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Dante Alighieri, 700 años después: ¿Cómo y por qué leerlo?
Dante Alighieri, 700 años después: ¿Cómo y por qué leerlo?
Dante Alighieri, 700 años después: ¿Cómo y por qué leerlo?
Libro electrónico676 páginas5 horas

Dante Alighieri, 700 años después: ¿Cómo y por qué leerlo?

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Leer la Divina Comedia implica asomarse al conjunto de la herencia cultural de la Edad Media. En las páginas de esta obra magna de la literatura universal encontramos historia, filosofía, geografía, política, cosmología, teología y muchas disciplinas más. Dante creó un universo: transita por los senderos y terrazas del Infierno o el Purgatorio como si caminara por las calles de su Florencia natal. Se detiene a hablar con los condenados y, muchas veces, se conmoverá hasta desmayarse. Sufre, teme, llora. En su poesía hay color, movimiento. Las almas del Infierno caminan hacia la izquierda, en el Purgatorio lo hacen hacia la derecha. Habla de constelaciones solo vistas por la primera gente, es decir, Adán y Eva.
 
Pero ¿quién era Dante? ¿cómo obtuvo ese conocimiento? ¿qué nos dice su obra? y, quizás lo más importante, ¿qué le respondemos como lectores? Mediante una ardua labor de investigación y recopilación de los principales comentaristas de la Comedia —de la talla de Borges, Gatti, Crespo, Nembrini, Grimaldi, Guénon y muchos otros— Héctor Vico nos brinda esta guía de lectura que permitirá al público novel un abordaje ordenado y esclarecedor sobre el maravilloso mundo del Sumo poeta. Un libro imprescindible, de lectura previa a seguir a Dante en su viaje por los reinos de ultratumba.
IdiomaEspañol
EditorialRobalir
Fecha de lanzamiento1 oct 2022
ISBN9789878912066
Dante Alighieri, 700 años después: ¿Cómo y por qué leerlo?

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    Dante Alighieri, 700 años después - Héctor Darío Vico

    Portada

    Héctor D. Vico

    Dante Alighieri, 700 años después

    ¿Cómo y por qué leerlo?

    Logo Robalir Editora

    www.robalir.com

    Aviso legal

    Todos los derechos reservados.

    Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recopilación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro medio, sin permiso previo por escrito del autor.

    Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723

    © 2022, Héctor Darío Vico

    © 2022, Robalir

    Primera edición digital: octubre de 2022

    Diseño de portada: Franco Vico

    Imagen de portada: Testa di Dante di Profilo, artista desconocido, a través de Wikimedia Commons

    ISBN: 978-987-8912-06-6

    Contenidos

    Portada

    Aviso legal

    Contenidos

    Dedicatoria

    Epígrafe

    Nota preliminar

    Prólogo

    Prefacio

    I   Análisis de la Comedia

    1 Actualidad y vigencia de la Comedia

    2 El mundo de Dante

    2.1 Contexto histórico

    2.2 Su vida

    2.3 Su obra

    2.3.1 Obras atribuidas

    2.3.2 Vita Nuova

    2.3.3 De Vulgari Eloquentia

    2.3.4 Convivio

    2.3.5 Obras menores

    3 La Comedia

    3.1 ¿Qué cuenta?

    3.2 ¿Qué es?

    3.3 La estructura

    3.4 Argumento

    3.5 Significados y finalidades

    3.6 Otros objetivos

    3.7 Fuentes

    3.8 Organización

    3.9 Estructura poética

    3.10 El universo medieval

    4 Los Reinos

    4.1 Infierno

    4.2 El Purgatorio

    4.3 El Paraíso

    5 Significados ocultos

    6 Lectura vertical

    7 La mujer en la Comedia

    8 Cosmología de la Divina Comedia

    9 Alegorías, Figuras, Enigmas y Metamorfosis en la Comedia

    II   Resumen de los Cantos

    10 Infierno

    11 Purgatorio

    12 Paraíso

    III   Cantos destacados y cronología de un viaje al más allá

    13 Nota de lectura

    14 Infierno

    14.1 Canto III y IV . Inicio del recorrido

    14.2 Canto V . Paolo y Francesca

    14.3 Canto X . Dante y Farinata degli Uberti

    14.4 Canto XIX . ¿Ya estás aquí parado Bonifacio?

    14.5 Canto XXVI . El loco viaje de Ulises

    14.6 Canto XXXII y XXXIII . Conde Ugolino.

    15 Purgatorio

    15.1 Canto I . Catón y el enigma de las cuatro estrellas

    15.2 Canto II . El inasible Casella

    15.3 Canto IX . La bajada del águila

    15.4 Canto XXVII . La prueba de fuego

    15.5 Canto XXX . El eclipse de Virgilio y el reto de Beatriz

    15.6 Canto XXXIII . La ausencia de Cristo.

    16 Paraíso

    16.1 Canto I . Transhumanar

    16.2 Canto XV al XVIII . Cacciaguida

    16.3 Canto XXV . La danza de los tres apóstoles

    16.4 Canto XXX . La Rosa Mística

    16.5 Canto XXXIII . La visión final

    IV   Cantos en italiano

    17 Introducción

    18 Inferno

    19 Purgatorio

    20 Paradiso

    Palabras Finales

    Agradecimientos

    Compartí tu opinión sobre el libro

    Anexos

    .1 Sobre el Dantedí

    .2 Sobre el comienzo de la escritura de la Comedia

    .3 Sobre el primer canto

    .4 Sobre la variación de fechas

    .5 Sobre la Ley del Contrapaso

    .6 Sobre las constelaciones

    .7 Sobre la Cruz del Sur

    .8 Sobre los lujuriosos

    .9 Sobre la Antenora

    .10 Sobre el Ángel custodio del Purgatorio

    .11 Sobre Faetón e Ícaro

    .12 Sobre Procne y Filomela

    .13 Sobre Aracne

    .14 Sobre Anquises

    .15 Sobre el sátiro Marsias y las Piérides

    .16 Sobre las Musas

    .17 Sobre Diomedes

    .18 Sobre Catón de Útica

    .19 Sobre Pseudo Dionisio Areopagita

    .20 Sobre Giovanni Boccaccio

    .21 Sobre el Dolce Stil Novo

    .22 Sobre la poesía en lengua vulgar

    .23 Sobre la escolástica

    .24 Sobre los Papas simoníacos

    .25 Sobre el Trivium

    Notas

    Bibliografía

    Sobre el autor

    Robalir Editora

    Datos del ebook

    Dedicatoria

    A Patricia, pues al igual que Beatriz, me condujo al Paraíso.

    A Franco, Lisandro y Luciano, que siempre fueron fuente deinspiración y estímulo.

    A nuestro pequeño Pedro, que recién empieza a andar, paraque comprenda y conozca desde temprana edad, los matices delalma humana.

    ...Y para todos aquellos que teniendo una mirada distinta, venmás alláde la realidad evidente.

    Epígrafe

    Considerate la vostra semenza:

    fatti non foste a viver come bruti,

    ma per seguir virtute e canoscenza.

    Piensa en tu origen:

    no fuiste creado para vivir como bestias,

    sino para seguir la virtud y el conocimiento.

    Infierno, XXVI, 120.

    Nota preliminar

    «Nunca admiraremos y alabaremos lo bastante a este hombre, a quien ni la injusticia de sus conciudadanos, ni la pobreza, ni las enemistades personales, ni el amor a su esposa, ni el cariño hacia sus hijos fueron capaces de apartarle del camino que él se había trazado. Mientras tantos otros de espíritu elevado suelen tener un carácter tan voluble que un simple murmullo es capaz de disuadirlos de su propósito más firme e íntimo —escribió en 1359 el gran poeta italiano Francesco Petrarca en su Carta a Giovanni Boccaccio—. Y esto, les suele ocurrir a los que utilizan la pluma, a esos que, además de los pensamientos y de las palabras, también cuidan la estructura de las frases, y, por tanto, necesitan más que los otros calma y tranquilidad... créeme: el estilo y el ingenium de este hombre me fascina, y todo cuanto diga de él es poco. A todos cuantos me han preguntado, pidiéndome una respuesta concreta, les he dicho: no hay nadie como él. Dante destaca sobre todo por su poesía en lenguaje popular, y raya mucho más alto que en sus composiciones en latín, ya sean en verso o en prosa.»

    (Crónicas de la Emigración, 2013)

    Prólogo

    Celebro la «valiente y temeraria» decisión de Héctor —como bien él lo manifiesta en la introducción de este valioso ensayo— de iniciar su viaje hacia el corazón de la obra literaria más extraordinaria de la literatura europea.

    Hay libros, que se necesita haber transitado una buena parte de nuestras vidas, para poder asimilarlos y disfrutar la sonoridad y el color de las palabras, como así también la originalidad de su estructura. La comedia es sin duda uno de ellos y el importante aporte que nos brinda el autor, nos facilita el camino hacia la lectura del clásico de la literatura universal.

    Nada puedo aportar sobre Dante Alighieri y su producción literaria, pero el hecho de haber compartido momentos de nuestras infancias, adolescencias y «años difíciles» con Héctor, me permiten en estos tiempos de realidad virtual y metaverso, viajar hacia los pliegues de su luminosa alma. Y acompañado del padre de la lengua italiana encontrar en ella, todos los valores y virtudes, al igual que los narrados en cada uno de los cielos del Paraíso, imaginado por el ilustre florentino... Pero no hay tres fieras, pero sí tres buenos y talentosos hijos y una compañera, fuerte y amorosa, que juntos construyeron su Empíreo terrenal.

    Por último y a más de 700 años de la primera edición de la Divina Comedia, hoy el lector tiene una formidable herramienta —como bien lo dije más arriba— para iniciar «su viaje dantesco» a través de las siguientes páginas.

    Alberto Pomponio.

    Rosario, marzo de 2022.

    Prefacio

    Me gusta pensar que cuando un libro llega a nuestra vida, lo hace porque nos estuvo buscando. Un lector, al tomar un ejemplar de una obra, cree que ha hecho una elección libre, pero no es así. Los duendes y la magia que habitan los textos saben de nuestras necesidades y carencias, y son ellos los que nos llaman y nos seducen. Puede que sea un pensamiento romántico, pero estoy convencido de que no somos nosotros quienes decidimos leerlo. El libro nos llega cuando estamos listos, al igual que nuestros maestros; ya sean situaciones o personas que nos hacen evolucionar.

    La Comedia, de Dante Alighieri, durmió largos años en mi biblioteca. Podría decir que con el poeta florentino nos conocíamos, pero no nos hablábamos. De tanto en tanto —muy de tanto en tanto— tomaba el ejemplar de su obra máxima y leía algún pasaje. Esos contactos siempre fueron esporádicos. Me resultaba difícil hacer una lectura atenta del texto —aún en prosa y en castellano—. Muchas veces pensé en lo útil que sería contar con un pequeño manual, alguna hoja de ruta que me llevara de la mano por los entresijos del viaje de Dante.

    La información disponible —que en esta época abunda y su acceso es sencillo— es, en mi opinión, solo para entendidos o iniciados en los misterios de la cultura medieval y en el mensaje a veces críptico de Alighieri. Debo confesar entonces que, por esta razón y otro poco por no ser más perseverante, poco a poco me fui alejando de la obra más extraordinaria de la literatura universal, hasta que ocurrió lo impensado: las profesoras de la Associazione Culturale Italiana Dante Alighieri de San Jorge, a principios del año 2020, tomaron una decisión que en ese momento juzgué de valiente y temeraria. Me invitaron a dar una charla de no más de treinta minutos, el día 25 de marzo, en ocasión del Día de Dante 1 que se festejaría en todo el mundo, a lo que de manera inconsciente, accedí.

    Halago, responsabilidad y mucho, mucho temor, fueron los sentimientos que me asaltaron, pero ¿qué iba a decir?, ya había aceptado y ahora tenía que estar a la altura de las circunstancias. Comenzó entonces una tarea, que al día de hoy continúa y, lo confieso, me apasiona. Fui, poco a poco, adentrándome en el mundo de Dante.

    Con los escasos datos biográficos disponibles, conocí aspectos de su vida, sus luchas, sus amores, las obras que escribió y también sus ambiciones y fracasos. Fueron jornadas entretenidas. Consulté todo tipo de material: videos de conferencias, audios de sus cantos, sus obras, los sesudos comentarios de analistas y comentadores, páginas especializadas, en italiano y español, etc. Siempre la maravilla, el asombro, la sorpresa y un profundo respeto, fueron el resultado de esas pesquisas detrás del objetivo de saber ¿quién era Dante y por qué escribió lo que escribió?

    Fui acumulando apuntes, tomando notas; la fecha se acercaba y llegaba el momento de redondear la charla. El material era enorme, cada vez descubría detalles nuevos y entonces —siempre hay un entonces— llegó la pandemia y aquel encuentro del 25 de marzo de 2020 se frustró. De ese primer acercamiento con la Comedia quedan cuatro videos, disponibles en YouTube 2 , realizados de manera artesanal y con el único propósito de sistematizar la información y ponerlos a disposición de quien quiera consultarlos, a pesar de que suene presuntuoso.

    Ese contacto profundo con la Comedia, me hizo comprender por qué algunos autores son llamados clásicos y sus obras se tildan de obras maestras. El poema de Dante es un corte transversal de la humanidad. Alguien dijo que nos muestra la manera en que Dios nos ve, con todas nuestras miserias y pecados. También con nuestras grandezas. Nos dice, sin tapujos, a qué atenernos si no hacemos lo correcto.

    Dante efectuó un viaje a los tres reinos de ultratumba y regresó para contarnos lo que vio. ¿Su propósito?, ayudarnos a llegar a un estado de felicidad. Esta es la razón por la que es conveniente leerlo.

    A pesar de lo dicho, sigo pensando que es ventajoso también, facilitar el acceso a su contenido de lo contrario solo será una lectura superficial y sabemos que Dante Alighieri no tiene nada de superficial y fútil.

    Ese es el propósito de este trabajo. Bosquejar un itinerario, tal vez de lectura previa para luego intentar un abordaje más serio de la Comedia y lograr un entendimiento que vaya más allá del sentido literal de los cien cantos de la obra.

    Es posible que, con esta pequeña ayuda, se llegue a comprender por qué Boccaccio la adjetivó de «Divina», siendo que Dante la llamó únicamente Comedia y que por esa razón, desde 1555, ese es el nombre con la que universalmente se conoce. El editor e impresor italiano, Gabriele Giolito de Ferrari alcanzó la fama por su edición ese año, editada por Ludovico Dolce y publicada por primera vez con el título de Divina Commedia.

    Si logro, aunque sea en parte mi objetivo, puede que entonces la obra que compendia todo el conocimiento de la cultura medieval y que cimentó el surgimiento del Renacimiento, llegue a vuestras manos.

    Héctor D. Vico.

    San Jorge, noviembre de 2020.

    Parte I

    Análisis de la Comedia

    Actualidad y vigencia de la Comedia

    Algunas obras maestras surgen por casualidad, en el caso de la Comedia eso no se aplica. Dante sabía muy bien lo que quería decir. Borges, en su obra Nueve ensayos dantescos, expresa que «...en su libro no hay palabra injustificada» (Borges, 1982, p. 60).

    El Profesor Franco Nembrini, en su libro Dante, poeta del deseo: Infierno (2017) incluye una nota autobiográfica. Él cuenta que a los doce años, siendo el cuarto de diez hijos, fue enviado a trabajar a un almacén en Bérgamo, pues su padre sufría esclerosis múltiple y la economía familiar necesitaba de su ayuda. Recuerda que en la escuela tenía una profesora que, cumpliendo el programa escolar, les hacía leer la Comedia e incluso memorizar algunos pasajes. A esa edad no entendía el porqué de esa obligatoriedad. Menciona luego que una noche, muy cansado, le piden que ayude a descargar un camión que contenía cajones de bebidas. Por supuesto que así lo hizo, pero mientras transportaba esa pesada carga, subiendo y bajando las escaleras hasta el depósito, le vino a la mente uno de los tercetos de Dante, mientras se le caían las lágrimas por el cansancio y el esfuerzo.

    El verso al que se refiere es la conversación de Dante con su antepasado Cacciaguida al cual le pide información sobre su futuro y que dice:

    Tú probarás cómo sabe amargo el pan ajeno y qué duro camino es el de bajar y subir por las escaleras de los demás. (Paraíso, XVII, 58-60).

    Cuenta que se detuvo sorprendido y pensó: «¿Cómo puede ser que Dante me esté hablando?».

    Leer la obra más extraordinaria de la literatura universal, es asomarse a toda la cultura de la Edad Media. En sus páginas hay historia, filosofía, geografía, política, cosmología, física, psicología, teología y muchas disciplinas más. Dante creó un universo. Camina por senderos y terrazas del Infierno como si transitara por Florencia. Se detiene a hablar con los condenados y, muchas veces, se conmoverá hasta desmayarse. Sufre, teme, llora. En su poesía hay color, movimiento —las almas del Infierno caminan hacia la izquierda, en el Purgatorio lo hacen hacia la derecha—. Habla de constelaciones solo vistas por la primera gente, es decir Adán y Eva. ¿Cómo tenía ese conocimiento? ¿Quién era Dante?

    ¿Qué nos quiere decir Dante Alighieri en el canto I del Infierno, cuando menciona que se encontraba en una selva oscura en la mitad de su vida?

    Este tipo de interrogantes los vamos a encontrar a lo largo de toda la Comedia, por ejemplo, su lectura nos hará preguntarnos ¿por qué razón naufraga Ulises?, o ¿por qué Catón, el joven es custodio del Purgatorio siendo que era un suicida?

    Si hiciéramos una lectura superficial de la Comedia, encontraríamos un poema de casi 15 000 versos, pero que en esencia es una novela con 374 personajes, escrita en tres libros: Infierno, Purgatorio y Paraíso a lo largo de 15 años. Una tarea titánica.

    Ahora bien, una lectura más atenta nos obliga a plantearnos lo siguiente: ¿Qué dice el texto? ¿Qué nos dice el texto? Pero, lo más importante, ¿qué le respondemos al texto? Un libro educa y mucho más lo hacen las grandes obras como la Odisea, la Eneida, el Quijote y desde luego, la Comedia.

    Como dice el profesor Carlos Gatti (Instituto Riva-Agüero Pucp, 2016) no podemos quedarnos con lo que dice el escrito, debemos interpretarlo, Dante nos habla. Hizo un viaje a los reinos de ultratumba y regresó a contarlo. ¿Qué nos está diciendo a nosotros?, habitantes del siglo XXI. La Comedia nos interroga, en consecuencia debemos trasladar su mensaje a las circunstancias de nuestra vida y responderle al texto.

    Leer la Comedia en profundidad exige un esfuerzo enriquecedor y de hacerlo develaremos dos interrogantes: «¿Qué dice?» y «¿para qué lo dice?»

    Las respuestas las da el mismo Dante en su Epístola XIII a Can Grande de la Scala, Señor de Verona en la cual explica que la obra debe leerse en cuatro sentidos:

    Para aclarar los puntos indicados hay que advertir que el sentido de esta obra no es único, sino plural, es decir, tiene muchos sentidos; el primer significado arranca del texto literal, el segundo deriva de lo significado por el texto. El primero se llama sentido literal; el segundo, sentido alegórico, moral o anagógico. Para que resulte más claro este procedimiento, consideremos los versículos siguientes: «Al salir Israel de Egipto, la casa de Jacob, de un pueblo bárbaro se convirtió Judea en su santificación e Israel en su poder». Si nos atenemos solamente a la letra, se alude aquí a la salida de Egipto de los hijos de Israel en tiempos de Moisés; si atendemos a la alegoría, se significa nuestra redención realizada por Cristo; si miramos el sentido moral, se alude a la conversión del alma desde el estado luctuoso del pecado hasta el estado de la gracia; si buscamos el sentido anagógico, se quiere significar la salida del alma santa de la esclavitud de esta nuestra corrupción hacia la libertad de la eterna gloria. Y, aunque estos sentidos místicos reciben denominaciones diversas, en general, todos pueden llamarse alegóricos por ser distintos del sentido literal o histórico. Pues el nombre de alegoría procede del adjetivo griego alleon, que en latín significa extraño o distinto. (A T R I V M, s.f.)

    Según el propio Dante, la Comedia tiene cuatro sentidos: literal, alegórico, moral y místico, de manera que cuando en el canto I del Infierno leemos que se enfrentó a tres fieras: pantera, león y loba. Dante nos quiere decir: me salieron al paso, tres fieras —significado literal—, pero también representan la lujuria, la soberbia y la avaricia —significado alegórico—. Otra interpretación alude a la pantera como Florencia sumida en un caos de poder y lujuria. El león alude, casi con seguridad a Felipe el Hermoso que no toleraba ningún poder por encima de él y que llegó a enfrentarse con el Papa Bonifacio VIII a pesar de ser su aliado y en especial por este motivo. Por último la loba representa la avaricia y la codicia de Roma —la Iglesia— que se debate entre los bienes temporales y su misión evangelizadora.

    Ahora bien, ¿por qué Dante empleó quince años de su vida en escribir la Comedia? Volvemos a su Carta a Can Grande, pues el mismo lo explica:

    La finalidad del todo y de la parte podría ser también múltiple, es decir, próxima y remota; pero dejando a un lado toda sutil investigación, hemos de afirmar brevemente que la finalidad del todo y de la parte es la misma: apartar a los mortales, mientras viven aquí abajo del estado de miseria y llevarlos al estado de felicidad. (A T R I V M, s.f.)

    En consecuencia la lectura atenta, nos estará diciendo las posibles consecuencias de nuestros actos y en especial nos preguntará si estamos viviendo para la vida o vivimos para la muerte. La idea de Dante es perseguir el Bien Supremo —con mayúscula— pues si perseguimos bienes —con minúscula— esos bienes no serán un fin, sino que se transformarán en medios, que nunca satisfarán el deseo y convertirán a las personas en esclavos de las cosas. Si el objetivo es acumular bienes, la persona de manera voluntaria, en su afán de riquezas puede ingresar en cualesquiera de las figuras de la delincuencia y, en ese caso, sus actos lo llevarán a la condenación eterna. Tal es el mensaje de Dante que setecientos años después, aún está vigente. Dante nos sigue hablando.

    A la luz de estos comentarios leamos el canto I del Infierno.

    En medio del viaje de nuestra vida

    me encontréen una selva oscura,

    porque el camino recto estaba perdido.

    Aquí el poema nos dice: «En el medio del camino de nuestra vida», habla en plural, lo que significa que el poeta no va solo, toda la humanidad va con él. Luego cambia y se expresa en singular: «me encontré en una selva oscura», está extraviado «porque la recta vía había perdido». Reconoce su situación como consecuencia de haber errado el camino, a causa de una vida de pecados y excesos 3 .

    En la noche del 7 de abril —o 24 de marzo 4 — del año 1300, por tanto, a los treinta y cinco años de edad, Dante se pierde en un bosque oscuro e intrincado, imposible de describir y que lo angustia. Él mismo no puede decir cómo terminó allí, ya que estaba dormido cuando perdió el rumbo. De repente, sin embargo, al amanecer, se encuentra al pie de un cerro, desde cuya cima ve aparecer los primeros rayos del sol. Esto, además de que es primavera, le da esperanza y lo empuja a intentar la subida al cerro, después de haber descansado unos instantes y haber pensado en el peligro que acaba de encontrar, como un náufrago mirando las tormentosas aguas de las que acaba de escapar. El poeta comienza entonces a subir la cuesta del cerro, con gran esfuerzo e incertidumbre, pero como ya dijimos, se encuentra con las tres fieras.

    Y vi allí, casi al pie de la subida,

    una lonza muy ligera y muy dispuesta,

    que tenía la piel llena de manchas.

    y no se corría delante de mi rostro,

    antes bien impedía tanto mi subida,

    que hacia atrás fui vuelto varias veces.

    Tiempo era del principio de la mañana

    y el sol se alzaba entre las estrellas

    que eran conél cuando el amor divino

    movióal comienzo aquellas cosas bellas;

    tal que de esperar el bien eran ocasión,

    de aquella fiera de la piel manchada,

    la hora del tiempo y la dulce estación;

    pero no tanto que pavura no sintiera

    cuando se figuróla vista de un león.

    Este parecía que avanzaba contra mí,

    alta la cabeza y con rabiosa hambre;

    era como si el mismo aire le temiera.

    Y una loba que toda la avidez

    parecía cargar en su flacura

    y a muchos hizo ya vivir sufrientes,

    Analicemos el momento en que Dante comienza la narración.

    Se trata del año 1300, el del Primer Jubileo de la Iglesia Cristiana decretado por el Papa Bonifacio VIII, época propicia para la reflexión, autoanálisis y corrección. También es la primavera del hemisferio boreal en la cual se transita de la muerte, representada por el invierno al resurgimiento de la vida en la primavera. El período es la Semana Santa, muerte y resurrección de Jesús, etapa que sirve de ejemplo a Dante y a toda la humanidad. En la Edad Media se celebraba también la fiesta de la creación de mundo y de la concepción de Jesús en el vientre de María.

    La Comedia sitúa la acción en el momento más oportuno para el viaje a los tres reinos del más allá, pues como ya dijimos, la humanidad necesita pasar de la miseria y el dolor, a la productividad y felicidad que dan sentido a la vida.

    Dante regresa hacia el bosque cuando vislumbra una figura en la penumbra, apenas visible en la tenue luz del amanecer. Aterrado, le ruega al extraño que tenga piedad de él y le pregunta si es un hombre de carne y hueso o el alma de un difunto. El otro responde que ya no es un hombre vivo, pero que tuvo padres lombardos y que era originario de Mantua. Se presenta como Virgilio, el poeta latino que vivió en la época de César y Augusto, es decir, durante el paganismo, y que cantó las hazañas de Eneas en el poema dedicado a él.

    Virgilio le reprocha a Dante que se deslice hacia el mal del bosque, mientras que debe subir al cerro que es el comienzo de la felicidad. Dante, a su vez, responde con admiración, diciéndole a Virgilio que es el poeta más grande jamás vivido y declarando que es su maestro y modelo de estilo poético. Se justifica señalando a la loba como la bestia salvaje que bloquea su camino, rogándole a Virgilio que lo ayude a superarlo.

    Virgilio le explica que para salvarse debe realizar otro viaje. Que deberá atravesar el Infierno, para conocer el alma humana y sus debilidades, para luego pasar por el Purgatorio, y por último, ascender al Paraíso.

    El canto finaliza cuando Dante expresa: «Luego se movió, y yo lo seguí».

    Tal como afirma el Dr. Marco Grimaldi (2020), el éxito de la Comedia radica tanto en la forma —en la forma extraordinaria del texto—, en el lenguaje, en la complejidad de la historia y de los personajes; en el mundo posible que creó Dante, como en el contenido, en el mensaje que Dante nos transmite. Que no es solo el mensaje de un cristiano con certezas en un mundo sin certezas, de un hombre de fe en una época sin fe. Es un mensaje que podemos escuchar incluso sin fe, incluso sin certezas, porque la creencia en la existencia de Dios, del alma y del libre albedrío parece corresponder a funciones básicas que surgieron en un determinado momento de la evolución humana y que aún no han desaparecido. Funciones en las que incluso la Comedia se funda y sobre las que nuestro mundo moral se rige.

    Para concluir, ratificando la vigencia y actualidad de la Comedia, hago mías las palabras de Borges, que con tanta maestría escribió en el Prólogo de Nueve ensayos dantescos, en el cual dice:

    Imaginemos, en una biblioteca oriental, una lámina pintada hace muchos siglos. Acaso es árabe y nos dicen que en ella están figuradas todas las fábulas de las Mil y unas noches; acaso es china y sabemos que ilustra una novela con centenares o millares de personajes. En el tumulto de sus formas, alguna —un árbol que semeja un cono invertido, unas mezquitas de color bermejo sobre un muro de hierro— nos llama la atención y de esa pasamos a otras. Declina el día, se fatiga la luz y a medida que nos internamos en el grabado, comprendemos que no hay cosa en la tierra que no esté ahí. Lo que fue, lo que es y lo que será, la historia del pasado y la del futuro, las cosas que he tenido y las que tendré, todo ello nos espera en algún lugar de ese laberinto tranquilo... He fantaseado una obra mágica, una lámina que también fuera un microcosmo; el poema de Dante es esa lámina de ámbito universal. (Borges, 1982)

    Ilustracion del Canto I del Infierno.

    Figura 1.1:

    Infierno, canto

    I

    , por Giovanni Stradano, 1587. Se puede ver a Dante junto a las tres fieras y a Virgilio en el bosque. Reproducido de Wikimedia Commons (2013). Obra de Dominio Público.

    El mundo de Dante

    Contexto histórico

    Hacia 1080, las grandes ciudades del centro norte de Italia, obtienen su autonomía. El primer indicio de una organización política autónoma, se remonta a 1138. En 1154, el emperador Federico I, reconoció a Florencia el derecho a administrar justicia sobre su condado, derecho confirmado y extendido con la paz de Constanza en 1183. La nobleza y las ricas familias de mercaderes dirigieron a partir de entonces la ciudad. El poder de los doce cónsules anteriores, se vio moderado por dos asambleas: el Consejo de Credenza o Senado y un Parlamentum, que reunía a todos los ciudadanos cuatro veces al año.

    Todo esto, estaba acompañado de hostilidades entre las dos facciones que se disputaban el dominio de Italia: los güelfos y gibelinos que desde el siglo XII apoyaron al Papa y al Sacro Imperio Romano Germánico, respectivamente, desde las ciudades del centro y norte de Italia.

    Las principales ciudades gibelinas fueron Arezzo, Forlì, Módena, Osimo, Pisa, Pistoia, Siena, Spoleto y Todi, mientras que las principales ciudades güelfas fueron Bolonia, Brescia, Crema, Cremona, Génova, Lodi, Mantua, Orvieto, Rímini, Perugia y Florencia.

    A partir del siglo XIII, Florencia, a la vez que desarrollaba su comercio, reforzaba su dominio sobre su territorio. Pudo entonces rivalizar con otras ciudades que estaban en situación muy parecida, tales como Pisa y Siena. Pero los enfrentamientos entre las grandes familias, obligaron a crear en 1207, el cargo de podestà. Este cargo le confería la justicia y una buena parte del poder ejecutivo y militar, a un noble no florentino para así evitar su implicación personal en controversias y garantizar la imparcialidad en la aplicación de las leyes.

    Con la paz y la prosperidad creció la influencia de los mercaderes, quienes se organizaron en Arti, desempeñando un papel cada vez mayor en los asuntos comunales. En octubre de 1250, el popolo, organización política de los Arti, subió al poder con el apoyo de la facción güelfa, y aunque no se suprimieron las instituciones comunales,

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