Enciende la Magia de tus Sueños: Viaje a La Imaginación, Creatividad, e Inspiración en Cuentos Cortos Para Niños y Adolescentes

Por Marcus Gallegos

Descubre Mundos Inolvidables: Cuentos Cortos En Español Para Explorar, Emocionarte, Y Aprender

 

Perfecto para todas las edades, Enciende la Magia de tus Sueños, le llevará en un viaje fascinante en los reinos de la fantasía, la aventura y las emociones humanas, dejando a los lectores fascinados con la narración y personajes memorables. Desde conmovedoras historias de amistad y valentía hasta emocionantes aventuras de ciencia ficcion, este libro promete una experiencia de lectura encantadora para públicos de todas las edades.

 

Estas son algunas de las historias que encontrarás en su interior:

• El Gran Premio Galáctico. Una historia sobre la importancia de la adaptabilidad y la estrategia.
• El Camino De Red. Aprende a hacer un uso responsable de la tecnología y a equilibrar tradición e innovación dentro de esta adaptación moderna.
• Bosque de Sherwood. Un joven programador y un robot enseñan el valor esencial de la empatía y la compasión.
• Kepi el Mono. Un mono aspirante a cómico enseña el valor de la autenticidad, de ser fiel a uno mismo y de aceptar nuestras vulnerabilidades.
• Vuelve Rumpelstiltskin. Compasión, perdón y la posibilidad de redención. Isabella, una joven decidida, se embarca en una búsqueda para descubrir los secretos de la misteriosa criatura.
• Viene con preguntas de comprensión (y sus respuestas).

Y muchas cosas más.

 

Un libro que todos los padres y profesores necesitan en su colección. Enciende la Magia de tus Sueños: Viaje a La Imaginación, Creatividad, e Inspiración en Cuentos Cortos Para Niños y Adolescentes, Una colección de historias que encantarán a todas las generaciones, descubre lecturas cortas y enseñanzas inolvidables para despertar la creatividad y la imaginación.

 

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• Idioma: Español
• Editorial: JOSE RODRIGUEZ
• Fecha de lanzamiento: 10 ago 2023
• ISBN: 9798223228165

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Capítulo 1:

El Gran Premio Galáctico

EN LA VASTA EXTENSIÓN del Sistema Solar, donde planetas y cuerpos celestes se extendían por el cosmos, estaba a punto de desarrollarse una carrera legendaria. Entre las estrellas, dos notables robots, BoltAI y CircuitX, se prepararon para un desafío extraordinario.

La carrera interplanetaria, conocida como el Gran Premio Galáctico, atrajo a robots de todos los rincones del Sistema Solar. Bolt, lleno de confianza en su velocidad, y Circuit, armado con su precisión y determinación, se encontraron en la línea de salida, listos para embarcarse en esta competición cósmica.

Cuando la señal del director de carrera resonó en la inmensidad del espacio, Bolt salió disparado como una estrella fugaz, dejando tras de sí una estela de polvo de estrellas. Los espectadores, apostados en varios planetas y lunas, se maravillaron ante la velocidad de Bolt, creyendo que estaba destinado a la victoria.

Circuit, sin embargo, tenía un plan estratégico. Mientras Bolt avanzaba a toda velocidad por la autopista cósmica, Circuit, con su enfoque calculado, analizaba la trayectoria de cada planeta y luna en la ruta de la carrera. Trazó la trayectoria óptima, teniendo en cuenta las fuerzas gravitatorias y los obstáculos celestes.

Mientras la velocidad de Bolt le impulsaba hacia adelante, Circuit mantenía un ritmo constante, ajustando su rumbo para aprovechar las fuerzas gravitatorias de los distintos cuerpos celestes y lanzándose eficazmente hacia adelante. Los espectadores, testigos de sus meticulosas maniobras, contuvieron la respiración, reconociendo la brillantez de la estrategia de Circuit.

A mitad de la carrera, Bolt miró hacia atrás, sorprendido al ver que Circuit ganaba terreno constantemente. La duda se apoderó de los circuitos de Bolt al darse cuenta de que la velocidad por sí sola no garantizaba la victoria en la inmensidad del espacio.

Mientras tanto, Circuit mantenía su concentración inquebrantable, adaptando su rumbo para sortear los obstáculos cósmicos que le esperaban. Con precisión y exactitud, atravesó campos de asteroides, maniobró con elegancia alrededor de anillos planetarios y evitó hábilmente las perturbaciones gravitatorias.

A medida que el Gran Premio Galáctico alcanzaba su emocionante clímax, Bolt, que ahora luchaba por mantener su vertiginosa velocidad, miró hacia adelante y fue testigo de cómo el calculado enfoque de Circuit daba sus frutos. El progreso constante de Circuit le acercaba a la línea de meta, mientras cada cuerpo celeste pasaba a su lado como un punto de logro.

Con la expectación del público en aumento, Circuit, firme como un satélite en órbita, se acercó a la última etapa de la carrera. Mantuvo su ritmo calculado, impulsado por la determinación y guiado por su precisión inquebrantable. Al cruzar la línea de meta, una ola de aplausos reverberó por todo el Sistema Solar. Circuit se había convertido en el robot vencedor.

Cuando Bolt alcanzó a Circuit, su voz se llenó de admiración. Enhorabuena, Circuit. Tu enfoque estratégico fue perfecto.

Circuit, el humilde robot, respondió: Gracias, Bolt. Tu velocidad es extraordinaria, acabo de recordar las palabras de un sabio científico que dijo: 'El éxito en la inmensidad del espacio requeriría no solo velocidad, sino también una comprensión meticulosa de la mecánica celeste que nos rodea'.

A partir de ese momento, Bolt y Circuit se hicieron amigos, y sus puntos fuertes y enfoques únicos se complementaron.

CAPÍTULO 1: PREGUNTAS de comprensión

¿Cómo se llama la raza interplanetaria que tiene lugar en la historia?

¿En qué se diferenciaron las estrategias de Bolt y Circuit al principio de la carrera?

¿A qué retos se enfrentó Circuit durante la carrera y cómo los superó?

¿Por qué Bolt empezó a dudar de sí mismo a mitad de carrera?

¿Cómo le llevó finalmente a la victoria el planteamiento de Circuit y cómo mantuvo su progreso constante a lo largo de la competición?

Capítulo 2:

El Camino De Red

En los suburbios de una ciudad moderna, vivía una joven conocida como Scarlett Red Woods. Era famosa por su cabello rojo fuego y por su afición a pasear a su perro por los parques y vecindarios de la ciudad. Red era una chica independiente y experta en tecnología, que siempre llevaba consigo su smartphone, el cual tenía una nueva aplicación con inteligencia artificial que acababa de desarrollar, llamada TrailMate, a la que cariñosamente llamaba Alissa por su capacidad para servir también como amiga virtual.

Una tarde soleada, la madre de Red, Amelia, le pidió que entregara un paquete a su abuela, quien vivía en un acogedor vecindario al otro lado de la bulliciosa ciudad. El paquete contenía una tarta casera, una tradición que mantenían siempre que no podían estar juntas en ocasiones especiales. Amelia sabía que el metro de la ciudad sería la forma más cómoda y segura de llegar a casa de la abuela, sobre todo teniendo en cuenta el aumento de las denuncias de pequeños robos en la zona. Le advirtió a Red sobre los peligros de vagar por caminos poco transitados, pero Red confiaba en sus habilidades y siempre había sido una exploradora de corazón. Pensó que sería una buena idea tomar un atajo por una ruta pintoresca pero menos transitada.

Mientras Red se encontraba en la bulliciosa estación de tren, rodeada de un mar de viajeros, sus ojos se fijaron en su fiel teléfono inteligente, guardado a buen recaudo en el bolsillo. El dispositivo mostraba la ruta más rápida a través del metro, pero también trazaba el camino alternativo que serpenteaba a través de los pintorescos suburbios. A pesar de los consejos de Amelia, le atraía la aventura y la posibilidad de descubrir tesoros ocultos por el camino era demasiado tentadora para resistirse.

En un momento de decisión espontánea, Red se alejó de la entrada de la estación y emprendió el camino que había elegido. El zumbido de la ciudad se desvaneció lentamente en el fondo mientras ella se adentraba en las encantadoras calles suburbanas bordeadas de pintorescas casas, coloridos jardines y viejos robles.

Alissa, que seguía proporcionando navegación en tiempo real, la animó a dar marcha atrás, destacando los riesgos potenciales del camino menos transitado. Sin embargo, la determinación de Red crecía a cada paso, y estaba ansiosa por demostrarse a sí misma y a su madre que podía manejar la situación sin problemas.

Mientras emprendía su viaje, Alissa la guiaba con una precisa navegación en tiempo real. Por el camino, había una figura misteriosa y escurridiza conocida como El Lobo. Era un astuto criminal, un infame secuestrador que atraía a víctimas desprevenidas con dulces palabras y luego desaparecía sin dejar rastro. Red había oído los rumores sobre el Lobo, pero no era de las que rehúyen el peligro. A medida que Red avanzaba en su aventura, se iba encontrando con caras amistosas por el camino: un grupo de niños jugando al fútbol en un parque cercano, un músico callejero que compartía melodías con su guitarra y lugareños que cuidaban de sus florecientes jardines. Las cálidas sonrisas y los agradables intercambios que experimentó reforzaron su convicción de que iba por el buen camino, a pesar de las inquietudes que su nueva aplicación seguía suscitando.

Sin que Red lo supiera, una figura la había estado siguiendo desde la distancia, observando todos sus movimientos desde las sombras. El Lobo, famoso por aprovecharse de aquellos que se aventuran solos en zonas aisladas, había visto una oportunidad en el espíritu independiente de Red. Sabía que el atardecer era el momento ideal para atacar, y la decisión de Red de tomar la ruta menos transitada la había conducido, sin saberlo, directamente a su trampa.

Sin embargo, a medida que se ponía el sol, el entorno, antaño idílico, empezaba a adquirir un ambiente diferente. Las sombras se alargaban y proyectaban formas espeluznantes sobre el suelo, y las calles que antes estaban llenas de actividad ahora parecían extrañamente desoladas. Red aceleró el paso y trató de calmar la inquietud que se apoderaba de ella.

Mientras tanto, Alissa, equipada con la IA más avanzada, detectó el peligro que se avecinaba. Intentó avisar a Red enviándole sutiles alertas, pero ella las desestimó, pensando que era solo un fallo del teléfono.

Cuando Alissa registró el repentino aumento de sus latidos y la aceleración de su ritmo,