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Mantra de remos
Mantra de remos
Mantra de remos
Libro electrónico135 páginas1 hora

Mantra de remos

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Información de este libro electrónico

En Mantra de remos un documentalista y un guionista, quizás un padre y un hijo o dos amigos, revisan planos, archivos y diarios. El hijo le recuerda la gramática al padre mientras él equivoca fechas y bebe un poco de vino. En esas fotografías se despliega la madurez de una voz poética, que teoriza sobre nuestra identidad sísmica o sobre
la muerte esculpida en cualquier secuencia cinematográfica. Y lo hace con un cuidado filial hacia el lenguaje, similar al que une al padre con el hijo. Pues pareciera que cada poema ha sido leído en voz alta y editado sobre una montaña. Mantra de remos sintetiza las tensiones internas de la escritura de Carrasco, aquellas imágenes punzantes como ventisca cordillerana, que esculpen una experiencia poética matizada por la ironía y la belleza. En estas páginas asistimos a un tono más íntimo, porque la cámara
en movimiento que caracteriza sus poemas parece haberse disuelto con las ondas que genera el mantra de los remos.
IdiomaEspañol
EditorialAlquimia
Fecha de lanzamiento1 ene 2016
ISBN9789569974083
Mantra de remos

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    Mantra de remos - Germán Carrasco

    Germán Carrasco

    MANTRA DE REMOS

    ISBN: 978-956-9974-08-3

    Este libro se ha creado con StreetLib Write (http://write.streetlib.com).

    Mantra de remos

    Germán Carrasco

    RPIi: 239.454

    ISBN: 978-956-9131-51-6

    DE ESTA EDICIÓN

    © Alquimia Ediciones, 2015

    Colección: Ensayos con la Ceniza

    Coordinación de colección y edición general: Guido Arroyo González

    Corrección: Cristóbal Riego

    Diseño editorial: Estudio Navaja

    El autor agradece a la Akademie Schloss por la beca Jean-Jacques Rousseau, en particular

    a Jean-Baptiste Joly, y al Consejo de la Cultura y las Artes por la Beca de Creación.

    MANTRA DE REMOS

    Germán Carrasco

    Para Tiziana

    IDIOMA DEL MANTRA DE LOS REMOS

    Hijo enseña a mirar a padre,

    le refresca la gramática.

    piensan en su sino de cronistas

    y en el sentido del retrato.

    El niño es el padre del hombre.

    Hijo descubre a padre: reza.

    Lo que sigue son las palabras

    del raro rezo de pa:

    No es por mostrar mis credenciales

    ni hacer lobby contigo. imagino

    que no estarás para pavoneos

    o corvetas lingüísticas

    así que me permito declarar.

    Como te decía, desciendo de gente

    que hablaba sola y miraba al suelo

    pero fui parido al ritmo del rock

    & roll por padres jóvenes.

    No infecté al mundo con prensa.

    A veces sin querer pasé a llevar

    a alguien por ahí y dije barbaridades

    pero era joven entonces.

    Gasté poco petróleo plata agua,

    caminé largo y me soñé en la pesca

    en Magallanes o en la esquila

    cuya lana abriga el frío de la culpa.

    Jamás me afilié a un grupo

    de repartición –tan jóvenes y ya en eso–.

    Leí a los vecinos para salir de la isla:

    no basta con hablar otro dialecto

    sino sentir el mantra de los remos

    sin despreciar la palabra local

    ni despreciar a hermanos mayores

    ni ignorar a hermanos menores.

    Aprendí algo y traté de transmitirlo

    en esta Babel transaccional,

    menos Babel por lo políglota

    que por la severa incomunicación.

    Nací, en el mejor de los casos,

    en un país femenino y receptivo

    y en el peor: un país de gendarmes

    e inspectores de escuela.

    Trataré de no errar, de abrir el cuore

    y de hacer todo lo que pueda

    pero considera todo esto

    y mi educación de liceo fiscal

    si llegase a resbalar, que es muy probable,

    si llegase a perder el ritmo,

    si luego de un tramo largo se me resbala

    un remo y cae al agua, ponte tú.

    EN UN VIAJE TAN LARGO, Y LA PAMPA

    Benditos sean los sueños del hombre

    en un viaje tan largo, y la pampa.

    Sueño reparador mientras duermen en el bus

    y sueño de trabajo y espacio en el lugar

    al que se dirigen con termos, frazadas

    y cajas de cartón en vez de valijas.

    Una niñita canta en el asiento trasero.

    La mamá la hace callar. Cómo decirle

    que esa voz es música escasa

    y es imposible que alguien se moleste.

    Nunca se sabe, en algunos territorios

    hasta las piedras son fascistas.

    Uno de tus ojos padece un derrame

    de gel vítreo que te recuerda

    1) la inexistencia de la pureza

    2) lo innecesario de la alta definición

    3) la necesidad de un velo y otro idioma.

    Encima, llueve. Hay entonces

    dos aduanas o ltros entre el ojo

    y las imágenes de terror industrial

    del recorrido. Por ahí, un árbol.

    Además –te aviso– la ventana del bus

    se empañó por dentro con el aliento cálido

    de los niños que duermen

    en un viaje tan largo, y la pampa.

    PADRE E HIJO INTENTAN DETERMINAR EN QUÉ LUGAR TOMARON CIERTAS FOTOGRAFÍAS

    En Magallanes tus ojos se transforman de inmediato

    en una cámara ante el estrecho.

    Pero no solo ahí, donde el mundo se deshace

    sino también en las huellas de oruga que deja

    la transacción, la venta, el alquiler.

    Se arrienda piesa (sic) a dama sola, peruana o sureña que trabaje y llegue después de las once de la noche

    y salga antes de las siete de la mañana.

    –Ventana en barrio Maruri, Santiago, Independencia.

    A estas alturas, se les mezclan lugares y nombres.

    Santiago de Cuba. Santiago Llach. Santiago Vega.

    Santiago de Compostela. Santiago Morning.

    Santiago de la Nueva Extremadura.

    Especialmente al padre. El hijo no lo contradice.

    Comen algo caliente y toman una caña de vino.

    Padre duerme. El hijo mira el vino y recuerda

    a otro padre y otro hijo, dos inmigrantes vecinos.

    Luego de beber se durmieron en la calle

    abrazados, protegiéndose del frío, y uno murió.

    Se parecían al tangata manu geminiano,

    el tangata que es macho y hembra frente a frente

    y que pareciera rezar o estar en posición

    fetal o de combate o sosteniendo el huevo.

    «No se te estará ocurriendo lmar esto, ¿no?»

    le dijo esa vez con la mirada a padre.

    Los vi, Saratoga:

    uno filma y el otro escribe

    vislumbran la polis en la niebla

    desde la proa de un barco

    o vislumbran la proa de un barco

    desde el esmog de la polis.

    Los vi:

    Filmaban a Nuestra Señora del Santo Viaje,

    en Gloucester, ma. Un pueblito muy pequeño

    para una personalidad tan gigante como la del viejo Olson,

    por eso Olson veía mayas, etruscos, griegos y romanos

    en la pequeña Gloucester,

    potros épicos cuyos relinchos son las olas bravas

    del mar a la hora del surf.

    Relincha Venus por contracciones de parto.

    Quizás por eso De Rokha veía

    a Cristo, Mahoma, Satanás

    y otras embarcaciones de ese calado

    en un pequeño

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