El “ángel filantrópico”
El proyecto del lopezobradorismo no supone una simple erosión de las instituciones. Hablamos de erosión cuando contemplamos un desgaste lento de las piedras o de la tierra. La fricción constante del viento o la terquedad del agua carcome poco a poco las rocas y los suelos. Así trabaja la lima de la erosión. Lo que ha representado el lopezobradorismo es un ataque frontal a la arquitectura institucional de la República: demolición. Es difícil encontrar un espacio que se haya mantenido al margen de la embestida. Los órganos de la neutralidad, las cápsulas técnicas, los centros de investigación, los cuerpos regulatorios no solamente reciben la agresión retórica del presidente, sino el impacto de sus decisiones. La democracia unificada en la que cree se horroriza con la compleja polifonía que entrelaza voces, argumentos, perspectivas, ritmos. El populismo es un proyecto de simplificación democrática que se traza como objetivo el desmantelamiento de la complejidad.
No idealizo el pasado reciente. Sé muy bien que muchas de esas instituciones de la transición fueron capturadas, que se sometieron al trueque de
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