La República Romana: Una Fascinante Guía del Ascenso y la Caída de la República Romana, SPQR, y los Políticos Romanos, como Julio César y Cicerón

Por Captivating History

Explora la Fascinante Historia de la República Romana

Cuando pensamos en la antigua Roma, la primera idea que se nos viene a la mente es la del imperio, seguida de la imagen de un poderoso emperador, sus legiones, edificios colosales, y los gladiadores (o la retórica y poesía, dependiendo de los gustos). Algunos quizás recuerden la imagen de una Europa "unificada" bajo un solo soberano – el emperador de Roma. Sin embargo, Roma no se volvió poderosa en esta fase considerablemente tardía. De hecho, muchos historiadores ven la historia de Roma bajo el gobierno de los emperadores como un largo y gradual declive. Fue durante la República que Roma se convirtió en un imperio. Muchos de los logros que el primer emperador romano, Octavio Augusto, aseguraba haber alcanzado fueron, de hecho, forjados durante la República romana.

En este libro, veremos más de cerca el comienzo de la civilización romana, la fundación de la ciudad y el Senado, la expansión de la República romana, su gloria, y su final.

Algunos temas que se tratan en este libro son:

• El Pasado que lo Hizo Posible: La Fundación de Roma entre Mito e Historia
• Abajo los Reyes: El Pasado que lo Causó
• Los Comienzos de la República
• Logros Militares de los Comienzos de la República: Tomar Italia
• En Medio de la República: Las Guerras Púnicas y el Dominio del Mediterráneo
• El Dominio Militar versus el Dominio Cultural: La Civilización Romana ante el Mundo Griego
• Poder Ilimitado y el Comienzo del Fin: El período final de la República
• La era de los Generales: Pompeyo, Craso y César
• Senatos Populus-Que Romanus (SPQR) y su Caída
• El Ascenso y la Caída de Julio César y el Fin de la República Romana
• ¡Y Mucho Más Que No te Puedes Perder!

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• Idioma: Español
• Editorial: Captivating History
• Fecha de lanzamiento: 2 ago 2018
• ISBN: 9781386329442

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Introducción – La República Romana: Un Imperio antes del Imperio

Cuando pensamos en la antigua Roma, la primera noción que se nos viene a la mente es la del imperio, seguida de la imagen de un poderoso emperador, sus legiones, edificios colosales, y los gladiadores (o la retórica y poesía, dependiendo de los gustos). Algunos quizás recuerden la imagen de una Europa unificada bajo un solo soberano – el emperador de Roma. Sin embargo, Roma no se volvió poderosa en esta fase considerablemente tardía. De hecho, muchos historiadores ven la historia de Roma bajo el gobierno de los emperadores como un largo y gradual declive. Siglos atrás, muchos romanos compartían esta idea. Ellos hablaban y escribían acerca de su glorioso pasado de manera obsesiva – y ¿quién no lo haría? Su pasado no solo hizo posible la visión de su imperio, lo hizo realidad. Fue durante la República que Roma se convirtió en un imperio. Muchos de los logros que el primer emperador Romano, Octavio Augusto, aseguraba haber alcanzado fueron, de hecho, forjados durante la República romana.[1]

¿Por qué es tan importante la República romana?

La República romana le dio forma a la cultura única de la fusión grecorromana tal y como la conocemos a través de su arte, literatura, retórica, filosofía, arquitectura y derecho. El surgimiento de la República fue el origen de la ciudad de Roma – el que alguna vez fuera un asentamiento italiano pequeño y común que se había convertido en una metrópolis con un millón de habitantes que dominaban el Mediterráneo. La noción de las políticas republicanas de Roma influenció a grandes mentes, desde Plutarco, Tácito, y Shakespeare hasta los filósofos de la Ilustración Europea, y los Padres de la Patria de los Estados Unidos. Todavía es relevante hoy en día. Otra fusión – la del sistema político republicano clásico y la cultura del espectáculo y la actuación – todavía define nuestro mundo en todos los niveles posibles. La imagen de las legiones romanas sirvió como base para las legiones de clones y Stormtroopers del ficticio Imperio galáctico. El asesinato de Julio César, por otro lado, ha proporcionado el patrón y la excusa para el asesinato de tiranos en el mundo real desde aquel entonces en adelante.[2]

La historia de la antigua Roma es la historia de la civilización occidental y una parte significativa de la historia del mundo. La cultura romana es el fundamento de nuestra propia cultura y política. Nuestras ideas de libertad y ciudadanía, como también la terminología de la política moderna, incluso las palabras senadores y dictadores, han sido definidas y utilizadas ampliamente en la antigüedad. La manera en la que nos reímos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea también. Los mejores escritores de sátiras en el mundo fueron antiguos romanos. Ellos inventaron el entretenimiento por medio del miedo también. Aunque los romanos no escribían novelas de terror (si lo hubieran hecho, esas novelas sin duda serían impresionantes, como sus obras de otros géneros), ellos observaban el terror en la arena. Los resultados de sus sangrientos espectáculos con los gladiadores eran impredecibles, pero no nos vayamos tan lejos. En este libro, estudiaremos más de cerca el comienzo de la civilización romana, la fundación de la ciudad y el Senado, la expansión de la República romana, su gloria y su final.  

La República de Platón o...

Reconocerás muchos elementos de la democracia actual, incluso su lado obscuro, el descarado marketing político, el manejo de las reputaciones, el populismo, la intriga y el asesinato ocasional. Ciertamente, los romanos solían matarse entre ellos a pesar de tratarse supuestamente de personas civilizadas, pero justificaban esos asesinatos de forma elocuente y convincente. Gracias a la abundancia de documentos escritos por los romanos mismos, podemos indagar en sus motivaciones y ambiciones, y descubrir las verdaderas historias detrás de los eventos más polémicos que incluyeron traición, amantes, espías y asesinatos.  

La República romana tenía dos caras. Una era impecablemente limpia, con togas blancas,[3] una retórica elevada, la constitución avanzada de la ciudad-estado, un elevado sentido de la virtud, la justicia y el orgullo. La otra cara estaba caracterizada por la lujuria, por el poder, las conspiraciones, individuos pudientes y obscuros que gobernaban desde las sombras y dejando que otros hicieran política en público. A algunos políticos romanos les encantaba decir que vivían en el estado ideal, la República de Platón, cuando, en realidad, Roma era las faex (heces) de Rómulo, como bromeó Cicerón en una carta privada.[4]

La cultura de la antigua Roma republicana era de apertura y diversidad desde el comienzo. El sentido de la identidad y la pertenencia estaba basado en la idea de ciudadanía, no en el origen. Las personas cultas y educadas discutían la naturaleza de la libertad y los problemas del sexo, de la misma forma en que lo hacemos nosotros hoy día. Pero esta ciudad cosmopolita también tenía un lado obscuro. La gloriosa constitución política resultó estar podrida por dentro. También existía la esclavitud, la inmundicia, y las enfermedades en todas partes. La muerte acechaba a la vuelta de la esquina en las calles, al igual que en el Senado. Al final, la República romana cayó totalmente por sí misma.

El fin de la República romana también fue un nuevo comienzo, ya que dio como resultado la fundación de una nueva era conocida como el Imperio romano.