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Desde el corazón del Padre
Desde el corazón del Padre
Desde el corazón del Padre
Libro electrónico132 páginas1 hora

Desde el corazón del Padre

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Estos versos manifiestan una mística profunda. El autor, inspirado por la fe, necesita transmitir su vivencia interior del Espíritu Santo. Nos asegura que confiar en Jesucristo significa el mayor acierto a que puede aspirar un ser humano. Nos invita a que nos dejemos llevar por la Divinidad, con total confianza y con total amor. Nos sugiere que el cristiano se caracteriza por estar contento y rechaza el cristianismo triste y desesperanzado. El servicio a los demás es valorado por Alfonso Jesús Olaz como uno de los distintivos del cristiano y como el valor más grande de la persona. Hay que destacar también su aspecto literario, de una poesía bella, que refleja el amor con palabras vivas, con pasión y armonía a la vez, con maestría y talento poético.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 dic 2023
ISBN9798223559030
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    Desde el corazón del Padre - Alfonso Jesús Olaz

    Desde el corazón del Padre

    Desde el corazón del Padre

    Alfonso J. Olaz

    Diseño de portada:

    María Lourdes Moratinos y

    Xabier Olaz

    Prólogo del Padre Ángel García Rodríguez (Presidente de Mensajeros de la Paz)

    Conocí a Alfonso Jesús Olaz en el año 1980, él colaboraba con Mensajeros de la Paz en Burlada, en Navarra, en un piso de Menores que llevábamos con la ayuda de las Monjas Oblatas, me acuerdo con mucho cariño de Sor Matilde.

    Ya en aquellos años, Alfonso, que era casi un chiquillo, se implicaba dando clases de refuerzo a esos chavales que necesitaban de todo el apoyo posible para salir adelante integrándose a una sociedad que no se lo ponía fácil.

    Su dedicación desinteresada nos decía ya el tipo de persona que era y que sigue siendo.

    Ahora publica el libro Desde el Corazón del Padre, donde nos quiere transmitir su fe, su fuerte sentimiento cristiano y su amor por el prójimo, o lo que es lo mismo: su amor por Jesús.

    En agradecimiento a su apoyo a Mensajeros de la Paz, quiero desearle lo mejor para este proyecto en el que ha puesto su trabajo y su cariño.

    Agradecimientos

    A mi querida familia, a mi mujer María Lourdes y a mis hijos: Xabier y Paula, sin ellos esto no hubiera sido posible.

    Al P. Francisco SÁNCHEZ ALIAS (O.C.S.O) que sigue siendo vela y viento, en mis oscuridades y en mis pocas luces de pobre peregrino.

    En este viaje me he sentido acompañado por otros muchos viajeros del Evangelio, que han sabido hacerlo con finura y delicadeza.

    Gracias a ellos y ellas desde el corazón.

    El Autor:

    Desde el Corazón del Padre, es un canto y alabanza que no cesa de agradecimiento por todo lo recibido, para entregarlo a todos, al hombre y a la mujer actual, creyentes y no interesados en ese Dios que conocen.

    En esta nueva era mundial tan convulsa de sufrimiento y amargura, quisiera que mantuviéramos la esperanza en el hombre, para desde la espiritualidad verdadera de cada uno, llegar al Corazón de Dios Padre.

    La hermana confianza tiene un espacio reservado en el corazón del hombre, para que camine protegido por la sonrisa y la alegría de Dios Padre.

    Para que vivas desde la confianza, desde lo más profundo de tu ser interior, sin confiar en nada, solo confiando en el andar con la capa del peregrino del Padre y el bastón de su sabiduría y misericordia.

    Confío, confío en ti, Jesús

    A pesar de estar muchas veces cansado y agobiado.

    A pesar de no entender esta vida y lo que la sustenta.

    Aun cuando las situaciones injustas y los dolores

    de parto. ¡Confía y Confía!

    Aunque no pudiera ya caminar y mis ojos

    no pudieran ver, y mi garganta no pudiera cantar.

    Y estuviera desahuciado y perdido en los confines

    de la tierra, y humillado y enfermo. Y maltratado

    y solo. A pesar de todo esto

    ¡Confío en TI!

    Tú ahora estás con más fuerza en mí y me bendices

    y me has enseñado a Confiar, me has mostrado

    otra vez tu rostro.

    Y me has enseñado a no preocuparme por tonterías.

    Y me has contagiado con tu sonrisa y has arrancado

    de mí la risa. Porque te oigo reír y me dices

    muy claro al oído:

    ¡Confía en ti, confía en Mí! Tu hija, la madre tierra,

    sufre también dolores de parto.

    Pero ¡con qué confianza y humildad abaten

    las ramas tus grandes árboles y la arboleda!

    Y no es cierto que, después de la noche oscura,

    El Sol salga con muchas ganas, con más fuerza, confianza y alegría.

    Las aves tienen todo lo que necesitan, tú las cuidas

    y alimentas y te dan gloria y alabanza con su vuelo

    y sus cantos.

    Toda la creación confía en ti, hasta la hermana hormiga tiene su sentido, que trabaja, y así te alaba

    para que nosotros nos fijemos en ella.

    Todo tiene su sentido en el mundo de Jesús.

    Y su Armonía, en el dolor de parto de la humanidad.

    Y su música siempre precisa y acompasada,

    en este mundo hostil que hemos creado.

    ¡Y a pesar de eso y por eso!

    ¡Tú nos has regalado la creencia y la querencia

    que se llama Confianza!

    Y la hermana confianza tiene un espacio reservado

    en el corazón del hombre, para que camine protegido por la sonrisa y la alegría de Jesús.

    Para que vivas de la confianza, sin confiar en nada más.

    Y confiando en el andar con la capa del peregrino

    de Jesús, y el bastón de su sabiduría y misericordia.

    No te maltrates por tonterías. No vivas por tus ideas.

    No te agobies con tus planes.

    Que todo es relativo, excepto Jesús

    y su misericordia, Jesús y sus pobres.

    Atrévete a vestirte y a Vivir en la confianza,

    que es sencilla, clara y no agobia, ni pesa.

    Jesús vivió en la absoluta confianza y jamás

    la defraudó. Por eso siempre estuvo sonriente

    y hasta a la hermana muerte le hizo un guiño.

    Y la ganó para Él y para todos nosotros, porque tenía

    a pesar de todo...¡Confianza!

    Jesús y María, Son Pobres

    con sus Pobres (I)

    ¡Es falso que los Pobres estén condenados

    de por vida a la pobreza, aunque muchos se sigan empeñando en que es su destino!

    ¡No son desiertos infértiles!

    No son barro que se disuelve en el agua

    y se evapora.

    No son la porquería y los desechos del mundo.

    Los pobres son de Jesús y de María.

    Y de nosotros con mucha fuerza.

    Son el manantial puro que

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