Pablo de Tarso. El Heraldo de Cristo Resucitado. Parte I. Sus Revelaciones Celestiales

Por Fernando Davalos

El apóstol San Pablo es a menudo considerado como la persona más importante después de Jesús en la historia del cristianismo. Sus epístolas (cartas) han tenido una enorme influencia en la teología cristiana.
Pablo de Tarso nos dejó varios postes orientadores para alcanzar la salvación, es decir, la liberación de este mundo colapsado en compañía de Jesucristo.
En esta Primera Parte de sus escritos sobre el apóstol San Pablo, el autor discutirá la fuente celestial de conocimiento de Pablo y tratará de descubrir los muchos consejos llenos de profundos significados espirituales que Pablo recibió de Jesús, y que pretendía que supiéramos, compartiéramos, viviéramos y manifestáramos en nuestras vidas para que podamos vivir verdaderamente una forma de vida basada en la espiritualidad Cristiana.
 

• Idioma: Español
• Editorial: Fernando Davalos
• Fecha de lanzamiento: 21 oct 2022
• ISBN: 9798215672303

Vista previa del libro

Pablo de Tarso. El Heraldo de Cristo Resucitado

Parte I: Sus Revelaciones Celestiales

––––––––

A picture containing text, person Description automatically generated

––––––––

Derechos Exclusivos © 2021

Por

Fernando Davalos

Todos los Derechos Reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada para ser reposeída, o transmitida en ninguna forma o por ninguna manera; electrónica, mecánica o de otra forma, salvo para un uso razonable, sin la autorización por escrito del autor.

Tabla de Contenido

Derechos de Autor

Introducción

La fuente celestial de conocimiento de Pablo | Índice

La Fuente de mis palabras

El verdadero conocimiento, la sabiduría del Espíritu

Conocer a Dios es ser conocido por Dios

Adán y Eva

El Pecado

La Voluntad de Dios

Sign up for Fernando Davalos's Mailing List

Also By Fernando Davalos

Introducción

A picture containing text, person Description automatically generated

"En vano los hijos e hijas de Adán y Eva buscan a Dios dentro de sus cuerpos en sus cinco sentidos, y en sus mentes, estancados y colgados boca abajo -como todavía lo están- dentro del árbol del conocimiento del bien y del mal en este mundo caído. Solo al conquistar su carne, pueden deshacerse de sus ropas sucias de piel de animal y comenzar a construir un manto blanco de santidad y sacralidad, una morada perfecta para su