Hijas de guerrilleras alzan la voz “No hemos contado las historias de nuestras madres”
Hay un hueco en la narrativa de la violencia del periodo contrainsurgente en México, la Guerra Sucia, que Alejandra Cartagena López identifica: “No hemos contado las historias de nuestras madres”, lamenta la abogada feminista, hija de Leticia Galarza Campos, integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, detenida y desaparecida por la Dirección Federal de Seguridad en enero de 1978.
“Si ustedes leen testimonios de aquellos tiempos, van a leer muchos testimonios de los compañeros (y) van a leer pocos de las mujeres. Pero además, donde se refieran al abuso sexual que probablemente pasaron algunas de ellas, no está ahí, no está remarcado”, señala Cartagena, quien además de defender derechos de las mujeres ha dedicado su vida a esclarecer la desaparición de su mamá.
Cartagena habla del enfoque faltante en el abordaje de la violencia contrainsurgente en México: la perspectiva de género. Esta deuda del Estado podría subsanarse con la nueva Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de Violaciones Graves a los Derechos Humanos cometidas de 1965 a 1990, creada por decreto presidencial el pasado 6 de octubre.
Esta es la primera vez que se diseña una herramienta de ese tipo con la intención de revisar diferenciadamente las violaciones a derechos humanos que vivieron mujeres y hombres durante el periodo.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos