Miguel

Por Panayotis

La pesadilla te succiona. Abajo a un lugar nunca antes visto por el hombre. Te adentras más y más en el inframundo...

• Idioma: Español
• Editorial: Panayotis
• Fecha de lanzamiento: 12 ago 2023
• ISBN: 9798223709022

Panayotis

The Author Panayotis, presently living in Lakewood Ranch, Florida. He is married to the love of his life Susan and has three sons. Jesse, Andrew, and Junior. He retired as a Registered Respiratory Therapist in 2014. This is Panayotis’s second book in the Junior and Dumb Old Bo series. Panayotis is presently working on his third book "Michael" which he hopes to finish soon.

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Segunda Edición Agosto 2023

ILUSTRACIÓN DE PORTADA por

Ilustrador desconocido

Miguel

por Panayotis

Capítulo uno

La pesadilla te succiona hacia abajo, hacia un lugar nunca antes visto por el hombre. Te adentras más y más en el inframundo: de repente explota en una caverna infinita. Una caverna que parece no tener fin, un lugar donde la oscuridad no tiene límites.

La enormidad de la caverna está iluminada, solo por la disposición esporádica de antorchas a lo largo de la entidad de la caverna. Enormes bolas de llamas iluminan la inmensidad a medida que se disparan hacia las partes altas de la caverna y desaparecen en la oscuridad de arriba.

Estas llamas eternas han iluminado el abismo desde el principio de los tiempos. De alguna manera, la inmensidad de este sitio subterráneo parece desnuda, fría y sin vida, nada crece ni vive. El olor a muerte está en todas partes, nadie se ve. Nada se mueve, no hasta que una figura solitaria se levanta de su trono. Levanta la mano frente a él y murmura algunas palabras incomprensibles en un idioma que se ha perdido durante eones. Las palabras son poderosas y su voz llega a toda la inmensidad de la caverna como si fueran dedos helados.

Se vuelve a sentar en su trono y espera, mirando profundamente a su alrededor. Lentamente, una tenue niebla surge de todas partes. Parece filtrarse desde el suelo, las paredes e incluso desde los propios espacios vacíos. La niebla se espesa y adquiere un color repugnante y un hedor que puede compararse con la carne podrida.

El ser se sienta en su trono mientras mira la niebla verde y asquerosa que pronto comienza a tomar forma. Las formas que toma lentamente la niebla comienzan a parecerse a figuras humanas.

Una sonrisa satisfecha contorsiona el rostro de la criatura mientras se sienta en su trono y observa la metamorfosis de las masas de sus súbditos.

Donde no había nada, ahora hay miles de millones de caparazones sin vida que alguna vez fueron humanos. Que había estado en el paso vivo con espíritus y almas. Ahora estos cadáveres sin vida se paran frente a una plataforma de roca volcánica solidificada en presencia de su Maestro, el rey de todo lo vil y horrendo. Estas criaturas sin alma caen de rodillas mientras rinden homenaje a su señor, el Rey de este depravado y horrible inframundo.

La niebla continúa formando estas criaturas hasta que todos los esclavos del amo han aparecido. Los muertos esperan en silencio la orden de su amo. Miran a su amo a través de ojos muertos negros.

Los seguidores no conocen el nombre del señor de este inframundo, sino solo a Dios todopoderoso, quien lo expulsó por su traición. ¿Quién fue una vez un ángel y quién fue expulsado de un lugar de prominencia? El ángel que estaba sentado a la derecha de Dios.

Lucifer, que una vez significó portador de la luz, quien más tarde fue rebautizado como Satanás por todos los que lo temían y lo odiaban. La interminable búsqueda de venganza de Lucifer por su expulsión del cielo podría haberse presentado finalmente por primera vez como inmortal cuando llama a uno de sus seguidores más obedientes.

Este patético discípulo sube los escalones que conducen al estrado, se acerca a la plataforma donde está sentado su maestro. El discípulo llega a lo alto de la escalera, quedando al alcance de su maestro, y se arroja a los pies del Señor del inframundo. Acostado postrado frente a su rey, esperando que su amo lo haga.

Levántate, mi más obediente seguidor que ha estado a mi lado desde el principio. Tengo un encargo para que salgas y lo lleves a cabo por mí.

La criatura postrada levanta la cabeza y sin mirar directamente a los ojos de su amo dice: Cualquier cosa mi amo y señor. Estoy aquí para escuchar, obedecer y seguir tu orden y tener éxito o perecer en mi búsqueda para satisfacer tu decreto, mi Señor.

"Eso es todo lo que pido, obediencia total. Levántate mi mirmidón y escucha lo que te ordenaré que hagas por mí.

El mirmidón se para frente al gobernante de todo lo que es flagrante y depravado y espera pacientemente las directivas de su amo. El maestro se sienta en su trono y mira a su apóstol y por un momento contempla cuáles serán exactamente sus instrucciones que debe instruir para su discípulo.

"Escucha atentamente mis más leales. Escucha mis instrucciones y si llevas a cabo mis órdenes, serás honrado por tu tarea. Te sentarás a mi lado y te convertirás en príncipe heredero de mi reino. Todo lo que ven frente a ustedes ahora y por toda la eternidad estará ante ustedes. Todas mis criaturas serán todos sus subordinados y seguidores que no cuestionan. ¿Me entiendes, Jano?

Sí, señor supremo de todo, eso está aquí.

"Entonces déjame explicarte lo que debes hacer. El resto de ustedes, déjenme.

Tan silenciosas como antes, las hordas de muertos vivientes se disipan en la nada. Todo lo que queda es el maestro y su discípulo Janus.

"Siéntate aquí a mis pies y escucha lo que debes saber y lo que hay que hacer. He esperado el tiempo inmortal para vengarme y por fin, ahora es el momento. Irás al mundo de los mortales y lo destruirás.

Pero cómo mi maestro.

"Tranquilo, hablarás en mi presencia solo si te lo piden, no antes.

Sí Maestro, entiendo y obedezco.

Bien. Te enviaré al mundo de los mortales para encontrar y destruir a una mujer.

Una mujer maestra.

Sí, hay una mujer allí que es pura de corazón y compasiva por todos los seres vivos. No tiene culpa, ni mancha en su carácter, pero es la clave de mi plan. La sola idea de que exista tal mortal me enferma. Si puedes matar a esta criatura enfermiza, el proceso de eventos de destrucción total de toda la humanidad que será destruida a través de la guerra y la pestilencia, ella es la clave para Armagedón. ¿Lo entiendes?

Sí, maestro, creo que sí, pero ¿cómo sabré quién es y dónde puedo encontrarla?

"Tu insaciable sed de sangre te llevará a ella. He tratado de verla, pero algún poder más fuerte que mi mente está interfiriendo con mis esfuerzos para ver su ubicación exacta, pero no temas, mi discípulo de la oscuridad. Te encontrarás cerca de ella y aprenderás a través de tus instintos quién y cuándo la matarás. Sigue tu búsqueda para acabar con estos patéticos mortales.

Sí, maestro, obedezco sin dudar.

La criatura estaba respondiendo a las órdenes de su amo mientras cerraba los ojos. Cuando volvió a abrir los ojos, su discípulo se había ido en su búsqueda. Enviado en su búsqueda por el rey de la oscuridad, el monarca de los muertos vivientes.

Este ángel vengativo expulsado, sentado en su trono riendo con una risa espantosa que retumba a través de los cimientos mismos de esta inmensa caverna mientras se levanta con el puño cerrado y lo sacude hacia el cielo.

Soy Lucifer, el Dios legítimo de todo lo que prevalece. Tendré mi venganza. He esperado hasta el momento inmortal por el momento adecuado y ese momento es ahora. Nada puede detener mis esfuerzos para aplastarte Jehová. Me convertiré en el gobernante supremo y todopoderoso de todo lo que existe y existirá, mientras que tú te convertirás en mi esclavo, mi esclava. ¡Esto lo juro!

Lucifer, amo del inframundo, continúa de pie con el puño cerrado mientras murmura para sí mismo. Luego se vuelve a sentar lentamente en su trono. Está solo una vez más; coloca su mano en su frente mientras cae sumido en sus pensamientos.

A lo largo de la inmensidad de la caverna, el sonido del silencio es ensordecedor, solo interrumpido por una multitud de bolas de fuego disparadas hacia las profundidades de la oscuridad que rodea y engulle todo.

Capitulo dos

Tarde del 18 de diciembre

Una lluvia torrencial volvió a caer en la noche que se aproximaba sobre la ciudad metropolitana de Montreal. La nueva luna llena jugó a las escondidas con las nubes de lluvia sobre las calles del centro de Montreal. Comenzó a desbordarse, sus alcantarillas que fueron incapaces de soportar la embestida.

La oscuridad total que las nubes habían impuesto fue repentinamente abrumada, cuando la nueva luna llena se liberó de su sombría prisión, aunque solo por un momento, e iluminó el cielo con la intensidad de una explosión. El brillo de esta luna nueva sacó de las sombras, las vistas de la Catedral de Notre Dame de Montreal mientras su gloriosa estructura gótica se alzaba majestuosamente a la luz de la luna con toda su magnificencia.

La catedral era una obra maestra arquitectónica, sin igual en Montreal. Originalmente, construido por