El Arte De Ganar Dinero

Por Al Khawarizmi

En este mundo de oportunidades y competencia feroz, hay secretos que debe dominar si quiere alcanzar un gran éxito financiero. El libro electrónico "El arte de ganar dinero: Secretos para tener éxito en la generación de ingresos" revela las reglas de oro que no puede dejar escapar si quiere cambiar radicalmente su vida.

 

En este ebook, se le enseñarán estrategias infalibles que han sido probadas y comprobadas por expertos financieros y empresarios de éxito. Deje de estar atrapado en una rutina monótona, este ebook le guiará hacia el camino del éxito con pasos prácticos y detallados.

 

Página a página, descubrirá valiosos consejos para lograr unos ingresos estables y sostenibles. Desde la creación de una mentalidad de éxito hasta la capitalización de oportunidades ocultas, este ebook ofrece una visión profunda del complejo mundo de las finanzas.

• Idioma: Español
• Editorial: Al khawarizmi
• Fecha de lanzamiento: 25 jun 2023
• ISBN: 9798223041078

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El Arte De Ganar Dinero

REGLAS DE ORO PARA GANAR DINERO

EL ARTE DE GANAR DINERO

En los Estados Unidos, donde tenemos más tierra que habitantes, no es nada difícil para una persona sana ganar dinero. En este campo comparativamente nuevo, hay tantas avenidas de éxito abiertas, tantas ocupaciones no abarrotadas, que cualquier persona de cualquier sexo que esté dispuesta, al menos por el momento, a dedicarse a cualquier trabajo honorable que se ofrezca, puede encontrar un empleo rentable.

Aquellos que realmente desean alcanzar la autosuficiencia, sólo tienen que proponérselo y adoptar los medios adecuados, como lo hacen con respecto a cualquier otro objetivo que deseen alcanzar, y la cosa se hace fácilmente. Pero por muy fácil que sea ganar dinero, estoy seguro de que muchos de mis oyentes estarán de acuerdo en que conservarlo es lo más difícil del mundo. El camino a la riqueza, como dijo el Dr. Franklin, es tan claro como el camino a la fábrica. Consiste simplemente en gastar menos de lo que ganamos; lo que parece un asunto muy sencillo. El Sr. Micawber, una de las ingeniosas creaciones de Dickens, pone el caso en una luz fuerte cuando dice que tener un ingreso anual de veinte libras por año, y gastar veinte libras y seis peniques, es ser el más miserable de los hombres; mientras que, tener un ingreso de sólo veinte libras, y gastar sólo diecinueve libras y seis peniques es ser el más feliz de los hombres. Muchos de mis lectores dirán: lo entendemos: esto es economía, y sabemos que la economía es riqueza; sabemos que no podemos comer nuestro pastel y quedárnoslo también. Pero me permito decir que probablemente más casos de fracaso surgen de errores en este punto que en casi cualquier otro. El hecho es que mucha gente cree que entiende de economía cuando en realidad no es así.

La economía real no se entiende, y la gente va por la vida sin comprender bien cuáles son los principios. La gente dice: Yo tengo estos ingresos, y aquí está mi vecino que tiene los mismos ingresos; sin embargo, cada año él consigue algo mejor y a mí me falta; ¿por qué es así? Lo sé todo sobre economía. Cree que lo sabe, pero no es así. Hay gente que piensa que la economía es ahorrar en queso y velas, recortar dos céntimos en la factura de la lavandería y hacer todo tipo de cosas mezquinas, crueles y sucias. La economía no es crueldad. La desgracia es, además, que esta clase de gente permite que su ahorro trabaje en una sola dirección. Creen que son tan extraordinariamente ahorrativos al ahorrar medio céntimo donde deberían gastar dos céntimos, que piensan que pueden permitirse despilfarrar el dinero en otras direcciones. Hace algunos años, antes de que se descubriera o se pensara en el aceite de queroseno, un hombre podía pasar la noche en casi cualquier casa de granjero en los distritos agrícolas y conseguir una cena muy buena, pero después de la cena podía intentar leer en el salón, y le resultaría imposible a la luz de una vela ineficaz. La anfitriona, viendo su dilema, le diría: Es bastante difícil leer aquí por la noche; el proverbio dice 'debes tener un barco en el mar para quemar dos velas a la vez'; nunca tenemos una vela extra excepto en ocasiones extra. Estas ocasiones extra ocurren, quizás, dos veces al año. De este modo, la buena mujer ahorra cinco, seis o diez dólares en ese momento: pero la información que puede obtenerse por tener una luz extra es, por supuesto, mucho mayor que una tonelada de velas.

Pero sus problemas no acabaron aquí. Sintiéndose tan frugal en dulces gordos, cree que puede permitirse ir al pueblo a menudo y gastar veinte o treinta dólares en cintas y plumas, muchas de las cuales son innecesarias. Esta falsa connotación puede verse a menudo en la gente de negocios, y en