FERNANDO II DE ARAGÓN EL ANTES Y EL DESPUÉS DEL REY CATÓLICO
EL 7 DE DICIEMBRE DE 1492, DEBAJO DE LAS ESCALINATAS DEL BARCELONÉS PALACIO REAL DE LA PLAZA DEL REY, AGUARDABA LA MONTURA DEL REY DE LA CORONA DE ARAGÓN, FERNANDO II, CONOCIDO COMO “EL CATÓLICO”. El monarca apareció al abrirse las puertas del palacio y comenzó a descender los escalones. Anticipando infinitud de futuros guiones cinematográficos que nos evocan obras maestras, como la escalera de Odessa en El acorazado Potemkin, del maestro Eisentein, o las escaleras de la estación de Chicago en Los Intocables de Eliot Ness, del no menos brillante Brian de Palma, por la espalda, y sin esperarlo, un hombre, espada en mano, asestó un casi mortal tajo al Rey en la intersección del cuello con el hombro, provocándole una profunda herida que, sorpresa y horror mediante, no impidió a Fernando frenar la reacción inmediata de sus acompañantes que ya se disponían a dar muerte al atacante, bajo la esperanza de averiguar la motivación o una posible conspiración contra la corona. Y sí, ocurrió un día de 1492, un año que diríase vórtice en lo universal alrededor del que gira la futura historia de España.
En 1492 Europa, reinos hispanos incluidos, caminaban hacia una nueva era. Previamente la imprenta de hacia 1450, y la caída de Constantinopla a manos
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