NIM EL ADAPTÓGENO MULTIUSOS
LA NATURALEZA, FARMACIA DEL PUEBLO
Según la mitología hindú, el nim (Azadirachta indica o Melia azederach o «neem» en inglés) se convirtió en un árbol sagrado bendecido con el don de curar todas las enfermedades.
Existe un relato muy popular que nos relata como el rey Indra bajó del Cielo con una olla de oro llena de ambrosía (Artemisa) que había arrebatado a los demonios; se derramó un poco de ambrosía sobre un árbol de nim, bendiciéndolo y convirtiéndolo en un árbol de propiedades milagrosas para curar toda la eternidad.
as primeras indicaciones del uso del nim como medicamento se remontan a más de 4.500 años. La cultura india harappa estaba en su apogeo. En excavaciones hechas en la actual Harappa y en Mohenjo-Daro, al Noroeste de la India (actualmente en Paquistán) que se identifican con ese periodo se encontraron entre las ruinas preparados terapéuticos con hojas de nim.
Entre los textos más antiguos se encuentran el sutra Caraka Samhita (aprox. 500 A.C.) y el Susrutha Asmita (aprox. 300 A.C.). En ellos aparecen explicaciones que constituyen la base del Ayurveda, la ciencia médica hindú basada en la naturaleza. En estos antiguos textos el nim aparece casi cien veces para el tratamiento de una gran variedad de enfermedades y síntomas, muchos de los cuales permanecen hoy en día.
Muy valorado desde siempre por sus cualidades curativas, el nim estuvo cerca de convertirse en un programa de salud desde la cuna hasta la muerte y era parte de la rutina diaria en casi toda la India hasta nuestros días. En los textos se recomendaba que los bebés fueran untados con aceite y hierbas, recostados sobre una sábana de seda y abanicados con una rama de nim con hojas anchas.
Si el niño enfermaba se le administraban pequeñas dosis de aceite y se le bañaba con té de nim en caso de cortes, heridas o varicela. El cepillado diario con ramitas de nim masticadas ayudaban tanto a niños como
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