Boric y los desafíos de la historia
Cuando Gabriel Boric, con apenas 36 años a cuestas, juró el viernes 11 de marzo como el presidente más joven de la historia de Chile, se vio de inmediato frente al desafío de remediar en los próximos cuatro años el problema más vetusto y antiguo que arrastra esta nación andina desde antes de su independencia en 1810.
En efecto, ya en 1796, José Cos de Iriberri, comerciante chileno, elogió “la opulencia y riqueza” de la tierra, pasando a lamentarse: “Quién pensaría que en medio de tal abundancia habría una población escasa gimiendo bajo el pesado yugo de la pobreza, la miseria y el vicio”. Por supuesto, el fantasma de Iriberri (que habitaba una provincia española de menos de 1 millón de almas), no reconocería el Chile contemporáneo, una nación de 20 millones de personas, gimiendo
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