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SE BUSCA La misteriosa desaparición de Sarah Whitman: Sarah Whitman, #1
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SE BUSCA La misteriosa desaparición de Sarah Whitman: Sarah Whitman, #1
Libro electrónico77 páginas1 hora

SE BUSCA La misteriosa desaparición de Sarah Whitman: Sarah Whitman, #1

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Tras su rompimiento con una famosa modelo, Ralph Meyer tiene una cena amistosa con su anterior pareja, Sarah Whitman. Luego de esa primera cita, planean un viaje de fin de semana a la cabaña que él le regaló cuando eran novios, para enfrentar los fantasmas del pasado y propiciar una reconciliación. La casa de campo está ubicada en un enigmático lugar, famoso por los eventos extraños y misteriosos que se suscitan allí. Contra todas las advertencias de su madre, Sarah se irá con Ralph y, al llegar a la cabaña "Mi estancia", se desencadenarán una serie de hechos siniestros que, además de enseñarles secretos del mundo mágico que habita en la naturaleza, les revelarán porqué aquel lugar, en el que se dan tantas desapariciones, lleva el nombre de "La boca del diablo".

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 sept 2023
ISBN9798215469606
SE BUSCA La misteriosa desaparición de Sarah Whitman: Sarah Whitman, #1
Autor

Maria Florinda Loreto Yoris

María Florinda Loreto Yoris, nacida en Caracas, Venezuela, el 24 de mayo de 1969. Publicista de profesión, comunicadora por vocación. Amante de la lectura y la escritura, durante veinte años se dedicó al estudio de diversos temas relacionados con el Ocultismo y el Misticismo. Se estrenó en la escritura de relatos con “Revelación de medianoche” en la obra “MEDIUM, historia de un corazón sensible”, en coautoría con Salvador de Ávila. Ha iniciado la serie "Mundo de Hadas" con la antología de cuentos "Viaje al Mundo de las Hadas". El mundo de sus historias, algunas de ellas de tipo paranormal, nos introducen a escenarios que existen en alguna dimensión diferente a la nuestra, en ella nos mueve y nos envuelve con tal naturalidad que parece que caminamos en una calle común. Ha escrito también novela policiaca con un alto grado de realidad.

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    SE BUSCA La misteriosa desaparición de Sarah Whitman - Maria Florinda Loreto Yoris

    CAPÍTULO 1

    A Sarah, la casita de campo le traía muchos recuerdos tan hermosos que le resultaban dolorosos. Sin embargo, ella estaba decidida a enfrentar su pasado, sin sospechar la terrible sorpresa que el destino le tenía reservada.

    Aquel viernes, eran cerca de las cinco de la tarde cuando Sarah Whitman recibió la visita inesperada de su madre, quien parecía tener una especie de radar para detectar cuándo su hija estaba a punto de ejecutar una mala decisión.

    La madre de Sarah, bajó de un taxi y, antes de cerrar la puerta, se echó el abrigo sobre los hombros, mientras se estremecía un poco por el frío viento de octubre. Antes de cruzar la calle, confirmó que su hija estaba en su departamento pues, a pesar de la baja temperatura, la ventana de la cocina estaba abierta. Por convenio mutuo, y debido a ciertos eventos desagradables con la ex pareja de Sarah, Bridget tenía llave de la casa de su hija. Ella solía avisar antes de visitarla, pero ese día se presentó de improviso en su apartamento.

    Sarah estaba en su habitación, arreglando un pequeño equipaje para pasar el fin de semana en las afueras de la ciudad, cuando escuchó a su madre introducir la llave en la puerta. Se parecían bastante, a pesar de la diferencia de edad, la gente solía pensar que ellas eran hermanas. La principal diferencia era que, mientras Bridget tenía los ojos de un color verde oliva y llevaba el cabello rubio ceniza, Sarah tenía los ojos y el cabello castaños.

    Madre e hija se besaron en las mejillas.

    —¡Qué alegría verte, mamá! —saludó Sarah con una sonrisa—. ¡Hacía tantos días que no nos veíamos!

    —Sí, hija —contestó Bridget en voz baja y en un tono serio.

    —Cuando hablamos la última vez por teléfono te escuché bien de ánimo, ahora tienes esa seriedad ¿sucede algo en particular?

    Bridget suspiró.

    —Bien, debo admitir que estoy preocupada. Eres mi única hija y deseo tu bienestar por encima de todo.

    —¿Y eso a qué viene, mamá?

    Bridget arqueó las cejas.

    —¡Sarah, por favor! Siempre que hablamos evito el tema para no discutir, pero estoy cansada de callar y que me trates como si yo fuera una niña a la que puedes engañar ¡yo soy tu madre!

    Sarah se sintió incómoda porque sabía de qué estaba hablando Bridget, pero con el bolso de viaje sobre la cama iba a ser muy difícil esconder sus verdaderos planes para ese fin de semana.

    —De acuerdo, mamá. Hablemos.

    Sarah señaló a Bridget una butaca para que se sentara y se alejó apenas unos pasos. Suspiró impaciente porque sabía que a su madre a veces le gustaba dramatizarlo todo, pero también era consciente de que, madre al fin, solía tener razón. Era obvio que esa no iba a ser una visita breve: Bridget tenía atravesado en la garganta algo que le urgía decirle y no se iba a ir del departamento hasta que le hubiese dicho todo. Sarah tomó un pantalón de la silla para guardarlo en su equipaje, pero las primeras palabras de su madre la sorprendieron tanto que se le cayó al piso.

    —¿Te reconciliaste con Ralph? —empezó Bridget en un tono de voz de fingida indiferencia.

    —¿Que si me reconcilié con Ralph? —Sarah tuvo la sensación  de que debía ganar tiempo para recuperarse de su desconcierto—. No —contestó también con fingida calma—. Nunca nos vemos y tú lo sabes. ¿Por qué me preguntas eso, mamá? ¡Oh, ya sé! Has visto en los chismes de farándula su rompimiento con la mujer con la que pasó este último año.

    —Sí, la he visto. Una famosa modelo, hija de un importante productor de cine norteamericano, si mal no recuerdo.

    —No finjas que sabes poco —replicó Sarah en tono seco—. Veamos mamá ¿hay alguna razón para que yo haya visto a Ralph y me haya reconciliado con él?

    —Pensé que tal vez te habría llamado ahora que está solo.

    —Hace tiempo que no sé nada de Ralph. Aunque él haya terminado su relación no tiene por qué llamarme, son ideas tuyas.

    —¡Ojalá fueran ideas mías! Te seré más clara, Sarah: una amiga mía te vio cenando con él la semana pasada. Cuando sucedió aquel incidente por el que ustedes se separaron, te pedí de forma expresa que no volvieras a verlo.

    Sarah se estremeció con las palabras de su madre y dio un paso atrás. Sabía que era inútil negárselo, pero tampoco podía decirle la verdad, al menos hasta clarificar su situación sentimental con Ralph. Algo que pretendía hacer ese fin de semana.

    —Está bien, mamá. Admito que lo vi la semana pasada, pero entre nosotros no ha surgido nada. Él y yo tomamos caminos diferentes desde nuestro rompimiento hace dos años.

    —¿De modo que a ti no te importa lo que sucedió? ¿Acaso no recuerdas lo que te hizo?

    —¡Dejemos los dramatismos, mamá! —casi gritó Sarah, furiosa—. Me niego a que controles mi vida, como si yo fuera una niña. Déjame cometer mis propios errores.

    —¡Y mira lo que te pasó con Ralph! —la hostigó Bridget con crueldad—. Solo duraron un año y casi te mata ¿tú no te respetas a ti misma? ¿Qué tienes tú en la cabeza, aire?

    Sarah estaba pálida. La conversación con su madre revivía el doloroso pasado que ella había tratado de enterrar dos años antes y que no le permitía iniciar otra relación. Ni siquiera estaba segura de haber olvidado a Ralph porque lo había amado con locura. Sabía que su madre

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