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Ciudadanía regional y relaciones sociales internacionales en América Latina (1991-2015)
Ciudadanía regional y relaciones sociales internacionales en América Latina (1991-2015)
Ciudadanía regional y relaciones sociales internacionales en América Latina (1991-2015)
Libro electrónico356 páginas4 horas

Ciudadanía regional y relaciones sociales internacionales en América Latina (1991-2015)

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Mucho se ha escrito sobre la integración, pero este trabajo no solo ha sido rigurosamente elaborado, sino que es un texto que convoca a ser consultado debido a dos motivos centrales. Por una parte, aborda la transformación del ejercicio de la diplomacia ciudadana en Argentina, con interesantes categorías que describen y, a la vez, interpelan su construcción en el proceso de integración del Mercosur. Además, propone el estudio de la sociedad civil regional, a partir de articularla con lo acaecido en los espacios nacionales de los países miembros. Gran parte de su análisis se focaliza en uno de los períodos de mayores cambios, expectativas y, también, tensiones de la historia regional. Desde una perspectiva constructivista, los aportes referidos a las estructuras y a las interacciones internacionales, se diferencian de otros análisis que no plantean una teoría acabada. Este libro centra el interés en hipótesis de trabajo vinculadas con la construcción social de la realidad, que se propone y expande en las últimas décadas en América Latina.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 sept 2023
ISBN9789876997973
Ciudadanía regional y relaciones sociales internacionales en América Latina (1991-2015)

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    Ciudadanía regional y relaciones sociales internacionales en América Latina (1991-2015) - Elizabeth Theiler

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    Mucho se ha escrito sobre la integración, pero este trabajo no solo ha sido rigurosamente elaborado, sino que es un texto que convoca a ser consultado debido a dos motivos centrales. Por una parte, aborda la transformación del ejercicio de la diplomacia ciudadana en Argentina, con interesantes categorías que describen y, a la vez, interpelan su construcción en el proceso de integración del Mercosur. Además, propone el estudio de la sociedad civil regional, a partir de articularla con lo acaecido en los espacios nacionales de los países miembros. Gran parte de su análisis se focaliza en uno de los períodos de mayores cambios, expectativas y, también, tensiones de la historia regional.

    Desde una perspectiva constructivista, los aportes referidos a las estructuras y a las interacciones internacionales, se diferencian de otros análisis que no plantean una teoría acabada. Este libro centra el interés en hipótesis de trabajo vinculadas con la construcción social de la realidad, que se propone y expande en las últimas décadas en América Latina.

    Dra. Elizabeth Theiler

    Doctora en Ciencia Política y Magister en Relaciones Internacionales (Universidad Nacional de Córdoba). Licenciada en Trabajo Social. Desde el año 2019 es vicerrectora de la Universidad Nacional de Villa María. Además, es investigadora y directora de proyectos de investigación, como así también docente de grado y posgrado de la UNVM y UNC, en espacios curriculares vinculados al campo de la planificación y evaluación de políticas públicas y salud. Es autora de numerosos libros y artículos libro sobre políticas públicas, participación ciudadana y realidad social.

    Theiler, Elizabeth

    Ciudadanía regional y relaciones internacionales en América Latina, 1991-2015 / Elizabeth Theiler. - 1a ed - Villa María : Eduvim, 2023.

    Libro digital, EPUB. - (Poliedros)

    ISBN 978-987-699-797-3

    1. Ciudadanía. 2. América Latina. 3. Relaciones Sociales. I. Título.

    CDD 323

    ©2023

    Editorial Universitaria Villa María

    Chile 253 – (5900) Villa María,

    Córdoba, Argentina

    www.eduvim.com

    Diseño de tapa y maquetación: Gabriela Callado

    La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artículos, estudios y otras colaboraciones publicadas por EDUVIM incumbe exclusivamente a los autores firmantes y su publicación no necesariamente refleja los puntos de vista ni del Director Editorial, ni del Consejo Editor u otra autoridad de la UNVM.

    No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopia u otros métodos, sin el permiso previo y expreso del Editor.

    Impreso en Argentina – Printed in Argentina

    Elizabeth Theiler

    Ciudadanía regional y relaciones sociales internacionales en América Latina (1991-2015)

    Índice

    Prólogo

    Introducción. La transformación de la sociedad civil del Mercosur

    Capítulo 1. Estados, poder, diplomacia y sociedad civil en la integración regional

    Capítulo 2. Sociedad y participación en el Mercosur

    Capítulo 3. Sociedad civil y diplomacia ciudadana: transformación de la institucionalidad del Mercosur

    Capítulo 4. Argentina y el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil

    Capítulo 5. La construcción de la diplomacia ciudadana en las Cumbres Sociales

    Capítulo 6. Impactos de las demandas sociales en la legislación argentina

    Capítulo 7. Nuevas miradas, nuevos desafíos: las relaciones sociales internacionales a partir del caso argentino

    Referencias bibliográficas

    Prólogo

    Mucho se ha escrito sobre el Mercosur, pero este trabajo no solo ha sido rigurosamente elaborado, sino que es un texto que convoca a ser consultado debido a dos motivos centrales. Por una parte, aborda la transformación del ejercicio de la diplomacia ciudadana en Argentina, con interesantes categorías que describen y, a la vez, interpelan su construcción en el proceso de integración del Mercosur. Además, propone el estudio de la sociedad civil regional, a partir de articularla con lo acaecido en los espacios nacionales de los países miembros. Gran parte de su análisis se focaliza en uno de los períodos de mayores cambios, expectativas y, también, tensiones de la historia regional.

    Desde una perspectiva constructivista, los aportes realizados por la autora referidos a las estructuras y a las interacciones internacionales, se diferencian de otros análisis que no plantean una teoría acabada. Este libro centra el interés en hipótesis de trabajo vinculadas con la construcción social de la realidad, que se propone y expande en las últimas décadas en América Latina.

    El planteo de este tema y su perspectiva analítica constituyen una importante contribución a la comprensión de la constitución del Mercosur y a la relevancia de la ciudadanía en la definición de su agenda. En este sentido, la premisa fundamental es que la participación social es un eje temático central de los procesos de integración. Eso presume asumir, como entendemos lo hace la autora, que la participación social agrega posibilidades, reflexiones y miradas a las integraciones regionales y que, sin el aporte de la sociedad civil y de los ciudadanos, estos procesos corren el riesgo de perder legitimidad en los pueblos de los países intervinientes.

    El estudio se contextualiza cronológicamente en la Post-Guerra Fría, momento en que se producen varias rupturas, como la aparición, a comienzos de este siglo, de gobiernos más democráticos de acuerdo con las tradiciones populares regionales, que concitaron un apoyo considerable, por su renovada concepción de la política, sus alternativas identitarias y un mayor compromiso con la participación. Estas características impactan en el bloque y, a su vez, amplían las luchas llevadas a cabo por las organizaciones sociales en la región. En ese marco, Theiler sostiene: Por esos tiempos, los procesos eran traccionados por las dimensiones ideológicas latinoamericanas, complementadas con una UNASUR que aportaba a la regionalidad el aspecto simbólico del ‘asociativismo’. Esta construcción, más allá de la lógica del Estado sujeto al mercado, se aferra a las estructuras que dominan aspectos e intereses subjetivos de los pueblos.

    Además de destacar estas consideraciones, el texto analiza el modo en que la lucha por la participación se dio en diferentes momentos que condicionaron expectativas, tensiones y resistencias ante acontecimientos que traccionaron en distintas direcciones el desenvolvimiento del Mercosur.

    Es un trabajo que plantea la relevancia de la IV Cumbre de las Américas (2005), porque allí la sociedad civil regional toma plena conciencia de su capacidad legitimadora o deslegitimadora de las decisiones que se adoptan. Desde esa demostración en Mar del Plata, su base de poder se mantuvo en crecimiento.

    Sobre el final del libro, la autora presenta con rigor y contundente claridad, el recorrido realizado en la región: Este actor colectivo que lucha por ser escuchado regionalmente fue moldeando su identidad, a partir del debate por su denominación: en 1990 fue ONG y, actualmente, se concibe como movimientos sociales u organizaciones populares, imbricadas con los gobiernos, pero sin delegarles el derecho al reclamo.

    La participación ciudadana siempre implica aportar una perspectiva emancipatoria y comprometida que contribuye al debate político para la construcción de alternativas más democráticas, en los diversos escenarios en que ésta se desarrolla.

    Así, se comprende el compromiso y dedicación evidenciados en este trabajo para profundizar los análisis de las vinculaciones de la sociedad civil regional y doméstica, las transformaciones de sus relaciones y los intereses específicos que las unieron. De esta manera, atiende a la marcha sostenida de la ampliación y reformulación de los canales de participación, así como de las características de ambas sociedades civiles y su articulación con la diplomacia ciudadana, en especial la argentina, en el Mercosur.

    Cabe destacar que esa resurrección de la sociedad civil, junto con la transformación y ampliación de la diplomacia ciudadana también es vinculada con la expansión de gobiernos democráticos y progresistas en la región denominados por Arditi (2009) como la nueva izquierda latinoamericana. En ese período, se potenció la apertura de espacios de participación y su búsqueda de incidencia en el bloque, así como la integración de la heterogeneidad y complejidad de las sociedades regionales con multiplicidad de sujetos, voces y visiones.

    Lo que surge, entonces, tras la lectura de este libro son diversas reflexiones que interpelan a quienes creemos que es saludable la puesta en valor del activismo participativo en todos los espacios posibles de la política democrática.

    Si bien la participación ciudadana en la Integración regional sigue siendo un tema abordado de manera precaria y tangencial desde las ciencias sociales, propuestas como las de este libro impulsan miradas sobre un activo y relevante involucramiento en el tema. Revalorizan una nueva mirada, por más que sea un aspecto no tenido en cuenta en los orígenes del Mercosur, y estén quienes aún creen que solo siguen vigentes los propósitos iniciales del bloque, los meramente económicos.

    Desde aquí, entonces, se convoca y promueve la atención sobre las expectativas que se fueron abriendo y se desarrolla un análisis riguroso y académico sobre problemáticas más cercanas, como diría la autora, a las subjetividades de los pueblos. Este trabajo presenta un compromiso en ese sentido. Para quienes conocemos respetamos y queremos a Elizabeth Theiler, sabemos que no elude los compromisos.

    Como párrafo final –y como todo texto se vincula a su autor– cabe destacar que Elizabeth Theiler realizó su producción académica, tanto su tesis de Maestría, como la de Doctorado, sin apartarse de su actividad docente y su permanente e intensa acción de gestión y de constante vinculación de la Universidad Nacional de Villa María, a la que consagró y, seguramente lo seguirá haciendo, su siempre promisoria e incansable trayectoria. Todo un compromiso con la universidad pública.

    MARÍA SUSANA BONETTO

    Introducción. La transformación de la sociedad civil del Mercosur

    A partir de la Posguerra Fría se complejizó y aceleró un giro multipolar, a partir de la disolución de las pautas exclusivas que impartían las dos potencias mundiales, Estados Unidos y Rusia, que desconcentró el poder sobre un territorio más difuso. De esta manera, surgió una sociedad civil de expresiones globales que, desde su heterogeneidad, impulsó una nueva visión sobre la agenda mundial. Esta puso en el centro de la escena la defensa de bienes públicos comunes, como el desarrollo social, la equidad, el medioambiente, los derechos humanos y la paz. Sin embargo, hoy en día persisten percepciones que niegan la conformación de este nuevo actor con capacidad de incidencia colectiva sobre los temas relevantes, más allá de los logros alcanzados en la lucha por los derechos humanos en décadas anteriores (Serbin, 2010).

    Este libro propone considerar que, ante nuevos tipos de relaciones, nuevos territorios y un panorama de incertidumbre internacional por el desmoronamiento del orden mundial polarizado, se abrió la posibilidad a las sociedades de reflexionar y buscar espacios de participación, inéditos para ellas. Esto potenció, entre 1990 y 2000, el advenimiento de figuras paralelas a los Estados, como las organizaciones sociales, que disputaron la posibilidad de incorporar temas en las agendas oficiales.

    Frente a demandas de una sociedad civil activa y con visibilidad regional, los países incorporaron nuevas prioridades que se volvieron comunes y demostraron una dinámica de relación entre las agendas nacionales e internacionales. Así se dio una renovada expresión de un juego de doble nivel, como lo llamó Robert Putnam (1996).

    En Sudamérica, este proceso se vio atravesado por una reorganización política de gobiernos, cuyos líderes emergieron de la militancia en organizaciones populares. Se analizó específicamente el caso argentino, en el que, desde 2003, se resignificó la participación política de distintos sectores sociales. La atención estuvo puesta en la articulación que agenciaron los gobiernos, a partir de reclamos y peticiones, en un marco institucional o pre-institucional (Theiler, 2012).

    Desde el enfoque de las Relaciones Internacionales, se observó el vínculo complejo entre actores y se prestó especial atención a la transformación de la sociedad civil en la esfera internacional, desde la diplomacia ciudadana. ¿De qué se trata este concepto?

    La diplomacia –en su concepción tradicional– comprende las relaciones formales entre los Estados y la conducción de los negocios por medios pacíficos. Actualmente, se relaciona con aquellos mecanismos democráticos, distintos a los bélicos, que despliegan los Estados, en tanto actores heterogéneos, con el objetivo de gestionar el entorno internacional (Cull, 2008).

    Dadas las condiciones globales, la diplomacia se ha vuelto menos secreta y más abierta, lo que indica una mutación de las relaciones que bien podría asumir la denominación de diplomacia pública (Martínez Pandiani, 2006). Esto indica que, frente estos cambios de relaciones, actores y escenarios, se vislumbran otras dinámicas. Entre ellas, se encuentra la diplomacia ciudadana que refiere a diversos organismos por medio de los cuales los hombres y mujeres de la sociedad civil participan de la actividad política y del debate ideológico, a partir de conformar un colectivo heterogéneo (Pereyra, 1988). Esta categoría aporta un marco para pensar y comprender el comportamiento y las manifestaciones de nuevos actores que, en el marco temporal de este libro, contribuyeron a la conformación de la política exterior de Argentina, desde un espacio diferente al de la diplomacia oficial o gubernamental. Asimismo, demostraron una madurez conceptual y organizativa que los convirtió en vigorosos protagonistas del ámbito internacional.

    ¿Por qué comenzar en los ’90?

    Para pensar la importancia de los años que abarca este libro es preciso atender al contexto internacional, puntualmente, con la ruptura de las dos formas de relacionamiento entre Estados que caracterizaron la segunda mitad del siglo XX. Por un lado, la etapa de la Guerra Fría, que imponía una estabilidad comprensible, confiable y constante al curso de los acontecimientos (Rosenau, 1997). Por otro, el surgimiento en la década de 1980 de perspectivas crítico-reflexivas contemporáneas, con impronta realista.

    En Argentina, la transformación del Estado de Bienestar en manos de las políticas de ajuste estructural que se iniciaron en la década de 1990 configuró un modelo estatal neoliberal. Este proceso modificó profundamente la sociedad, a partir del industrialismo sustitutivo y cambios en el comportamiento de la política de masas, asociada al pasaje de la sociedad burocrática a la del conocimiento e información. Los impactos en la estructura social pudieron verse en varios aspectos: la reducción de la clase obrera industrial, el avance de la informalidad laboral y la ampliación del sector de servicios; el surgimiento de nuevas formas de organización social vinculados a los movimientos sociales, Organizaciones no Gubernamentales (ONG) y voluntariados; una notoria declinación de la clase media, así como la aparición de nuevas formas de pobreza y nuevas elites.

    Lo que este libro intenta estudiar son las acciones políticas de las organizaciones sociales de Argentina en el Mercosur, a partir de comprender cuáles fueron las dinámicas internas y externas que las generaron. El recorte temporal capta el inicio del proceso de integración sudamericano, marcado por gobiernos de base neoliberal, luego, incluye las transformaciones de gestiones nacional-populares, y llega hasta 2015. Entre 1991 y 2015, entonces, se observó la transformación de procesos sociales en el marco del bloque, que se vio afectada por un corte ideológico que queda pendiente para páginas futuras.

    Según García Delgado (2000), en términos políticos, a lo que se asiste es a un renovado interés por la Sociedad Civil debido a dos motivos: por un lado, por los procesos democratizadores de los sistemas políticos de los últimos treinta años, que habilitaron a reivindicaciones de, por ejemplo, las agrupaciones de derechos humanos. Por otro, la atención se intensifica tras la crisis del socialismo como forma de gobierno y por el hecho de que, en comunidades más plurales, los nuevos movimientos sociales actúan en nombre de la sociedad civil.

    Otro factor ineludible para esta lectura es que el debilitamiento de los Estados propio de este período neoliberal, junto a la revolución tecnológica de la comunicación digital, facilitaron la formación de grupos que actuaron en redes para lograr acciones conjuntas, sin necesidad de construirse como institución física o formal. Como dice Mathwes (1997), el poder se desagregó en grupos y organizaciones y, así, erosionó jerarquías. Esto se dio en consonancia con la coyuntura favorable para la ebullición de las organizaciones transnacionales y derivó en expresiones que frecuentemente crearon sus propias reglas. Lo que busca este libro, entonces, es contar que estas manifestaciones ejercieron diferentes planos de influencia o presión en el ámbito nacional, con raigambre subnacional y expectativas internacionales, al tiempo que constituyeron una dinámica de retroalimentación entre estos niveles.

    Finalmente, se analizó especialmente la capacidad residual de la participación social sobre la dinámica de las agendas nacionales y regionales, aún en 2015, coyuntura de resurgimiento de líderes neoliberales dispuestos a provocar un desgranamiento de las redes sociales y del asociativismo entre Estados.

    El Mercosur y la sociedad civil: la relevancia de Argentina

    La integración regional (supranacional), según explica Haas (1971), resulta un proceso mediante el cual los Estados nacionales se mezclan, confunden y fusionan voluntariamente, a partir de poner en juego algunos atributos concretos de soberanía y generar nuevas oportunidades conjuntas de resolver conflictos. A ello se suma la posibilidad de lograr alianzas tendientes a consolidar un cuerpo de dimensiones mayores a las naciones, con características defensivas o agresivas. Este proceso puede promover la integración formal en algún tipo de relación como, por ejemplo, el comercio, en el que el Estado no necesariamente se constituya en el motor principal y la sociedad civil aporte presencia, ideas o legitimidad.

    En América Latina, las propuestas de integración pueden rastrearse desde los orígenes de las naciones a partir de las declaraciones de independencia de los Estados coloniales. Las marchas y contramarchas, intra e internacionales, de esos proyectos dieron cuenta de la complejidad de factores que incidieron en su fracaso o estancamiento.

    El Mercosur, inicialmente, fue caracterizado tal como Omahe (1993) aludía al Estado-región, es decir, como área, normalmente transfronteriza, desarrollada en torno a un centro económico regional, que daba ingreso a la economía mundial ya que constituían unidades económicas y no políticas. Pero, luego, pasó a una segunda etapa, atravesada, primero por una marcada impronta social y política de significación ideológica transformadora y, luego, en el siglo XXI, por un contragolpe ideológico, con el retorno de los gobiernos neoliberales.

    Este proceso se dio en un contexto regional en el que los actores políticos de América del Sur abandonaron la intención de aplicar modelos de gobierno dictatoriales y el empoderamiento de la sociedad exigió a los Estados tender puentes con comunidades cada vez más informadas y demandantes. Fundamentalmente, entre 2001 y 2012, las organizaciones sociales amparadas por el apoyo de los medios de comunicación y con el acceso a las nuevas tecnologías, comenzaron a ser conscientes de su poder relativo y su capacidad de influir en las agendas políticas, aún desde los espacios tradicionales de participación democrática, como el voto popular.

    En el Mercosur, actores como Argentina y Brasil tuvieron un rol clave como fundadores de esta alianza. A partir del interés que motiva a este libro, es posible decir que la sociedad civil argentina logró un nivel de integración y participación que no se observó en otros países miembros (Theiler, 2012). Este desequilibrio, como rasgo diferencial, pudo afectar la sustentabilidad del proceso general.

    La importancia de Argentina fue que constituyó el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil (CCSC) que, no solo funcionó como catalizador interno de la participación, sino que promovió su proyección externa. En los demás miembros del Mercosur, en cambio, las estructuras no fueron homólogas, ni siquiera se asemejaron a esta.

    Las páginas que siguen buscan identificar ¿cómo se modificaron las normativas y se creó mayor institucionalidad en el Mercosur en beneficio de actores colectivos emergentes, desde los fueros internos de cada país? A su vez, ¿de qué manera esta intención homologó estas prioridades entre las naciones y alcanzó puntos de encuentro regionales?

    Cabe destacar que, la mayor institucionalidad que propició Argentina –en especial durante los gobiernos de corte nacional-popular– se efectivizó en las normas y leyes relacionadas con los temas de agenda de las Cumbres Sociales del Mercosur (CS) como se verá más adelante. Un ejemplo de ello –que se profundiza más adelante en el análisis de las entrevistas– fue el proceso de discusión y sanción de Ley 26.657 de Salud Mental en 2010. Distintas organizaciones sociales que tenían como eje de sus acciones los debates sobre discapacidad, lograron instalar la propuesta en las CS del Mercosur e incentivaron la constitución de un instrumento legal que propició un hecho transformador en el país.

    Por otra parte, la trayectoria doméstica de Argentina en la definición de los artículos de la Ley 26.522 de Servicios de comunicación audiovisual en 2009 representó una experiencia que trascendió las fronteras nacionales y ubicó la participación social en la agenda de los demás países del Mercosur. Inicialmente, la temática se instaló en organizaciones sociales de Brasil y Uruguay y, desde allí, emergieron en tópicos en las CS del Mercosur.

    Algo similar ocurrió con organizaciones ambientalistas a partir del conflicto de las papeleras entre Uruguay y Argentina, donde la sociedad civil impulsó la discusión desde el ámbito doméstico, la instaló como problemática bilateral y, posteriormente, adquirió relevancia regional en el plan de la lucha y/o protesta. Todos estos ejemplos iniciaron la demostración de una dinámica creciente en la permeabilidad que se dio entre las agendas regional y doméstica, impulsada por los actores sociales no estatales.

    Luego de 1990,1 la capacidad de las organizaciones sociales de intervención directa en diversas temáticas como las enumeradas antes, se produjo porque, por un lado, se integraron de referentes con alto nivel de formación en esas áreas y eso los erigió en asesores privilegiados de las decisiones institucionales. Por otra parte, fueron reflejo de las soluciones, en la medida en que las organizaciones sociales provinieron de trayectorias históricas situadas en los territorios y, desde esa experiencia, se ocuparon de satisfacer demandas locales.

    Es interesante pensar la intervención de las organizaciones sociales como un requisito de la legitimidad de las instituciones democráticas regionales. En tal dirección, Alemany (2004) encuentra que las principales condiciones para el éxito de los acuerdos de integración pasan por la forma en que se incluye a las poblaciones, tanto en la toma de decisiones, como en las prácticas de política local, nacional y regional.

    Sin embargo, también cabe preguntarse, ¿qué impacto produjo esta participación en las decisiones fundamentales que adoptaron los Estados? Por lo pronto, se reconoce que esta injerencia asumió características diferenciales, según el tema que se trate y sobre esta clave también va avanzar el libro.

    La aventura de la investigación desde el estudio de los argumentos y las normativas

    Este trabajo generó un verdadero desafío epistemológico, teórico y empírico que sintetizó un recorrido académico intelectual y un análisis de la política, orientado a problematizar la definición de la cosa pública, más allá de la clase dirigente. Además, reconoció características significativas de la ciudadanía latinoamericana, respecto de otros comportamientos, como, por ejemplo, el de los europeos.

    Así, se estudió la letra de los documentos fundacionales en la búsqueda de atributos propios de la participación de la sociedad civil y el lugar otorgado a una diplomacia simultánea. Se abordó transversalmente el oscilante énfasis puesto en la integración y la conformación de bloques, así como la imponderable necesidad de participación multisectorial en los procesos de gobierno hacia adentro y hacia fuera; en busca de la legitimidad popular de las políticas de Estado. Se consultó, además, a actores de esa arremetida participativa desde Argentina2 y, luego, se analizaron los documentos mediante los cuales la sociedad dialogó en el Mercosur con un fuerte arraigo a lo local.

    Esta idea surge de la realización de una tesis de maestría en 2008, que consistió en una descripción profunda de la injerencia de una sociedad civil con potencia transformadora, en las lógicas de participación en la región. Con este propósito, se revisaron los nuevos actores internacionales y los canales formales e informales de participación, pero lo más relevante fue la incorporación de la categoría de diplomacia ciudadana. Ese concepto, necesariamente, ponía en cuestión el de sociedad civil e incorporaba dimensiones como requisito indispensable para comprender las dinámicas sociales internacionales que incidieron en la construcción de agendas en el Mercosur.

    El análisis actual apuesta a inmiscuirse en un lugar incómodo para las Relaciones Internacionales, porque no se enfoca en el contacto Estado-Estados, o gobierno-gobiernos, sino que otorga un valor central a otros actores colectivos. Abarca, en este sentido, diferentes lógicas de vinculación (formal e informal) internacional en los procesos de integración, a partir de demarcar un corte lineal entre la coyuntura neoliberal y la etapa nacional-popular en Sudamérica. Desde allí, surgen distintos propósitos analíticos de la diplomacia ciudadana:

    • Identificar la influencia de las lógicas de vinculación internacional en el proceso de integración del Mercosur en los gobiernos de base neoliberal y nacional-popular, respectivamente.

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