El caos de la liberación

Por Alexa Almanzor

No es casualidad que tengas este
libro en tus manos, ahora te invito a que te des un momento para leerlo y
provocar un cambio positivo en tu vida.



¿Alguna vez has pensado cuánto
poder tiene sobre ti tu ideología?



Aquí es donde comienza el
dilema, nuestra mentalidad va evolucionando a un punto en donde todo cambia:
viejos y nuevos ideales cho

• Idioma: Español
• Editorial: BV
• Fecha de lanzamiento: 30 nov 2023

Vista previa del libro

Una nueva versión renace

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Han pasado 9 años exactamente desde que tu partida ha impactado mi vida, has marcado un antes y un después en mí.

Yo, solía ser una mujer demasiado independiente que no creía necesitar a nadie para complementarla, el amor no estaba para nada en mis planes, sólo imaginar el mundo de caramelo y las cursilerías hacía que yo corriera, pues estaba muy claro: el amor no era para mí.

Mi despertar espiritual comenzó con una ruptura amorosa en donde conocí el caos de maneras demasiado fuertes, en donde al igual que todos, lo único que nos queda por hacer es salir adelante.

Hace algunos meses atrás, me encontraba en una situación de suma depresión, pues no tenía claridad alguna respecto a mi vida.

Hasta que un día conocí a un hombre seguro de sí mismo y fiel a su esencia llamado Raúl.

Me inspiraba el sólo ver su seguridad y carácter para decidir. Pero pasado un tiempo la inspiración fue sólo eso pues me olvidé él.

Por casualidad, me lo volví a encontrar y la conexión fue tan inmediata que comenzamos a salir. Sin saber en qué momento, sólo me dejé llevar por todas aquellas emociones e ilusión.

Parecía como un amor de ensueño, cada noche al despedirnos lo miraba y notaba cómo él veía las estrellas con ilusión, pidiendo con amor que su deseo de poder seguir juntos no se le olvidara al universo. Él me enseñó a encontrar calma en el cielo.

Él hacía que mi vida comenzara a tener sentido solamente por su existencia.

Pareciera que la depresión se fue de mí en cuanto lo conocí, aquellos miedos ya no estaban y mi único mundo lo centré en él, su ser inspiraba tanta luz que fue fácil dejarme caer.

Pero al cabo de un tiempo la relación comenzó a romperse.

Pareciera que entregarle todo mi amor a Raúl no fue suficiente para que él se quedara, al cabo de unos meses comencé a sentir cómo poco a poco se alejaba de mí.

Al momento de su partida se llevó toda mi ilusión y mi tiempo, se robó mi paz y me robó la vida, ésa poca que tenía.

Se llevó mi seguridad y a la vez mi felicidad, se llevó mi dignidad y me dejó en quiebra. Lo único que no se pudo llevar fue mi fe.

Y ahí estaba yo, sin absolutamente nada, tratando de buscar mi identidad, mi refugio y mi vida.

Sentía tanto dolor y frustración al darme cuenta de que otra vez me encontraba en caos.

El proceso de regeneración fue doloroso, destructivo y aterrador, todo lo que yo creí ser ya no estaba.

Tratando de buscar a Raúl, me encontré a aquella versión de mí misma que era cuando estuve con él, aquella mujer risueña y feliz, recordarla me dio la esperanza para volver a sentirme yo misma, así que intenté recuperarlo, intenté de todo para con él recuperarme a mí.

Pasaban los meses y no tenía claridad alguna, desconocía a la mujer del espejo frente a mí, le lloraba todas las noches queriendo encontrarla de nuevo, le pedía a Dios por ella, miraba las estrellas y con ellas buscaba la ilusión de la esperanza.

Por las tardes, cuando el Sol se comenzaba a ocultar y formaba un bello atardecer, me dedicaba a prepararme un té admirando los hermosos colores que pintaba el cielo, y me preguntaba en qué momento había dejado de pintar, después me levantaba y miraba los libros no terminados y me preguntaba si esa selección también era de ella.

Buscaba en la música las emociones que me hizo sentir Raúl para poder volver a sentirme cerca de mí, paseaba por los senderos de mi memoria recordándome a mí con él y caía en un mar de llanto, sin consuelo.

Cada pensamiento al iniciar y al finalizar el día eran dirigidos a ella, a esa versión de mí misma a la que tanto me aferraba porque quería recuperar la felicidad que me había dado Raúl y yo no pude por mí misma.

Indagaba por las fuentes de la mentira queriendo saber