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Por los ojos del águila: La transición democrática chilena vista desde el gobierno de los Estados Unidos (1981-1994)
Por los ojos del águila: La transición democrática chilena vista desde el gobierno de los Estados Unidos (1981-1994)
Por los ojos del águila: La transición democrática chilena vista desde el gobierno de los Estados Unidos (1981-1994)
Libro electrónico427 páginas4 horas

Por los ojos del águila: La transición democrática chilena vista desde el gobierno de los Estados Unidos (1981-1994)

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Este libro desarrolla una perspectiva analítica e interpretativa sobre la historia reciente de Chile respecto de la estrategia implementada por los Estados Unidos hacia el país durante la transición democrática chilena, coincidente con los gobiernos de Reagan y Bush padre. A través del análisis crítico de los materiales bibliográficos y de las fuentes primarias disponibles, el autor busca aportar una mirada complementaria y dentro de la discusión vigente —tomando como referencia obligada el contexto histórico mundial, regional y nacional—, valorando las obras que se han publicado en estos últimos años sobre este tópico.
A través del Departamento de Estado, el Departamento de Defensa, la CIA y otras instancias de inteligencia internacional y doméstica, y sus distintas agencias de política exterior, Estados Unidos monitoreó e influyó muy de cerca en la situación interna del país, estableciendo y definiendo una estrategia particular para aplicar en Chile. Mediante el análisis de documentos desclasificados del gobierno de Estados Unidos entre 1981 y 1994, se intenta develar los procesos, a veces contradictorios, a veces agudos y otras hasta insensatos, que caracterizaron las políticas de Estados Unidos hacia Chile. Este libro captura la complejidad de los cambios internacionales, regionales, binacionales y de política interna chilena que conllevaron a la transición entre el régimen impuesto y un gobierno civil elegido. Una investigación que invita a la reconceptualización de la historia reciente chilena, como también a repensar el cómo entender y matizar las interrelaciones entre el sistema global, las instituciones regionales latinoamericanas, las historias nacionales, en este caso, la transición política de Chile.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento12 jul 2022
ISBN9789563249583
Por los ojos del águila: La transición democrática chilena vista desde el gobierno de los Estados Unidos (1981-1994)

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    Por los ojos del águila - Pablo Rubio Apiolaza

    RUBIO APIOLAZA, PABLO

    Por los Ojos del Águila

    La transición democrática chilena vista desde

    el gobierno de los Estados Unidos, 1981-1994

    Santiago de Chile: Catalonia, 2022

    252 pp. 15 x 23 cm

    ISBN: 978-956-324-957-6

    ISBN digital: 978-956-324-958-3

    HISTORIA DE CHILE

    983

    Diseño de portada: Amalia Ruiz

    Corrección de textos: Hugo Rojas Miño

    Diagramación: Salgó Ltda.

    Impresión: Arcángel Maggio - Uruguay

    Dirección editorial: Arturo Infante Reñasco 

    Editorial Catalonia apoya la protección del derecho de autor y el copyright, ya que estimulan la creación y la diversidad en el ámbito de las ideas y el conocimiento, y son una manifestación de la libertad de expresión. Gracias por comprar una edición autorizada de este libro y por respetar el derecho de autor y copyright, al no reproducir, escanear ni distribuir ninguna parte de esta obra por ningún medio sin permiso. Al hacerlo ayuda a los autores y permite que se continúen publicando los libros de su interés. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, en todo o en parte, ni registrada o transmitida por sistema alguno de recuperación de información. Si necesita hacerlo, tome contacto con Editorial Catalonia o con SADEL (Sociedad de Derechos de las Letras de Chile, http://www.sadel.cl).

    RPI: 2020-A-4441

    ISBN: 978-956-324-957-6

    ISBN digital: 978-956-324-958-3

    © Pablo Rubio Apiolaza, 2022

    © Catalonia Ltda., 2022

    Santa Isabel 1235, Providencia

    Santiago de Chile

    www.catalonia.cl - @catalonialibros

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

    A mi amada Laura,

    a Benjamín, Martín y María Paz.

    Índice

    RELACIÓN DE SIGLAS O ABREVIATURAS

    PRÓLOGO

    por Brian Loveman

    INTRODUCCIÓN

    CAPÍTULO I

    Del apoyo al abandono político. Estados Unidos y el régimen de Pinochet: 1981-1989

    1.1 Ronald Reagan y la Segunda Guerra Fría: América Latina y Chile

    1.2 Pinochet y los Estados Unidos: Giro estratégico y el embajador Harry G. Barnes

    1.3 La influencia estadounidense en el plebiscito de octubre de 1988

    CAPÍTULO II

    Estados Unidos y Chile en la incertidumbre de dos transiciones: 1989-1990

    2.1 George H. W. Bush, el fin de la Guerra Fría y el momento unipolar

    2.2 Estados Unidos y el paso a la democracia en Chile: 1989-1990

    CAPÍTULO III

    De la consolidación democrática al neoliberalismo. Las vinculaciones entre George H. W. Bush y Patricio Aylwin: 1990-1994

    3.1 El traspaso del poder del 11 de marzo de 1990 y el rol de la administración Bush

    3.2 La gira de Bush a Chile: Proyecciones de una relación política

    EPÍLOGO

    FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

    AGRADECIMIENTOS

    Relación de siglas o abreviaturas

    AD: Alianza Democrática

    AHGVS: Archivo Histórico Gabriel Valdés Subercaseaux

    AN: Avanzada Nacional

    APAA: Archivo Patricio Aylwin Azócar

    CIA: Central Intelligence Agency

    CNI: Central Nacional de Informaciones

    DIA: Defense Intelligence Agency

    DINA: Dirección de Inteligencia Nacional

    DNSA: Digital National Security Archive

    FBI: Federal Bureau of Investigation

    FOIA: U.S. Department of State Freedom of Information Act

    FPMR: Frente Patriótico Manuel Rodríguez

    FPMR-Autónomo: Frente Patriótico Manuel Rodríguez-Autónomo

    GHBPL: George H. W. Bush Presidential Library

    HBP: Harry G. Barnes Papers

    IC: Izquierda Cristiana

    JLP: John O’Leary Papers

    JTC: James D. Theberge Collection

    MAPU: Movimiento de Acción Popular Unitaria

    MAPU-Lautaro: Movimiento de Acción Popular Unitaria o Movimiento Juvenil-Lautaro

    MDP: Movimiento Democrático Popular

    MIR: Movimiento de Izquierda Revolucionaria

    MUN: Movimiento de Unión Nacional

    NAFTA: North American Free Trade Agreement

    NED: National Endowment for Democracy

    NSC: National Security Council

    OEA: Organización de Estados Americanos

    PC: Partido Comunista de Chile

    PDC: Partido Demócrata Cristiano

    PR: Partido Radical

    PS: Partido Socialista de Chile

    RN: Renovación Nacional

    RRPL: Ronald Reagan Presidential Library

    UDI: Unión Demócrata Independiente

    UP: Unidad Popular

    USAID: United States Agency for International Development

    USDD: U.S. Declassified Documents

    Prólogo

    Entre los libros más influyentes sobre la transición política chilena se encuentran La historia oculta del régimen militar. Memoria de una época, 1973-1988, de Ascanio Cavallo et al. y La historia oculta de la transición. Memoria de una época, 1990-1998, de Ascanio Cavallo. Cavallo empieza su historia de la transición así: Patricio Aylwin asume la Presidencia de la República el 11 de marzo de 1990, en un clima de aguda tensión entre las nuevas autoridades civiles y los mandos militares. Cada parte sabe que tiene limitaciones y que necesita medirlas con cuidado.

    En estos términos, la transición literal y formal empieza el 11 de marzo de 1990. Pero, como lo señala el periodista Cavallo, en esa fecha se inicia la transición en serio. Se transfiere constitucionalmente la autoridad presidencial de Augusto Pinochet al Presidente Patricio Aylwin. Supuestamente, desde aquel momento, Chile se convirtió en un modelo de una transición pactada y pacífica entre un régimen autoritario a un régimen democrático. ¿En qué consiste este modelo? ¿Es una obra netamente chilena? ¿Es/Era replicable? ¿Y si fuera replicable, modelo de qué?

    Según Sergio Fernández, ex ministro del Interior del régimen (y senador, 1990-2006): La transición fue, pues, la aplicación de la normativa transitoria y la dictación de la normativa complementaria de la Constitución de 1980. Su solidez permitió al país desplegar toda su capacidad para enfrentar la peor recesión mundial de las últimas décadas. (…) Además, en ella se logró un grado de pacificación social, seguridad pública, orden y progreso que contrastan con el cuadro de virtual guerra civil a que se había llegado en 1973¹.

    Es decir, la Constitución de 1980 prescribía y describía la trayectoria de la transición política y se cumplió tal cual. Esta visión de la transición, acotada a las definiciones de la Constitución de 1980 y del diseño de los asesores de la Junta de Gobierno militar prevaleció en los discursos y en la práctica política del régimen y sus partidarios entre 1981 y 1990, y hasta 2020. La transición, un período de nueve años entre 1981 y marzo de 1990, se hizo mediante la vía concebida por la Junta y sus asesores, aprobada en el plebiscito de 1980, y conservando los elementos fundamentales de la democracia protegida instituidos en 1981.

    Obviamente, esta visión de la transición no era compartida entre los opositores al régimen, en Chile, tampoco en la ONU, en la OEA, entre las organizaciones de derechos humanos chilenos e internacionales, en la Comunidad Europea, y en sectores políticos, incluso ni entre diplomáticos, el Pentágono y funcionarios de las varias agencias de inteligencia de Estados Unidos. La trayectoria de transición estipulada en la Constitución de 1980 fue resistida y objetada en el país, por actores del sistema internacional y regional latinoamericano y por los países europeos occidentales, además del propio Estados Unidos.

    En Chile, hubo llamados repetidos para realizar elecciones libres y transferir el poder a un gobierno civil desde las protestas nacionales de 1983-1986. Líderes de la oposición, incluso Patricio Aylwin, calificaban a la Constitución de 1980 como ilegítima en su origen y su contenido. Desde la formación de la Alianza Democrática en 1983, y marcada por hitos como el Acuerdo Nacional de 1985, el intento de asesinato a Pinochet en 1986 y el llamado, en 1988, del FPMR-Autónomo para lanzar una Guerra Patriótica Popular (una sublevación de masas contra la dictadura), hubo resistencia social y, a veces, violenta, a la trayectoria de la transición prescrita en la Constitución de 1980.

    En 1987, la mayoría de los grupos y partidos de la oposición política chilena decidieron pragmáticamente que no quedaba otra alternativa para la salida de Pinochet de la Presidencia más que utilizar los mecanismos de transición estipulados en la Constitución de 1980. En las palabras de Patricio Aylwin, derrotar a Pinochet en su propia cancha². El 11 de marzo de 1981, junto con entrar en vigencia el nuevo texto constitucional, se había dado inicio al primer período presidencial, encabezado por Augusto Pinochet Ugarte. De acuerdo con lo que se establecía en la disposición decimocuarta transitoria, este primer período presidencial debía finalizar el 11 de marzo de 1990. En los noventa días previos a esta fecha, si no antes, la Junta de Gobierno militar (Poder Legislativo según la Carta) debía proponer un nuevo candidato que debía ser ratificado (o no) por plebiscito. El 30 de agosto de 1988, los comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y el general Director de Carabineros nominaron como candidato a Augusto Pinochet Ugarte, lo que debía ser sometido a plebiscito el día 5 de octubre de 1988.

    El 2 febrero de 1988 fue creada la Concertación de Partidos por el No. Realizado el plebiscito, el 5 de octubre de 1988, tres meses antes de que asumiera la Presidencia George H. W. Bush en Estados Unidos, prevaleció la opción del No, rechazando la continuidad de en el poder. Como afirmó Gabriel Valdés en 1995, el triunfo del No fue el comienzo de la transición hacia la democracia plena que implicaba reconciliación³. La derrota de Pinochet en el plebiscito de 1988 generó más de un año de incertidumbre política en Chile. Las negociaciones entre la Concertación y el régimen en 1989 dieron lugar a otro plebiscito, para aprobar algunas reformas constitucionales, un hito en la transición contemplado por los fundadores de la democracia protegida en 1980. Las reformas no desmantelaron la democracia protegida de la Constitución de 1980, pero sí empezaron un proceso, todavía inconcluso en 2020, de gradual democratización política.

    Entre tanto, desde 1985 hubo intensa actividad diplomática estadounidense (y de actividad clandestina; no exactamente diplomática) para influir en la política chilena. Esta intervención fue constante hasta marzo de 1990. Jugó un papel clave, sin decir determinante, en el plebiscito de 1988 y en la salida del poder de Augusto Pinochet. Igualmente, países de la Comunidad Europea, instancias de la ONU y la OEA intentaban influir en la transición chilena. Así y todo, esta transición no se entiende sin tener presente una óptica global, regional, bilateral (Chile-Estados Unidos) e interna chilena. No se puede acotar la transición temporal, cronológica y políticamente a lo que pasa en Chile después de 1981, como sugiere el ex ministro del Interior y firmante de la autoamnistía de 1978, Sergio Fernández. El proceso político chileno, desde 1973, se enmarcaba por cambios en el sistema internacional, por la actuación de movimientos sociales globales y regionales, por la evolución y desaparición de gobiernos militares en el Cono Sur y, en los años 1989-1991, el fin de la Guerra Fría.

    El 15 de septiembre de 1973, tan solo cuatro días después del golpe militar, la Comisión Internacional de Juristas (CIJ), conjuntamente con Amnistía Internacional, requirió oficialmente a las Naciones Unidas la adopción de medidas para frenar las violaciones de los Derechos Humanos en el país. Desde 1973, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunciaba los abusos del gobierno chileno. El asesinato de Orlando Letelier y Ronni Moffitt en Washington D.C., en 1976, desató más de 15 años de iniciativas políticas, diplomáticas y jurídicas con la Junta de Gobierno y Pinochet. En diciembre de 1977, la ONU condenó a Chile por la violación de Derechos Humanos con 96 votos a favor y Pinochet informó a la Junta que realizaría un plebiscito al respecto, que después se transformó en una Consulta Nacional, pues la Constitución de 1925 no contemplaba un plebiscito. Gradualmente se acumulaban fuerzas internacionales, regionales y bilaterales que erosionaban la legitimidad y flexibilidad para gobernar de la Junta de Gobierno militar. Como se revela en este libro, cambios globales y en la política interna de Estados Unidos contribuían a la eventual transición prevista entre 1981 y 1990.

    La transición política entre el régimen cívico-militar gobernado por el general Augusto Pinochet Ugarte y un gobierno elegido mediante elecciones libres ha sido tema de numerosos escritos periodísticos, académicos y políticos. La transición chilena se ha tratado desde diversas perspectivas ideológicas, disciplinarias, históricas, valóricas; hasta religiosas. Sobre las violaciones de Derechos Humanos durante el período 1973-1990, y los procesos de reconciliación y reparación desde 1990 hasta 2020, hay centenares si no miles de estudios, ensayos, artículos y polémicas, así como sobre las etapas de la transición política, los detalles e intersticios políticos y personales de los últimos años del régimen pinochetista. Hay estanterías llenas de investigaciones que tratan la trayectoria de las transformaciones políticas, culturales, económicas, sociales y ambientales de Chile entre 1970 y 1990, y hasta el presente estas siguen siendo temas atractivos y fructíferos para las nuevas generaciones.

    El libro de Pablo Rubio Apiolaza ofrece novedades en la historia de la transición chilena, tanto en cuanto a la historia misma, como por la lupa por la cual se visualiza el período 1981-1994, desde la implementación de la Constitución en 1981 hasta el fin del primer gobierno civil post-Pinochet (1990-1994). El gobierno pinochetista terminó gracias a la creciente resistencia política, legal, política, social y moral al régimen en el país y a las presiones internacionales y regionales contra el gobierno de la Junta de Gobierno militar, consagrado por la Constitución de 1980. Hubo también una resistencia armada con resultados limitados por parte de grupos de izquierda. Este libro triangula los factores internacionales, regionales, binacionales (Estados Unidos-Chile) y nacionales que conllevaron, en combinación compleja, a la salida del general Augusto Pinochet Ugarte y la instalación del primer gobierno civil elegido desde 1970.

    Esta lupa multifacética —interméstica (combinación de lo internacional y lo doméstico)permite ver los acontecimientos políticos en Chile, desde 1981, tomando en cuenta la internacionalización de la política interna y la fuerte influencia de las relaciones regionales y binacionales en el desenlace de la política nacional. Este marco interméstico enfatiza lo brumosas que pueden ser las líneas entre política interna, regional, binacional e internacional. Esto, sin subestimar los factores y fuerzas nacionales, sino reconociendo la importancia de factores de la política interna, en Chile y en Estados Unidos, en la formulación de políticas binacionales y globales que influyeron en la transición chilena.

    La trayectoria y desenlace de la transición política en Chile desde 1981 hasta 1994 dependía de muchos factores entrelazados; entre ellos, de cambios fundamentales en el sistema internacional y regional; de la gradual eliminación de los gobiernos militares en el Cono Sur; de las políticas hacia la dictadura constitucional creada en 1981, de la Comunidad Europea; de las políticas exteriores de varios países europeos; de la globalización de las organizaciones de Derechos Humanos y su campaña incesante en diversas instancias internacionales, como la ONU y la OEA, contra el gobierno chileno; de las denuncias y relaciones ásperas entre la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el gobierno chileno; de las políticas de movimientos sindicales en Estados Unidos y Europa, y de grandes cambios en la política bilateral de Estados Unidos hacia Chile durante las administraciones de los presidentes Ronald Reagan (1981-1989) y George H. W. Bush (1989-1993).

    Por coincidencia, el período post-Constitución 1980 en Chile correspondía casi exactamente a los mandatos de estos dos presidentes estadounidenses del Partido Republicano. La Constitución de 1980 rige desde el 11 de marzo de 1981. Ronald Reagan asumió la Presidencia de Estados Unidos el 20 de enero de 1981; George H. W. Bush, el 20 de enero de 1989. Seis meses después (30 de julio de 1989) fueron aprobadas en Chile las reformas constitucionales que permitieron elecciones presidenciales y legislativas e1 14 de diciembre del mismo año, aproximadamente un mes antes de que asumiera George H. W. Bush en Estados Unidos, pero un poco más de un año antes de que el general Pinochet saliera de la Presidencia en Chile. Las políticas bilaterales de Reagan y Bush hacia Chile (1985-1990) serían claves para el desenlace político chileno.

    Es poco decir que los gobiernos de Reagan y Bush presionaron fuertemente a Pinochet entre 1985 y 1990 para que aceptara los resultados del plebiscito. Este libro ilumina las actividades de Estados Unidos a través de entrevistas del autor con actores claves en la política exterior de este país a fines de la década de los 1980, y el análisis de centenares de documentos desclasificados que revelan los debates y funcionamiento interno de las agencias estadounidenses.

    Rubio Apiolaza resume hábilmente lo mucho que se ha escrito sobre cada uno de estos factores en la transición chilena, valorando la contribución particular de cada elemento, dando como producto la transición chilena. Rubio agrega nuevos elementos que formaron el modelo chileno, basados en entrevistas con actores cruciales en la formulación de la política exterior de Estados Unidos (incluso el exembajador Harry Barnes) y en un análisis novedoso de los debates en el Congreso de Estados Unidos, documentos desclasificados de la CIA, Defense Intelligence Agency (DIA), del NSC, FBI y Departamento de Estado, con agregados militares y diplomáticos chilenos en Washington D.C., y las comunicaciones desde la Embajada de Estados Unidos en Santiago a Washington D.C. Con esta metodología de síntesis y descubrimiento, se ofrece al lector una visión fresca de la transición política chilena, su lugar en y cómo se influía en el cambiante sistema internacional, y el rol (y la directa intervención en ella) de Estados Unidos, en el contexto del fin de la Guerra Fría.

    Al leer este libro no queda duda alguna de que el gobierno de Estados Unidos decidió, gradualmente, no sin dudas y reticencias internas, que el gobierno de Pinochet ya no servía a los intereses nacionales y al proyecto internacional estadounidense. Al revés, desde mediados de la década de los 1980, se buscaba el fin de la presidencia pinochetista. Después de apoyar el gobierno militar desde 1973 hasta los comienzos de los 1980, la política de Estados Unidos hacia el régimen cambió, por razones varias, que Rubio identifica en el texto. Se demuestra, claramente, que la intervención en Chile para conseguir el fin del gobierno pinochetista fue directa, a veces clandestina, si bien no tan brutal como fue la intervención para promover el derrocamiento del Presidente Salvador Allende en 1973.

    Para Estados Unidos, la no intervención y la soberanía de los países de la región eran mitos idealistas instrumentales. En este sentido, el caso de Chile, fuera para apoyar el Golpe de Estado de 1973 o apoyar a la oposición contra Pinochet entre 1985 y 1990, no era excepcional. La denuncia repetida de Pinochet, entre 1986 y 1988, de que Estados Unidos ejercía una indebida e ilegítima interferencia externa en los asuntos internos de Chile era del todo precisa y veraz. Tal como había sido la intervención e interferencia de Estados Unidos en Chile en la política chilena desde 1946 hasta 1973. Por razones propias, el gobierno de Estados Unidos, desde alrededor de 1984-1985, quería que se fuera el general Pinochet de la Presidencia de Chile.

    En este libro se captura la complejidad de los cambios internacionales, regionales, binacionales y de política interna chilena que conllevaron a la transición entre el régimen impuesto desde 1981 y un gobierno civil elegido. Es una investigación que incita a la reconceptualización de la historia reciente chilena, como también a repensar el cómo entender y matizar las interrelaciones entre el sistema global, las instituciones regionales latinoamericanas, y las historias nacionales, en este caso, la transición política de Chile entre 1981 y 1994.

    BRIAN LOVEMAN

    Solana Beach, California, Estados Unidos

    septiembre, 2019

    Introducción

    Los procesos de transformación política y económica que afectaron a América Latina entre las décadas de 1980 y 1990 se desarrollaron dentro de un confuso escenario marcado por la declinación y el fin de la Guerra Fría y el inicio del nuevo orden mundial.

    Todos los grandes fenómenos históricos que vivió la región en su conjunto durante ese tiempo —tanto las guerras civiles y conflictos armados en América Central, la crisis económica y financiera derivada de la deuda, como el fin de las dictaduras militares y las transiciones a gobiernos civiles elegidos en América del Sur— fueron procesos de alta intensidad en múltiples dimensiones, coincidentes dentro de un incierto contexto de transición política, económica e ideológica que experimentó el sistema internacional en su conjunto. En este escenario de fuerzas, el papel jugado por los Estados Unidos se podría catalogar como fundamental, presionando, frenando y estimulando transformaciones que le permitieron recuperar un papel dominante a nivel global durante la década de los noventa⁴.

    Dentro de ese contexto, este libro busca analizar los procesos políticos de la historia contemporánea de América Latina y particularmente el protagonizado por Chile, en referencia a sus vinculaciones con los Estados Unidos. También analizar la estrategia política implementada por este último país hacia América Latina y Chile durante la fase final de la Guerra Fría (1981-1994).

    Si se mira desde una perspectiva histórica mayor, se podría afirmar que, desde los años ochenta del siglo XX a la actualidad, casi todos los países de América del Sur experimentaron un cambio inédito en sus regímenes políticos, que también tuvo expresiones en otras dimensiones de la vida social y cultural. La transformación consistió en que los Estados de la región han sido gobernados por regímenes civiles elegidos, más o menos democráticos —definidos como democracias protegidas, de baja intensidad, iliberales o interrumpidas⁵—, lo que en el mediano plazo constituye un inédito período de predominio de la democracia política sobre el autoritarismo militar, los regímenes revolucionarios y los gobiernos populistas, entre otras formas de dominación política que predominaron en el siglo pasado⁶. Si bien en la actualidad existe una crítica a las formas que ha adquirido la democracia en la región y en el mundo entero, el cambio no ha sido menos significativo⁷.

    Pasadas ya cuatro décadas del comienzo de este ciclo democrático, se requiere una evaluación más completa de las transiciones desde las dictaduras a las democracias, de sus rupturas, continuidades y complejidades⁸. Para ello, la historia como disciplina otorga métodos y enfoques de análisis que resultan fundamentales para el estudio de experiencias nacionales, sus vinculaciones con actores externos, y del complejo y cambiante sistema internacional, siendo esta la perspectiva sobre la cual esta investigación pretende ser un aporte al conocimiento⁹.

    En dicho contexto, este libro pretende describir, examinar e interpretar una parte de la dimensión internacional de la transición a la democracia en Chile durante la década final del régimen militar del general de Ejército Augusto Pinochet Ugarte (1973-1990), y en el primer gobierno democrático de Patricio Aylwin Azócar, que se extendió entre 1990 y 1994, que cierra una cierta etapa en el devenir chileno. Desde el ámbito de la historia de los Estados Unidos, el libro aborda la estrategia política hacia Chile y dentro de la región latinoamericana de las presidencias de los miembros del Partido Republicano Ronald Reagan (que gobernó en dos mandatos entre 1981 y 1989) y George Herbert Walker Bush (1989-1993). Resulta casi lógico aseverar que la política exterior estadounidense no puede aislarse del contexto global de Guerra Fría, marco que determinó y dominó las relaciones entre los Estados Unidos y América Latina, así como gran parte de las racionalizaciones y acciones de los actores tanto locales como internacionales¹⁰. Esta perspectiva contextual de la estrategia estadounidense la subraya tanto la bibliografía¹¹, como también los mismos protagonistas de los acontecimientos investigados en este texto¹².

    Respecto a Chile, examinar históricamente la transición a la democracia en su dimensión internacional es significativo para detectar las fortalezas y limitaciones del sistema democrático chileno actual respecto a las influencias externas recibidas por el país, tradicionalmente catalogado de provinciano o aislado de los grandes acontecimientos y tendencias mundiales. Sin duda —y eso es lo que pretende iluminar el libro—, el impacto de los actores internacionales en la realidad local ha transformado a la transición democrática chilena —y latinoamericana— en un fenómeno global¹³ que no se limita solamente a una escala local¹⁴. En general, existe ya un consenso en afirmar que las circulaciones dinámicas entre lo local y lo global han impactado a lo largo de una parte significativa de la historia contemporánea chilena desde la Guerra Fría en adelante. Como lo resume adecuadamente un autor, se requiere entonces profundizar el estudio de los intrincados nexos entre lo nacional, lo regional y lo global en toda su multidimensionalidad; es decir, en la economía y la sociedad, así como en la cultura, la ideología y la política¹⁵.

    En una perspectiva de largo plazo, este libro intenta dar cuenta de una etapa específica de las relaciones entre Chile y Estados Unidos, insertándose dentro de un debate y de una producción historiográfica y de las ciencias sociales que se extiende ya por varias décadas¹⁶. En efecto, durante toda la historia de las relaciones entre Chile y los Estados Unidos desde el mismo siglo XIX, la dinámica entre diálogo y conflicto, entre cooperación y enfrentamiento, o entre admiración y resentimiento, si bien ha respondido a esquemas o imágenes previamente concebidos por los actores, está determinada por un contexto histórico y una coyuntura que la explica, en las que una cuota de incertidumbre y de azar siempre están involucradas¹⁷. Desde la década de 1960 en particular, con la Guerra Fría en su máxima expresión, la influencia de los Estados Unidos en Chile involucró partidos políticos, medios de comunicación, empresarios y sectores de las Fuerzas Armadas, contexto en el cual se establecieron vínculos y relaciones de carácter preexistente a los años que aborda esta investigación.

    Un supuesto metodológico que sostiene permanentemente este libro es que el proceso chileno de transición, que arrancó desde la dictadura de Pinochet hasta la democracia de Aylwin, fue forjado y protagonizado por múltiples actores políticos en Chile y sus opciones que estos asumieron dentro del país. En ningún caso la transición democrática fue producto determinado por una intervención o de una manipulación desde el exterior, sino que más bien se explicó en función de circulación de influencias y transferencias permanentes entre los Estados y los sujetos políticos¹⁸. Por eso mismo, hay que evitar la utilización de las teorías conspiracionistas sobre la intervención de los Estados Unidos en Chile y las categorías conceptuales unilaterales sobre las relaciones entre ambos países¹⁹. En síntesis, tanto la amplificación y sobreinterpretación excesiva del fenómeno, como también ignorar de plano las presiones de países tan relevantes como Estados Unidos frente a un país como Chile en un episodio tan significativo de cambio político sería un error metodológico e histórico de proporciones.

    A la vez, es importante incorporar en la historia y el análisis de la transición chilena los dramáticos cambios en el sistema internacional en este período, las transiciones entre gobiernos militares y gobiernos civiles elegidos en América Latina entre 1979 y 1994 y las políticas globales, regionales y bilaterales de Estados Unidos que influyeron en la transición chilena. Este marco interméstico transciende un enfoque exclusivo en variables políticas internas (domésticas) o internacionales, reconociendo la interconexión de factores internacionales, regionales y nacionales que influyen en desenlaces políticos, económicos y sociales²⁰. Para entender las políticas regionales y bilaterales de Estados Unidos en el hemisferio occidental es necesario tomar en cuenta la política interna del país²¹; para entender las relaciones bilaterales chilenas-estadounidenses entre 1981 y 1994 es necesario tomar en cuenta la política interna chilena en el contexto de las transiciones políticas que dejaron a Chile, en 1986, aislado con Paraguay como los únicos regímenes autoritarios-militares en América del Sur²².

    El mismo principio metodológico, es decir, un enfoque interméstico, puede sostenerse respecto a la influencia política, económica y cultural de los Estados Unidos en América Latina durante la Guerra Fría, que solamente puede ser comprendida a cabalidad evitando los enfoques simplistas, maniqueístas y de distinciones dicotómicas²³. A lo menos, debe imperar al respecto una perspectiva histórica de largo plazo, que arranca desde el mismo siglo XIX y que tiene sus consecuencias hasta el presente en distintos períodos de la historia contemporánea²⁴.

    También este libro pretende recuperar el estudio de la transición a la democracia y considerarla como un proceso histórico multidimensional, que en el caso de Chile hundió sus raíces desde el propio año de la instalación del régimen militar²⁵. La transición no se puede analizar solamente como un cambio de gobierno o régimen institucional conducido por las élites, sino que también como un reacomodamiento de la sociedad y de la cultura de los sujetos sociales y políticos —de lucha entre lo viejo y lo nuevo, de una mixtura ambigua—, en el cual la posición e influencia de los actores internacionales formaron parte integrante del mismo²⁶. Con todo, la propia Constitución de Pinochet estableció el inicio de la transición en el año 1981, lo que coincide con el comienzo del gobierno de Ronald Reagan en los Estados Unidos, por lo cual ese momento puede establecerse un apropiado punto de partida para esta obra. Hasta el presente, el debate sobre el fin de la transición chilena es un aspecto controvertido entre los especialistas²⁷.

    En un sentido más reflexivo, este libro propone ciertas dudas legítimas para el ejercicio de la historia. Al final del día: ¿Hasta qué punto los dirigentes y actores políticos y sociales de Chile controlaban su destino entre 1981 y 1994? ¿Hasta qué nivel el desenlace de la Guerra Fría influyó en el fin del régimen de Pinochet? ¿Fue tan decisiva la

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