FIBROMIALGIA: Una mirada distinta

Por Marisol Bartsch B.

FIBROMIALGIA: Una mirada distinta. Síndrome Miofascial

Descodificación de síntomas físicos y sicológicos para encontrar su origen real y así lograr una sanación definitiva de esta patología.

• Idioma: Español
• Editorial: ibukku, LLC
• Fecha de lanzamiento: 28 mar 2023
• ISBN: 9781685743284

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FIBROMIALGIA

Síndrome Miofascial

Una mirada distinta

Manejo de estrés, Autosanación

Dra. Marisol Bartsch B.

Traumatólogo

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Publicado por Ibukku, LLC

www.ibukku.com

Diseño y maquetación: Índigo Estudio Gráfico

Copyright © 2023 Dra Marisol Bartsch B.

ISBN Paperback: 978-1-68574-327-7

ISBN Hardcover: 978-1-68574-329-1

ISBN eBook: 978-1-68574-328-4

Índice

Introducción

Quiénes realmente somos. Ley del desdoblamiento del tiempo

Demos un significado a la vida

Herramientas de cambio

Nuestra intención, gatillo para la transformación

La actitud hacia la vida

La Energía en nosotros

¿Qué es la energía?

Somos Cocreadores. Nosotros elegimos

No somos víctimas

Elijamos la Felicidad

Somos seres multidimensionales

Dimensiones o planos de energía

Circulación de la energía

La enfermedad, disfunción de los chakras

Los siete chakras más importantes

La Ley de la Atracción

Los encajes energéticos

El estrés y sus consecuencias

Visión holística del estrés

La autosanación

Mensajes del alma o del subconsciente

Las tensiones físicas y psicológicas. Síndrome Miofascial o Fibromialgia

Los traumatismos del cuerpo y de los miembros

Las enfermedades orgánicas y psicológicas

Los actos fallidos

Lateralidades

Primer mensaje del alma:Tensiones físicas y Psicológicas

Fibromialgia o Síndrome Miofascial(Mi experiencia clínica)

Diagnósticos sintomáticos dentro de la Fibromialgia o Síndrome Miofascial

Cervicobraquialgia tensional

Diagnóstico diferencial de la cervicobraquialgia con otras patologías de la extremidad superior

Cervicobraquialgia y artritis.

Cervicobraquialgia y tendinitis

Cervicobraquialgia y Tendinitis de Quervain

Cervicobraquialgia y hernia discal o uncoartrosis de columna cervical

Cervicobraquialgia y Epicondilitis

Cervicobraquialgia y Síndrome del túnel carpiano

Otras causas que simulan cervicobraquialgia (enfermedades del hombro):

Origen psico-energético biodescodificación de la cervicobraquialgia y de otros padecimientos de las extremidades superiores

Causas emocionales y conductuales de la cervicobraquialgia

Dolores de cabeza

Dolor de cuello.

Dolor o problemas en las clavículas

Dolor de hombros

Dolor o problemas en los brazos

Dolor en el codo

Dolores en las muñecas.

Dolores de las manos.

Dolores en los dedos.

Tratamiento de la cervicobraquialgia

Lumbagos y lumbociáticas

Lumbalgia aguda tensional

Lumbociática tensional, síndrome del piramidal

Ciática extra raquídea

Diagnóstico diferencial de la ciática tensional con otras patologías de la extremidad inferior (Según mi experiencia clínica)

Ciática y desgarro de isquiotibiales

Ciática y dolor de rodillas

Ciática y dolor de pie

Ciática y paratendinitis aquiliana

Ciática intrarraquídea (HNP), osteofitos, tumores, raquiestenosis) y ciática extrarraquídea (Síndrome del piramidal)

Cruralgia tensional

Origen psico - emocional de síndromes dolorosos dorsolumbares y de extremidades inferiores.

Dorsalgia

Dolor lumbosacro- coxígeo.

Sacralgia

Coxigodinia

Neuralgias

Dolores y problemas musculares

Calambres

Dolor ciático

La cruralgia

Dolor por hernia discal

Dolores en las nalgas

Dolor en las caderas

Dolor en los muslos

Dolor en las rodillas

Dolor en las piernas

Problemas en los pies

Origen psico-emocional de otras patologías que afectan al aparato locomotor

Problemas en los huesos

Artritis

Artrosis

Coxartrosis o artrosis de cadera

La gota

Las fracturas

La Osteoporosis

La distensión o el desgarro muscular

La elongación, esguince o luxación

La tendinitis

Origen emocional de las enfermedades más frecuentes

La depresión

Las enfermedades del corazón

Trombosis coronaria

Angina de pecho.

Infarto del miocardio. Ataques al corazón

Arritmias

La hipertensión arterial.

Los problemas gastrointestinales

El estómago

La diabetes

Las patologías del hígado

Los problemas de vesícula

Enfermedades de los pulmones

Las cefaleas, jaquecas, migrañas

Las dolencias en nuestro sistema urinario

Los problemas en las arterias

Los problemas en las venas

Los problemas de la glándula tiroides

Los problemas de la piel

El cáncer

Las enfermedades cerebrales

Bibliografía

Introducción

Este libro está basado en los principios de la Medicina Holística y aborda al ser humano como un ser integral: Espíritu-Mente-Cuerpo. Holos significa entero o todo y orienta a la ciencia Holista o integradora y global. Para que este concepto llegue a ser una realidad para todos, debemos dejar de lado las ideas admitidas y las creencias sociales que nos ha inculcado la educación.

Es un libro de consulta. Cada uno busca en el índice el tema que le pueda interesar según sus necesidades y sus deseos de incorporar nuevos conocimientos. Creo que no es un libro para leerlo de corrido, salvo que sean muy ávidos de ampliar su información. Cada tema está bastante desarrollado para aumentar su conocimiento y disipar muchas de sus dudas. Si no resuenan con algún capitulo…déjenlo y sigan buscando.

Conforme un número mayor de médicos u otros profesionales de la salud den muestras de interés activo hacia el campo de la medicina holística – energética - vibracional, se llegará a comprender, por fin, qué es lo que significa holístico. Cuando uno se refiere a la salud y al bienestar de los seres humanos, holístico implica no sólo un equilibrio entre los aspectos corporales y mentales, sino también entre las fuerzas multidimensionales del espíritu, hasta el presente mal comprendidas por la inmensa mayoría. De hecho, es el Espíritu el que, con su poder creador mueve, inspira e insufla vida en este vehículo que nosotros percibimos como el cuerpo físico. Todo sistema de medicina que niegue o ignore su existencia, será forzosamente incompleto, puesto que deja de lado la cualidad más fundamental de la existencia humana: la dimensión espiritual. Entonces:

Somos seres multidimensionales de energía y de luz, cuyo cuerpo físico no es más que uno de los componentes de un sistema dinámico más amplio.

Los humanos somos complejos de cuerpo/mente/espíritu, que existen en continuo equilibrio dinámico con las dimensiones energéticas superiores de la realidad.

Las pruebas científicas indican con absoluta certeza que no somos lo que se nos hizo creer en el pasado, sino mucho más de lo que jamás nos hemos atrevido a imaginar. El ser humano posee un potencial desconocido. Ámbitos científicos tan sólidos como la epigenética, la biología molecular, la neuro cardiología y la física cuántica, borran las fronteras que tradicionalmente han separado el pensamiento científico de la experiencia humana, y al hacerlo abre la puerta a un paradigma nuevo y rompedor, de empoderamiento autorrealizado, una manera de pensar y de vivir basada, no sólo en lo que aceptamos como verdad científica, sino también en aquello que creemos posible. Esta inédita frontera en relación con nuestro potencial redefine lo que implica ser una persona en plena posesión de sus facultades y capacidades. Y este nuevo paradigma alberga promesas para todos. Una vez que hemos experimentado nuestro máximo potencial, nos resulta mucho más sencillo incorporarlo a nuestra vida. Con este libro nos acompañaremos en un viaje paso a paso hacia la máxima expresión de nuestro potencial, en aspectos que van desde el cuerpo y la salud, hasta las relaciones y el propósito vital. Debemos hacer este viaje a nuestro propio ritmo.

La vieja guardia del mundo científico y de la medicina mantuvo mucho tiempo sus criterios mecanicistas acerca de las funciones corporales y mentales. Será difícil que asuman los nuevos modelos interpretativos, si no vienen acompañados de datos científicos incontrovertibles y de pruebas experimentales. Afortunadamente, ya se comienzan a desarrollar las técnicas que permitirán validar las hipótesis de la nueva guardia de médicos que reclamamos nuestro lugar, para poder mostrar y demostrar al mundo nuestra rica experiencia, por el bien de la humanidad.

Todos nos enfrentamos a desafíos, ante lo que es preciso actuar con calma, entusiasmo y confianza, si queremos convertirlas en extraordinarias oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal. Si deseamos aumentar la autoestima y potenciar todas nuestras potencialidades, necesitamos saber cómo despertar nuestro gran potencial dormido.

En los últimos años las neurociencias han cobrado una importante difusión, posiblemente debido al desarrollo de las técnicas que nos permiten conocer muchos secretos del cerebro y del sistema nervioso. Por otro lado, la Espiritualidad está calando profundamente en el alma de muchos individuos a partir del redescubrimiento de las filosofías y religiones Orientales que guardaban tesoros milenarios perdidos para Occidente.

Cuando el cerebro está vivo y en actividad puede procesar el pensamiento, demostrar inteligencia, aprender nueva información, dominar habilidades, guardar recuerdos, expresar sentimientos, refinar movimientos, inventar nuevas ideas y mantener el funcionamiento ordenado del cuerpo. El cerebro animado también nos permite tener una determinada conducta, soñar, percibir la realidad, inspirarse y, lo más importante, abrazar la vida. Para que la mente exista se necesita un cerebro vivo.

El cerebro no es la mente. Es el aparato físico por el cual la mente se produce. El cerebro hace posible la mente a través de un intrincado sistema de procesamiento de datos, de modo que tengamos la capacidad de reunir, procesar, almacenar, recordar y comunicar información en cuestión de segundos, si fuera necesario, así como también la capacidad de predecir, hacer hipótesis, comportarnos, planificar y razonar. Es el centro de control mediante el cual la mente organiza y coordina todas las funciones metabólicas necesarias para la vida y la supervivencia.

La mente es el producto del cerebro. Es lo que el cerebro hace. Cuando el cerebro está animado por La Vida, la mente es procesada por medio del cerebro.

Se puede cambiar la forma en que funciona el cerebro, por lo tanto, también se puede cambiar la mente.

Hemos ido comprendiendo que nuestros pensamientos son reales, tienen energía y esta energía crea. Crean la materia que constituye nuestro cuerpo y crean la materia que forma nuestras experiencias y nuestro planeta. La energía sigue al pensamiento. Vivir de acuerdo a esta verdad, requiere una espiritualidad distinta a aquella que han practicado las masas desde siempre.

Podemos cambiar y, de ese modo, desarrollar nuestro cerebro, para que ya no caigamos en esas acciones repetitivas, habituales e insalubres, que se producen como resultado de nuestra herencia genética, de nuestras experiencias pasadas y de nuestras circunstancias ambientales. Renunciar a lo viejo y abrazar lo nuevo es un gran riesgo, pero hay que enfrentarlo porque es algo muy conveniente para todos nosotros.

El cerebro está estructurado, tanto macroscópicamente como microscópicamente, para absorber y captar información nueva y, luego almacenarla como una rutina. Cuando ya no aprendemos cosas nuevas o dejamos de cambiar antiguas costumbres, sólo nos queda vivir en la rutina. Pero el cerebro no está diseñado simplemente para dejar de aprender. Cuando ya no actualizamos al cerebro con información nueva, este se configura de manera estructurada y se satura de programas de conductas automáticas que ya no contribuyen a la evolución.

La adaptabilidad es la capacidad de cambiar. Somos inteligentes y capaces. Podemos, en el lapso de una sola vida, aprender cosas nuevas, romper con viejos hábitos, cambiar nuestras creencias y percepciones, superar circunstancias difíciles, dominar aptitudes y, de manera misteriosa, convertirnos en seres diferentes. Como seres humanos, parecería que es sólo cuestión de elección. Si la evolución es nuestro aporte al futuro, entonces nuestro libre albedrío es el modo en que iniciamos el proceso.

En las últimas décadas, miles de personas han sufrido notables transformaciones en sus valores, percepciones y maneras de relacionarse entre sí y con el mundo. Una de las razones de por qué está sucediendo esto, es que la gente se ha dado cuenta de que al final de su búsqueda de autos más lujosos, casas más grandes y zapatos para cada uno de los días del año, les queda el vacío: el mismo vacío que trataron de llenar con las posesiones y el éxito económico.

La vida no es algo que nos sucede, sino que sucede para nosotros y todo nos lleva a nuestro destino. Nada ni nadie podrá detener aquello que hemos venido a hacer, si nosotros no lo permitimos.

Los seres humanos tenemos una energía vital que sostiene, no solamente el funcionamiento del cuerpo, sino nuestros estados de ánimos, nuestra disposición natural para enfrentar los obstáculos, nuestra fuerza para vivir y hasta el amor por nosotros mismos. Esta energía la agotamos, la desaprovechamos, pero podemos aprender a no gastarla y a recuperarla, si ya la hemos gastado. En la existencia demandante y tensionada de la actualidad, tener una actitud positiva es más trascendente que nunca, ya que nuestro sistema celular no está preparado para resistir la presión, sin una ayuda y un apoyo consciente.

Es fundamental que entendamos quiénes somos, dónde estamos, qué es lo verdaderamente valioso y cómo vivir en el mundo. No podemos, ni debemos ignorar el sistema de vida moderna, pero tampoco podemos sobrevivir si no satisfacemos las necesidades básicas de nuestro Espíritu.

Ante la incapacidad de la sociedad y sus estructuras para dar respuestas a las demandas espirituales actuales, cada vez más personas sentimos en nuestro interior una necesidad de crecimiento, una fuerza interna que nos impulsa a avanzar en nuestro camino de sanación, que no es satisfecha, ni por las religiones, ancladas en el dogmatismo, el dualismo y la separación, ni por las diversas estructuras y organizaciones sociales. Además, sentimos la necesidad y la responsabilidad de transmitir este conocimiento, para que la humanidad siga avanzando en su camino de sanación y de acercamiento a las altas frecuencias de la luz y del amor incondicional.

Una vez que nos damos cuenta de que sólo podemos experimentar la vida dentro de los límites que ya conocemos, es obvio que si queremos tener una vida más amplia y rica, si queremos más oportunidades para el crecimiento, los logros y la felicidad, tenemos que impulsar un movimiento dentro de nosotros mismos, formulándonos las grandes preguntas, experimentando nuevas emociones y almacenando más información en nuestras redes neuronales. Si construimos la realidad con lo que tenemos en nuestro almacén preexistente de recuerdos, emociones y asociaciones ¿cómo hacemos para percibir algo nuevo? La clave está en el nuevo conocimiento.

El nuevo conocimiento puede abrir nuestras mentes a nuevos tipos y niveles de percepción y experiencia. La información nueva es importante, pero el conocimiento completo incluye, tanto comprensión como experiencia.

Al expandir nuestro nuevo paradigma, nuestro modelo de lo que es real y de lo que es posible, agregamos nuevas opciones a la lista que nuestro cerebro lleva consigo. De modo que para expandir nuestro paradigma y abrirnos a una vida más amplia, también necesitamos nuevas experiencias.

El cambio paradigmático en curso no sólo tiene lugar en el campo de la ciencia. También se extiende a la sociedad y está produciendo un poderoso impacto en nuestra cultura. Tal vez, el cambio más importante que se esté llevando a cabo sea el personal. El cambio personal necesita un acto intencional de voluntad y determinación, y suele significar que algo estaba haciendo sentirnos lo suficiente incómodos como para querer hacer las cosas de un modo diferente. Evolucionar y cambiar no es un proceso cómodo. Es superar las condiciones de nuestra vida, modificando algo de nosotros mismos.

Si este nuevo paradigma es correcto y el Universo es un ser viviente (del cual nosotros y nuestros pensamientos, y los planetas y todas las partículas subatómicas formamos parte), la necesidad de una nueva visión del mundo producirá por sí misma este cambio.

Descubrimientos científicos recientes han demostrado que el tiempo es continuo, pero posee instantes imperceptibles que permiten el intercambio continuo de información con el pasado y el futuro, llamadas aperturas temporales. Estos momentos nos aportan intuiciones, premoniciones e instintos vitales. El control de estos nos permite optimizar el porvenir antes de vivirlo, entender nuestra vida y crear un equilibrio individual y colectivo. El físico francés, Jean Pierre Garnier-Mallet descubrió esta teoría del Desdoblamiento de los Tiempos, que nos da como resultado al hombre que vive en el tiempo real y en el cuántico, un tiempo imperceptible con varios estados potenciales: memoriza mejor y se lo transmite al que vive en el tiempo real. ¿Nuestro otro yo cuántico crea nuestra realidad? Es tan interesante e importante para nosotros este nuevo conocimiento que lo desarrollo más ampliamente en el primer capítulo.

Tenemos un nuevo conocimiento para nosotros, lo que hagamos con él, cada uno, libremente lo decidirá. Cada uno de nosotros va encontrando su estilo de existencia y por lo tanto diseñando sus costumbres, pero sólo en la medida en que se pueda elegir y percibir con más claridad. Es importante que seamos prácticos, que utilicemos el conocimiento de nosotros mismos para ver cuál es el camino correcto. Si adoptamos una actitud abierta, las sugerencias que se dan en este libro para lograr los objetivos pueden ayudarnos a avanzar más de prisa por este camino.

Mi empeño consiste en que comencemos a entender el organismo humano como un conjunto de campos dimensionales en interacción, y que cuando se produce un desequilibrio en tales sistemas, la consecuencia puede ser una patología, cuyos síntomas se manifiestan en los planos físico, emocional, mental, espiritual.

Es el conocimiento unido a la experiencia, lo que permite al hombre marchar sin extravíos por los caminos de su existencia.

El conocimiento superior o trascendente pone fin a todas las angustias y también satisface todas las inquietudes del alma.

La manera más rápida de ser sabios es hacer que otra persona sea sabia

Creo que no podemos decir no creo, antes de conocer profundamente la cosas. Luego de tener el conocimiento podemos sentir si nos convence o no, si creemos o no.

No hay misterios, sólo hay falta de información. Tampoco hay milagros, sólo hay hechos científicos ignorados.

Sintámonos felices todos los días. Sintámonos emocionados todos los días. Tengamos pensamientos nobles y positivos. Actuemos en consecuencia y nos convertiremos en un verdadero imán que atraerá a nuestra vida un sin fin de dicha, salud y felicidad. La sanación holística se basa en estos conceptos.

Vivir en forma plena a cualquier edad, es un sueño para aquellos que están enfermos, pero se ha convertido en una realidad para aquellos que han descubierto la medicina holística.

Todo este conocimiento es el fruto de casi cuarenta años de práctica médica, de muchas otras prácticas no médicas, pero complementarias, de mucho estudio y de muchas experiencias propias y de otros médicos o terapeutas que se han atrevido a recorrer este camino del Espíritu.

Con el transcurso de los años he comprendido que la salud no es fruto del azar o de la suerte. ¡Se puede aprender a tener buena salud!

Una de las grandes ilusiones que subsisten en nuestra sociedad es la creencia en aquellas recetas o métodos que, mágicamente y sin esfuerzo de nuestra parte, nos proporcionen en forma fácil una nueva y deseable situación de vida.

Con los diferentes conceptos y medios para crear salud que presento en este libro, deseo abrirle la puerta a una nueva conciencia, la de la responsabilidad. Si colaboramos con nuestro cuerpo de manera responsable, nuestro cuerpo no tendrá ya la necesidad de desencadenar tensiones o enfermedades agudas o crónicas. Si abusamos de nuestro organismo, pidiéndole esfuerzos excesivos, si lo agotamos con una alimentación inadecuada, con estimulantes artificiales, demasiadas emociones, demasiados pensamientos tóxicos, este se volverá frágil. Si tenemos claros estos conceptos, dejaremos de formar parte de las masas que viven temerosos de caer enfermos y esperan que la medicina pueda curar sus males con píldoras milagrosas, sin que sea necesario ningún trabajo personal de toma de conciencia.

Estoy segura de que, al leer y madurar estos conceptos, vamos a aprender a estar conscientes de lo que hacemos en cada instante y seremos capaces de curarnos rápidamente, desde el momento que aparece cualquier signo de desequilibrio. Espero que nos convirtamos en artesanos de nuestra salud y también que podamos ayudar a aquellos que conozcamos a convertirse, ellos también, en personas conscientes y responsables.

La sociedad moderna está construida en torno a la idea de que la salud es el producto de los progresos médicos. La otra idea, de que la salud se aprende, pareció en un primer momento utópica.

La medicina científica pretendía que podía hacer reinar la salud si se proporcionaban los medios suficientes para combatir todas las enfermedades. Era todavía la época del gran triunfalismo científico que prometía a todos un porvenir maravilloso gracias a los progresos de la investigación. Pero, poco a poco, nos dimos cuenta de que, en los países ricos, donde se ha recurrido a la medicación, se producía una proliferación de enfermedades iatrogénicas (enfermedades producidas por la medicina). Por desgracia, las instituciones médicas han hecho muy poco por elaborar verdaderos programas de educación.

A pesar de la influencia de las grandes compañías farmacéuticas, las poblaciones de los países occidentales se orientan cada año más hacia las medicinas menos agresivas y la confianza en la diosa química se desmorona cada vez más. Cada vez se está despertando en nosotros una nueva conciencia, nos estamos dando cuenta de que nuestro cuerpo nos pertenece y nos estamos haciendo cargo de él, realizando nuestras propias experiencias de salud.

Según Patricia May Antropóloga chilena, a la que admiro profundamente y expresa mí mismo sentir, nos dice que estamos viviendo la cultura del ego, la cual enfatiza al individuo como compuesto de partes. Al cuerpo compuesto de órganos separados, a la actividad psíquica como algo independiente de la corporalidad, al Alma como algo ajeno al ámbito de la vida, al ser humano independiente de su medio social y afectivo.

En la medicina convencional, ocurre a menudo, que los especialistas intentan sanar el órgano en cuestión, sin atender a la interrelación con los demás sistemas y sin asociar la enfermedad con los estados emocionales y el contexto social en que vive la persona. Esta medicina, en vez de sanar, muchas veces lo que hace es paliar síntomas y no ir a las causas profundas de la enfermedad, que habitualmente tienen que ver con una cuestión global, que involucra factores que van, desde el estilo de vida, alimentación, las relaciones afectivas, las ideas recurrentes, la falta de sentido, e incluso, con procesos de evolución personal. Esto tiene como consecuencia, que si bien se cura esa enfermedad, ésta vuelve a aparecer de otras formas. Además, esto ha llevado a que las personas no se hagan cargo de su estado de salud, puesto que la lógica de la cultura del ego dice que es el órgano el que se enferma, no la persona y, por lo tanto, no se entiende la dolencia como un efecto de causas generales en que las personas podrían hacer cambios y ser proactivas para aliviarse. Tampoco nos hacemos cargo de que el estilo de vida, las transgresiones el bio y psico ritmo, el modo agresivo de relacionarnos en las ciudades, la falta de sentido de vida y la ausencia de sintonía espiritual, son las causas fundamentales de muchas de nuestras enfermedades, puesto que generan un vivir que nuestro ser humano no puede soportar. No tomamos en nuestras manos el tema y preferimos que un especialista o un terapeuta nos de un calmante de cualquier tipo para aliviarnos a corto plazo, en vez de tomar medidas que nos ayuden a aliviar el estrés de nuestra vida cotidiana.

Antiguamente, antes de que la medicina, tal como la conocemos ahora, alcanzara la predominancia que posee en la actualidad, la metafísica (más allá de la física) estaba más vigente. Y volvió a resurgir después del inicio del psico-análisis. Freud decía que el cuerpo y la psiquis se pueden asociar. Desde entonces investigadores como Wilhem Reich, Fritz Perls, Louis Hay, Lize Bourbeau y muchos otros, han contribuido enormemente al resurgimiento de la metafísica.

Por desgracia, en la medicina convencional (e incluso en algunas medicinas llamadas naturales) se sigue creyendo que la enfermedad es un obstáculo para la felicidad del ser humano. En este tipo de medicinas se lucha contra la enfermedad. El empeño en hacer desaparecer el síntoma, sin ir a la causa profunda (no orgánica), es como querer apagar la luz roja que se enciende algunas veces en el tablero del automóvil. Si actuamos sin tratar de descubrir el problema que señala la luz, inevitablemente nos ocasionamos un problema más grave.

Ya, muchos médicos hemos descubierto y comprobado que la enfermedad es un regalo para que podamos equilibrar nuestro SER. El cuerpo físico no es la causa de las enfermedades. Es solamente el reflejo de lo que sucede en el interior de nuestro verdadero ser.

Todo lo que un cuerpo enfermo busca es restablecer su equilibrio, porque el estado natural del cuerpo es la salud. Esto también es cierto para los cuerpos emocional y mental.

Los seres humanos somos un todo integrado. Existe una profunda integración entre nuestras emociones, el sistema nervioso, el sistema inmune y el sistema endocrino.

Esta noción de salud y bienestar considera imprescindible aprehender nuevas ideas, buscar nuevos sentidos y enriquecer la noción de uno mismo y, en líneas generales, nuestro progreso continuado, psicológico y espiritual. Para poder lograr estos objetivos, el médico debe ser psicoterapeuta y educador.

Los médicos debemos dejar de ser sanadores. Sólo debemos contribuir en la sanación, donde el paciente es el protagonista, el responsable de su sanación.

En la medicina convencional el paciente se entiende a sí mismo como el que debe ser sanado y el médico como el que debe sanar, y no se establece una relación dinámica en que el médico se posiciona a sí mismo como facilitador de un proceso en que la persona que ha enfermado toma medidas y decisiones en pos de su sanación.

La neurociencia ha estudiado que nuestros pensamientos son inservibles en un 70% y que el 90% de nuestras preocupaciones nunca suceden. Ello hace que la Fuerza- Energía de armonía y sanación que el subconsciente mental recibe, sea interferida y pase distorsionado al cerebro y de allí, a cada célula. La célula responde con pérdida del equilibrio de su armonía celular y nos enfermamos, como lo demuestra el aumento de farmacias y lo llenas que ellas están; el jugoso aumento de nuevos y más costosos medicamentos y el aumento de terapias de alternativa. Mirado así:

Somos una humanidad enferma que busca afuera, en los rincones del mundo exterior el remedio que se tiene dentro, en el mundo interior. Uno es el Gran Sanador de uno mismo.

En las sociedades occidentales es bien conocida la importancia que tienen los trastornos ligados al estrés, como la depresión y la ansiedad. Si comemos equilibradamente, con verduras y frutas cultivadas de manera orgánica está muy bien, pero si nuestro pensamiento es incapaz de superar un estrés violento, desencadenaremos un conflicto igual o la misma enfermedad que el que vive y se alimenta de cualquier manera. Por otro lado, se ha demostrado que la dimensión conflictiva es absolutamente necesaria para desencadenar un cáncer de pulmón, y sólo aumenta la incidencia la presencia de tabaco. Todo esto demuestra la inseparabilidad del cuerpo y el espíritu. Si tenemos un modo de vida que nos satisface, habrá menos conflictos y menos enfermedades.

Los estudios clínicos sugieren que sobre el 60% de todas las visitas al médico están motivadas, sobre todo, por el estrés y que, en términos de mortalidad, el estrés es un factor de riesgo más grave que el tabaco. De hecho, la mayoría de los medicamentos más utilizados en los países occidentales son los que pretenden tratar problemas directamente relacionados con el estrés, como los antidepresivos, ansiolíticos, somníferos, antiácidos para la acidez y úlceras de estómago, y medicamentos para combatir la hipertensión y el colesterol, que también, en la mayoría de los casos se presentan como resultado del estrés.

En una enfermedad crónica, si detenemos el tratamiento, los síntomas reaparecen invariablemente. La sanación es otra cosa. Se produce siempre a nivel de la causa, su solución o el verdadero olvido del conflicto, y no a nivel de lo manifiesto. No podemos conformarnos con secar el charco de agua todas las mañanas, cuando se produce una gotera. La Nueva Medicina, Holística, Bioenergética, Sinergética que tiene que ver con la sanación espiritual, propone ir al techo, encontrar las tejas rotas que producen la gotera y arreglarlas.

Estamos comenzando a comprender que para mantenerse en plena salud es importante mostrar una actitud positiva. La persona que vive en la alegría, el divertimiento y el placer, moviliza una energía psíquica que activa todos sus sistemas de defensas. La que vive en el temor atrae toda clase de problemas, ya que el miedo provoca una caída de su inmunidad.

Prácticamente todos los días estamos escuchando o aparece nueva información que nos dice que hay un cambio de paradigma. Pero ¿Qué es un paradigma? Es como un sistema de creencias inconscientes de una cultura. Vivimos y respiramos estas creencias, y pensamos e interactuamos de acuerdo con ellas.