ISABEL I LA SOMBRA DEL PODER DE UNA MUJER EN EL TRONO DE ESPAÑA SU ENFRENTAMIENTO CON JUANA LA BELTRANEJA
EN EL AÑO 1951 SE CELEBRÓ CON POMPA Y BOATO EL V CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE ISABEL DE CASTILLA. LOS ECOS DEL EVENTO MOVIERON AL ARZOBISPO DE VALLADOLID, JOSÉ GARCÍA Y GOLDARAZ, A INTERESARSE POR LA POSIBILIDAD DE INICIAR LA CAUSA DE LA BEATIFICACIÓN. El prelado aprovechó una visita al que había sido nuncio en España, Gaetano Cicognani, para hacerle sin alharacas o publicidad la consulta y, ante la respuesta afirmativa, se dio luz verde al proyecto.
En 1958, bajo la tutela del arzobispo, dio comienzo al proceso de beatificación de la reina castellana (acorde a las normas de la Iglesia católica, estas causas deben iniciarse en la diócesis donde se produjo el fallecimiento). Se compuso un equipo de historiadores españoles a los que dio el encargo de redactar amplios estudios sobre los puntos más conflictivos en la ajetreada vida de Isabel I de Castilla.
Dichos trabajos permitieron a los integrantes del equipo distinguirse en el período y la figura, y se publicaron varios libros de gran calado (ante el Tribunal Diocesano se presentó un total de veintisiete volúmenes). Sin embargo, también hubo discrepancias, pues algunos de los involucrados se quejaron de la manipulación de ciertos aspectos de la vida de la monarca. En concreto, se arguyó que algunos de los historiadores partidarios de la beatificación habían hecho desaparecer documentos que podrían comprometer la legitimidad de Isabel como reina (un rumor que ha perdurado durante siglos, pues su ascenso al trono de Castilla fue conflictivo; de hecho, fueron necesarios dos conflictos cercanos, incluyendo asesinatos y conjuras).
Pese a la polémica, el proceso sigue su curso a día de hoy (tanto es así, que desde 1974 es considerada Sierva de Dios por la Iglesia católica), en buena medida gracias al apoyo económico del empresario mexicano . No obstante, aún no se ha producido, y no falta quien se apresura a acusar al Vaticano de dejarse influenciar por presiones de algún poderoso grupo de opinión judío contrario a la causa (se entiende que estarían movidos por el rencor, dada la
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