Juegos de poder

Por Laura Isabel Montoya Hoyos

En un mundo gobernado por las élites sin escrúpulos, Emily, una joven con un profundo sentido de la justicia, y Will, un periodista comprometido con la veracidad de la información, se convierten en los héroes inesperados de una lucha sin cuartel contra la corrupción y la opresión. Su misión: desentrañar la red siniestra de Alexander Thorn, el enigmático líder de un grupo de conspiración y poder desenfrenado.
A medida que descifran los hilos de las fuerzas invisibles que controlan a la humanidad desde las sombras, se enfrentarán a dilemas éticos difíciles, mientras luchan por mantenerse fieles a su búsqueda incansable de la verdad. En este mundo donde el bien y el mal no están claramente definidos, deberán enfrentar consecuencias devastadoras mientras desafían al sistema aparentemente impenetrable.
Juegos de poder es una invitación a reflexionar sobre los dilemas éticos y morales que enfrenta la sociedad moderna. Destaca la importancia de la participación ciudadana y la búsqueda incansable por descubrir la realidad en un mundo lleno de sombras y secretos. Prepárate para sumergirte en una historia intrigante, llena de suspenso, donde el deseo ardiente por encontrar justicia choca contra los titanes del poder.
Esta novela explora temas de corrupción, ética periodística y la búsqueda incansable de justicia en un mundo lleno de sombras. ¿Podrán Will y Emily exponer la verdad detrás de las operaciones siniestras de Thorn?
¿O sucumbirán ante el poder abrumador que amenaza con oscurecerlo todo?

• Idioma: Español
• Editorial: Letrame Grupo Editorial
• Fecha de lanzamiento: 17 nov 2023
• ISBN: 9788411817172

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© Laura Isabel Montoya Hoyos

Diseño de edición: Letrame Editorial.

Maquetación: Juan Muñoz Céspedes

Diseño de portada: Rubén García

Supervisión de corrección: Celia Jiménez

ISBN: 978-84-1181-717-2

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Este libro está dedicado a ustedes, los valientes defensores de la verdad y la justicia.

A aquellos que sueñan con un mundo mejor, libre de corrupción, que se niegan a aceptar las injusticias y luchan incansablemente por un cambio real y significativo.

A mis nietos, María del Mar y Matías, mi amor en estado puro. Que este libro los inspire a nunca dejar de luchar por lo que es correcto.

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El escritor es como un actor sobre el escenario, está siempre dispuesto a vivir diferentes vidas, a introducirse en distintas pieles, a experimentar esa condición de ser otro, para viajar por otros universos o, como diría Cortázar, para darle la vuelta al día en ochenta mundos.

PRÓLOGO

En un mundo donde el poder y la corrupción son la moneda de cambio, dos almas dispuestas a desafiar el statu quo se cruzarán en un camino que cambiará el curso de sus vidas para siempre.

Emily, una joven con una mente aguda y un corazón valiente, ha luchado toda su vida contra las injusticias que rodean su ciudad natal. Aunque la corrupción está en todas partes, ella se niega a aceptarla como la norma. A medida que crece, su determinación y sed de justicia se intensifican.

Will, un periodista intrépido y apasionado, se ha enfrentado a los poderosos y a los despiadados en busca de la verdad. Su pluma es su espada, y está dispuesto a arriesgarlo todo por destapar la corrupción que infecta las entrañas de la sociedad.

Cuando sus caminos se cruzan, descubren un oscuro secreto que amenaza con destruirlo todo. Una conspiración que involucra a las mentes más brillantes y ambiciosas de su país. Juntos, Emily y Will emprenden una peligrosa búsqueda de la verdad, enfrentándose a enemigos poderosos y secretos inesperados.

En esta historia de redención, sacrificio y segundas oportunidades, los juegos de poder que una vez gobernaron sus vidas se convierten en un tablero en el que cada movimiento puede ser el último. Mientras luchan por sacar todo a la luz, se preguntan si algún día podrán restaurar la justicia en un mundo donde el poder habitualmente parece ganar.

La historia que estás a punto de leer es un viaje a través de las sombras del poder, la lealtad, el amor y el arrepentimiento. ¿Podrán Will y Emily enfrentar al enemigo más poderoso que hayan conocido y revelar la verdad que ha estado oculta durante tanto tiempo? ¿Están listos para enfrentar las consecuencias de desafiar a los titanes del poder?

Esta es la historia de su valiente lucha, un enfrentamiento heroico donde el bien y el mal no siempre están claramente definidos, y donde los corazones y las mentes se convierten en las armas más poderosas.

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«La felicidad nace en el interior de las personas. No depende de cosas externas o de otra gente. Cuando nuestra sensación de seguridad y felicidad depende del comportamiento y los actos de los demás, nos volvemos vulnerables y podemos sufrir con facilidad. Nunca le dé su poder a nadie».

Brian Weiss

LOS ENIGMAS DETRÁS DEL PODER

«El mundo se divide en tres categorías de personas:

un número muy pequeño que produce los acontecimientos,

un grupo un poco más grande que ejecuta y vigila cómo acontecen

y una amplia mayoría que no sabe nunca lo que ha ocurrido en realidad».

Nicolás Murray Butler

A simple vista, la ciudad parecía un sitio tranquilo y pacífico, pero tras las puertas cerradas de sus instituciones políticas y económicas existía un misterio que nadie parecía capaz de resolver.

En la actualidad se vivían tiempos difíciles. Había diferentes sucesos que acontecían sin ninguna explicación. Recortes presupuestales drásticos que afectaban los servicios básicos de la nación, como reducción de fondos para la educación, la atención médica y otros servicios públicos, lo que causaba preocupación y malestar en la población, la cual se encontraba desconcertada y preocupada por su futuro. La economía estaba por el piso, no había nada que desmoralizara más a un ciudadano que ver afectadas sus finanzas y su capacidad económica. Y si a todo lo anterior se le sumaba el deterioro del orden público y la incertidumbre que reinaba en el ambiente, era apenas natural que se diera una ola de pesimismo.

Se rumoraba que detrás del Gobierno se encontraban individuos con una gran influencia y autoridad en ciertos ámbitos gubernamentales, quienes ejercían el poder entre bastidores, además del control de las instituciones democráticas. De acuerdo con estas conclusiones, el Gobierno electo sería en realidad un subordinado del poder en la sombra. Siendo los otros en realidad el verdadero Poder Ejecutivo.

El Gobierno de Licnobia tomaba decisiones políticas importantes sin transparencia ni explicación alguna. Esto estaba generando un clima de desconfianza y desconcierto entre los ciudadanos, ya que no entendían las razones detrás de las acciones gubernamentales.

La gente comenzó a cuestionarse quiénes eran realmente los que dirigían el destino económico y político de la sociedad. Existían teorías sobre una mano invisible detrás de todo lo que estaba sucediendo, una organización secreta detrás del Estado y sus gobernantes, cuyo objetivo era crear una crisis artificial para desestabilizar la región.

Todos se encontraban preocupados y angustiados por la falta de trabajo, muchos ciudadanos habían perdido sus empleos y luchaban por encontrar nuevas oportunidades laborales.

La sensación a nivel general era que todo estaba mal; los cierres de empresas eran cada vez mayores, los alimentos escaseaban, no había estabilidad, ni seguridad. La moneda de Licnobia se venía devaluando significativamente, dando paso a una inflación descontrolada y a la dificultad de adquirir los productos básicos.

La economía del país estaba en crisis, lo que había llevado a una ola de despidos y un aumento del desempleo. El panorama no podía ser más desolador frente a una situación de un futuro incierto que no permitía vislumbrar qué final tendría. El Estado no actuaba, robaba dinero a manos llenas y manipulaba a los seres humanos a su antojo. La desconfianza llegaba a límites insospechados, ya nadie daba crédito a nada y la política a nivel general estaba totalmente desacreditada. La percepción de la corrupción en el Gobierno era generalizada, con acusaciones de apropiación de fondos públicos y abuso de poder.

Adicionalmente a todo lo que estaba ocurriendo, el Gobierno no daba información clara ni respondía a las preocupaciones de la gente. Esta falta de transparencia aumentaba la sospecha de que algo más grande ocurría, y se convertía en el tema diario de conversación entre los ciudadanos.

El sistema se había derrumbado y lo peor de todo es que no aparecían responsables, nadie daba la cara. Todos opinaban desde diferentes orillas y las interpretaban de acuerdo con los intereses y la conveniencia de cada cual, dando lugar a miles de versiones.

Un grupo de valientes habitantes encabezado por Will Parsons, un periodista que trabajaba en el periódico Sin fronteras, se interesó en la búsqueda de la verdad buscando impartir justicia, en un mundo que había perdido el rumbo y se encontraba al borde del abismo.

Will decidió indagar más a fondo y se adentró en la oscuridad del misterio buscando respuestas a todo lo que estaba sucediendo. Se embarcó en una búsqueda personal para descubrir la verdad detrás del movimiento global que parecía controlar los hilos del poder en la nación. A medida que profundizaba en su investigación, se daba cuenta de que había fuerzas oscuras trabajando detrás de escena y estaba decidido a desenmascararlas.

Comenzó a investigar en archivos históricos y antigüedades olvidadas en bibliotecas para encontrar alguna pista oculta sobre ese movimiento que existía y que se decía llamar Orden del Nuevo Mundo. Fue en ese momento cuando salieron a la luz los escritos secretos pertenecientes a su antiguo fundador, que por motivos que nadie sabía nunca llegó a consolidarse ni a mencionarse su nombre. Ahora nuevamente aparecían dichos escritos y, esta vez, se mencionaba un nombre: Alexander Thorn. Lo denominaban como el alma y figura central de esa organización, y decían que él era el líder a nivel nacional. Los habitantes de Licnobia quedaron atónitos por la magnitud de la conspiración. Decidieron que debían sacar a la luz pública lo que estaba sucediendo, esperando que esto pudiera cambiar el destino de su país. Organizaron manifestaciones pacíficas en las calles, escribieron cartas abiertas a los medios de comunicación y se unieron en un grito colectivo exigiendo respuestas, todo liderado por Will Parsons.

La valentía de sus habitantes no pasó desapercibida. Líderes, políticos y economistas independientes comenzaron a prestar atención a las denuncias que el Sin fronteras comenzaba a exponer día tras día. Las instituciones gubernamentales debieron responder ante las acusaciones presentadas por los habitantes.

Un portavoz del Gobierno de Licnobia se vio obligado a salir a declarar ante las acusaciones y afrontar la creciente presión de la opinión pública.

—El Gobierno de Licnobia reconoce las preocupaciones de sus ciudadanos y toma en serio todas las acusaciones de corrupción y abuso de poder. Estamos comprometidos con la transparencia y la rendición de cuentas en todas nuestras acciones.

A su vez, la ministra de Relaciones Públicas manifestó:

—Hemos establecido una comisión independiente para investigar todos los reclamos presentados por el periódico Sin fronteras y la comunidad. Esta comisión tendrá total autonomía para realizar una investigación exhaustiva y sin interferencias.

—Es importante recordar que nuestro Gobierno fue elegido democráticamente y siempre hemos actuado en interés del pueblo. Estamos dispuestos a cooperar plenamente con cualquier investigación y a demostrar nuestra integridad en todas las decisiones que hemos tomado —manifestó uno de los líderes políticos del Gobierno.

—Entendemos las preocupaciones sobre la economía y estamos trabajando arduamente para abordar la actual crisis financiera. Los recortes presupuestarios fueron difíciles, pero necesarios para estabilizar la situación económica. Estamos comprometidos en proteger a los ciudadanos y revitalizar nuestra economía —acotaba el ministro de Economía.

Mientras el Gobierno respondía de manera oficial, el periódico Sin fronteras y sus aliados continuaban presionando por respuestas más claras y acciones concretas. Estaban cansados de que a toda hora fuera lo mismo y no se resolviera nada. La creciente movilización de la sociedad civil y la atención de la comunidad internacional contribuyeron a mantener la presión sobre el Gobierno, lo que llevó a una mayor apertura y transparencia en el proceso de investigación.

Finalmente, después de meses de incansable lucha, el velo del misterio comenzó a caer. Las investigaciones revelaban vínculos entre intereses corporativos globales y decisiones políticas locales. La verdad estaba saliendo a la luz. Si bien aún quedaban muchas preguntas sin respuesta, los habitantes de Licnobia habían logrado sacudir los cimientos de ese poder oculto que nadie descifraba, demostrando que todo individuo debía dejar de ser pasivo, puesto que podía cambiar su propio destino y desafiar incluso a los gobernantes de turno. El camino hacia un cambio real aún estaba por comenzar. La lucha debía continuar y ahora la pregunta que seguía resonando en las mentes de todos era: ¿quiénes realmente estaban detrás del movimiento Orden del Nuevo Mundo?

La presión sobre las instituciones gubernamentales era incesante. Manifestaciones pacíficas se extendieron por todas las calles de cada una de las principales ciudades de Licnobia y, pronto, alcanzaron otras ciudades. La voz de los habitantes resonaba en todo el mundo, unificando a personas que ansiaban transparencia y cambio en el sistema.

Mientras tanto, el grupo de investigadores continuaba desentrañando el misterio. Sin importar los obstáculos que tuvieran que enfrentar, debían asumir una lucha por la verdad y la justicia. El grupo se topó con amenazas veladas e intentos de desacreditar sus hallazgos. Sin embargo, su iniciativa de seguir adelante, a costa de lo que fuera, se mantuvo firme. Organizaron foros públicos y debates en los que destacados expertos y líderes compartieron sus opiniones sobre los impactos de las influencias globales en las políticas nacionales.

Había llegado el momento de enfrentar la situación y tomar acciones al respecto, no era posible que un grupo de personas se creyera Dios en la tierra, para decidir y actuar según la conveniencia de unos cuantos. Atentados, crisis económicas, pandemias, revueltas políticas, estallidos sociales. Se sabía que dicha orden secreta exigía a sus miembros ocultar sus actividades y los objetivos que perseguían, al pertenecer a ella. Lo cierto era que dicha organización tenía un poder mayor que el de cualquier Gobierno y todo se hacía con su consentimiento. Poco a poco, se fueron estableciendo conexiones entre los eventos globales aparentemente aleatorios que estaban ocurriendo: atentados terroristas coordinados para generar miedo e inestabilidad; manipulación del mercado financiero para beneficiarse económicamente; propagación deliberada de enfermedades para debilitar poblaciones enteras, casos de corrupción, personas emigrando a otros países por la falta de oportunidades en el suyo.

Con cada nuevo descubrimiento, se acercaban más a comprobar la existencia y las actividades oscuras de dicho grupo. Detrás de cada discurso y de cada sonrisa de todos los representantes políticos, siempre se ocultaba algo invisible, difícil de ser descifrado. Se estaban enfrentando a un sistema que había sido construido con un tejido hermético donde se conjugan operaciones militares y de inteligencia a nivel económico, científico y político. Will Parsons sabía que se venía una dura batalla, pero estaba decidido a dar la pelea. Nada era imposible, debía dar la lucha. Sin duda se encontraba en una encrucijada y era consciente de lo peligrosa que era la situación, pero su determinación lo impulsaba a seguir adelante, a pesar de las consecuencias que tuviera que enfrentar. Caminaba de un lado a otro en su apartamento, sus pasos agitados reflejaban la tormenta interna que atravesaba, pero debía continuar.

—No hay vuelta atrás —pensó en voz alta.

Sin duda estaba poniendo en riesgo su vida; sin embargo, no podía quedarse de brazos cruzados. Se estaba adentrando en un territorio peligroso de arenas movedizas; aun así, estaba dispuesto a dar la lucha por la verdad y la justicia, sin importar cuán oscuros fueran los secretos que descubriera. Sus ideales eran su mayor arma en esta batalla contra las sombras.

Era el momento de hacer una reflexión profunda en las relaciones de poder a escala global. Era complicado que se defendiera la libertad de expresión, pero se reprimiera a los ciudadanos que exponían abusos del Gobierno; condenaban la corrupción, y a la vez la permitían cuando la necesitaban; estigmatizaban los extremismos religiosos, no obstante los creaban para ajustarlos a sus intereses; declaraban la guerra contra las drogas; aun así, se beneficiaban de la venta de armas; se hacían pasar por salvadores; sin