La Europa Moderna: Una guía fascinante de la historia europea, desde el final de la Edad Media hasta nuestros días

Por Captivating History

Europa es cuna de algunos de los más grandes artistas y de algunas de las guerras más brutales de la historia mundial.

Revoluciones, reformas y el Renacimiento: hicieron falta muchos movimientos para convertir la Europa medieval en lo que conocemos hoy. Las aportaciones europeas al arte, la literatura, la ciencia, la cultura, la religión y la tecnología dieron forma al mundo.

Europa no solo ha estado a la vanguardia de los movimientos intelectuales, sino que también ha participado en algunas de las guerras más sangrientas de la historia. A pesar de su periodo de gran pensamiento racional, Europa se sumergió bastante en lo supersticioso. La caza de brujas se extendió por todo el continente, y hombres, mujeres, niños e incluso pelirrojos fueron acusados de conjurar el mal.

El gran impacto de Europa significa que su historia está intrínsecamente ligada a la historia del mundo. Tiene una historia fascinante que abarca culturas, creencias e idiomas e incluye de todo, desde horribles guerras hasta inventos revolucionarios.

Este libro ofrece una guía completa y sencilla de todos los acontecimientos que dieron forma a la Europa moderna tal y como es hoy.

Al leer este libro, descubrirá lo siguiente:

•  El inicio y el impacto del Renacimiento y el consiguiente desafío a la Iglesia católica.
•  El papel de la Reforma protestante y el Renacimiento en el advenimiento de la Era de los Descubrimientos.
•  El oscuro período de la caza de brujas y los juicios que asolaron Europa.
•  La revolución agrícola británica y la Revolución Industrial y cómo impulsaron las dos guerras mundiales.
•  El surgimiento del primer Estado comunista del mundo y su caída.
•  El papel de las mujeres influyentes en toda Europa que fueron vitales para dar forma a su historia.
•  ¡Y mucho, mucho más!

• Idioma: Español
• Editorial: Captivating History
• Fecha de lanzamiento: 6 jul 2023
• ISBN: 9798223072874

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Introducción

El Renacimiento fue un periodo marcado por el progreso intelectual y creativo. Tras la Edad Media y las secuelas de la peste negra, este periodo se caracterizó por una reactivación económica que complementó el creciente interés por el redescubrimiento y la innovación artísticos.

Si bien desempeñó un papel importante en la historia europea, llevando a la región al periodo conocido como la Ilustración, las influencias de los descubrimientos e innovaciones del Renacimiento han desempeñado un papel crucial en los esfuerzos estéticos de los artistas de todo el mundo y de épocas posteriores. Los diferentes estilos de arte, literatura, música, el énfasis en el estudio de la ciencia y las matemáticas, la atención prestada a una arquitectura impresionante y el redescubrimiento de textos perdidos contribuyeron a este periodo de renacimiento en Europa.

El propio Renacimiento adquirió mayor importancia debido a lo que precedió a este periodo. La Edad Media se conoce a menudo como la Edad Oscura debido a lo que los historiadores creen que fue un periodo de poca curiosidad intelectual. La caída del Imperio romano también supuso el ocaso de muchos avances que se habían realizado, y Europa no progresó mucho a partir de entonces en los campos de la ciencia o el arte hasta el Renacimiento.

Sin embargo, hay que señalar que, aunque muchos consideran la caída del Imperio romano como una época de oscuridad cultural y una barrera para el progreso, muchos historiadores creen que las descripciones negativas de la Edad Media son muy exageradas. Las cosas no fueron tan mal como algunas representaciones nos quieren hacer creer. En cualquier caso, no se puede negar que Europa tuvo mucho con lo que lidiar durante esta época, con guerras, hambrunas y pandemias que causaban estragos y desviaban la atención del progreso y la prosperidad.

Una explicación más adecuada podría ser simplemente que el interés por las filosofías y el aprendizaje romanos no mantuvo su impulso tras la caída del imperio. No fue hasta la recuperación de textos antiguos cuando pudo despertarse de nuevo el interés. Sin embargo, el Renacimiento podría no haber tenido la misma fuerza de no haber sido por la mejora de la situación económica de Europa, en particular de Italia. Gracias a su riqueza, los eruditos, pintores, escritores, científicos, matemáticos y filósofos italianos pudieron dedicar tiempo y dinero al estudio y el perfeccionamiento, que se convirtieron en rasgos distintivos del Renacimiento.

Este libro pretende ofrecer una visión global de la Europa moderna. Comienza con el Renacimiento y lo que significó para la cultura y la historia europeas. El Renacimiento dio origen a nuevos estilos artísticos y arquitectónicos e ideas religiosas y filosóficas.

También se aborda el periodo de los descubrimientos y las innovaciones científicas. A continuación, se analizan las causas e influencias de diversos acontecimientos que cambiaron el mundo, como los juicios por brujería, el crecimiento industrial y agrícola, así como los efectos de las guerras mundiales. El libro culmina con un debate sobre la Europa moderna y las mujeres que la han forjado a lo largo de la historia.

Capítulo 1: El Renacimiento europeo

A medida que Europa salía de la Edad Media, en los siglos XV y XVI, fue testigo de un periodo de resurgimiento de la Antigüedad denominado «Renacimiento». Este periodo tuvo efectos de gran alcance y configuró el paso de la Edad Media a la modernidad. En el centro de esta transición se encontraba Italia, una pequeña nación que se recuperaba de los devastadores efectos de la peste negra.

La mayoría de los historiadores señalan la segunda mitad del siglo XIV como el inicio del Renacimiento temprano. La caída del Imperio romano en el siglo V sumió a la región en la Edad Media, en la que se perdieron gran parte de su arte y su gloria. El redescubrimiento de estos textos antiguos y los intentos de superarlos marcaron el comienzo de una nueva era.

Italia como centro del Renacimiento

Cuando Italia se recuperó de la peste negra, iba camino de convertirse en una nación próspera. La peste había exterminado a cientos de miles de italianos, lo que, aunque trágico, ofreció oportunidades económicas cuando la economía empezó a recuperarse.

Hogar del Imperio romano

Cuando se fomentaron los grandes acuerdos comerciales con Asia y Europa oriental, Italia empezó a experimentar rápidamente un auge económico. Su creciente riqueza complementó el redescubrimiento de la rica historia que la región había disfrutado como centro del Imperio romano. Durante el Renacimiento, las familias adineradas pudieron encargar obras públicas y privadas.

El pasado de Italia como cuna de la arquitectura y la delicadeza romanas sirvió de inspiración a los artistas, que la plasmaron en sus obras. Artistas como Miguel Ángel apreciaban mucho las representaciones humanas en esculturas y estatuas del pasado, y las utilizaban como fuente de información e inspiración para sus propias obras.

Arte comercial

Los vínculos comerciales establecidos a través del Mediterráneo convirtieron a Italia y sus diversas ciudades-estado en un punto de importación y exportación cultural. Mercaderes de todo el mundo atracaban en las costas italianas, trayendo consigo culturas, lenguas, arte y mercancías.

Estas rutas comerciales se extendían desde Escandinavia hasta China, pasando por Oriente Próximo y Europa. La gran mezcla de mercaderes de diversas culturas no solo impulsó el Renacimiento, sino que estos vínculos comerciales también ayudaron directamente a los artistas de esta época a realizar algunas de las obras de arte más emblemáticas.

Lo más notable fue la importación de productos pigmentados de Asia, como el lapislázuli. El acceso a una gama mucho más amplia de tonos añadía un toque de vitalidad a las obras de los artistas del Renacimiento.

La familia Médicis

Poderosas familias gobernaban las ciudades-estado italianas y desempeñaron un papel importante en el impulso del Renacimiento. En Florencia, considerada la cuna del Renacimiento, los Médicis desempeñaron un papel decisivo en la contribución al arte y la cultura durante esta época.

La familia Médicis gobernó Florencia e incluso la Toscana desde mediados del siglo XV hasta mediados del XVIII. Debido a sus contribuciones económicas y culturales, se les atribuye el mérito de haber propiciado el Alto Renacimiento, caracterizado por la prosperidad y las innovaciones artísticas.

Su éxito en el comercio y la banca, especialmente mediante el establecimiento de nuevos sistemas bancarios a través del Banco de los Médicis, les proporcionó su riqueza y poder iniciales. Los Médicis aprovecharon esta situación para patrocinar a algunos de los artistas más importantes del Renacimiento. Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel recibieron encargos de los Medici, y Miguel Ángel pintó la Capilla Sixtina a instancias del papa Clemente VII de la familia Medici.

Dado que Italia no tenía una estructura social aristocrática, la familia Médicis era considerada amiga de las clases bajas; por tanto, las ideas, el arte y la cultura no se limitaban a la élite gobernante. Se permitía a otros mercaderes ocupar puestos de relevancia, y las creaciones artísticas estaban disponibles para un consumo más amplio. Esto estimuló una sana competencia entre los creadores por alcanzar la distinción, lo que condujo a un crecimiento exponencial de las obras de arte.

Respaldo del Vaticano

Apoyadas por la riqueza y la influencia del Vaticano, las obras artísticas con filiación religiosa prosperaron durante esta época. Con la financiación a su disposición, muchos papas encargaron a artistas que representaran su forma de entender la relación entre el hombre y Dios, lo que dio lugar a las influencias católicas que se ven en muchas obras.

A pesar de ello, la relación de la Iglesia con el Renacimiento no siempre fue de apoyo. Muchos pensadores y artistas renacentistas cuestionaron el papel de Dios y su relación con la Iglesia. La corrupción de la Iglesia apartó a los artistas de ella, mientras que muchos en el Vaticano veían el Renacimiento como demasiado indulgente.

Independientemente de la naturaleza de la relación, la implicación del Vaticano estimuló nuevas creaciones artísticas. También condujo a acontecimientos como la hoguera de las vanidades de 1497 y la Reforma protestante, de la que se habla en el capítulo siguiente.

El comienzo del Renacimiento

El inicio del Renacimiento se atribuye en gran medida al redescubrimiento del arte y las ideas romanas en los siglos XII y XIII. Las influencias del pasado de Italia, su creciente bienestar económico y su papel como importante vínculo comercial la convirtieron en un foco cultural. Combinado con el papel de la familia gobernante de los Médicis, el Renacimiento recibió un importante apoyo y abarcó diversos aspectos del arte y la cultura.

Los escritos de Dante Alighieri y Francesco Petrarca se consideran dos de las mayores influencias en el redescubrimiento del arte y la literatura del Imperio romano. La aportación económica al arte y la literatura alentó un mayor interés por este campo. Temas como la filosofía, la ciencia, la literatura, las matemáticas y las artes empezaron a recibir una amplia atención tanto por parte de los expertos como del público.

Este cambio se atribuye en parte al cambio en el pensamiento público y en el enfoque de la vida. Dadas las penurias que había sufrido Italia justo antes del Renacimiento, los pensamientos y creencias estaban plagados de la idea de que la vida estaba llena de cargas. Con el cambio de la situación económica, surgió una nueva forma de pensar, el humanismo, que se centraba en las comodidades de la vida. El arte, la música, la literatura y la ciencia se convirtieron en pasatiempos activos y en una novedad que todo el mundo debía tener.

Las familias adineradas apoyaron a los artistas de talento que surgieron durante este periodo. Gracias a una financiación prácticamente ilimitada, los artistas tenían un gran potencial para florecer. Aunque todos los aspectos culturales continuaron creciendo, el arte producido durante el Renacimiento es quizás uno de los efectos más duraderos del periodo. Artistas recientes han utilizado creaciones de esta época para influir en sus obras.

Aunque durante este periodo surgieron muchos artistas, creadores, científicos y filósofos notables, los más conocidos quizá sean Leonardo da Vinci y Galileo Galilei. Las aportaciones de Da Vinci no se limitan al arte, sino que se extienden también a la ciencia y las matemáticas. Se vio muy influido por las obras descubiertas del Imperio romano, sobre