El apocalipsis en el cine se presenta de maneras muy fantasiosas: zombis, simios, alienígenas, criaturas mutantes, polos derretidos y otros recursos que en el fondo tienen la finalidad de enaltecer el espíritu humano de la supervivencia dentro de ambientes muy hostiles, pero por desgracia, poco reales.
Pero ¿qué pasaría si simplemente desaparece la energía eléctrica? Según la película (2015), todo se vendría abajo: desaparecen los sistemas de comunicación, el transporte, deja de haber sistemas que purifiquen el agua y, en resumen, la sociedad pierde sus estructuras. Todo de forma gradual, aunque sin marcha atrás. Es difícil encontrar cintas que manejen un mundo sin tecnología que no caigan en el tono apocalíptico y, peor aún, que no se conviertan en un panfleto religioso, como la terrible (2009). Y aunque podría ser “un filme sin tecnología”, la selección que presentamos lleva la tragedia de la sociedad que, acostumbrada a las comodidades de la modernidad, de pronto se ve sin nada. En el fondo, todas estas historias formulan la pregunta de qué es lo verdaderamente importante.