´ La memoria del paladar me transporta al pilpil y a la textura de una cococha. Estoy hablando de terciopelo, de sabor, de olor, de años atrás... lo define todo. Pero la memoria es amplia. También me lleva a un invierno con el sonido del borbor de unas alubias haciendo ruido en la chapa. Y a veranos con sardinas, ventresca de bonito, un tomate a pelo...
a mí me cuesta mirarlos y me cuesta quererlos. Hay algunos que llevan mucho tiempo en el