Un Favor Silencioso

Por Kasumi Lee

Stacey está felizmente casada y es madre de dos hijos, y Mónica es su vecina soltera. Han conseguido mantener su aventura lésbica en secreto ante Zach, el marido de Stacey, pero ahora Mónica tiene que pedir un favor, un deseo que sólo un hombre puede conceder.

El reloj biológico de Mónica corre y su margen para tener hijos se reduce lentamente, pero la fecundación in vitro es prohibitivamente cara. Quiere que el marido de Stacey sea el padre de su hijo. Stacey acepta a regañadientes, pero cuando Zach se presenta para donar su semilla, Mónica revela otra condición: quiere quedarse embarazada de forma natural.

A Zach le sorprende la exigencia, pero decide seguir adelante de todos modos. Al fin y al cabo, su mujer ya ha aceptado el acuerdo y Mónica es íntima amiga suya. ¿Qué importa cómo vayan a crear una nueva vida?

¿Qué podría salir mal?

• Idioma: Español
• Editorial: Kasumi Lee
• Fecha de lanzamiento: 27 jul 2023
• ISBN: 9798215912713

Kasumi Lee

Hi!I’m Kasumi Lee, a modestly accomplished erotica author liberated from the chains of Amazon exclusivity. How that happened is literally Kafkaesque, and so I moved my whole steamy catalog of sexy stories to Smashwords!I’ve written a lot of interracial stories featuring White men and Asian women, especially ones where my Asian female characters find themselves pregnant by their handsome White lovers. Their clueless Asian husbands won’t find out until it’s too late!Not all my stories are interracial stories, or even set in the real world. I’ve experimented with paranormal erotica, and even some darker taboo stories, but interracial stories with sexy White knights seducing and breeding beautiful Asian goddesses remain my favorite.Whatever gets you hard or makes you wet, I’m sure you’ll find something in my smutty little library to satisfy you. I hope you have as much fun reading my stories as I had writing them!Kasumi Lee

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Un Favor Silencioso

Una Historia Corta Erótica de Embarazamiento Bisexual

Kasumi Lee

Derechos de autor © 2023 Kasumi Lee

Todos los derechos reservados.

Los personajes y eventos que se presentan en este libro son ficticios. Cualquier similitud con personas reales, vivas o muertas, es una coincidencia y no algo intencionado por parte del autor.

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida ni almacenada en un sistema de recuperación, ni transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, o de fotocopia, grabación o de cualquier otro modo, sin el permiso expreso del editor.

Contenido

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Derechos de autor

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Recorrió pavoneándose la corta distancia que separaba el camino de entrada de la acera y la casa del vecino de al lado. Sus tacones chasqueaban en la acera mientras caminaba, apenas más fuerte que el coro de grillos que piaban en la hierba.

El aire de la tarde desprendía una agradable comodidad. El calor sofocante de antes había hecho que hiciera tanto calor como para tomar el sol en desnudez. Ahora llevaba un vestido corto de verano con tirantes y un dobladillo que le llegaba hasta la mitad de los muslos. No tenía un aspecto muy glamuroso, pero era una elección decente para la noche que le esperaba.

Se detuvo al pie del camino de entrada del vecino y se alisó el pelo negro azabache que le colgaba suelto sobre los hombros. Era un look bastante sencillo, con el trabajo justo para estar presentable sin pasar horas arreglándose.

Cuando estuvo lista, se acercó a la puerta de la casa de la vecina y llamó al timbre. La luz del vestíbulo estaba encendida y vio a través del cristal esmerilado cómo su anfitriona salía de la cocina y se acercaba a saludarla.

La puerta se desbloqueó y se abrió, dejando ver a una mujer vestida con unos vaqueros y una camiseta blanca. Llevaba el pelo castaño teñido en las puntas y cortado a lo marimacho, y un piercing en la nariz que brillaba bajo la luz.

¡Justo a tiempo!, dijo Mónica con una agradable sonrisa.

Hola, dijo Stacey con una sonrisa radiante.

Entra, dijo Mónica, haciendo pasar a su invitada al interior, todo está casi listo.

Stacey se limpió cuidadosamente los zapatos en el felpudo antes de seguir a su anfitriona a la sala delantera; un espacio de tamaño modesto dominado por un único sofá largo y una mesa que llegaba hasta las rodillas.

Siéntete como en casa, le dijo Mónica, ahora vuelvo.

Stacey se sentó en el sofá mientras Mónica volvía a la cocina. Había un surtido de comida preparada para las dos, y Stacey se sirvió. Estaba muy bien condimentada y se le hizo la boca agua, tentándola a darse un atracón mientras su anfitriona estaba fuera.

Mónica volvió con dos copas y una botella de vino blanco. Dejó todo sobre la mesa antes de abrir la botella y llenar los dos vasos.

Te has esforzado mucho, la felicitó Stacey, dándole otro bocado.

¿Son realmente tus amigos si no despliegas la alfombra de bienvenida para ellos? preguntó Mónica con una sonrisa retórica.

Ofreció uno de los vasos a Stacey y levantó el otro en un brindis.

¿A las mejores amigas?, sugirió.

Por las mejores amigas, brindó Stacey.

Chocaron sus vasos y bebieron. Mónica empezó a comer su parte de la comida mientras Stacey daba un descanso a su estómago, aunque terminó el resto de su vaso.

¿Aceptó Zach finalmente cuidar a los niños? preguntó Mónica,