Aceites Esenciales Para Principiantes: Guía Paso a Paso de Aromaterapia Para mejorar la Salud Física, Emocional, Mental y Espiritual con Hierbas Poderosas

Por Margareth Thompson

¿Qué son los aceites esenciales? ¿Cuáles debería tener en su botica personal? Y lo que es más importante, ¿cómo se pueden utilizar para curar y mejorar el bienestar? Aceites esenciales para principiantes es el manual definitivo para aprender todo esto y mucho más mientras descubre el poder de los aceites esenciales.

Aprenda a mezclar aceites esenciales de forma experta y a crear sus propias mezclas de aromaterapia para aliviar su cuerpo, su mente y su hogar. Con 85 remedios para todo, desde levantar el ánimo hasta tratar el malestar estomacal, pasando por usos cosméticos para el cabello y la piel, dispondrá de toda la orientación que necesita para dedicarse a la curación y la salud naturales.

Aceites esenciales para principiantes incluye:

• Aceites Esenciales 101: Aprende qué son los aceites esenciales y cómo crear tu colección y almacenarla.
• Curas para la mente y el cuerpo: Aproveche el poder de los aceites esenciales para dolencias comunes como dolores de cabeza, náuseas matutinas, dolor muscular, estrés y más.
• Usos cosméticos y domésticos: Explore los muchos usos de los aceites esenciales: como ambientador, en velas y productos de limpieza, como repelente de insectos y mucho más.

Si le interesan los remedios naturales, abra este libro y aprenda todo lo que necesita para utilizar el poder de los aceites esenciales para la curación.

• Idioma: Español
• Editorial: Margareth Thompson
• Fecha de lanzamiento: 18 oct 2023
• ISBN: 9798223885467

Vista previa del libro

Contenido

Introducción

PARTE UNO

Fundamentos de los aceites esenciales

Capítulo uno: Aceites esenciales y cómo funcionan

¿Qué es un aceite esencial?

Una breve historia

El poder de los aceites esenciales

¿Qué es la aromaterapia?

Capítulo dos: Adquisición, almacenamiento y uso de aceites esenciales

¿Cómo se producen los aceites esenciales?

Todos los aceites esenciales no son iguales

Compra y almacenamiento de aceites esenciales

Consejos y precauciones de seguridad

Diez preguntas frecuentes sobre los aceites esenciales

Capítulo Tres: Mezclando Aceites Esenciales

Cómo mezclar

Aceites portadores

Diez consejos y precauciones para difuminar

Cómo usar aceites esenciales

Elegir un método de aplicación

Diez herramientas para empezar

LA SEGUNDA PARTE

Aceites, Recetas y Remedios

Capítulo cuatro: Boticario de la naturaleza

Pimienta de Jamaica

Raíz de Angélica

Albahaca

Bergamota

Pimienta negra

Ciprés azul

Cardamomo

Semilla de Zanahoria

hierba gatera

Manzanilla

Canela

Citronela

Sabio Clary

Clavo

Ciprés

Abeto douglas

Equinácea

Eucalipto

Aguja de abeto

Incienso

Gálbano

Geranio

Manzanilla alemana

Jengibre

Pomelo

Helicriso

Albahaca sagrada

Hisopo

Jazmín

Enebro

Lavanda

Limón

La hierba de limón

Árbol de té de limón

Cal

Mandarín

Maravilla

Toronjil

Mirra

Mirto

Nerolí

Nuez moscada

Musgo de roble

Naranja

Palmarosa

Palosanto

Pachulí

Menta

Bálsamo de Perú

Petitgrain

Manzanilla romana

Romero

Rosa oto

Sabio

Sándalo

Pino silvestre

Menta verde

Nardo

Abeto

Mandarina

Árbol de té

Valeriana

Vetiver

Gaulteria

Milenrama

Ylang Ylang

Capítulo cinco: Aceites esenciales para dolencias

Cuidado del bebé

Resfriado y gripe

Cortes, quemaduras y moretones

Piel seca, con picazón o quemada por el sol

Cuidado de los pies

Dolores de cabeza

Limpieza de hígado

Dolor muscular

Dolor de barriga

Capítulo seis: Aceites esenciales para mejorar el bienestar

Calma

Depresión

Mal humor

Estrés

Edificante

Capítulo Siete: Usos Cosméticos de los Aceites Esenciales

Desodorante

Cabello

Piel

Jabón

Capítulo ocho: Aceites esenciales para el hogar y el jardín 205

Ambientadores

Repelente de insectos

Velas

Limpiando suministros

Productos para mascotas

Conclusión

Glosario

Recursos

Referencias

Introducción

Durante miles de años, las personas han estado usando aceites esenciales para mejorar la salud física, emocional, mental y espiritual. Solo recientemente la ciencia ha comenzado a descubrir cómo estos líquidos aromáticos volátiles y los preciosos compuestos químicos que contienen funcionan para afectar tanto el cuerpo como la mente.

Tal vez esté interesado en usar estos aceites deliciosamente perfumados principalmente para aromaterapia, o tal vez desee aprender a crear una amplia variedad de productos y soluciones terapéuticos para realzar la belleza de forma natural. En estas páginas, encontrará una gran cantidad de información valiosa sobre los aceites esenciales más queridos del mundo, junto con más de cien consejos para usarlos con confianza.

Cada aceite esencial descrito en este libro puede usarse para una variedad de propósitos. Por ejemplo, el aceite esencial de menta pura es bien conocido por su capacidad para calmar las molestias digestivas, aliviar la inflamación y el dolor causado por las condiciones artríticas y dar un sabor fresco a una variedad de productos, desde dulces hasta pasta de dientes. Este libro es un recurso integral al que puede consultar si necesita un remedio natural para tratar un dolor de cabeza o aliviar los síntomas del resfriado, o incluso para ayudar a curar heridas menores rápidamente.

Procedentes de plantas, saludables para nuestro planeta y naturalmente efectivos, los aceites esenciales son versátiles y convenientes. Al optar por utilizar estos regalos fragantes de la abundante botica de la naturaleza para reemplazar los productos basados ​​en productos químicos siempre que sea posible, usted, su familia e incluso sus animales de compañía se abren al bienestar total.

PARTE UNO

Fundamentos de los aceites esenciales

Capítulo unoAceites esenciales y cómo funcionan

Capitulo dosAdquisición, almacenamiento y uso de aceites esenciales

Capítulo tresMezclando Aceites Esenciales

CAPÍTULO UNO

Aceites esenciales y cómo funcionan

¿QUÉ ES UN ACEITE ESENCIAL?

Los aceites esenciales son más que simples extractos de plantas altamente concentrados. La mayoría posee potentes cualidades medicinales y muchas son valoradas por sus excepcionales cualidades cosméticas. Si bien las plantas enteras o las partes de las plantas de las que se derivan poseen cualidades beneficiosas, los aceites esenciales son mucho más poderosos.

A veces denominados aceites etéreos o aceites volátiles, los aceites esenciales contienen la esencia o fragancia real de las plantas de las que se extraen. Algunos aceites esenciales populares se derivan de plantas enteras, pero la mayoría se derivan de secciones específicas de las plantas por las que reciben su nombre. Algunos aceites esenciales, incluidos los aceites de almendras y nuez moscada, provienen de semillas. Muchos, incluidos los aceites de pachulí, eucalipto y árbol de té, se extraen de las hojas. Otros más provienen de la madera, las flores, la resina o las raíces. Algunas plantas, incluidas la canela y la naranja amarga, se utilizan como fuentes para más de un tipo distinto de aceite esencial.

Los médicos profesionales usan aproximadamente trescientos aceites esenciales para tratar una amplia gama de enfermedades, pero los médicos caseros suelen usar entre diez y veinte aceites esenciales de forma regular. Algunos de los favoritos incluyen aceites esenciales de lavanda, eucalipto, salvia y naranja.

UNA BREVE HISTORIA

Las pinturas rupestres descubiertas en Lascaux, Francia, sugieren que los pueblos prehistóricos usaban plantas medicinales a diario. Estas fascinantes imágenes han sido fechadas con carbono aproximadamente en el año 18.000 a.

Los seres humanos han poseído una comprensión del poder curativo de las plantas durante miles de años. Si bien no está claro cuándo se destilaron los aceites esenciales por primera vez, sabemos que estos aceites se usaron en varias culturas y sabemos que se usaron para ceremonias religiosas y también con fines curativos.

Hierbas y aceites esenciales en la antigüedad

El pueblo egipcio es ampliamente reconocido por sus logros, por lo que no debería sorprender que los antiguos egipcios estuvieran entre los primeros en usar aceites esenciales. De hecho, los registros muestran que los aceites aromáticos formaban parte de la vida cotidiana en Egipto desde el año 4500 a. La canela, la mirra, el sándalo y el incienso eran los favoritos atesorados; eran de tan gran valor que a veces se compraban con oro puro.

En Egipto, se creía que los aceites esenciales puros eran sagrados, y solo los sumos sacerdotes y la realeza tenían la autoridad para usarlos; a cada deidad se le asignó una mezcla exclusiva de aceites esenciales. Las imágenes y tallas de dioses y diosas se ungían frecuentemente con aceites preciosos durante las ceremonias religiosas. Cada faraón usó una variedad de mezclas únicas de aceites esenciales durante la meditación y la intimidad, e incluso durante la preparación para la guerra.

Alrededor del año 3000 a. C., los eruditos de la India desarrollaron la ciencia del Ayurveda, que se basa en gran medida en pociones curativas que contienen una amplia variedad de aceites esenciales. La literatura védica antigua enumera más de setecientas sustancias curativas, incluidas algunas de las favoritas de hoy, como los aceites esenciales de jengibre y canela.

En China, las hierbas aromáticas y los aceites esenciales se convirtieron en remedios para una gran cantidad de dolencias. Muchos de estos compuestos todavía son utilizados por los profesionales de la medicina oriental de hoy. Los eruditos chinos registraron por primera vez el uso de aceites esenciales entre 2697 y 2597 a. C., durante el reinado de Huang Ti, y el legendario Suwen, o Clásico de Medicina Interna del Emperador Amarillo, sigue siendo un texto significativo en la actualidad.

Los aceites esenciales se mencionan tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento de la Biblia, más de doscientas veces. Algunos aceites esenciales bíblicos muy populares son madera de cedro, canela, abeto, incienso, mirra y nardo. Estos aceites se usaban para la unción, con fines religiosos y, al parecer, para el puro disfrute de sus fragancias. También fueron muy valorados como regalos; en la historia de los magos, los preciosos regalos que le trajeron a Jesús de Nazaret en su nacimiento incluían incienso y mirra.

Los antiguos griegos y romanos también usaban aceites esenciales, principalmente para aromaterapia, masajes terapéuticos, higiene personal y medicina. El aceite esencial de mirra se mezcló en un ungüento para usar en el campo de batalla; demostró ser un remedio eficaz para prevenir infecciones posteriores a una lesión.

Conocemos a Hipócrates como el Padre de la Medicina. Entre 500 y 400 a. C., documentó los efectos medicinales de los aceites esenciales y elementos de más de trescientas plantas, muchas de las cuales siguen siendo populares en la actualidad. Hipócrates enseñó a sus alumnos que un baño perfumado y un masaje perfumado todos los días es el camino hacia la buena salud. Su sabiduría sigue influyendo en la medicina moderna en la forma del juramento hipocrático que toman los médicos.

Galeno fue un influyente médico griego. Nacido en 131 EC y educado en Alejandría y Esmirna, ganó fama durante su mandato como cirujano de los gladiadores de Pérgamo. Gracias al vasto conocimiento de Galen sobre el uso eficaz de los aceites esenciales y otras medicinas, ningún gladiador murió por infección mientras estuvo bajo su cuidado. El éxito de Galeno lo llevó a ser asignado como médico personal del emperador romano Marco Aurelio. Permaneció como parte de la corte del Emperador por el resto de su vida, que dedicó a componer una gran cantidad de textos médicos que incluían plantas en varias categorías medicinales. Aunque Galeno murió alrededor del año 201 d. C., su trabajo sigue vivo en forma de medicina galénica, que todavía se practica en India y Pakistán.

Aceites esenciales, aromaterapia y los albores de la medicina moderna

Cuando cayó Roma, los médicos huyeron, llevando consigo libros de Hipócrates y Galeno. Estos libros llegaron a Persia, donde fueron traducidos a varios idiomas para su distribución a los eruditos. Ali ibn Sina, a quien a menudo se hacía referencia como Avicena el árabe, fue un niño prodigio nacido en 980 EC. Fue educado como médico y se dice que comenzó a practicar la medicina a los doce años. Ibn Sina catalogó aproximadamente ochocientas plantas, describiendo en detalle sus efectos sobre el cuerpo humano. También se le atribuye la refinación y el registro de métodos de destilación tradicionales para extraer aceites esenciales puros y de alta calidad de plantas aromáticas.

Los europeos adquirieron conocimiento de primera mano sobre los aceites esenciales y las hierbas medicinales después de que los caballeros cruzados visitaran el Medio Oriente. Estos caballeros y sus ejércitos comenzaron a usar y portar perfumes, y muchos adquirieron conocimientos sobre técnicas de destilación.

Durante la epidemia de peste bubónica del siglo XV, los médicos desesperados decidieron probar mezclas ayurvédicas en lugar de medicamentos ineficaces. Estos antiguos remedios, que incluían aceites esenciales de alcanfor, reina de los prados, romero y lavanda, demostraron ser efectivos. Al mismo tiempo, se quemaba incienso y pino silvestre en las calles para ahuyentar a los malos espíritus. Menos personas morían a causa de la peste en las zonas donde esta práctica era común.

El libro Complete Herbal de Nicholas Culpeper de 1653 ofrece remedios detallados para muchas afecciones médicas. Estos tónicos venerables contienen aceites esenciales y otros compuestos vegetales efectivos que todavía se usan ampliamente en la actualidad.

Las poderosas propiedades terapéuticas de los aceites esenciales se redescubrieron en 1910, cuando el químico francés René-Maurice Gattefossé se quemó gravemente las manos en una explosión de laboratorio y la gangrena se desarrolló rápidamente. Posteriormente, Gattefossé trató sus manos con una sola aplicación de aceite de lavanda y la curación comenzó rápidamente. Luego de este incidente, Gattefossé y un colega realizaron más investigaciones sobre las propiedades curativas del aceite esencial de lavanda antes de introducirlo en los hospitales franceses.

Posteriormente, el médico parisino Jean Valnet utilizó aceites esenciales de grado terapéutico para tratar a los soldados heridos durante la Segunda Guerra Mundial. Dos de los estudiantes de Valnet, el Dr. Paul Belaiche y el Dr. Jean-Claude Lapraz, realizaron una extensa investigación, examinando los aceites esenciales por sus propiedades antivirales, antibacterianas, antifúngicas y antisépticas. Llegaron a la conclusión de que estas poderosas sustancias naturales tienen capacidades curativas sustanciales.

El uso de aromaterapia y aceites esenciales en América del Norte es fascinante. Sabemos que los nativos americanos dependían en gran medida de la farmacia de la naturaleza, utilizando plantas para aumentar el bienestar de diversas maneras. La equinácea, que se usa hoy en día en una variedad de formas, incluida la hierba entera y el aceite esencial, era un tratamiento favorito para los dolores de cabeza, incluidas las migrañas dolorosas. El repollo de mofeta se usaba para tratar los trastornos nerviosos, la menta de caballo se aplicaba para aliviar el dolor de espalda y la cereza silvestre se usaba para tratar la tos. El pino blanco, que los nativos americanos usaban para tratar los resfriados, sigue siendo un popular tratamiento de aromaterapia para el resfriado en la actualidad. Si alguna vez usó árnica para aliviar los moretones, está usando un conocido remedio de los nativos americanos.

Cuando los colonos europeos llegaron a América del Norte, trajeron consigo las hierbas europeas favoritas. Al principio, estas preciosas plantas eran su única fuente de medicina, y las plantas también se usaban para hacer que la comida fuera más apetecible. Poleo y ajenjo fueron útiles para el control de pulgas y otros insectos. Registros posteriores muestran que, en 1631, John Winthrop, Jr. de Suffolk ordenó que se llevara una gran cantidad de semillas a la Colonia de la Bahía de Massachusetts en Estados Unidos. Entre las cuarenta y ocho especies de plantas que ordenó a un costo de £ 160, que era una fortuna en esos días, estaban el romero, la salvia, la raíz de angélica, el hisopo, la hierba gatera y el apio de monte, todos los cuales están disponibles como aceites esenciales en la actualidad.

Resulta que los antiguos y aquellos que siguieron los caminos que trazaron tenían razón. Muchas bacterias, hongos y virus mueren cuando entran en contacto con ciertos aceites esenciales, particularmente cuando esos aceites contienen terpenos, timol, carvacrol