necesitaba. Por supuesto, no puedo dejar de mencionar los aportes de Tomás Cornejo (estudioso del humor gráfico del siglo XIX) y Cristián Castro García, quien posee un amplio conocimiento de las caricaturas extranjeras sobre el Golpe de Estado, y especialmente del periodo inicial de la dictadura militar. En Francia le debo mucho a Anne Pérotin-Dumon, Olivier Compagnon, Delphine Grouès, Olivier Dabène, Smilja Dabène, Frédérique Langue, Hernán Saavedra y Manuel Arriagada, por el entusiasmo con el cual me acogieron, y permitieron que difundiera los primeros resultados de este trabajo.

    En el Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica agradezco a Claudio Rolle por su apoyo incondicional en esta empresa de largo aliento, y también a mis amigos y colegas de siempre: Alfredo Riquelme, Rafael Gaune, César Albornoz, María Montt, Olaya Sanfuentes, Javier Correa, Ximena Illanes, Jaime Valenzuela, Rafael Sagrado, Bárbara Silva, Fernando Purcell y María José Cot, quienes insistieron en que no aflojara cuando parecía imposible publicar un libro con imágenes de diferentes medios y países. Sin su apoyo, consejo y buen humor no habría llegado jamás a puerto. El apoyo de Daniel Palma, director de la colección Historia de la Universidad Alberto Hurtado, fue esencial en esta empresa. Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda y perseverancia de Alejandra Stevenson, directora de ediciones de la UAH, que nunca dejó de creer en este libro a pesar de mis dudas, vacilaciones y momentos de desánimo. Obviamente, no puedo dejar de mencionar a Beatriz García-Huidobro por su cuidada edición y recomendaciones al texto.

    A los integrantes del COES también les agradezco sus consejos y aportes desde disciplinas tan diversas como la sociología, la arquitectura, la economía y la sicología. Mi reconocimiento también para Mauro Basaure y Marco Ceballos por sus aportes teóricos y profundas conversaciones en torno a las imágenes y los símbolos del autoritarismo. Un reconocimiento especial para Cristina Quezada, por su humor intransable, y sobre todo para Tomás Undurraga, amigo de tantos años y compañero escrituras conjuntas, quien siempre me demostró su apoyo incondicional ante las dificultades logísticas de un mundo donde los grandes bancos de imágenes monopolizan su uso y distribución.

    A mi familia, la paciencia de haber visto nuestro hogar saturado de dibujos y fotografías de un personaje que representa una época de dolor, sufrimiento, pero también de mucho y buen humor. Seguramente he olvidado a personas que participaron en este viaje de investigación por las imágenes de la monstruosidad, y desde ya me disculpo si no las he mencionado.

    Santiago de Chile, julio 2023

    Índice

    CAPÍTULO I

    En el principio estaba la imagen

    CAPÍTULO II

    El golpe de Estado de 1973: un acontecimiento mundial

    CAPÍTULO III

    Augusto Pinochet entra en escena: nace un nuevo villano global

    CAPÍTULO IV

    La segunda vida del viejo dictador: el arresto en Londres y su regreso a Chile

    CAPÍTULO V

    El ocaso del dictador y su imagen en la cultura pop

    Referencias

    CAPÍTULO I

    EN EL PRINCIPIO ESTABA LA IMAGEN

    Prácticamente limpiamos de marxistas la nación.

    Los derechos humanos son una invención, muy sabia, de los marxistas.

    Augusto Pinochet Ugarte¹

    Siempre he creído que en el comienzo de todo están las imágenes, las mismas que impactan en el momento en que somos lanzados al mundo, cuando literalmente nos dan a luz. Esta investigación también surgió de imágenes que irrumpieron en mi vida y que, inicialmente, no fueron buscadas ni menos deseadas. Ello ocurrió durante el año 2005 mientras investigaba en París sobre la historia del modelo económico chileno. Revisando la prensa europea y anglosajona donde se hablaba de Chile y sus profundas reformas económicas de libre mercado, una y otra vez aparecían imágenes sobre Augusto Pinochet, un personaje al que deseaba dejar definitivamente en el pasado. La mayor parte de las veces se trataba de fotografías, pero en numerosas ocasiones también eran caricaturas editoriales. Fueron estas últimas las que concentraron mi atención, pues invariablemente el sujeto era retratado como un villano y, en algunas oportunidades, como la encarnación misma del mal. De ahí surgió la idea y la necesidad de reunir estas imágenes para trabajar sobre ellas en un futuro cercano, seguramente cuando ya el general hubiese dejado este mundo, pues su muerte sería, sin lugar a duda, una nueva ocasión para que los caricaturistas del mundo lo retrataran.

    Pero no fue sino más de una década más tarde, a inicios de 2017 y cuando el manuscrito ya estaba bien avanzado, que una nueva imagen caricatural sobre Pinochet irrumpió confirmando mis primeras intuiciones sobre la imagen internacional del personaje. El día 22 de enero de 2017 el periódico norteamericano The Washington Post tituló en su portada: Trump es el primer presidente ‘latinoamericano’ de Estados Unidos, aludiendo a su estilo autoritario, propio de la imagen que la opinión pública estadounidense tiene de los dictadores de nuestro subcontinente. Pero lo más interesante no estaba en el título ni en el artículo mismo. Era la ilustración que acompañaba el texto lo que me pareció más impresionante. Utilizando casi un cuarto de página había una imagen de Donald Trump vestido con el uniforme militar y las condecoraciones de Augusto Pinochet. El texto que acompañaba la imagen decía en grandes letras de molde: El caudillo yanqui. ¿Qué quería decir esta imagen? ¿Por qué se comparaba a Trump con Pinochet?, y lo más importante: ¿Qué significaba todavía Pinochet para un sector importante de la sociedad estadounidense, que usaba su imagen para tratar un asunto interno? No se trataba simplemente de un meme anónimo de los miles que circulan por Internet, sino que de un montaje fotográfico realizado por uno de los periódicos más prestigiosos del mundo.

    Como si el episodio anterior no fuera suficiente, el mundo de los caricaturistas políticos se ha visto sacudido por la irrupción de Donald Trump en la escena política internacional. Centenares de caricaturas se han publicado en todo el mundo desde el inicio de su campaña política y, especialmente, desde que fue elegido presidente de los Estados Unidos. Su estilo, lenguaje y comportamiento lo han convertido en uno de los personajes favoritos de los caricaturistas de prensa de todo el mundo. En la mayor parte de los casos, su figura también se ha asociado con la maldad, la mala educación y la falta de escrúpulos: una suerte de monstruo político contemporáneo. Pero este libro trata sobre otro personaje de la caricatura política del siglo XX, pero que circunstancialmente quedó unido a Trump en esta extraña imagen de portada: Augusto Pinochet.

    ■ Imagen 1 - The Washington Post (22 de enero, 2017)

    El miedo a los monstruos

    Este libro es fruto de una reflexión que cruza distintas disciplinas del ámbito de las humanidades y las ciencias sociales, pero en estricto rigor es difícilmente clasificable, y de una cierta manera me alegro de que sea así. Si bien es el producto de una investigación de índole historiográfica, su origen está en aquellas imágenes que van más allá de cualquier racionalización y que se hunden en lo más profundo de nuestra psique: los miedos de la infancia y, especialmente, el miedo a los monstruos. Luego aprendí que esto en el lenguaje de la psicología se conoce como bogifobia, en referencia al personaje de la cultura anglosajona que asusta a los niños: el bogeyman; algo así como el cuco en nuestra cultura popular chilena. Este libro trata de un viaje visual hacia esos miedos y monstruosidades y que, creo, son también compartidos por muchas de las personas que han vivido desde la segunda mitad del siglo XX y, más específicamente, los largos años de la dictadura militar chilena e incluso después. Pero no viajo solo en esta aventura intelectual, pues me acompañan algunos de los cultores de aquella característica tan especial que poseen los seres humanos (aunque lamentablemente no todos): el sentido del humor y la risa. Estos se encuentran condensados en el arte singular que es la caricatura política, y que por más de dos siglos nos ha permitido reírnos del poder, la injusticia, los tontos graves, los intolerantes y de quienes usan la fuerza y la violencia para imponer sus argumentos.

    Este libro cuenta entonces una historia, pero no la gran Historia, aquella con mayúscula, que busca desesperada y pomposamente su espacio en la posteridad, sino una historia que, partiendo desde los propios recuerdos, se sumerge en las representaciones colectivas del pasado reciente del país. Se trata de comprender cómo el mundo se imaginó y representó la tragedia de Chile desde la crisis y el colapso de la Unidad Popular pero, sobre todo, a partir del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Pero el relato que propongo no es una cronología de hechos ni de acontecimientos, tampoco de procesos a la manera como la historia los ha entendido tradicionalmente aunque, sin duda, nos guiaremos por un hilo temporal. Se trata de un relato que transcurre en el gran marco de la Guerra Fría, pero que no se explica solo por ella. Es una historia que trasciende por lejos las fronteras de Chile, pero que es indisociable de su cultura y pasado reciente. Es también una historia del humor y de la representación del mal en la política, pero que no se agota en las imágenes. Si hubiese que clasificarla, sería algo así como una historia cultural del miedo, según lo entienden historiadores como Jean Delumeau o Joanna Bourke², pero exorcizada a través del humor, conjurada con la sonrisa de aquel que piensa que quien ríe último, ríe mejor. Aquí, entonces, encontrarán simultáneamente, y en dosis controladas, tanto el veneno como el antídoto; la representación del mal y el humor que lo conjura, pero no podría asegurarles cuál es más poderoso.

    Augusto Pinochet ha dejado de ser solo un sujeto histórico relevante para convertirse en un continente de símbolos y emociones; tampoco les pertenece exclusivamente a los chilenos, sino que a un imaginario universal. La pregunta en torno a lo que es Pinochet se ha vuelto tan relevante como la pregunta de quién fue. Baste decir que estas líneas se comenzaron a escribir pocos meses después de cumplirse los diez años de su muerte. Sin embargo, su recuerdo está más presente que nunca, quizá no tanto en su persona, pero sí en su legado institucional, social y económico.

    Las movilizaciones sociales de los últimos años en Chile han estado marcadas por las consignas que condenan la educación de Pinochet, la Constitución de Pinochet, las pensiones de Pinochet, como si él hubiese sido el único cerebro, ejecutor y beneficiario de la revolución capitalista que vivió Chile durante los diecisiete años de dictadura. Como si todos quienes formaron parte de su gobierno hubiesen sido simples espectadores, o cómplices pasivos, como dijo el expresidente Sebastián Piñera; o bien como si los años posteriores de la transición fueran un simple interregno entre la implementación autoritaria de las reformas y su crítica reciente. Es un hecho que Pinochet fue sepultado antes (e incluso olvidado) por muchos de sus antiguos seguidores, pues la obra siempre les ha parecido mucho más importante que el ejecutor.

    Este es un libro en torno al general Augusto Pinochet, pero no respecto de su biografía ni tampoco de lo que efectivamente sucedió en su vida como militar de carrera, dictador, comandante en jefe del Ejército, senador vitalicio y sujeto detenido en Londres. Más bien se trata de un viaje a través de la representación de un Pinochet imaginado, temido, admirado, odiado y caricaturizado; de un personaje que, de alguna manera, se convirtió en un gran villano; una suerte de monstruo, especialmente para las izquierdas y los demócratas de todo el mundo. En otras palabras, de cómo se produjo la transformación de un militar de carrera casi desconocido y sin grandes luces ni méritos intelectuales, en un icono mundial de las dictaduras latinoamericanas de los años 1970, y del arquetipo de los violadores a los derechos humanos del siglo XX³. ¿Cómo ocurrió aquello?; ¿por qué un militar de un país lejano y bastante desconocido para el mundo desarrollado irrumpe en la historia y se lo asocia tan rápidamente con los peores crímenes de la humanidad?, ¿cómo Pinochet entró al fatídico panteón de los

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1