Sistema Humano: Modelo sistémico actualizado para la Psicología

Por Fernando Damián Rivera y Librerío editores

El modelo sistémico representa uno de los paradigmas científicos más robustos de la ciencia contemporánea. Se encuentra presente en diferentes campos de la ciencia, desde la física hasta la economía. No obstante, dentro del ámbito de la psicología, ha mostrado escasos avances desde el siglo pasado. Si bien la Teoría general de sistemas ha dado invaluables frutos en el mundo de la psicoterapia, sobre todo en el rubro familiar, las subclases avanzadas del enfoque sistémico todavía no han tenido oportunidad de ver la luz al interior de esta disciplina. Esta obra plantea una propuesta original, producto de una década de investigación, análisis e integración, que tiene la finalidad de ofrecer un panorama fresco y actualizado en la psicología. El ser humano es entendido como un sistema orgánico complejo, en interacción constante con diversos sistemas sociales y ecosistemas antrópicos. De resultar acertada la propuesta, podríamos encontrarnos en el albor de la primera meta-teoría unificada de la psicología.

SEMBLANZA DEL AUTOR
Fernando Damián nació en la Ciudad de México, en 1979. Estudió la Licenciatura en Psicología en la Universidad Autónoma de Yucatán y la Maestría en Psicoterapia en la Universidad Humanitas. Su campo de especialización se relaciona con las áreas de psicología clínica y educativa. Es miembro titular del Colegio de Psicólogos del Estado de Yucatán y Consejero Técnico en la Comisión de Psicología educativa. Trabaja como Director en una Unidad de Apoyo a la Educación Regular (USAER). Así mismo, brinda servicios de psicología clínica y educativa de manera privada, principalmente evaluación, enseñanza y psicoterapia. Es director de "Complexus", Centro de Desarrollo Humano Sistémico. Complexus tiene la finalidad de ofrecer a la población servicios especializados de desarrollo humano, educación para la vida y promoción de la salud mental. Es el autor de un modelo psicológico innovador que tiene la finalidad de ofrecer una perspectiva sistémica, integral y actualizada para la psicología.

• Idioma: Español
• Editorial: Librerío editores
• Fecha de lanzamiento: 28 nov 2023
• ISBN: 9798223333951

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SISTEMA HUMANO

Modelo Sistémico actualizado para la Psicología

FERNANDO DAMIÁN RIVERA

Primera edición, noviembre del 2023.

© Fernando Damián Rivera

© Todos los derechos reservados.

© Librerío editores

www.librerioeditores.com.mx

Portada: Espiral de la psicología.

Autor: Fernando Damián R.

Fecha de creación: primavera de 2023.

Número de registro de Derecho de Autor: 03-2023-100117063800-01

Queda prohibida toda la reproducción total, parcial o cualquier forma de plagio de esta obra sin previo consentimiento por escrito del autor o editor, caso contrario será sancionado conforme a la ley de derechos de autor.

A mi madre por su amor, entrega y pasión. A ti te debo lo que soy.

A mi padre por el don de la vida. Mi ejemplo de moderación.

A mi hermano. Te amo tal como eres.

A mi pareja por su dulzura, alegría y amor. Tú iluminas cada día de mi vida.

A mi pequeño, eres la mayor bendición que la vida me ha dado. A mis radiantes sobrinas.

Ustedes son la esperanza de un cálido mañana.

Introducción

Antecedentes

Una alternativa sistémica

El árbol es el bosque

El hilo de Ariadna

Conclusión

Bibliografía

Introducción

Los retos del siglo XXI

El biólogo norteamericano Edward Osborne Wilson alguna vez dijo que el verdadero problema de la humanidad es que es guiado por emociones propias del paleolítico, se desenvuelve entre instituciones que tienen un funcionamiento medieval y tiene acceso a tecnología divina. Básicamente, Wilson nos comunica que nuestra especie tiene problemas no solo por los mecanismos primitivos que nos motivan, las organizaciones obsoletas que nos gobiernan, o las poderosas herramientas a nuestro alcance, sino por la divergencia entre estos elementos. Y es que, después de más de dos milenios de historia registrada y tres grandes revoluciones productivas (agrícola, industrial e informática), aun no logramos superar los flagelos del egoísmo, el pensamiento irracional, y el comportamiento guiado por los impulsos más básicos. Todavía persisten los típicos problemas sociales como la desigualdad, la corrupción y la violencia. Y con el correr de los años, hemos abierto la puerta a nuevas amenazas como la extinción masiva de especies, la sobre-explotación de los recursos naturales, el cambio climático, la contaminación, y la proliferación del armamento nuclear. En consecuencia, no es suficiente el progreso de la ciencia y la tecnología para garantizar un mejor panorama para la sociedad del futuro. Al contrario, mientras no modifiquemos los primeros componentes de la ecuación, los mismos problemas continuarán e incluso pueden empeorar. Y eso es terriblemente peligroso como añade Wilson. Pero, ¿cómo afrontamos esta situación? ¿Acaso estamos ante uno, tres o cuatro problemas frente nosotros? O, al menos, ¿por dónde empezamos? ¿Bastará con realizar acciones puntuales para contrarrestar cada problemática o es preciso cambiar de paradigma como primer paso? Sin duda, es un reto formidable.

En esta obra hablaremos de una propuesta teórica innovadora. Se trata de una perspectiva vanguardista que concibe al individuo de manera integral y en armonía con un paradigma contemporáneo de la ciencia, el modelo sistémico actual. Este propone una visión renovada sobre múltiples fenómenos. Creemos que esta perspectiva puede ser valiosa para superar problemas importantes de nuestra disciplina, la psicología. De igual manera, puede sentar las bases para un trabajo riguroso y colaborativo con otras ciencias, razón por la cual estamos entusiasmados por darlo a conocer. Si el planteamiento es acertado, podríamos encontrarnos en el umbral de un nuevo capítulo, colmado de oportunidades, en la historia de la sociedad, así como de nuestra amada rama de la ciencia.

Pero, ¿cuáles son algunos de los obstáculos que enfrenta la psicología en la actualidad y de qué manera podría servir un nuevo modelo teórico?

Uno de los problemas más importantes es sencillo pero grave: rezago con relación a otras ciencias. Con más de 100 años de historia, la psicología todavía se encuentra en una etapa partidista, en la cual coexisten numerosas escuelas y corrientes con escasa relación entre sí. Nuestra ciencia continúa concentrada en realizar estudios que incrementan nuestros conocimientos en determinados campos, pero dedica poco tiempo a elaborar propuestas integrales, coherentes y consistentes. En vez de hablar de psicología como una ciencia, aun debemos referirnos a nuestra disciplina como las psicologías. Además, se hacen escasos esfuerzos por los importar conocimientos de otras ciencias que promuevan el surgimiento de nuevos paradigmas. Como resultado, esta situación repercute de diversas formas ya que obstaculiza la consolidación de la ciencia, limita la colaboración entre los especialistas y amortigua el impacto del trabajo dentro de la comunidad.

Tampoco podemos ignorar el alcance de la tecnología en la sociedad. ¿Quién se habría imaginado hace apenas algunas décadas que la tecnología formaría una parte esencial de nuestra vida diaria? En 1965 Moore predijo que la capacidad de las computadoras se duplicaría aproximadamente cada dos años, mejorando su potencia, desempeño o reducción de tamaño. Su predicción ha sido acertada por más de medio siglo, y en el proceso, nuestra dependencia tecnológica se ha incrementado. Sin lugar a dudas, uno de los eventos sociales más importantes del siglo XXI será la migración del mundo convencional hacia el mundo digital. Pero ¿qué dice la psicología al respecto?, ¿qué teorías darán respuesta efectiva a este fenómeno?, ¿qué otro desafío enfrentará la innovadora ciberpsicología? Nuestra ciencia no debe quedarse al margen de esta irresistible tendencia, y necesita prestar gran atención al impacto psíquico que provoque en el individuo, la familia y la sociedad.

La psicología requiere renovarse con regularidad y alimentarse con ideas novedosas para estar lista ante los retos del nuevo siglo. Pensamos que para dicho propósito resulta muy productivo fortalecer el diálogo con otras ramas del conocimiento y adoptar una postura receptiva para absorber las ideas más nutritivas. Por ejemplo, la teoría de la relatividad nos explica que el tiempo y el espacio son entidades continuas y flexibles, el descubrimiento de la penicilina ha salvado a millones de personas, la biología molecular descifra enigmas de la vida, y la teoría de cuerdas concibe la realidad como una entidad con múltiples dimensiones. Si queremos avanzar en la comprensión del mundo subjetivo de la psicología, hemos de buscar en nuevas direcciones. Y justamente un cambio de paradigma puede servir para este propósito. Por ello, creemos firmemente que la principal demanda en nuestra disciplina es un cambio de paradigma, no solo un refinamiento de teorías.

Este argumento nos recuerda a la historia del cuadrado y el cubo. Para un cuadrado, un cubo es igual a un fantasma que aparece y desaparece ante sus ojos. La tercera dimensión es todo un misterio para el cuadrado porque se encuentra más allá del mundo que conoce. Hasta que el cuadrado no descubra la nueva dimensión, no será capaz de entender realmente al cubo. Y lo primero que necesita es cambiar su forma de entender el mundo, necesita cambiar de paradigma. De forma similar, si los fenómenos mentales no solo se encuentran vinculados a través de factores, sino de dimensiones, entonces la creación de nuevos modelos teóricos que los tomen en cuenta podría conducir a una nueva etapa en la historia de nuestra disciplina. En este orden de ideas, la propuesta de los modelos sistémicos constituye una opción constructiva porque permite estudiar eventos desde distintos niveles de observación. Además, explican que ciertas clases de sistemas pueden crear nuevas propiedades espontáneamente, inexistentes antes de su llegada.

Gracias a los descubrimientos modernos de la ciencia, ahora sabemos que la realidad es profundamente compleja: desde las evanescentes partículas subatómicas, hasta la inconmensurable extensión del cosmos. Hacia donde sea que dirijamos nuestra atención, encontramos un número virtualmente infinito de datos y posibilidades. Y a medida que estos descubrimientos se van filtrando en la filosofía, la cultura y el arte, se gestan diferentes ideologías cargadas de estos saberes. En la actualidad, el posmodernismo postula que existe un límite para el alcance del conocimiento, y afirma que la incertidumbre y el relativismo son una consecuencia inevitable de la condición humana. De resultar acertado este planteamiento, tal vez estemos cerca de alcanzar el límite de crecimiento de la ciencia.

Sin embargo, ante esta postura, un nuevo modelo, una nueva forma de pensar brota del corazón de la ciencia y afirma: la realidad podrá ser abstrusa, multidimensional, todo un leviatán y, a pesar de ello, estamos en los albores de una nueva revolución, la revolución tecnológica. El mito de Prometeo se ha ido, ha quedado atrás, pero podemos crear un nuevo mito o narrativa que reconozca con humildad la indeterminabilidad de la realidad y al mismo tiempo elaborar valerosos modelos que nos permiten desentrañar sus secretos, interactuar con ella y hasta aproximarnos a cada vez más a su extraordinaria armonía. ¡Esta es la propuesta del paradigma sistémico!

Antecedentes

Nuestra propuesta forma parte de las teorías denominadas sistémicas, principalmente, la teoría general de sistemas, la teoría de sistemas dinámicos no lineales, la teoría de sistemas complejos y la teoría de sistemas adaptativos complejos. En esencia, el modelo sistémico propone una perspectiva colectiva pero organizada sobre el comportamiento de la naturaleza. No obstante, a pesar de que la Teoría General de Sistemas (TGS) se ha incorporado a la psicología como una corriente destacada desde la segunda mitad del siglo XX, los otros modelos sistémicos aún no han tenido su oportunidad de ingresar en nuestra disciplina. En nuestra opinión, esto obedece principalmente a tres razones: 1) dada su aparición relativamente reciente, la psicología todavía no se familiariza adecuadamente con su naturaleza y, por ello, desconoce su utilidad, alcance e implicaciones; 2) porque la mayoría de los grandes modelos que la psicología ha desarrollado no poseen puntos de anclaje como conceptos, teorías o principios afines que faciliten la importación de conceptos sistémicos avanzados a nuestro campo; 3) los otros modelos sistémicos todavía están fuertemente vinculados a las ramas formales y rigurosas de la ciencia, en particular con las matemáticas y la física, motivo por el cual resulta difícil vincularlos con la psicología.

En el siglo XXI, se ha desarrollado una fuerte tendencia hacia el empleo de herramientas electrónicas para la investigación, la elaboración de modelos predictivos sobre la naturaleza y la integración de los campos del conocimiento. Pensamos que nos encontramos en un momento propicio para que la psicología se integre a este movimiento y desarrolle propuestas acordes con la misma; es una gran oportunidad para diseñar alternativas teóricas globales que permitan expandir nuestros horizontes. Ésta es precisamente la idea que da origen a esta propuesta. Sin embargo, advertimos que esta aproximación necesariamente es de carácter conceptual debido a que, como dijimos con anterioridad, no existen los conocimientos y las herramientas necesarios para crear modelos sistémicos matemáticos en psicología. Por lo cual, nuestra propuesta representa un primer paso en la dirección actual de la ciencia. A continuación, describimos cada una de estas teorías sistémicas.

La Teoría General de Sistemas (T.G.S.) es una meta-teoría o un modelo teórico general. Fue elaborada por el biólogo austriaco Ludwig von Bertalanffy (1901-1972) en 1950, como un patrón universal de la naturaleza y por lo tanto aplicable en diversas ramas de la ciencia. Su objetivo es estudiar los principios y la dinámica de comportamiento que gobierna a diversas entidades colectivas y los elementos que las conforman. En esencia, un sistema está compuesto por un conjunto de unidades o elementos interrelacionados. A dichos conjuntos se les denomina sistemas. La TGS afirma que los sistemas, independientemente de su naturaleza, tienen propiedades similares denominados isomorfismos. De igual manera, los sistemas pueden clasificarse como abiertos o cerrados, según su relación con el entorno. Se dice que un sistema es abierto cuando presenta límites permeables que hace posible su interacción con el ambiente en alguna medida; por ejemplo, una tormenta tropical es muy sensible a las condiciones en las que se desenvuelve. Los sistemas cerrados, por otra parte, permanecen aislados de su entorno y por ello no llevan a cabo intercambios con el exterior; un ejemplo serían los prisioneros dentro de una cárcel. Conviene mencionar que, en la naturaleza, la mayor parte de los sistemas biológicos son abiertos.

Los principios que postula la TGS son los siguientes:

✓  Composición: hace referencia a los componentes particulares que integran al sistema, tanto en naturaleza como en número y uniformidad. Los elementos del sistema son pocos o muchos, iguales, parecidos o distintos. Además, el grado de simplicidad o intrincación de los elementos que componen a un sistema puede agregar capas adicionales de características, funcionamiento o propiedades. No obstante, rara vez se toma en cuenta que pueden existir sistemas simples conformados por unidades complejas como sucede en las familias.

✓  Estructura: de qué forma se organiza el sistema. Presentan una organización fija, flexible o cambiante. Los elementos del sistema presentan movilidad o se encuentran fijos en algún espacio material. La estructura es perceptible, es de carácter formal, reglamentaria o espontánea. Hasta qué medida y con qué grado de homogeneidad y flexibilidad obedecen las partes del sistema a la estructura de la misma.

✓  Figura o forma: solo algunos sistemas materiales poseen esta característica. Esta se refiere al aspecto que adopta el sistema desde determinado ángulo o distancia. La morfología de un sistema puede desempeñar un papel central en el comportamiento del mismo debido a que las cualidades físicas pueden imponer condiciones en la estructura y comunicación del todo, como sucede en el caso de las proteínas.

✓  Mecanismos, relaciones y comunicación: esta característica es central entre los sistemas ya que determina la