Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El Conquistdor Americano: Una Aventura de Accion que es más Robin Hood que Robin Hood. Y la Histsoria es Verdadera!
El Conquistdor Americano: Una Aventura de Accion que es más Robin Hood que Robin Hood. Y la Histsoria es Verdadera!
El Conquistdor Americano: Una Aventura de Accion que es más Robin Hood que Robin Hood. Y la Histsoria es Verdadera!
Libro electrónico376 páginas4 horas

El Conquistdor Americano: Una Aventura de Accion que es más Robin Hood que Robin Hood. Y la Histsoria es Verdadera!

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

AMERICAN CONQUISTADOR is a historical thriller . . .

an action-adventure that is more Robin Hood than Robin Hood. This story has never been told before. The author makes you one guarantee.

You will never forget this saga. . . for one reason.

The story is TRUE!

It actually happened.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 ene 2023
ISBN9781737157540
El Conquistdor Americano: Una Aventura de Accion que es más Robin Hood que Robin Hood. Y la Histsoria es Verdadera!
Autor

Daryl Arden Ferguson

Most historians come from colleges and universities. They only have limited time to do their research. When they want to publish their work, they have to follow very strict and "boring" writing guidelines. The author did not have those handicaps. When he retired, he had both the time and a loving wife that would be needed to attack such a difficult project. But like a die-hard explorer, he would also not be stopped by countless obstacles. In the late 1960s, he discovered that the U.S. Navy was about to scrap the country's most decorated WW II battleship, the U.S.S. South Dakota. It did not take him long to organize a state-wide effort to return much of the battleship to South Dakota and build a national WW II museum for our Navy vets. In 1973 the White House tried to get the rights to buy and display the famous 23-sided Paris Peace Talks Table. It was on this table that the U.S. negotiated the end of the Vietnam war. The White House failed in its attempt to acquire this famous piece of furniture. The author made a direct call to the French Prime Minister. He got the rights to the table for his country. The author also had the problem-solving skills to put this gargantuan puzzle together. Before he retired, he was president of Citizens Utilities, a Fortune 500 company that had extensive holdings in communications. He was also co-chairman of Europe's Hungarian Telephone Company. When he was asked, "What was it like spending ten years to uncover this story? he simply said, "It was like solving 100 complex puzzles that were interconnected to 1,000 smaller puzzles."

Relacionado con El Conquistdor Americano

Libros electrónicos relacionados

Historia de las Américas (Norte, Central, Sur, Indias Occidentales) para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para El Conquistdor Americano

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El Conquistdor Americano - Daryl Arden Ferguson

    Copyrighted Material

    American Conquistador: An action-adventure that is more Robin Hood than Robin Hood. And the story is TRUE!

    Copyright © 2022 by Daryl Arden Ferguson. All Rights Reserved.

    No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system or transmitted, in any form or by any means—electronic, mechanical, photocopying, recording or otherwise—without prior written permission from the publisher, except for the inclusion of brief quotations in a review.

    For information about this title or to order other books and/or electronic media, contact the publisher:

    Fragata Publishing

    Beaufort, South Carolina

    www.Fragatapublishing.com

    ISBNs:

    978-1-7371575-0-2 (hardcover)

    978-1-7371575-1-9 (softcover)

    978-1-7371575-2-6 (eBook)

    978-1-7371575-3-3 (Spanish Edition softcover)

    978-1-7371575-4-0 (Spanish Edition eBook)

    Cover and Interior design: 1106 Design

    Chief Graphics Illustrator—Sandy Dimke

    Nautical Graphics Illustrator—Richard Schlecht

    Dedico este libro a dos historiadores y exploradores excepcionales . . . El difunto Dr. Eugene Lyon y el Dr. Paul E. Hoffman. Tuvieron la resistencia y la fuerza de voluntad necesarias para romper la creencia de 400 años de antigüedad de que fueron los ingleses los primeros en colonizar nuestro país. Fueron más que historiadores. Fueron exploradores y los más desinteresados mentores. Su trabajo reveló nuestro siglo perdido.

    CONQUISTADOR:

    Un conquistador era un noble caballero encargado de conquistar nuevas tierras para España.

    Cuando a un conquistador se le ordenaba financiar la expedición por su cuenta, y luego pacificar y gobernar ese nuevo territorio, se le llamaba ADELANTADO. Los riesgos personales que debía asumir eran enormes. Pero el éxito podía proporcionarle enormes honores y riquezas. Pedro Menéndez de Avilés fué uno de los Adelantados más legendarios de España.

    Él fué un Conquistador Americano

    Tabla de Contenidos

    NOTA PERSONAL DEL AUTOR

    AGRADECIMIENTOS

    CAPÍTULO I

    Una Historia de Dos Chicos

    CAPÍTULO II

    ¿Es Descubrimiento o Control Efectivo?

    CAPÍTULO III

    Las Garras de la CASA

    CAPÍTULO IV

    Una Estrategia Muy Audaz

    CAPÍTULO V

    Cómo Iniciar una Guerra en América del Norte

    CAPÍTULO VI

    La Presión de las Mandíbulas de Jaws Mordiendo

    CAPÍTULO VII

    El infierno se desata

    CAPÍTULO VIII

    La carrera está en marcha

    CAPÍTULO IX

    En marcha

    CAPÍTULO X

    ¡Menéndez Desembarca!

    CAPÍTULO XI

    Un Comandante Rebelde

    CAPÍTULO XII

    La Premonición de Menéndez

    CAPÍTULO XIII

    ¡En donde comenzó nuestra América!

    EPÍLOGO

    PERSONAS IMPORTANTES EN ESTA HISTORIA

    FUENTES PRINCIPALES

    APÉNDICES

    NOTAS FINALES

    REFERENCIAS

    SOBRE EL AUTOR

    Nota personal del autor

    Siempre me ha atraído la historia de cómo Estados Unidos se convirtió en una nación. Es como investigar el linaje de nuestra familia. Nos permite comprender lo que nos costó hacer este edredón de diferentes colores. Nuestros antepasados lo arriesgaron todo tan sólo para venir aquí. Pero hubo una recompensa. Empezamos a entender por qué nuestros padres y abuelos siguen teniendo muchas de esas mismas características. Y eso nos ayuda a entender el carácter de nuestra nación. Nunca olvidaré las palabras de un amigo mío de España. Dijo: ¿Cómo puedes comprender a tu país si no sabes de dónde vienes?.

    Esta aventura histórica comienza en el siglo XVI . . . un siglo antes de que Inglaterra desembarcara en Plymouth Rock. Europa estaba dejando atrás la era feudal. Cientos de pequeños reinos se fusionaban en países como Francia y España. En comparación con la actualidad, la vida era muy, muy diferente. Los barcos solo se podían utilizar de tres a cuatro años antes de pudrirse. La mayor parte de Europa estaba formada por campesinos que no eran dueños de la tierra que cosechaban. Utilizaban una guadaña manual para cosechar su grano. Los ejércitos europeos seguían utilizando la ballesta. Pero todo cambió radicalmente cuando el español Cortés descubrió oro y plata en México.

    La historia que está usted a punto de leer es una novela de suspenso histórica. El aire está cargado entre dos de los monarcas más poderosos de Europa que luchan constantemente entre sí. Eso provoca espionaje, piratería y un conquistador español que tiene que desafiar a su propio país antes de poder contraatacar a los piratas. Y eso da lugar a una verdadera carrera a través del Atlántico—una carrera que decidirá si es España o Francia la que tendrá el derecho a controlar primero América del Norte.

    Casi puedo garantizarle que usted recordará esta historia mucho tiempo después de haberla leído. Eso es porque toda la historia es VERDAD.

    Pasé ocho años investigando la historia detrás de esta historia. Fué como resolver 100 complejos rompecabezas que finalmente se unieron como uno solo. La mayoría de los documentos primarios que cité fueron escritos hace más de 450 años. Mi investigación comenzó en el 2012, cuando formaba parte de un equipo de voluntarios de desarrollo económico que se propuso a mejorar el turismo en el sur de Carolina del Sur. Mientras estudiaba una lista de activos que el sur del estado tenía para ofrecer a los turistas, el nombre de Santa Elena surgió. Me pregunté: ¿Qué es Santa Elena?. Tras consultar con el historiador de nuestro grupo, obtuve esta respuesta: Fué un asentamiento español del siglo XVI que creemos que se encuentra en Parris Island. Eso provocó una fuerte respuesta por mi parte. "¿Cómo es posible que un asentamiento español se encuentre en nuestra costa en el siglo XVI (los 1500s)? ¡Los peregrinos ingleses desembarcaron en Plymouth Rock hasta en 1620!

    Con una curiosidad abrumadora, indagué más y me puse en contacto con los dos mejores historiadores españoles del siglo XVI del país: el Dr. Eugene Lyon y el Dr. Paul E. Hoffman. El Dr. Lyon era más que un historiador del siglo XVI; también era un explorador. Encontró la ubicación del barco de oro español Atocha, cuando Mel Fisher le pidió ayuda a principios de la época de 1980. El Dr. Hoffman era igualmente aventurero. Si no encontraba un documento clave de 500 años de antigüedad en el Archivo de Indias de Sevilla, rastreaba los pueblos españoles más pequeños en busca de esos preciosos registros. Lo que hizo que los doctores Lyon y Hoffman fueran especialmente importantes fué que formaron parte de un equipo que realmente determinó en el otoño de 1978 que Santa Elena estaba en la isla de Parris. En resumen, si hubo un manual básico sobre la historia y la importancia de Santa Elena, fué escrito por los doctores Eugene Lyon y Paul Hoffman. Y esos dos historiadores me guiaron desinteresadamente durante mi investigación.

    Tras ocho años de investigación, surgió una novela de suspenso histórica. Creo que es incluso más emocionante que la batalla de El Álamo. La historia se vuelve tan fascinante que uno pensaría que tiene que ser una novela de fantasía. Pero no lo es. Es una historia VERDADERA . . . y una que cambiará nuestra historia americana para siempre.

    La historia sigue la vida de dos jóvenes europeos de la misma edad. Estos dos chicos, uno de Francia y otro de España, crecen en dos lados opuestos de la vida. El joven Gaspard Coligny procede de una de las familias más ricas de Francia. Vive en un castillo y juega con el hijo del rey. A 700 millas al suroeste vive un joven español de la misma edad. Se llama Pedro Menéndez de Avilés. Durante siglos, su familia sobrevivió trabajando como marineros en el Golfo de Vizcaya. La familia de Pedro Menéndez tenía algo de honor, que era importante para las familias españolas. Pero eran campesinos pobres. Las vidas de estos dos muchachos se unirían en diez años. y eventualmente se encontrarían en una carrera a través del Atlántico. Esta carrera determinaría qué país, Francia o España, sería el primero en colocar una colonia europea en América del Norte. ¡Feliz lectura! No creo que puedan dejar de leer este libro.

    —Daryl Arden Ferguson

    Agradecimientos

    El autor agradece a estos historiadores y estudiantes de historia su inmensa contribución a este libro.

    Dra. Sally K. Boese

    Mi Joya del Nilo, la editora del autor quien realizó penosamente la edición inicial de este libro. Ella fué fundamental para hacer de este libro una novela de suspenso que nunca se olvidará.

    Jeannette Thurber Connor (1872-1927)

    Ella hizo la investigación y las traducciones que permitieron a América ver los documentos más importantes que impactaron nuestra historia temprana. Entre estos documentos se encuentran las MEMORIAS de Pedro Menéndez de Avilés, por Gonzalo Solís de Meras.; The Whole and True Discovery of Terra Florida de Jean Ribault, y su colección de dos volúmenes de Registros Coloniales de la Florida Española.

    Sandy Dimke

    Una extraordinaria directora de arte que conoce la historia. Desarrolló las tablas de la carrera y coordinó todos los gráficos. Cuando vemos su trabajo, entendemos por qué fué seleccionada como miembro de las mujeres artistas más talentosas de nuestro país.

    Dr. William Kelso

    Bill Kelso puso al histórico Jamestown en el mapa. Como arqueólogo jefe de Jamestown Rediscovery, hizo de Jamestown la presentación más emocionante de la historia temprana de Estados Unidos. Su trabajo descubrió la historia que hay detrás del primer asentamiento inglés y cómo se estableció el primer asentamiento inglés.

    Howard Heckrote y Douglas Nelson

    Excepcionales navegantes oceánicos que trabajaron durante tres años para confirmar la configuración más probable de la carrera franco-española de 1565. Como uno de los pocos equipos de navegantes forenses del país, ellos confirmaron la creencia del autor de que España y Francia realmente compitieron hacia América del Norte para decidir qué país controlaría primero América del Norte. Douglas falleció en Marzo de 2021. Todos los que le conocieron le echarán de menos. Antes de que nos dejara, el autor le dijo: "A través de su investigación, usted y Howard han cambiado realmente nuestra Historia Americana, y todo para mejor".

    Dra. Carla Rahn Phillips

    Más que nadie, ella tenía el bagaje para mostrarnos cómo era la vida en la España del siglo XVI. Ella puso la realidad en este libro.

    Jim DeFelice

    Un best seller del New York Times y autor de American Sniper. Un amigo del autor que le orientó desinteresadamente en su investigación.

    Dr. Chester DePratter

    Arqueólogo de la Universidad de Carolina del Sur que descubrió la ubicación de Charlesfort en Parris Island. Un incansable protector de Charlesfort y Santa Elena.

    Stan South

    El arqueólogo de la Universidad de Carolina del Sur que dijo el 4 de julio de 1979: Hemos encontrado el antiguo fuerte español San Philip II (1572-1576). ¡Santa Elena está aquí!. Resultó ser el primer asentamiento europeo en América del Norte y donde realmente comenzó nuestra América.

    Dr. John de Bry

    Destacado historiador de la historia de Francia y España. Como descendiente directo del grabador original de Fort Caroline (Theodore de Bry), él le proporcionó al autor los detalles gráficos que rodeaban Fort Caroline . . . sus barcos, el fuerte, los nativos americanos y la vida vegetal y animal. Fué una fuente poco común de la historia norteamericana, francesa y española del siglo XVI.

    Dr. Lawrence Rowland

    Renombrado historiador del País Bajo de Carolina del Sur. Fué el primero en animar al autor a indagar en la historia de Santa Elena y a evaluar su valor para nuestro país. Fué el primero en ser pionero en este libro.

    Dr. Michael Francis

    Considerado por muchos como uno de los historiadores más conocedores e influyentes del período de asentamiento español de los siglos XVI al XIX. Ferguson se basó en la voluminosa investigación, opinión y contactos del Dr. Francis para escribir este libro.

    Coronel Christopher Allen (Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos, retirado)

    Un brillante joven historiador que dió vida a la historia de Santa Elena. Con una curiosidad insaciable, Allen nos mostró el valor de abordar la pregunta: ¿Cómo eran Europa y nuestro país emergente en el siglo XVI?. Al cotejar los mapas históricos con los acontecimientos de la época, puso al descubierto algunos de los mayores mitos de la época. . . . China estaba situada por encima de los 48 estados inferiores. Francia creía que se podía llegar al Pacífico desde los Bancos Exteriores de Carolina del Norte.

    CAPÍTULO I

    Una Historia de Dos Chicos

    El mar estaba en calma. Era una mañana tranquila y fresca, en la que la niebla aún no había huído del sol. En el aire ligero, las embarcaciones de los guardacostas españoles iban a la deriva, con las velas enrolladas y las barredoras en reposo. Detrás de ellos, el puerto era una hendidura en las verdes colinas que ascendían desde la costa rocosa. Esto era Galicia.

    Los tres barcos eran pataches*, pequeños pero rápidos veleros de remos, perfectos para la patrulla costera. Su misión era luchar contra los corsarios, por supuesto, ya que, en la época de 1540, las costas españolas nunca estaban libres de estos ladrones del mar. y Luchar contra ellos era una forma justa de ganarse la vida al servicio del Rey.

    O eso le parecía al joven. Se llamaba Pedro Menéndez y capitaneaba uno de los pequeños barcos. Observó a un trío de cargueros que se dirigían lentamente al siguiente puerto. Evidentemente, pronto habría una boda. En el último barco había un grupo nupcial que escoltaban alegremente a una joven hacia su prometido. Las bromas se sucedían mientras esta embarcación, con los rieles cargados de gente, pasaba por delante de la patrulla española.

    Entonces, de la nada, aparecieron los corsarios, con las velas desplegadas y los remos brillando, para perseguir a los cargueros. Eran cuatro atacantes: un barco y tres rápidas zabras,* las fragatas vizcaínas de la época. Las poderosas zabras no tardaron en sobrepasar al atestado transporte de la novia.

    Con creciente preocupación, Pedro lo vió todo. Eran enemigos franceses. Sabía lo que le ocurriría a la novia y a las demás mujeres. ¡Vamos!, gritó a los hombres de los tres pataches. ¡Vamos a salvar a la doncella y a sus mujeres . . . o moriremos!

    No seas tonto, le dijeron los otros capitanes del barco. Nos superan en número, murmuraron. Así que sólo su embarcación persiguió a los piratas, él solo con sus cincuenta hombres, confiando en ellos y en su propia fuerza inteligente, y en la agilidad de su barco. Fué un acto de audacia y se hizo con una floritura. Con el estruendo del pífano y el ritmo del tambor, y los banderines izados en lo alto, los remeros accionaron sus palas con una voluntad que hizo ondear los banderines a popa. Luego se soltaron las velas con la promesa de una brisa más viva.

    Al ver acercarse un patache solitario, los franceses esperaron, olfateando otra victoria fácil. Las tres zabras se agruparon en torno a su premio. Su barco estaba ahora a una legua de distancia, superado durante la persecución.

    La incongruente visión y el sonido cuando el patache se acercó—silbido de pífanos, estruendo de tambores, banderas ondeando y una pequeña compañía de hombres armados en su cubierta—entretuvo a los corsarios. Por curiosidad, se callaron a medida que se acercaba, y su joven capitán cogió la trompeta.

    Entregad este premio, gritó Pedro, o yo os colgaré a todos. Por supuesto, se rieron de él, de esa figura engreída cuya barba no podía ocultar su juventud. Cuando el rugido se calmó, uno de ellos se burló de él. Pues claro, capitán, señor. Sólo tenéis que subir a bordo y cogerlo. Os lo daremos, ¡de acuerdo!.

    Dos zabras se movieron para luchar con el patache. No había nada más que hacer que correr, así que corrió. Y como dice el viejo refrán, la primera zabra era más rápida que la segunda, y el patache más rápido que cualquiera de las dos. Pedro corrió hasta que se separó bien de los dos perseguidores. Entonces se volvió ferozmente sobre la primera y la tomó. A continuación, puso a la mitad de sus hombres de combate a bordo de esta cautiva y la utilizó, junto con su propia embarcación, para capturar la segunda zabra.

    La tripulación de la tercera, que aún custodiaba a la novia, le vió regresar. De repente se dieron cuenta de que pretendía cumplir su promesa de colgarlos. En rápido consejo, llegaron a una decisión lógica: debían ceder el premio y, sin arriesgarse a otro encuentro con este loco, debían partir. Y así lo hicieron.¹

    Había algo muy extraño en este joven de 24 años. Sí, Pedro Menéndez de Avilés era un hábil marinero. Eso es lo que hacían muchos jóvenes cuando vivían en el Golfo de Vizcaya. Pero Pedro Menéndez tenía un fuego en su interior que lo convertía en un líder extrañamente único.

    Uno de los biógrafos de Pedro Menéndez lo expresó de esta manera. Sus hazañas pronto se convirtieron en tema de conversación en las tiendas de vinos de Francia y España, así como en los palacios reales. Según el punto de vista de cada uno, Menéndez era un enemigo impetuoso y despiadado que estaba destruyendo la ‘libertad de los mares’, o era un líder valiente y con talento que estaba liberando las aguas españolas de la piratería. Como amenazaba el sustento de tantos rufianes del mar, éstos buscaban continuamente la forma de asesinarlo. Tanto en la guerra como en la paz, estaba en peligro. ²

    Tal vez la pasión interior del joven Menéndez provenía de las terribles condiciones económicas de España. Tal vez se debió a su fuerte creencia en Dios. O tal vez simplemente porque era un simple hidalgo, y los hidalgos nunca tuvieron un camino hacia el éxito real dentro de España. Los Menéndez podían ser pobres, pero tenían parientes lejanos que habían servido a un rey anterior. En España eso hacía de Pedro un hidalgo menor . . . formaba parte de una familia que tenía algo de honor, y el honor lo significaba todo para un español a principios del siglo XVI. En realidad, sin embargo, seguía significando que era probable que siguiera siendo pobre. Un historiador lo expresó de esta manera: A diferencia del grande (noble), el hidalgo no tenía vastos territorios y vasallos que gobernar; los grandes impuestos y el alto mando no eran para él. No participaba en las intrigas palaciegas, ni buscaba los favores reales, y no se avergonzaba de la necesidad de compromiso de los que querían llegar. Su único capital era su honor, heredado de los antepasados que lucharon por su fe. En realidad, eran dos los elementos que conformaban el alma de todo español del siglo XVI . . . la fe católica y la preocupación por el honor propio.³

    En la época de 1530, todos los ojos estaban puestos en España. Sus barcos del tesoro regresaban una vez al año con toneladas de plata y oro de México y Perú. Los nobles de España estaban prosperando, pero no el típico campesino. Y no la humilde familia hidalga.

    Más del noventa y cinco por ciento de los españoles trabajaban en pequeñas granjas. En la mayor parte de Europa, la vida de la gente se organizaba en torno a la salida y puesta del sol. Cuando se ponía el sol, volvían a sus pueblos y a sus casas de una o dos habitaciones con tejado de paja. Luego se iban a la cama. No había luz en las casas de los campesinos.⁴ Pocos campesinos tenían medios para comprar velas. Estos campesinos se ganaban la vida a duras penas con los 8 a 12 acres de tierra que trabajaban.⁵

    El siglo XVI tenía otras desventajas. Una de ellas era la falta de asistencia médica. Cuando un miembro de la familia enfermaba, el médico hacía su diagnóstico por el gusto o el olor. Otro problema era la simple falta de oportunidades de trabajo. Cuando los jóvenes llegaban a una edad en la que querían (o debían) dejar la granja, tenían muy pocas opciones. Podían entrar en la Iglesia como monjas o monjes. Podían alistarse en el ejército. Podían ser marineros, o ser aprendices de artesanía. O podían ser sirvientes de un noble, cual era lo que muchos preferían. Muchos preferían trabajar para un noble. Pues esto les garantizaba vivienda y comida. Era casi imposible pasar de cualquiera de estos trabajos manuales a convertirse en un noble. Y al menos que fueran nobles, el verdadero éxito nunca fué posible en España . . . o en Francia.

    Eran tiempos difíciles para cualquier familia que viviera en la costa norte de España . . . el Golfo de Vizcaya. El trabajo se centraba en el mar. El historiador Dr. Eugene Lyon describió mejor la situación: "La propia naturaleza de la escarpada costa (del Golfo de Vizcaya), cortada por interminables ensenadas que se alternan con cabos rocosos, empujaba a los hombres hacia los océanos para ganarse la vida".

    Muchas familias de la costa disponían de una pequeña parcela en la que podían cultivar verduras o criar algunos animales de granja. Sin embargo, la pérdida de un cerdo o la incorporación inesperada de un nuevo bebé podían llevar a una familia a la pobreza. Cuando Pedro Menéndez era sólo un niño, su padre murió. Como era costumbre para sobrevivir, la madre de Pedro se volvió a casar. Ahora el joven Pedro Menéndez, de trece años, tenía una nueva familia compuesta por veinte hermanos y hermanas. Su familia no podía alimentar tantas bocas. El joven Pedro Menéndez pronto fué cedido a un pariente, pero eso no le sirvió. Rápidamente se marchó y se unió a una tripulación cercana como marinero de un barco.

    Por desgracia, ser marinero estaba mal visto por los nobles en España, así como en Francia. Era un trabajo manual. No se podía llegar a ser noble, ni almirante de la flota, si se elegía la vida de marinero.⁸ Sin embargo, los hombres de Asturias tenían sus puntos fuertes . . . y su reputación. El biógrafo de Pedro Menéndez, Bartolomé Barrientos, señaló en 1567 "Los hombres del norte de España son honrados, no embaucadores, veraces, no parlanchines, muy fieles a a su Rey, generosos, amables, ligeros y alegres, y guerreros".⁹

    SETECIENTAS CUARENTA MILLAS AL NORESTE

    A setecientas cuarenta millas al nor-noreste de Avilés se encuentra la tranquila y pequeña villa francesa de Chantillon-Su-Loing. La villa se encuentra a unos 160 kilómetros al sureste de París. Es un pueblo muy tranquilo. El pequeño río Loing, de seis metros de ancho, atraviesa el pueblo y lo convierte en uno de los pueblos amurallados más pintorescos de Francia. Lo que lo distingue de los demás es el castillo . . . el castillo de los Coligny y el hogar de Louise y Gaspard I, y de sus hijos Gaspard II, Odet y Andelot. Como una de las familias más reconocidas de Francia, la familia contaba con sus propios caballeros, pajes y hombres de armas, además de las criadas y los sirvientes necesarios para servir a la familia. Chantillon-Su-Loing era, de hecho, el hogar de una de las familias nobles grandee más importantes de Francia.¹⁰

    Es el 16 de Febrero de 1534. En esta pequeña aldea, Gaspard II (en adelante sólo llamado Gaspard) es sólo un día más joven que Pedro Menéndez de Avilés. Lo que el joven Pedro Menéndez no sabe, sin embargo, es que algún día en el futuro, este joven francés será su enemigo más importante. De hecho, liderará a Francia en una carrera que determinará qué país, Francia o España, será el primero en poblar América del Norte.

    Gaspard Coligny

    LOS QUE REZARON, LOS QUE LUCHARON Y LOS QUE TRABAJARON

    El joven Gaspard Coligny vivió en una época en la que Francia tenía tres clases distintas de ciudadanos: el clero, o los que rezaban; los nobles, o los que luchaban; y la clase baja, (el tercer estado), o los que trabajaban.¹¹

    Era uno de los pocos jóvenes del país que podía remontar su familia a la época en que un lejano antepasado servía como primer barón de un rey francés de la época. Por ese temprano servicio, la familia Coligny fué premiada con vastas tierras, lo que les proporcionó una gran riqueza e ingresos. Así, cuando llegaba otra guerra—y hubo muchas en el siglo XVI—, estos nobles grandes tenían tanto los ingresos como el tiempo para servir a su rey de forma caballeresca.

    En 1534, cuando el joven Coligny tenía sólo 15 años, los nobles franceses no pagaban impuestos por las tierras que poseían. Tenían otros privilegios especiales. Podían sentarse en el primer banco de la iglesia. Podían cazar donde otros no podían. Y sus casos judiciales podían ser escuchados antes que los demás. Lo más importante es que los nobles grandes tenían acceso directo a la Corona. Adquirían esa influencia porque también eran miembros de la corte del rey. Sólo

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1