DINASTÍA MEROVINGIA
DURANTE MUCHO TIEMPO, LOS HISTORIADORES FRANCESES, EMPEÑADOS EN ENSALZAR LA FIGURA DE CARLOMAGNO Y DE LA DINASTÍA CAROLINGIA, ACUSARON INJUSTAMENTE A LOS GOBERNANTES ANTERIORES, LOS MEROVINGIOS, DE SER UNOS REYES INCULTOS Y BÁRBAROS. Incluso en tiempos recientes se siguió alimentando esta idea por culpa de las ideas nacionalistas de la Francia moderna, llena de resentimiento hacia Alemania, ya que allí se situaba el origen de estas gentes.
¿QUIÉNES FUERON, REALMENTE, LOS MEROVINGIOS?
En efecto, los merovingios fueron uno de los pueblos germánicos, procedentes del norte de Europa, que, como bien sabrán, jugaron un papel determinante en la caída del Imperio romano. Siendo estrictos, todo parece indicar, según ellos mismos afirmaban, que eran descendientes de los sicambrios, una de estas tribus germánicas, que aparecieron en el siglo I y se desarrollaron en la orilla derecha del río Rin, entre los ríos Ruhr y Sieg–lo que actualmente es el Estado alemán de Renania del Norte-Westfalia–, aunque no está muy claro que sea así.
Los propios merovingios pensaban que sus antepasados sicambrios procedían de una tribu escita o cimeria que anteriormente había vivido en las cercanías de la desembocadura del río Danubio. Esto forma parte de la leyenda, pero sí es cierto que los merovingios eran uno de los pueblos francos, cuyo origen sigue siendo un misterio, aunque lo cierto es que fueron una coalición de pueblos (usítepes, brúcteros, sicambrios) que se unieron en su avance hacia el oeste desde la zona del bajo Rin, en torno al siglo III de nuestra era.
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