Meridiano 180: En Busca De Nuestros Orígenes

Por Juan Búcaro

¿Podría el Meridiano 180 guardar una conexión misteriosa entre los polos terrestres? ¿Un vínculo extraño que oculta uno de los secretos más recelosamente guardados por los gobiernos del mundo? El Almirante Richard Byrd aseguró haber penetrado a través del Ártico a tierras extrañas jamás vistas por el hombre.

Al estudiar mapas antiguos, los científicos rusos llegaron a un descubrimiento inesperado: resulta que, en siglos pasados en el territorio de Rusia y los países vecinos, había una gran asociación estatal, que hoy no se menciona en ningún libro científico ni de historia. Estamos hablando de la misteriosa Tartaria, la información sobre ella por razones desconocidas fue eliminada de la historia mundial. Como podemos ver el Imperio Tártaro no fue algo ficticio, existió y se asegura que estaba integrado por tierras de Asia Central, el lejano Oriente y la India. La Gran Tartaria ocupaba gran parte de Siberia.

• Idioma: Español
• Editorial: Books on Demand
• Fecha de lanzamiento: 25 sept 2023
• ISBN: 9789180806220

Juan Búcaro

Me gusta escribir, pero no me considero escritor como tal, por lo que animo a todos aquellos que alguna vez hayan soñado con escribir un libro, lo hagan. Sé que es una empresa en principio un poco complicada sobre todo si no tienes ayuda de alguien que pueda orientarte, sin embargo, con perseverancia lo lograrás. El día de hoy puedes encontrar mucha información gracias a las nuevas tecnologías; pero insisto, todo depende de ti. Tu primer libro puede tomar mucho tiempo antes de verlo publicado, pero puedo asegurarte que los demás fluirán sin mayor esfuerzo.

Vista previa del libro

*Se que el asterisco se usa principalmente para hacer indicaciones o llamamientos acerca de alguna palabra dentro de un texto que, para hacer referencia a este, habitualmente deberá hacerse esta al pie de la página, sin embargo, no es el caso, en este contexto ha sido usado a manera de reflexión para estimular al lector seguir investigando.

Índice

Prólogo

Capítulo I Continente de Hiperbórea

Cuando comencé esta investigación nunca pude imaginar que era nada más la punta del iceberg

Periodo Oscuro

En estos siglos es cuando surge en Europa el Renacimiento, movimiento cultural durante los siglos XV y XVI

El Código de Zion (Pacto reptil)

Diario del Almirante Richard Byrd

Debo escribir este diario a escondidas y en absoluto secreto. Se refiere a mi vuelo Ártico del 19 de febrero del año 1947.

Comparación del mapa de Mercator con el mundo moderno

Esto es lo que escribe Valery Uvarov: Considere la peculiaridad del misterioso mapa de Mercator de 1595. Para tener una idea de ello, hay que compararlo con los mapas modernos del fondo marino del Ártico.

Capítulo II La Gran Tartaria

Podría, o ¡no! La ciencia, historiadores y muchos otros investigadores en el tema estar de acuerdo conmigo, pero, para mí esto es irrelevante

Capítulo III Tierra Plana

De antaño el hombre ha fantaseado y soñado con mundos plagados de vida inteligente e irónicamente seguimos alimentando la argumentación soberbia ignara científica de que somos únicos en el universo

Capítulo IV El relato del hombre que traspasó las Murallas de Hielo

Debo de antemano agradecer al autor de este libro haberlo publicado (Claudio Nocelli). Mi Yo interno me dice que su contenido es verídico,

Sinopsis de mi absurda hipótesis

Al hacer un repaso del contenido de este libro debo también hacer hincapié en la falsa historia que conocemos, ¡todo ha sido una mentira! ¡Nos han mentido en todo!

Piedras gigantes de los Altos del Golán

Prólogo

El sarcasmo es un concepto que suele tener en sí mismo la dicotomía del mensaje en el entendimiento de la definición, porque es para algunos lo irónico, lo inherente a la burla, sin embargo, su definición podría simplemente relacionarse con el mensaje del desagrado, de la disconformidad y en muchos casos como aliciente al sometimiento engañoso constante de alguien infundioso. En algunos momentos el lector podrá percibir dicho mensaje durante la lectura de estos textos, sin embargo, hecho con sano propósito.

Cuando empecé a escribir este libro nunca creí si he de ser sincero, lograrlo. Me sentía un poco enredado con el tema. Me daba la impresión de que sería difícil alcanzar mi objetivo. Acoplar hechos históricos que nunca había leído en libros de historia constituiría el primer gran reto. Y, si a esto, sumamos mi poca experiencia en las artes literarias. La incertidumbre estaba servida.

Es un poco difícil para mí, una persona sin estudios académicos y con poca trayectoria profesional en el ramo, abrirse un hueco en este mundo tan exigente. Pero son tantos los deseos que me impulsan a intentar expresarme y compartir con el posible lector esta historia realmente diferente. Diferente en el sentido de lo que comparto en esta obra ha sido por siglos vedado por poderes inexpugnables. Sin embargo, nuestra historia al parecer, por designios divinos ha llegado a su fin tal como la conocemos. Este libro puede despertar en ti la esperanza y la fe de que es posible vivir en un mundo diferente. ¡Porque lo es!

Conforme te introduzcas en este túnel imaginario del tiempo al final serás tú con tu razonamiento critico el que decrete el juicio final del contenido de esta obra. No pretendo convencer a nadie de lo que plasmo en estos textos debe ser tomado como una verdad axiomática. Busco, sin embargo, abrir la mente de todo aquel que han comenzado a percibir el engaño y desea lanzarse en búsqueda de la verdad. Oculta por milenios.

Los secretos encontrados y desvelados en este libro, quizá, a algunos le susurre al oído como algo ficticio. Algo encontrado. Sin embargo, son o han sido parte de nuestra historia. La historia oculta y verdadera de nuestro planeta. Los tiempos están próximos y sé que esas verdades saldrán a la luz. Saldrán porque es fundamental para la humanidad que así sea. Debemos conocer nuestros orígenes y sobre todo que nunca hemos estado solos. Que nuestro querido planeta pronto será dejado llamar como tal. ¡Porque no lo es!

Porque no somos únicos. Muy cerca de nosotros siguiendo el Meridiano 180 encontraremos nuestros orígenes, otras tierras que por milenios alevosamente las han apartado de nosotros para mantenernos cautivos en este paraíso del cual muy pocos han podido escapar.

Hiperbórea, la Gran Tartaria y la Atlántida son a mi parecer, parte de la misma historia. Todos ellos descendientes de los guerreros del sur, Anakim, cuyos ancestros los nefilim, fueron injuriados en la manipulación bíblica perpetrada en los siglos pos-Renacimiento.

Ciudad Perdida. Hallazgo acongojador, terrible, que ha dejado en mí una huella penetrante en lo más profundo de mi ser. ¿Cómo podría yo siendo humano ser indiferente ante aquella calamidad que doblegaría hasta al más soberbio de temple? A veces es muy difícil comprender los alcances de la maldad, sin embargo, a mi entender es señal que nuestras almas han comenzado a evolucionar y cada día se alejan más de esos fútiles sentimientos enfermizos.

Tampoco puedo apartar de mi mente el castigo posterior al diluvio cometido por los malvados seres sin rostro, apoyados por los ignominiosos anunnaki. Aniquilaron sin misericordia a los remanentes tártaros que habitaban el corazón de Siberia que habían sobrevivido al primer ataque durante el mal llamado diluvio. Fue una estrategia para desaparecer a estos nobles gigantes de la faz de la Tierra. Un claro ataque disimulado como castigo divino. Ocasionado por un asteroide, en 1908, en Tunguska.

Al otro lado de las Murallas de hielo de la Antártida se oculta un insondable secreto milenario que está a punto de desvelarse. Suceso que cambiará la historia de nuestra querida Tierra.

Este tema es bastante comprometido y quizá, hasta complicado de entender, pero es muy importante que le dé por lo menos el beneficio de la duda. No le pido que crea a pies juntillas este planteamiento. Sin embargo, sin este modelo no podrían existir los otros mundos que habitan más allá de las murallas donde termina el Meridiano 180. La Tierra Plana ha comenzado a tomar auge en los últimos tiempos. Millones de seres humanos creen que su ocultamiento es otra mentira más de los huestes del mal.

Este modelo a mi humilde entender es más funcional que el esférico. Si lo analizamos con sensates, podremos descubrir sin mucho esfuerzo que es un modelo con más sustento y credibilidad.

El conmovedor testimonio del hombre que estuvo más allá de las murallas de hielo de la Antártida, que vio con sus propios ojos lo que muy pocos humanos han visto. Ha quedado como fiel evidencia de la existencia de aquellos fantásticos mundos que se nos han ocultado cruelmente. Tenemos derecho creo, a conocer nuestros orígenes. ¡Y debemos luchar para conseguirlo! Y esto lo lograremos abriendo la mente, desprogramándonos, despertando a la Nueva Era que nada tiene que ver con la religión.

Si bien muchos son ajenos a los sucesos de los últimos tiempos, llegados, también ellos serán afectados porque la frecuencia de los pálpitos de nuestra Madre Tierra, se están acelerando y consecuentemente afectará a todos los seres vivos de la Tierra. Y aquel que vibre bajo correrá el riesgo de no pasar la prueba. No hay regla de tres. Viejos y jóvenes. Nadie queda exento. Todos por igual forman parte del cambio y serán pasados por la balanza. Es el plan divino de Dios. Que sin meter las manos limpiará la Tierra. Debemos sentirnos felices de ser nosotros los que estemos viviendo estos divinos cambios. Millones de seres humanos hubiesen querido estar aquí y ahora, disfrutando este momento único en la historia de la Tierra. Todos los ojos están puestos en el Centro de la Tierra Infinita, donde se sitúa nuestra Tierra. Aunque no lo percibamos y sepamos. Somos el corazón de estas Tierras. El tiempo traerá consigo al igual que los vientos del este. La verdad.

Si eres joven, pero insistes en excluir de tu vida los buenos principios y comportamiento y no pretendes bajo ninguna circunstancia cambiar tus malas acciones, enfermarás y tendrás irremediablemente que transcender, porque esto evitará acrecentar tu frecuencia vibracional y serás presa de enfermedades. Esto no es algo utópico sino lógico. Tu cuerpo perderá las defensas y estarás expuesto a toda suerte de padecimientos hasta que la fatalidad llegue por ti.

Y para concluir. Quiero dejar un mensaje para aquel que alguna vez haya soñado con escribir un libro. Hacerlo solo, es un tanto difícil pero el éxito está en ser persistente. No darte a la primera. Ármate de paciencia. El día de hoy felizmente tenemos a nuestro alcance todas las herramientas para lograrlo. El resto depende de ti. La satisfacción te puedo asegurar premiará tu esfuerzo. ¡No olvides! Que los seres humanos somos creadores de realidad. Y podemos lograr lo que nos proponemos. Estos poderes los hemos ido descubriendo con más claridad en los últimos tiempos conforme la Era de Acuario nos comienza a colmar con su luz sanadora. Y la quinta dimensión con regocijo nos invita a ser parte de su regazo.

Había resuelto no volver a escribir por dos razones. La primera, la pérdida de un ser muy especial que me brindó la dicha de estar a mi lado durante muchísimos años y quien fuese mi inspiración, debió partir cuando aún no le tocaba.

Pero…, ¿qué digo?

¿Quién soy yo para saber esto?

Mi ego reclama algo que está más allá de mi percepción humana que no puedo entender. Es tan difícil separar estas realidades. Somos tan toscos y poco resueltos en el plano espiritual que jamás alcanzaremos a entender que los acontecimientos ocurridos en el trascurso de nuestras vidas están ya predichos y justificarlos ya no tiene ningún sentido. Sin embargo. ¡Sigo sin entenderlo!.

La segunda. Hablo por mí. Sé que casi todos los escritores de verdad tienen éxito ya sea porque están comprometidos o porque tienen un equipo de profesionales en su entorno y obviamente, esto les da libertad de cometer cualquier sacrilegio lingüístico que el lector no alcanzará a percibir porque a él llegarán los textos elocuentemente depurados, si ninguna falta, que cualquier critico mal intencionado, aunque actuara de mala fe, jamás encontraría falta alguna.

Los pseudo escritores no tenemos esa dicha. Por lo que de antemano me disculpo por la falta de elegancia y el coqueteo encantador del juego filológico del contenido de estos textos.

¡Esta es la segunda razón! Ya que muy pocas son las persona que muestran interés en una obra creada por un escritor de textos poco profesionales y, nuestros esfuerzos, quedan encerrados en esos textos que muy pocos leerán. Con todo esto como buen testarudo decidí echarme de nuevo al camino a sabiendas que los resultados y esfuerzo, serán los mismos.

Cuando joven, de eso hace ya mucho tiempo, mi esposa Carla y este confeso leíamos por casualidad un libro que me pareció muy interesante: Recuerdos del Futuro del escritor suizo, Erich Von Däniken, que fue un gran éxito mundial. Millones de libros vendidos en el mundo. Sus relatos hablaban de antiguos dioses en todas las culturas, estaban inspirados en la visita hace miles de años de astronautas del espacio. Egipcios, mayas, pascuenses, babilonios, andinos, indios, chinos… todas las culturas del mundo, incluida la judeocristiana, estaban inspiradas por esas visitas de astronautas. Las pruebas eran según Däniken, evidentes.

A mi parecer, se trataba de una lectura muy interesante, sobre todo por aquellos dorados y extraordinarios tiempos donde aún ni siquiera soñábamos, aunque sin saberlo que los tiempos estaban a la vuelta de la esquina, con las nuevas tecnologías que se convertirían en el inicio de la hecatombe mundial. Tiempos donde caminaríamos sin libertades ni privacidad. Como autómatas. Por no decir como estúpidos con un teléfono celular asido a una de nuestras manos desesperadamente por el terror de quedarnos desconectados del mundo exterior.

Este personaje recibió una lluvia de críticas, ¡claro está! Que no podemos ser santos de la devoción de todos. Era evidente que la gente dudara de él, ya que no había nacido con o heredado aquel arte, privilegio de unos pocos, y lo que proponía en sus ideas aquel antiguo hotelero a más de uno le parecía enajenado e improbable.

Hoy los tiempos han cambiado y sabemos mucho más de aquellas dudas que se planteaban los investigadores del siglo pasado y, por más vuelta que les dieron a aquellos entresijos, jamás hallaron respuestas coherentes y han partido al plano espiritual con ellas.

Carla, aunque no lo manifestaba lo comprendí o lo interprete al final de su vida, guardaba muy celosamente un secreto; secreto que nunca pude desvelar en los años que compartimos felizmente. Fue hasta durante los años horribles de su enfermedad cuando con el diario sufrir mi sensibilidad y el amor mutuo entre nosotros fue creciendo cada día en función que su salud deterioraba, entonces, fui descubriendo todo aquello con gran tristeza, pero ya era demasiado tarde la enfermedad la había ya desconectado de nuestra realidad.

Y la única forma de comunicarnos fue a través de emociones, sonrisas y buenos gestos. En este momento comprendí que su alma y la mía habían estado unidas de siempre, y en vida, aunque nunca lo manifestaba su evolución espiritual superaba la mía, sin embargo, jamás hablaba de esto. Nunca sentí tanto odio por la vida por haberme negado a compartir con ella aquel tesoro que traíamos en el equipaje cuando vinimos a compartir la historia de nuestra vida en este plano de retos evolutivos, tristezas, emociones y alegrías.

Hoy, después de su partida me encuentro muy solo y siento que una parte de mi vida ha partido con ella. Es por esto que, en recuerdo a su memoria y a su cariño, he decidido escribir este pequeño libro de hechos enigmáticos que guarda con recelo nuestro misterioso planeta.

¡Insistiré en los mismo! Soy simplemente soñador no escritor.

Los sueños muchas veces nos empujan sin imaginarlo o percibirlo, a hallar contextos que de otra forma no seriamos capaces de distinguir.

¡Le doy gracias a la vida que me haya hecho soñador!

Capítulo I Continente de Hiperbórea

Cuando comencé esta investigación nunca pude imaginar que era nada más la punta del iceberg. Ya que realmente mi intención era seguirle la pista a una anomalía con la que me había tropezado hacía ya muchos años. En aquel entonces mis investigaciones iban por otros rumbos, si bien pensé era interesante lo mejor sería volver en otro momento para no distraer lo que me ocupaba entonces.

Al profundizar en esta exploración fui como avanzaba descubriendo que nos han contado nada más las verdades a medias y encima tergiversadas. Por ejemplo: sabemos que la Antártida, según los libros de historia, es un continente.

¿Y quien no sabe esto?

Si, el día de hoy con la tecnología a nuestro alcance podemos corroborarlo nosotros mismos, vía Google Earth. Nadie que tenga un tanto de sensates podría poner en tela de juicio la existencia de algo tan evidente que está ante nuestros ojos y que resulta tan real como los mismos mares que nos rodean.

Pero a veces las cosas no son como parecen y, lo que parece que está no está. Y lo que no está si está. Suena a trabalenguas…, pero tiene sentido como lo verá el lector más adelante. Mi búsqueda comenzó en el Ártico ya que en esta parte del planeta da inicio el Meridiano 180, una línea imaginaria que divide nuestro planeta en dos partes simétricas, cruza de forma vertical hasta encontrarse en la parte sur con el territorio gélido de la Antártida, este meridiano en esta zona del planeta adquiere el nombre de Meridiano 0. El Meridiano 180 no es otro que el antimeridiano o continuación del Meridiano de Greenwich. Además, esta línea imaginaria divide el planeta en hemisferio Oriental y Occidental.

Realmente, me traía muy intrigado una anomalía a decir verdad muy extraña, se presentaba como una abertura que partía o dividía las aguas del océano, los pálpitos intuitivos me aguijoneaban y no me dejaban en paz, mi mente comenzaba a crear los más confusos posibles escenarios que podía imaginar, algunos tan vagos que rozaban los límites de lo risible, sin embargo, conforme examinaba y peinaba sin descanso los océanos comencé a tener la corazonada que todo esto tenía que ver con el Meridiano 180. Todo apuntaba en esa línea.

Después de varios días de matraca constante en lo mismo, comencé a comprender mejor aquella rareza y lo que en principio pareciera una abertura no era más que